El tiempo pasa y modifica, no el pasado, pero sí su percepción. Desde hace un tiempo, y cada vez con más frecuencia, surgen personas que niegan el Holocausto judío. El Holocausto, un hecho de la cruda realidad, es innegable, solamente el correr de los tiempos, la muerte de las víctimas sobrevivientes, el fin de los juicios y condenas de sus responsables, el olvido, la falta de presencia permanente en los medios, hacen posible que se ponga en tela de juicio su existencia.
Salvando las distancias, en nuestro país sucedió un hecho, que si bien es incomparable con el dolor producido por el exterminio de un pueblo entero, tuvo su génesis, al igual que el Holocausto, en el total avasallamiento de los Derechos Humanos. Y a semejanza del régimen nazi, el Estado mantuvo durante más de una década Campos de Concentración, donde torturó y confinó a los opositores.
En el año 1985, cuando fueron liberadas las víctimas más evidentes, de una dictadura que sometió a todo el pueblo, los dirigentes de todos los partidos políticos, no dudaban en hacerles homenajes y en reclamar la restitución de sus Derechos. Recordemos, como ejemplo, la alusión en el acto de Wilson a los “peladitos”.
Como en el Holocausto, el tiempo ha pasado y ha hecho olvidar la imagen de aquel preso político que fue liberado. Aquel que sus amigos y familiares les costaba reconocer, porque estaba varios quilos más delgado que el que recordaban. Aquel, cuya cabeza rapada y los ojos hundidos en una cara flaca, denunciaba, con su sola presencia, el maltrato a que había sido sometido durante años.
Hoy después de veinticuatro años, recién se tienen las mayorías parlamentarias, para reparar, en la medida de lo reparable, a las Víctimas del Terrorismos Estado. Como el Terrorismo de Estado es un mal universal, las Naciones Unidas han estudiado profundamente las diferentes situaciones, y expertos de todo el mundo han elaborado un protocolo acerca de como reparar a las Víctimas de la mejor manera posible. Estas conclusiones están contenidas en la Resolución 60/147 y de manera detallada y exhaustiva, da las instrucciones que los países miembros deberían de adoptar para reparar a las Víctimas del terrorismo,de la manera más justa.
Crysol, encomendó al Dr. López Goldaracena, la elaboración de un anteproyecto de reparación, que se adaptara lo mejor posible a la referida resolución. Luego de presentado, naturalmente se ha sondeado a los legisladores para saber su opinión y su disponibilidad a llevarlo adelante. La respuesta ha sido variada, pero se destacan algunas que nos hacen preguntarnos lo del título.
Algunos legisladores y algunos ministros, preguntan si los presos lucharon para ser jubilados y/o reparados. Es una pregunta que se siente similar a la negación del Holocausto.
Cuando alguien hace esa pregunta a una persona que reclama sus derechos, lo vuelve a victimizar, específicamente la resolución de las Naciones Unidas hace mención a estos casos, donde el reclamar el derecho se hace ver como incorrecto, o moralmente no aceptable.
¿Es justo poner en tela de juicio la moral de una víctima que reclama una justa reparación?
Algunos de los que preguntan fueron presos políticos o exiliados, todos por supuesto fueron víctimas del Terrorismo de Estado. Seguramente, llegaron a cargos de gobierno, porque se superaron individualmente, pero con la mano en el corazón, les pido que respondan: ¿cómo pueden juzgar a los que no tuvieron las oportunidades, que ellos tuvieron? La mayoría de las Victimas necesitan una reparación integral, porque nunca superaron los traumas ocasionados por la tortura y la prisión. No todos tuvieron las dotes intelectuales, y la sana ambición, que les hubiese permitido convertirse en dirigentes políticos. La inmensa mayoría eran militantes de base, peones para todo trabajo, y aún hoy lo siguen siendo.
Otros legisladores consultados, niegan la justa reparación, argumentando que hay trabajadores cuyos sueldos no les alcanza, y jubilaciones y pensiones que son una miseria. Es difícil de comprender como se ponen sobre los hombros de la Víctimas del Terrorismo de Estado, las injusticias del sistema. Injusticias que fueron las que hicieron que las hoy Víctimas, lucharan por erradicarlas, y que hoy en un inmoral chantaje, se les pide que se renuncien a una justa reparación, porque todavía subsisten.
Para: crysol2003@yahoo.com.ar
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De Carlos Liscano
martes, 10 de marzo de 2009, 10:37 pm
"Algunos de los que preguntan fueron presos políticos o exiliados, todos por supuesto fueron víctimas del Terrorismo de Estado. Seguramente, llegaron a cargos de gobierno, porque se superaron individualmente, pero con la mano en el corazón, les pido que respondan: ¿cómo pueden juzgar a los que no tuvieron las oportunidades, que ellos tuvieron?"
La pregunta quizá podría ser otra: ¿estos dirigentes ancianos de la antigua izquierda radical no habrán llegado a sus actuales cargos porque negociaron toda la vida con los represores, desde 1972 en adelante, en todas las circunstancias y lugares, se aliaron con generales cuando llegó la democracia, siguen haciendo lo mismo y se sienten militares honorarios porque toman whisky con los represores y sus herederos, los generales y coroneles en actividad? Son gente anciana que piensa que la verdad se conocerá cuando ellos se mueran. Lo he dicho públicamente: que hagan lo posible por adelantarnos el camino hacia la verdad.
La historia de la represión está por escribirse.
Saludos a quien sea.
Carlos Liscano
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