jue dic 10 2015 20:02
El ministro de Trabajo y Seguridad Social,
Ernesto Murro, advirtió que si los sindicatos de Secundaria y UTU no
firman el convenio salarial, en 2019, cobrarán 19% menos que en caso de
que sí lo hagan. “Si el docente tiene convenio, dentro de 5 años estará ganando, promedialmente, un 19% más que el docente sin convenio”, precisó Murro en declaraciones difundidas por la página web de Presidencia.
Sin embargo, esto no queda a consideración de los profesores, sino de los sindicatos. Consultado por El País, el presidente de la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes), advirtió que “no pueden” los profesores por sí solos ratificar el convenio, el que lo tiene que hacer es el sindicato.
La disyuntiva entre el gobierno y los sindicatos de Secundaria y UTU -el de Primaria ya firmó el convenio- es por un tema salarial (hoy un profesor que recién ingresa al sistema tiene un sueldo, por cuatro horas de trabajo diarias, de unos 20.000 pesos; el gobierno propone llegar a 25.000, pero los gremios quieren 30.000). Pero sobre todo las diferencias están por una cláusula de paz que obliga a los docentes a no parar hasta 2017, cuando se abra nuevamente la discusión presupuestal.
Murro defendió esto último al señalar que “el 80% de los sindicatos del país incluyen este tipo de cláusulas en sus convenios”.
El ministro de Trabajo advirtió además su determinación de que se mantengan las partidas por presentismo, algo que los profesores también resisten, y explicó cómo es que funcionará esta.
Los docentes tendrán “una partida por presentismo, otra por iniquidad salarial, muchos se beneficiarán con la eliminación de los topes salariales, y tendrán la posibilidad, al igual que los trabajadores privados, de obtener lentes, prótesis y órtesis”.
Los sindicatos de Secundaria y UTU tienen hasta el último día de diciembre para decidir.
>>> XV Congreso de la FENAPES:
Documento de Memoria, Balance y Perspectivas de la Agrupación Primero de Mayo
APORTE DE LA AGRUPACIÓN 1° DE MAYO
A LA COMISION DE MEMORIA BALANCE Y PERSPECTIVA
XV Congreso de FENAPES-Dic/15
Por un sindicato clasista, independiente de las clases dominantes y del gobierno
Caracterización del gobierno del FA
Es fundamental para el desarrollo de la
conciencia y la capacidad de lucha organizada de nuestro sindicato hacer
una correcta caracterización del gobierno del Frente Amplio, que se
presenta ante los trabajadores y el pueblo como progresista y de
izquierda, lo que ha generado dudas y vacilaciones a la hora de luchar
contra la política económica, salarial y educativa que impulsa.
Estas dudas y vacilaciones son
fomentadas por corrientes que, en el seno de la clase trabajadora y del
movimiento sindical que lo sostienen, ubican al gobierno del FA como
parte de un supuesto “bloque popular” a pesar de la política claramente
proimperialista. Como planteamos desde la Agrupación 1º de Mayo desde
el año 2003 , el gobierno del FA que se avecinaba iba a tener un
carácter “continuista y neoliberal”. Esta política se viene aplicando
desde su llegada al gobierno en marzo de 2005, pero que se remonta mucho
antes, por ejemplo con la forma del pacto del Club Naval o en la crisis
del 2002 cuando junto a la oficialista mayoría de la dirección del PIT
CNT bloqueó la rebelión popular contra el gobierno de Jorge Batlle. La
dura experiencia de estos 10 años y medio demuestra, a nuestro entender,
claramente lo contrario y lejos de pedir “que no se detenga”, debemos
parar con lucha y con claras denuncias la sujeción al sistema
capitalista imperialista que impulsan a ultranza y sin fisuras los
gobiernos del pseudo-progresismo. Si esto fue efectivamente así en el
marco de un “crecimiento” del PBI, ya estamos viendo lo que nos espera
ante la agudización de una nueva crisis del sistema.
Luego de los primeros meses del segundo
gobierno de Vázquez, una parte del frenteamplismo dice haber descubierto
el agotamiento del “modelo progresista”. Entendemos esta
caracterización como un grave error, el supuesto “modelo progresista”
aplicado en Uruguay desde 2005 se basó en aumentar la deuda pública, en
estimular la inversión extranjera ofreciendo subsidios y exoneraciones
fiscales a los capitalistas y eliminando cualquier control de tipo
medioambiental a sus negocios, al mismo tiempo se mantuvo el salario en
niveles de miseria, haciéndolo crecer levemente, pero siempre muy por
debajo del crecimiento del PIB, estas políticas han estado orientadas a
beneficiar a los grandes monopolios capitalistas en detrimento de la
calidad de vida de los trabajadores, los estudiantes y los jubilados. En
esto consiste el “modelo progresista”, y estas políticas se están
profundizando aceleradamente en el segundo gobierno Vázquez como
consecuencia de una crisis mundial que de apoco va estrangulando nuestra
economía.
La dura experiencia de estos 10 años y
medio demuestra, a nuestro entender, claramente lo contrario y lejos de
pedir “que no se detenga”, debemos parar con lucha y con claras
denuncias la sujeción al sistema capitalista imperialista que impulsan a
ultranza y sin fisuras los gobiernos del pseudo-progresismo. Si esto
fue efectivamente así en el marco de un “crecimiento” del PBI, ya
estamos viendo lo que nos espera ante la agudización de una nueva
crisis del sistema.
La deuda
Empecemos por la deuda pública, no solo
no se ha investigado y auditado sino que se ha realizado un verdadero
blanqueamiento de una deuda que en lo fundamental surgió en el período
de la Dictadura Cívico- Militar Fascista y que tenía, por esa situación,
un flanco débil en el terreno legal, que el inefable Ministro Astori se
ha preocupado especialmente de cubrir.
Ahora la deuda es “soberana”, pagando
hasta por adelantado y teniendo 10 años de un crecimiento económico
importante, pasó de aproximadamente U$S 19.000 millones de capital e
intereses en el 2005 a U$S 51.000 millones hoy. Sabemos bien que esta
“soberana” deuda condiciona toda nuestra economía nacional, perpetuando
el subdesarrollo y determinando la distribución del presupuesto y las
políticas educativas. Se trata de cumplir a rajatabla con esta deuda,
con el capital financiero internacional, auditada por el FMI, el BM y
demás organismos internacionales.
Para muestra vimos cómo, apenas votado
en Diputados el Presupuesto, el gobierno que venía gastando ya parte
importante de las reservas para contener el aumento del dólar y así
tratar de contener sus efectos sobre la inflación, coloca una emisión y
recompra de deuda por U$S 1.700 millones, celebrado con bombos y
platillos por cuanto economista reaccionario anda en la vuelta, esto
“habla bien del país” dicen, mientras nos siguen endeudando y no evitan
la inflación. En el negocio participaron los bancos HSBC, el City y el
Itaú.
La tierra
Sigamos por la tierra, lejos de avanzar
en la democratización de su acceso como sería esperable de un gobierno
auténticamente progresista, se ha dado un proceso de concentración y
extranjerización como nunca en la historia del país. En propiedad o uso
prácticamente la mitad de la tierra cultivable del país está en manos
extranjeras y altamente concentrada, especialmente por los monocultivos
sojero y forestal. Esta concentración y extranjerización se ha dado
también en los frigoríficos, la molienda de arroz, la ganadería, la
lechería, etc. A los megaproyectos vinculados a estas actividades, se
han sumado otros emprendimientos de gran impacto socio-ambiental como la
construcción de un puerto de aguas profundas en Rocha, la instalación
de una regasificadora en el oeste montevideano y la amenaza de la
extracción de petróleo y gas a través del fracking en el norte del país.
Las políticas de apertura al capital
financiero internacional se han profundizado a través de beneficios
establecidos en la Ley de Inversiones y tratados de inversión, las
exenciones impositivas a las inversiones extranjeras, las zonas francas,
etc. Se han firmado el TPI y el TIFA con EE.UU, el TLC Mercosur –
Israel, e impulsado el tratado transpacífico y otro Mercosur – Unión
Europea. Se ponen a toda marcha las PPP, herramienta fundamental para la
privatización de las empresas estatales, impulsadas por una ley
aprobada en 2011. Este tipo de inversiones ya aparecen en educación y
también en salud, amenazando, por ejemplo, al Hospital de Clínicas.
Salario
Los salarios de la mayoría de
trabajadores en realidad han recuperado escasa y pasmosamente, y no por
la gracia del gobierno sino por duras luchas de los trabajadores, con
esencialidad y represión incluidas, lo perdido de un saque en la crisis
de 1998-2002. Si lo sabremos los docentes, nuestro salario es una
verdadera vergüenza nacional, y llegar a él nos ha costado hasta 20 o 30
días de paro al año en este período. La mayoría de las jubilaciones son
de miseria y estamos en deuda en el sentido de dar una gran lucha por
los jubilados de la educación, más aún ahora que nos comenzamos a
jubilar por las AFAP, nunca derogadas por este gobierno.
Cuando desde el gobierno o de quienes lo
defienden se quieren mostrar mejoras salariales, se lo hace comparando
con los salarios del año 2002, que tuvo la caída de un 30 o 40% con
respecto a los salarios de 1998. No se dice además por cuanto se ha
multiplicado el PBI en estos años ni que parte del mismo queda en manos
de los trabajadores.
Crisis, inflación y sistema impositivo
Estamos nuevamente en una crisis
internacional del capitalismo, que ya es regional y viene impactando
fuerte en nuestro país. El gobierno se adjudica el mérito de haber
salido de la crisis en el 2005, pero no de entrar en una fase aguda de
crisis –siempre negada– en el 2015, que viene con un presupuesto de
ajuste fiscal y rebaja salarial. Nuevamente la pagaremos los
trabajadores. Esta situación tiene que ver entonces fundamentalmente con
las crisis cíclicas del capitalismo, cada tantos años y durante ellas,
se agravan, como ahora, inevitablemente los padecimientos que sufren
habitualmente, por la explotación, la clase obrera y el pueblo. A esto
se suma la inflación, que supera ampliamente las cifras oficiales y un
sistema impositivo que recae principalmente sobre los trabajadores vía
IRPF e IVA.
Tiene que ver fundamentalmente también
con la política de sometimiento extremo a la división internacional del
trabajo imperialista, que han hecho estos gobiernos del Frente Amplio,
continuando y profundizando a los de la derecha tradicional.
Consejos de Salarios y Presupuesto
En estas condiciones el gobierno primero
marcó las pautas salariales para los Consejos de Salarios del sector
privado, que son claramente de rebaja salarial y mientras habla mucho de
porcentajes de recuperación más que dudosos y condicionados a los
“compromisos de gestión” (productividad). La realidad muestra que por lo
menos la mitad de los trabajadores, incluyendo a los llamados
informales, ganan menos de $15.000 y la mayoría de los jubilados, que
reajustan según los aumentos de los salarios medios, están bastante
debajo de esa cifra, cuando la canasta familiar en torno a los $60,000.
No hay ni una sola medida efectiva para asegurar una canasta alimentaria
a precios que se correspondan con los salarios.
Luego presentó el Presupuesto
Quinquenal, que viene con un ajuste fiscal tremendo, con congelamiento
salarial, achicamiento de plantillas, restricciones al gasto en Salud,
Vivienda y Educación y a las inversiones en obra pública, y además es
por dos años, reconociendo la crisis que a la vez niega y blindando la
sacrosanta deuda y continuando con la política de exenciones a las
inversiones y al capital en general.
Crece la desocupación, la verdadera cara de la crisis
Crece día a día la desocupación. Ya en
2014 habían cerrado la maderera Urupanel, la imprenta Pressur, la
automotriz Chery… Se conocieron estos días particularmente las cifras
sobre la caída de la producción en la construcción durante 18 meses y la
pérdida de miles de puestos de trabajo en el sector. En la industria
automotriz, se agrava la situación, donde ya 1000 de los 4000 obreros
del sector están hoy en el seguro de paro. El sector lácteo presentó el
cierre de Ecolat y Schreiber Foods, así como el sector alimenticio en
general fue afectado por el cierre de Green Frozen. Y en agosto se sumó a
la lista de industrias cerradas la pesquera FRIPUR. Esta nómina no
termina aquí y se ha traducido en la pérdida de miles de puestos de
trabajo.
El “Fondes” ya no habilita montos para
la recuperación de empresas por parte de los trabajadores despedidos, se
reestructuró justo a tiempo, para que sea aplicado solo a la pequeña
empresa.
Cabe mencionar también la estafa con
Pluna y con ANCAP y con las empresas estatales en general,
semiprivatizadas, tercerizadas y utilizadas como agentes recaudadores
para el pago de la deuda externa y el enriquecimiento ilícito inherente a
toda y cualquier empresa capitalista. Ha sido la lucha de los
trabajadores la que ha impedido un mayor desmantelamiento de las
mismas.
Serviles al imperialismo
Siguen enviando tropas a Haití y al
Congo, en las llamadas Misiones de Paz de la ONU, en realidad están al
servicio de las potencias imperialistas que allí intervienen. Los
gobiernos del FA han tomado posturas de apoyo al sionismo israelí. Han
estado omisos frente al genocidio que sufre el pueblo palestino así como
frente al régimen autoritario de Arabia Saudita que bombardeó Yemen. Al
contrario, estos gobiernos han respondido sin disimulo al imperialismo
yanqui y sus aliados, a la vez que dan la espalda a los gobiernos de
Venezuela y Bolivia, haciéndole el juego a la rancia derecha de esos
países y a los medios masivos de comunicación.
El Convenio salarial y la FENAPES
El sábado 28 de noviembre la Asamblea
General de Delegados de FENAPES volvió a pronunciarse contra el convenio
salarial propuesto por el gobierno y aceptado por la mayoría de la
dirección nacional del sindicato, en los días anteriores la prensa dio
cuenta de la presión que la cúpula del PIT CNT (a través de su
Secretariado) viene realizando sobre los distintos sindicatos públicos y
privados, para que se firmen los convenios salariales y garanticen al
gobierno del FA un período de cierta paz sindical. Los sindicatos de la
CSEU se vienen mostrando especialmente reticentes a seguir los
“consejos” de Fernando Pereyra y Marcelo Abdala, los integrantes del
Secretariado Ejecutivo del PIT CNT y al mismo tiempo los principales
exponentes de la política de conciliación entre el movimiento sindical y
el gobierno del Frente Amplio, en tiempos de crisis, esta
“conciliación” exige que los trabajadores de ANEP acepten un convenio
salarial que compromete dos aumentos de 3.5% (uno en enero 2016 y otro
en enero del 2017) por encima del IPC, dejando en las sombras lo que
ocurrirá luego de ese año hasta que se complete el quinquenio. En lo
básico, esta propuesta equivale a mantener por los próximos cinco años
la Unidad Docente de 20 horas de aula (más la horas para planificar,
corregir, recibir padres, etc) en un cuarto de la canasta familiar. Esta
propuesta ya había sido rechazada por el sindicato de profesores en
setiembre, ya que no solo está a años luz del objetivo salarial de
alcanzar la “media canasta” fijado por la FENAPES, sino que agrega
también la aceptación de una “cláusula de paz” y otra con “objetivos de
gestión”, en ambos casos la redacción – por cierto bastante confusa – de
las clausulas condiciona y limita la posibilidad de los sindicatos de
ejercer plenamente el derecho a la huelga.
Luego de conocer la postura de los
sindicatos rechazando este convenio, el gobierno endureció su posición,
asegurando que los aumentos previstos en él solo se aplicarían a los
sindicatos que lo firmaran. Esta extorción fue seguida por la negativa a
“fraccionar” los descuentos de la huelga (cosa que hasta los gobiernos
de Lacalle y Sanguinetti en sus momento aceptaron) lo que colocó en una
situación límite a miles de trabajadores docentes durante setiembre y
octubre.
Desde setiembre, cuando se rechazó este
acuerdo por primera vez hasta ahora, el oficialismo sindical en FENAPES
trabajó para lograr que los delegados de las filiales aceptaran
firmarlo, el 28 noviembre se convocó a la AGD con ese objetivo, en la
previa la dirección de la CSEU “logró” que el MTSS y el CODICEN
suavizaran mínimamente las cláusulas antisindicales que figuran en el
convenio, pero sin afectar su sustancia, mucho menos lograron
incrementar las partidas salariales que se mantuvieron inalteradas en
cuanto monto y tiempo. También destinaron tiempo a visitar (y en algún
caso a presionar) a las filiales del interior para que aceptaran el
convenio. Resumiendo: la desazón – lógica – por no lograr los objetivos
presupuestales de la huelga de agosto, la presión de los dirigentes del
PIT CNT que responden al FA, la disposición del oficialismo de FENAPES
para aceptar el convenio, el chantaje del gobierno y el agobio de los
descuentos se sumaron para actuar como una tenaza sobre las asambleas de
los trabajadores docentes. Sin embargo y pesar de todo esto, los
delegados volvieron a rechazar la propuesta, las filiales que
desarrollaron las medidas más fuertes para defender la Plataforma de la
federación durante el conflicto, lideraron la oposición que finalmente
se impuso, configurando una resonante derrota del oficialismo sindical y
para el gobierno, que sigue sin poder quebrar la resistencia del
sindicato de profesores, que no es hoy día el principal – no único por
supuesto- escollo para la aplicación del plan privatizador que Muñoz,
Vázquez y el resto de partidos patronales quieren imponer sobre a
enseñanza pública. El rechazo al convenio es un triunfo de la
independencia sindical y de la concepción de lucha que caracteriza a los
sindicatos de la ANEP, viejos bastiones del Frente Amplio, que en sus
dos gobiernos anteriores y en lo que va de este, no ha cesado de
hostigar y vilipendiar a los trabajadores docentes, que lejos de
amilanarse, le hacen frente y lo obligan a retroceder.
Resumiendo…
Incremento y pago de la deuda externa,
concentración y extranjerización de la tierra, política de inversiones,
acuerdos internacionales, reprimarización de la economía, disminución de
la injerencia del estado y privatización, salarios de hambre,
asistencialismo, represión y criminalización de la lucha… ¿Al servicio
de qué clase social gobierna este “bloque”?
Ante la última gran lucha que hemos
desarrollado los trabajadores de la educación respecto del presupuesto,
la respuesta, deliberada y premeditada del gobierno, fue la represión,
vía esencialidad, vía palos y cárcel en el CoDiCen y vía
descuentos-castigo que nos dejaron, en muchos casos, sin lo mínimo
necesario para comer, limitando gravemente el tan proclamado derecho de
huelga.
La política del gobierno es aislar las
luchas dilatando en el tiempo y topeando los consejos de salario y las
luchas por el presupuesto. Ante esto, en la dirigencia del PIT-CNT ha
predominado una línea que no ha unificado las luchas para golpear juntos
en los momentos claves, e incluso ha cuestionado, desde los discursos,
nuestra radicalidad, en momentos en que nos jugábamos en un gran
conflicto.
Pretendemos marcar aquellas políticas
económicas y sociales que caracterizan indudablemente a estos gobiernos
del pseudo-progresismo, que constituyen la columna vertebral de su
accionar. Tenerlo claro como trabajadores nos marca un camino en la
lucha unitaria por un sindicato clasista, independiente y sin claudicaciones,
para enfrentar la embestida reformista de la educación que tenemos por
delante y seguir luchando por salario y condiciones de trabajo en el
camino hacia una sociedad sin explotados ni explotadores.
Agrupación 1º de Mayo, Ades Montevideo- FENAPES – PIT-CNT
0 comentarios:
Publicar un comentario
No ponga reclame, será borrado