La Era de la Boludez

De postre para los boludos

Daniel Figares.

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La Era de la Boludez. ¿Era el título de aquel buen disco de los Divididos, no? Se presta bien para estas anotaciones.

Mientras esperamos a que 'el presidente en pantuflas' -como lo ha bautizado correctamente un conductor periodístico de la otra orilla (¡mira si iba a ser de ésta!)-, José Mujica Cordano -ahora-, asuma su 'maravilloso' gobierno (lo digo irónicamente, x supuesto); linduras de la estupidez como la renuncia del ya ex embajador de Argentina en nuestro país, Hernán Patiño, adornan el imbécil escenario. En detalle: hace pocos días el diplomático escribió un artículo para el Diario argentino Perfil, en donde traza una línea comparativa entre José Artigas, José Batlle y Ordoñez y José Mujica que termina diciendo:"La llegada del tercero de los "Pepes" orientales no será indiferente para la región. Este pequeño gran país ha parido, una vez más, un fenómeno que nos convoca a la reflexión y nos alienta en la esperanza. La reflexión que nos permita revisar a fondo nuestros métodos de construcción política y la esperanza de ver que la coherencia, la honestidad y el compromiso a veces pagan mejor que sus antónimos."

¡Mamita! ¡¡Para este tipo todos los Alfredo son Zitarrosa!!

(Bueno, como el comentario que asemeja a Mujica con Yupanqui. Sólo a alguien que no se sepa más que "Los ejes de mi carreta" se le puede ocurrir tal desmedida comparancia con el sabio autor de los versos de "El Payador Perseguido", entre tantos incomparables versos.)

La pobreza, la desnutrición, los cerebros mal alimentados que sólo en un 30% lograrán completar la enseñanza media (uno de cada tres), ésta política social que ha convertido al Uruguay en una fábrica de pobres, no puede tener otro desarrollo que no sea hacía la imbecilidad.

La tele, que es el gran imán lo demuestra: sus chabacanos e incultos conductores, la onda de bailar que se ha impuesto nuevamente (a priori ya existían los programas de baile tipo "Alta Tensión" o "Voltops" o "Prohibido para Mayores" en nuestra tele cuarenta años atrás, o la saga de "Fama" o "Flashdance" que nos tiraban los yanquis). También la vieja y querida onda de cantar. Parece que cuando la cosa no da, se apela a contoneos y desafines.

Los 'realities' lo han abordado todo: media docena de australianos se encerraron en una jaula de zoológico para mostrarse ellos; me acuerdo que en Chile se hizo la 'casa de cristal' en donde se vivía el día a día de un ser humano pero no en intimidad, de cara a todo aquel que quisiera ver. En uno de los últimos "Gran Hermano" de Holanda mostraron el parto de una participante. Hace un par de años se creó -también en Holanda- "El Gran Show del Donante": tres pacientes necesitan un transplante renal y una enferma terminal decidía a quién dárselo (los pacientes eran verdaderos, la enferma terminal era una actriz para nada enferma).

En uno de los "Gran Hermano" le comunicaron a uno de sus participantes que tenía cáncer mientras estaba en el 'confesionario'. Sus últimos días y su muerte también fueron públicamente mediatizadas (Jade Goody falleció el 21 de marzo del 2009).

La argentina Karina Mazzocco condujo los tres ciclos de "Transformaciones" que en parte se vieron en nuestro país, en donde se mostraba primero a personas comunes que deseaban someterse a cirugías para cambiar su aspecto, luego personajes públicos que deseaban hacerlo en la segunda temporada; y el insólito tercer ciclo en donde personas que habían sufrido daños físicos gravísimos en tragedias conocidas como Cromañon o la explosión en la fábrica militar de Río Tercero eran las seleccionadas para ser operadas.

La sociedad mediática, espectacular, parece no tener límites. Basta con ver algunos programas de preguntas y respuestas chinos o japoneses en donde si respondes incorrectamente te golpea una palanca de metal en medio de los testículos como para dejarte estéril para siempre. o los testículos en la nuca, en el mejor de los casos.

Yo mismo soy un estúpido que -aun sabiendo que algún día quizás lo tenga que padecer- miro atentamente el clásico vomito de sangre, la punción de siempre de algún órgano, o la trepanación de un cerebro, escenas características de todos los capítulos de la serie "Dr. House"

¿Adónde vamos a parar?

¿Resulta que ahora el personaje Sherlock Holmes -que siempre se caracterizó x la inteligencia y el no uso de la fuerza- anda a los sopapos en la última película de Guy Ritchie?

¿Más allá de los aciertos de "Ataque de Pánico", el corto de Federico Álvarez, alguien puede llamarla -como lo hizo el conductor de una radio- "una obra de arte"? El mismo Álvarez lo comenta horrorizado.

No es de extrañar que se vean también algunas cámaras ocultas x la tele argentina que muestran en parte el último entretenimiento del momento del pobrerío: el 'choripete': en ciertos cruces de rutas, en ciertas zonas mal iluminadas del conurbano, en más de un edificio del barrio de Constitución o de La Boca, en todo el país, un varón argentino puede disfrutar de un 'choripete'. "Con sólo oblar diez pesos nacionales, se le entrega una gaseosa de segunda marca, un auténtico choripán y una dama de provecta edad que le practicará sexo oral antes, después o incluso mientras se come el choripán", apunta en una crónica la escritora Ana María Shua. "Algunas, se dice, están incluso deliciosamente desdentadas. Otros no son exactamente damas."

Sí. El camino hacía la estupidización sigue firme su marcha.

DanielFigares