La República. Viernes 20 de marzo de 2009
Contundente. "El actor central de la represión fue el Estado, todo el Estado"
Alvaro Rico, coordinador de la investigación histórica sobre la dictadura realizada por la Udelar, destacó que el mismo presenta un listado de 5.295 presos, 116 asesinados políticos y 67 bebés que estuvieron presos con sus madres.
Gabriel Mazzarovich
El profesor Alvaro Rico, coordinador de la "Investigación Histórica sobre la dictadura y el terrorismo de Estado en el Uruguay 1973-1985" realizada por al Udelar, dialogó extensamente con LA REPUBLICA sobre el trabajo y sus principales conclusiones.
Para esta investigación revisaron varios archivos, ¿cómo fue la recopilación de datos?
Los archivos fueron 20. Desde el punto de vista de la información no pública, en primer lugar el de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia, el Departamento 3. Desde el punto de vista de archivos es un patrimonio nacional por la importancia de la información allí depositada y custodiada. Con la característica de que este archivo, si bien es policial, en la medida que la dictadura y los servicios de inteligencia en particular trabajaron con múltiples copias a los organismos intervinientes en la represión, en ese archivo policial encontramos mucha documentación militar. Otros dos archivos muy importantes son los de la Cancillería, el histórico y el administrativo.
Desde el punto de vista de la parte de la reconfiguración del Estado durante la dictadura los archivos del Consejo de Estado y el material del archivo del Palacio Legislativo.
Revisamos los archivos del Instituto Militar de Estudios Superiores (IMES), allí se accedió ya de fuente militar directa, no tanto a información sobre procedimientos represivos pero sí a boletines de órdenes diarias. Esto permite elaborar una ubicación funcional de agentes involucrados en la represión directa que también es muy importante.
Otro archivo estatal importante es el de la Secretaría de Seguimiento de la Comisión para la Paz, que quedó en custodia del archivo que recopiló la Comisión para la Paz. Este es un archivo muy importante para el tema de desaparecidos, pero no solo, porque además de los legajos personales de las víctimas hay una cantidad de documentación conexa. También están allí los documentos desclasificados por el Departamento de Estado en EEUU.
También se analizaron archivos no estatales. El archivo Raúl Olivera-Sara Méndez fue muy importante para analizar la represión contra el PVP y la coordinación represiva regional. El archivo de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos. Consultamos online del NCA con sede en Washington, que nos proporcionó documentación sobre el "Archivo del terror" en Paraguay, sobre los casos de uruguayos.
¿Cuáles son los aportes nuevos más importantes que tiene esta investigación?
Un aporte que no es sobre un tema concreto, pero que desde mi punto de vista sigue siendo muy importante, es la base documental que los libros tienen. En particular que se trata de documentación oficial. Hasta el momento las historias sobre la dictadura han girado o sobre los testimonios de las víctimas o sobre fuentes "éditas" públicas del período, fundamentalmente prensa. Durante todos estos años de democracia no se había podido tener acceso a información estatal. Tanto la investigación de Presidencia como esta de la Udelar tienen la base de documentación oficial.
En segundo lugar, otro aporte fundamental lo constituye el intento de reconstrucción global y sistemática del período histórico. La dictadura ha sido reconstruida desde experiencias parciales y fragmentarias, por la represión, por la incomunicación, por el exilio. Estas nuevas investigaciones buscan dar una visión global relacionando todas estas dimensiones y mostrando como la dictadura quiso reorganizar el Estado, la sociedad y a la propia ciudadanía.
En tercer lugar, por el carácter sistemático. No se trata de juntar datos dispersos y ponerlos todos juntos, sino de organizar la dispersión de estos datos dentro de algunos padrones historiográficos pasibles de ser entendidos.
Los asesinados políticos y la prisión
Resaltando esos aportes desde el punto de vista de la investigación, ¿cuáles son los temas o enfoques que usted destacaría?
Bueno, con todo el cuidado del caso, porque la dictadura usó mucho los números como estrategia para el anonimato y la pérdida de identidad y nuestro objetivo no es convertir a las víctimas en un número más, aún con todas estas prevenciones, importa mucho llegar a una cuantificación de las víctimas.
Pero reitero, no cualquier cuantificación, se les pone nombres, historias, militancia política. Entonces se puede decir los resultados de la dictadura desde el punto de vista de las víctimas son estos, las circunstancias de fallecimiento fueron estas.
Desde el punto de vista de los temas, uno importante es la incorporación a la investigación del tema de los asesinados políticos.
Con los asesinados políticos no hubo investigaciones oficiales anteriores, ni desde el Parlamento, ni desde el Poder Ejecutivo, por lo tanto el nivel de acumulación de información y documentación es mucho menor y se nota. Se nota por ejemplo en las dificultades que hemos tenido para conseguir las fotos de los asesinados políticos, en el libro la mayoría de las fichas aparecen sin fotos, esto no ocurre con los desaparecidos.
Me parece que es un aporte muy importante documentar 116 casos de asesinados políticos, las cifras siempre son relativas, pero las que están son documentadas.
Se incluyen las modalidades en que esto se produjo. No es un dato cualquiera, ayuda mucho a comprender la naturaleza de la dictadura y la represión. La mayoría de estas muertes se producen en los presidios, por omisión de asistencia, tortura o autoeliminación. Sólo 10 uruguayos mueren, durante la dictadura, en enfrentamientos directos.
¿Qué dimensión tiene en la investigación la prisión política?
Sin dudas la prisión política fue la modalidad represiva jerarquizada por la dictadura uruguaya.
Que además en su totalidad fueron torturados.
Casi en la totalidad, porque si no fue una tortura física directa, que en la mayoría sí lo fue, fue una tortura psicológica estando presa, tortura con el familiar o después de liberado.
Aportar un listado de 5.925 presos políticos al que dedicamos 200 páginas es un aporte importante. Seguramente algunos no se encontrarán porque este listado único surge de que los investigadores compararon infinidad de listados de los servicios de inteligencia.
No existía un listado único. En el caso del Penal de Libertad influyó mucho el trabajo previo realizado por Tiscornia y Trevi en su libro, "Vivir en Libertad".
Pero en esta investigación reconstruimos listados de cuarteles, jefaturas y presidios. También se estudian las condiciones de detención, que no es solo la privación de libertad, es la acción psicológica premeditada para operar sobre la sensibilidad de los detenidos para conseguir un logro determinado.
Las escuchas y grabaciones de las visitas con los familiares. Los presos "en depósito" que eran retenidos aún después de decretada su libertad. La modalidad de libertad vigilada.
Las mujeres y los niños presos
La investigación tiene un capítulo especial sobre las mujeres. ¿Por qué?
La represión contra las mujeres es un tema muy invisibilizado de la dictadura. La mujeres rehenes, las militantes del MLN, tuvieron condiciones de reclusión similares a la de los hombres. Una pregunta que nos hicimos en la investigación fue si en la represión de la dictadura podíamos encontrar un impacto diferencial por género. En ese marco también estudiamos la maternidad en prisión. Los menores de edad detenidos con las progenitoras. En este tema se logró la documentación de 740 mujeres presas en Punta de Rieles, la invisibilización llegaba al punto de que no se conocía ningún listado. De estas mujeres 23 mueren por razones políticas, la mayoría en prisión.
Con respecto a los niños, también mostramos las diferentes situaciones y un listado de bebés nacidos en prisión, que ellos también están presos, aquí el lenguaje se queda limitado para describir algunas situaciones.
En la investigación se presenta un listado de 67 bebés.
La población como objetivo
En esta investigación se maneja el concepto de "sociedad controlada" ¿Qué implica esta definición?
Estas investigaciones si bien dan cuenta de las víctimas directas, que en su mayoría eran militantes de organizaciones de izquierda, muestran claramente otra dimensión.
El objetivo de la dictadura fue toda la población, la vigilancia, el disciplinamiento.
La dictadura tuvo un objetivo inmediato que fue desmantelar la oposición, pero tuvo uno a largo plazo que tiene que ver con la reestructura de las relaciones sociales, de las normas de convivencia, de la instalación de formas de inseguridad, de desconfianza.
Entre fines de 1975 y 1979 podemos hablar de una dictadura que además de autoritaria fue totalitaria. Se buscó organizar completamente a la sociedad desde el Estado.
Es la documentación que damos cuenta en la parte que denominamos "Insilio". Se muestra la vigilancia sistemática y permanente sobre prensa, espectáculos artísticos, intelectuales, carnaval y clubes de fútbol. El control a las homilías de los domingos de la Iglesia Católica formó parte del trabajo permanente de los servicios de inteligencia. Pero también a los Testigos de Jehová, la religión umbanda. Fueron miles de agentes, toda la estructura del Estado puesta al servicio de vigilar a cientos de miles de uruguayos, permanentemente, en todas sus actividades.
También se incluyen documentos sobre la colaboración de parte de la población con la dictadura para vigilar y reprimir.
Todo esto también explica porqué la sociedad uruguaya es hoy lo que es, los cambios en los relacionamientos, en la amistad, en la violencia. Explicar la sociedad uruguaya de hoy sin incorporar el impacto en todos los niveles de la dictadura es imposible.
¿Qué se quiere decir en la investigación cuando se habla de un "estado clandestino"?
En la discusión en democracia sobre la dictadura, fue reconstruido sobre la base de culpables. Hubo un relato hegemónico durante años que explicaba que llegamos a la dictadura por el accionar de fuerzas de izquierda que cuestionaron el orden y hubo una respuesta que traspasó los límites. Estas investigaciones producen un cambio en esta concepción porque colocan como centro de la dictadura al Estado. El sujeto de la acción es el Estado, por lo tanto la responsabilidad se centra en las acciones institucionales.
Hay toda una degradación de la institucionalidad que lleva al autoritarismo que lleva a la dictadura. Eso en el discurso hasta ahora predominante se borra de un plumazo. En ese discurso la dictadura surge por la acción alocada de unos que desafían el orden y otros que van más allá de su fin específico en la represión. Es la teoría de los dos demonios. Esta investigación demuestra que eso no fue lo que ocurrió, hay que ver la reestructura del Estado, los cargos que se crean, los organismos que se crean. Se cambia la Ley Orgánica Militar en 1974, la represión pasa de ser una función a una misión. Se centran en la Junta de Comandantes en Jefe todos los organismos de inteligencia.
Esto se complementa con una dimensión secreta, clandestina del Estado, que asume tareas operativas, pero que funciona como parte del Estado, es el mismo aparato, pero tiene una doble faz.
Nosotros reconstruimos la existencia de 50 centros oficiales de detención de presos políticos y 9 clandestinos. Fue toda la estructura del Estado la que operó.
La actuación de la parte clandestina tiene como antecedente la de los Escuadrones de la Muerte que existieron en democracia. Hay dos desaparecidos en 1971.
Una diferencia de la dictadura uruguaya con respecto a otras de la región fue su fuerte institucionalización.
Esto relativiza totalmente el que los mandos no tenían conocimiento o que los responsables políticos no sabían lo que hacían. Hubo una institucionalidad de la represión y el actor central fue el Estado.
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