domingo, 8 de mayo de 2011

A un shock de distancia de una crisis total


Atención a las declaraciones del Presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, : "Estamos a un shock más de distancia de una crisis alimentaria mundial"
video solo en inglés


El fin del neoliberalismo y el cambio de paradigma civilizatorio. ¿Cuál es el rumbo a seguir?
Las reformas estructurales neoliberales cambiaron el modelo, la organización y las formas de acción del Estado benefactor; la desregulación económica impulsó la desaparición de las políticas públicas de bienestar social. De esta manera la alimentación, educación y salud se transformó de un derecho humano a una mercancía más, susceptible de ser comprada y vendida en el “mercado”. Sin embargo estamos presenciado el colapso del modelo neoliberal, ¿por qué entonces continuar organizando  con los discursos propios del libre mercado probadamente fracasado?

 John Micklethwait, editor jefe de The Economist (izquierda), Robert Zoellick, presidente del Banco Mundial (centro) llegan a la reunión Bilderberg 2010 (ver galería de imágenes)




Managua, 29 de abril, 2011

Al filo de la navaja
Por: Juan Vega Gonzales

Robert Zoellick, presidente del Banco Mundial (BM), advirtió en las reuniones del BM y el Fondo Monetario Internacional (FMI) que tuvieron lugar antes de Semana Santa, que el mundo está “a un shock de distancia de una crisis total”, citando el aumento de precios de los alimentos como la principal amenaza para las naciones pobres.

En la misma reunión, el director del FMI Dominique Strauss-Kahn expresó su preocupación por los niveles de desempleo entre los jóvenes. “Probablemente sea exagerado decir que es una recuperación sin empleos, pero es ciertamente una recuperación sin suficientes empleos… existe la posibilidad de una generación perdida”, indicó.

Las economías de Estados Unidos y Europa enfrentan una situación económica y financiera sin precedentes, desde el punto de vista de cómo financiar sus déficits públicos, y preservar la delicada salud de sus sistemas bancarios.

A pesar de haber triplicado la cantidad de dinero en cuatro años, la recuperación en el empleo ha sido mínima y los precios de los alimentos y el petróleo se han disparado. Pregunta: ¿a dónde ha ido a parar todo ese dinero?

La desregulación/liberalización permitió a los grandes conglomerados financieros (bancos y casas de inversión), multiplicar su crecimiento, aportando cantidades mínimas de capital de respaldo, lo que trasladó el riesgo del crecimiento a inversionistas privados como los fondos de inversión que administran aportes de jubilación de millones de personas.

Con los instrumentos financieros llamados derivados una sola deuda se vendía a muchos inversionistas, asegurando las pérdidas con compañías de seguros que tampoco contaban con el capital suficiente. Las ganancias iban para los accionistas y para los altos ejecutivos de las instituciones financieras, que tenían un incentivo perverso para “seguir creciendo sin preocuparse por las futuras consecuencias para la población”.

Cuando una parte de las deudas dejó de pagarse, el sistema entero cayó. Ahí entraron los gobiernos a rescatar las instituciones financieras, emitiendo “montañas de dinero” que tendrán que ser pagadas con impuestos de los contribuyentes. A eso se denominó “privatizar las ganancias y socializar las pérdidas”.

Las alternativas de solución para que los gobiernos salgan del problema son: aumentar los impuestos (difícil en un entorno de elevado desempleo), reducir gastos (seguridad social, seguro médico, funcionamiento del gobierno), o continuar emitiendo dinero sin respaldo (exportar inflación, aumentando precios y desvalorizando más sus monedas).

Independientemente de lo que los gobiernos o bancos puedan hacer, queda lo que cada persona puede hacer para mejorar su situación, ocupándose cada uno de su educación financiera y sus finanzas.

El fracaso del neoliberalismo

El escenario previo de la crisis neoliberal es el traslado intensivo de capital de todo el mundo hacia Estados Unidos, quien absorbió el 70% del ahorro mundial en los últimos años (Economist Intelligence Unit [EIU], 2009d). El nivel de consumo de la población de los países desarrollados aumentó extraordinariamente con el endeudamiento bancario. En los últimos diez años Estados Unidos aumentó su deuda doméstica respecto del PIB del 66% al 100%; en el sector financiero la deuda aumentó del 22% del PIB al 117% en los últimos diecisiete años. En el mercado hipotecario de alto riesgo –subprime- 7.5 millones de deudores norteamericanos cayeron en mora de pagos (Bernanke, 2007). En Reino Unido se desplomó la actividad productiva –por la política de importaciones y libre mercado implementada por Margaret Thatcher–, con lo que se incrementó su dependencia de la actividad financiera y la deuda bruta del sector financiero llegó al 250% del PIB. (EIU, 2009d).

Cuando en el 2007 se manifestaron los problemas de liquidez y solvencia en el mercado hipotecario de los Estados Unidos se interrumpió también una fase de expansión económica internacional iniciada en 2003. El impacto se reflejó en los sistemas financieros de todo el mundo y afectó significativamente a los mercados de bienes y de trabajo. Para septiembre de 2008 las contradicciones del neoliberalismo se agudizaron con diversas crisis relacionadas entre sí, además de la financiera y la inmobiliaria, la energética, la alimentaria y la ambiental. Se fue conformando así una perturbación económica mundial de gravedad inusual que ha motivado comparaciones con la Gran Depresión de los años treinta del siglo pasado.

Esta crisis generada en los países desarrollados se extendió a la periferia. Como ha señalado la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) (2009), con la excepción de algunas economías del Caribe, Latinoamérica se encuentra mucho mejor preparada que en el pasado. A dos años del inicio de las turbulencias financieras, es evidente que la naturaleza del impacto y la capacidad de reacción de los países de la región en esta ocasión difieren de lo que fue habitual observar en los episodios que sufrieron desde la crisis de la deuda de los años ochenta hasta los primeros años de la década actual. No ha habido corridas financieras ni crisis de deuda y, en términos generales, los países de la región cuentan con márgenes de maniobra que, con las disparidades del caso, les permite implementar políticas destinadas a moderar los efectos sobre la producción y el empleo. Destaca México, país con el más bajo crecimiento de la región y fiel seguidor de las políticas prescritas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial (Pacheco-López, 2009).

Pero la crisis no sólo es financiera, según el reporte del Club de Roma (Lees, 2009) el deterioro ambiental asociado al modelo de desarrollo económico neoliberal de los últimos años no tiene precedente en la historia de la humanidad, tampoco la extraordinaria desigual concentración de la riqueza mundial: el 50 por ciento de esta riqueza se concentró en el 2 por ciento de la población, mientras la mitad de los habitantes de la Tierra alcanzan sólo el uno por ciento de lo que se genera.


La que se viene

Privatizar ganancias y socializar pérdidas.

Después de treinta años denostando la participación del Estado en la economía, el Banco Mundial afirma que “el nuevo multilateralismo debe tender a la responsabilidad compartida por el Estado” (Zoellick, 2008). Los rescates con los recursos públicos son múltiples, los paradigmáticos son: Citigroup con la estatización del 40% de sus acciones; American International Group Inc, la aseguradora más grande del mundo, fue comprada por el gobierno de Estados Unidos hasta por el 80% del su capital social; la emblemática General Motors, otrora símbolo del capitalismo norteamericano con la estatización del 60% de sus acciones. Los países europeos han proporcionado de sus fondos públicos 3.6 billones de euros, es decir un tercio de su Producto Interno Bruto para el rescate de los sistemas financieros, bancos y empresas en quiebra (Economist Intelligence Unit, 2009b).
Pero no irán a la cárcel los banqueros y altos ejecutivos que realizaron multimillonarios préstamos riesgosos o abiertamente fraudulentos. Por el contrario, estos seguirán disfrutando la asignación de grandes salarios y millonarias compensaciones a cargo de los impuestos de la mayoría de los ciudadanos.

Como gato entre la leña entre la crisis del sistema

Un segundo tema lo constituye la reunión  en Caracas  de cancilleres y representantes de 30 países de América Latina, donde sentaron las bases de un nuevo bloque regional que excluye a Estados Unidos y Canadá, y el cual verá la luz en una cumbre de presidentes en el mes de julio en Venezuela. Durante la jornada, los responsables debatieron sobre un documento que traza las líneas de este nuevo organismo, bautizado como “Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC)”, así como otros asuntos relativos a la periodicidad de las reuniones, la manera de adoptar acuerdos o el establecimiento de una cláusula democrática que respalde la estabilidad política de la región. “Estamos ante un evento histórico”, celebró el presidente venezolano Hugo Chávez, impulsor de este nuevo mecanismo de integración, al participar brevemente en la apertura de la reunión. “Éste es el evento político de mayor importancia, de trascendencia de todos los que han ocurrido en la América nuestra en 100 años y más”, añadió el mandatario. EL anfitrión, el canciller venezolano Nicolás Maduro, explicó que los responsables trabajarán en el diseño de un documento para presentar ante los presidentes del bloque el próximo 5 y 6 de julio, cuando se reúnan en Caracas para marcar el nacimiento de este nuevo organismo.

Del Estado Benefactor al Estado Reducido.
Las reformas estructurales neoliberales cambia el modelo, la organización y las formas de acción del Estado benefactor, la desregulación económica impulsa la desaparición de las políticas públicas sociales . La mercantilización transformó el modelo estatal social a uno reducido a la gobernanza y la creación de mercados –el “Pequeño Estado” o “Estado Reducido” también considerado “policéntrico”–.
La función estatal se reorientó a la gestión de micro sistemas políticos de salud, servicios sociales y educación, pero conservando el control sobre la población.


El foro "Del Arco del Pacífico"

Los mandatarios García y Calderón, así como los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y de Chile, Sebastián Piñera, se reunirán el jueves en privado en el Palacio de Gobierno para reforzar este proceso de integración profunda. El canciller peruano, José Antonio García Belaúnde, comentó que esta será la "hoja de ruta" del ―Foro del Arco del Pacífico” para comenzar la liberalización de comercio, lo cual no puede realizarse a través de la Comunidad Andina de Naciones y de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR)

De postre Almagro no se opone a un TLC con EEUU
El dirigente del Pit Cnt, Fernando Pereyra, dijo que no sólo sería negativo para el país sino para los países de la región y "para el proceso de integración en el Mercosur".
Pereyra señaló que creen que la posición de Almagro es equivocada y explicó que otros países que firmaron un acuerdo de este tipo con Estados Unidos han recibido malos resultados para la población.



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1 comentario:

  1. ¿Y cómo te sentís ahora Muerto? Vos apoyaste este segundo gobierno e insististe en negar que la papeleta rosada estaba siendo bombeada. Editada y entregada tarde, la boleta NO fue ensobrada junto con varias listas del FA.
    FA que ya era FA sólo de nombre pues desde el 2004 -y aún antes- fue copado por los Tabarés y Danilos y una corte de los milagros de personajes vendepatrias y traidores. Gente con una ideología totalmente opuesta a la del Frente Amplio.
    La cagada ya está hecha.
    Yo quise avisar y me lo prohibiste.
    Te escribo procurando que no puedas dormir bien por las noches. De alguna manera deberías pagar tus atropellos.
    Voltaire

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