Nahuel Lag / Página 12
En un rastrillaje, un perro detectó que el cuerpo de Luciano había estado en un predio municipal. Allí, un radar confirmó la presencia de dos móviles policiales el mismo día de la desaparición. No hay imputados y los policías sospechados siguen trabajando.
A un año de la desaparición de Luciano Arruga, el chico de 16 años que fue visto por última vez en una esquina de Lomas del Mirador, en La Matanza, la causa por “averiguación de paradero” no tiene imputados. Sin embargo, la fiscal Celia Cejas, a cargo de la causa desde marzo, aseguró a Página/12 que “la hipótesis de la responsabilidad policial es la más firme” y las sospechas están puestas en los ocho efectivos que cumplían funciones la madrugada del 31 de enero en el destacamento de Lomas del Mirador. Los abogados de la familia Arruga solicitarán que los uniformados sean citados a declarar como imputados a partir de los testimonios contradictorios que dieron en varias audiencias, en calidad de testigos. “No tengo esperanzas de encontrar a Luciano mientras se mantenga la forma de trabajo de la policía y la complicidad con el sistema político y judicial”, afirmó Vanesa Orieta, hermana de Luciano. El peritaje de los libros policiales finalizado en diciembre tampoco permitió agregar pruebas contundentes a la causa.
Luciano Arruga desapareció el 31 de agosto de 2009. Lo vieron por última vez en la esquina de Perú y Arriola. Como el chico había sido detenido previamente por policías del destacamento local, sus familiares sospechan que su desaparición está relacionada con el accionar policial, concretamente, con una detención ilegal. Comparan el caso del estudiante Miguel Bru, que fue asesinado tras ser detenido en una comisaría de La Plata, en 1993, pero cuyo cadáver nunca apareció.
El peritaje de los libros del destacamento de Lomas del Mirador y de la Comisaría 8ª –de la cual depende el puesto policial– es la última información adjuntada a las más de 2000 fojas de la causa Arruga. En primer término, el informe revela irregularidades en el seguimiento de las tareas policiales, además de ratificar que Luciano aparece registrado el 22 de junio –por averiguación de antecedentes– y 21 de septiembre –acusado de un robo que nunca prosperó en la Justicia– de 2008, antecedentes que desde el inicio de la causa ponen la mirada sobre el puesto policial, ubicado a cuatro cuadras de donde vivía Luciano.
Además, en las dos detenciones previas a su desaparición, Arruga –según el testimonio de los uniformados– permaneció nueve horas detenido en la cocina de la casa que funciona como destacamento, sin celdas para tener personas detenidas. De la detención de septiembre, también consta en la causa un estudio clínico realizado tras su liberación que indica que el joven presentaba golpes, algo que fue ratificado en la causa por una profesional del Policlínico San Justo.
Pero la fiscal Cejas, responsable de la causa que tramita en la UFI Nº1 de La Matanza, buscaba en el peritaje de los libros pruebas sobre un posible ingreso de Luciano la noche de su desaparición. “No hay nada que dé indicios de un registro del ingreso de Luciano el día de su desaparición. En la madrugada del 31 de enero, en el libro del destacamento lo único que hay es el número de un chaleco policial mal anotado.”
Consultada por la posibilidad de que se haya omitido el registro del ingreso de Arruga a la seccional, la fiscal dijo que “aún no hay testimonios de alguien que lo haya visto en el destacamento esa noche”.
La pista más fuerte que existe en la causa es un rastrillaje con perros que indicaron el rastro de Luciano en un auto abandonado en el patio trasero al destacamento y en un patrullero. Por otra parte, en la causa se determinó que los dos móviles policiales del destacamento que patrullaban aquella noche estuvieron detenidos en el Monte Dorrego, un predio municipal arbolado donde un rastrillaje con perros realizado en abril indicó que allí había estado el cuerpo de Arruga. Lo llamativo es que esos dos móviles –detectados en ese lugar por las antenas AVL– debían estar por rutina patrullando en forma separada. Esta prueba, obtenida hace diez meses, es la más fuerte de las obtenidas hasta ahora en el expediente, indicó Cejas.
“La causa quedó frenada en ese rastrillaje de abril, aunque a partir de eso se sigan realizando investigaciones. Lo concreto es que Luciano sigue sin aparecer y los ocho policías siguen libres (fueron puestos en disponibilidad y luego reincorporados por el Ministerio de Seguridad bonaerense). Este es el resultado de una política que está desinteresada de los sectores más vulnerables. No tengo esperanza de encontrar a Luciano mientras se mantenga la forma de trabajo de la policía y la complicidad entre el sistema político y judicial”, sentenció Vanesa Orieta, hermana de Luciano.
Las pruebas de rastrillaje –las más fuertes en 365 días– tienen una debilidad: el tiempo transcurrido entre la noche de la desaparición de Luciano y el momento en el que se tomó la prueba. “La causa tiene una irregularidad en sus primeros 45 días, cuando la fiscal Roxana Castelli apostó por investigar una hipótesis que relacionaba a Luciano con la venta de drogas y un supuesto secuestro extorsivo. Mientras todo señalaba que se debía investigar a la policía”, explicó Juan Manuel Combi, abogado de la familia de Arruga e integrante del Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de La Matanza, que actúa como amicus curae en la causa.
La fiscal Castelli fue removida en marzo por la Fiscalía General por haber puesto la investigación en manos de la policía cuando oficiales de la fuerza están sospechados del delito que se investiga. El sumario que se le abrió en la Procuración General de la Nación no mostró avances. Por eso, los abogados de la familia estudian solicitar un jury de enjuiciamiento contra Castelli.
Desde que Cejas tomó la causa se realizaron rastrillajes, se tomaron rondas testimoniales a los policías del destacamento, la Comisaría 8ª y la comisaría de Don Bosco, se llamó a declarar a los presos que estuvieron detenidos en la noche de la desaparición de Luciano. Uno de esos detenidos reconoció a Luciano en una foto como uno de los chicos que estuvieron en esos días en la Comisaría 8ª y aseguró haber visto cómo torturaban allí a un menor de edad. Sin embargo, la fiscal no confía del todo en estos datos.
En ese sentido, Combi coincidió con que “todavía no hay elementos contundentes para imputar a una persona en particular por la desaparición de Luciano” pero aclaró que “sí hay elementos sustanciales que indican que la policía está vinculada y, transcurrido un año de investigación, hay que trabajar sobre las declaraciones testimoniales en las que los policías se contradicen para llamarlos a declarar como imputados”, adelantó el abogado de la familia.
“No sólo nos interesa la aparición con vida de Luciano y tener justicia para investigar quién lo desapareció sino que no haya más pibes detenidos clandestinamente, que no haya un destacamento que no tiene razón de ser. Está probado que el destacamento detiene personas clandestinamente por los mismos policías que declaran que Luciano estuvo detenido ahí por nueve horas en una cocina”, advirtió Combi.
Corresponsales del Pueblo
“¡Quedate quieto negrito de mierda, porque te voy a volar el pecho de un escopetazo!”:
Entrevista a Mónica Alegre, mamá de Luciano Arruga
El 31 de enero de 2009, Luciano Arruga, un chico pobre de 16 años desapareció luego de ser detenido por personal policial del Destacamento Preventivo de Lomas del Mirador. Las investigaciones indican que Luciano fue asesinado a golpes en el destacamento y su cuerpo fue luego trasladado a un descampado a pocas cuadras de su casa. Si bien, en un principio 8 policías del destacamento fueron desplazados, hoy todos ellos han sido reincorporados por el ministro Stornelli, y ningún policía está preso por la causa.
SA: Luciano Arruga fue desaparecido por la policía. Aunque hay quienes están interesados en sembrar dudas, todo parece indicar que fue así. Hoy contamos con la presencia de Mónica Alegre, mamá de Luciano, para aclarar esta situación.
MH: Teníamos mucho interés de hacer un programa especial al cumplirse un año de la desaparición de Luciano el pasado 31 de enero de 2009. Lo habíamos acordado con su hermana, Vanesa Orieta, pero como nos comenta Mónica está descansando después de un año muy intenso, donde ha costado mucho instalar el tema de la desaparición de Luciano en la sociedad, pero creo que con esfuerzo se ha ido logrando. Luciano Arruga fue desaparecido en el destacamento policial de Lomas del Mirador, en La Matanza.
MA: Ante todo, buenas tardes y gracias por el espacio que me están brindando. Vanesa está tomando unas merecidas vacaciones porque hace casi un año que no sabía lo que era un sábado, un domingo, se lo merecía por luchadora, porque fue ella la que luchó con todas sus fuerzas para que se diera a conocer el caso de Luciano. Trataron por todos los medios de ocultarlo, de que sea uno más en la lista y ella peleó para que eso no pase.
MH: Luciano desaparece un 31 de enero pero tengo entendido que había sufrido dos detenciones anteriores ¿en qué circunstancias se dieron?
MA: En realidad fue una detención y las siguientes fueron en la calle. Él solía salir con un carrito y la policía lo había parado varias veces. Una vez le apuntaron con una escopeta en el pecho y le dijeron: ‘Quedate quieto negrito de m... porque te voy a volar el pecho de un escopetazo’. Esa fue una de las tantas veces. El 2 de setiembre de 2008 lo llevan detenido a las 7:00 de la mañana. Yo me entero a las 11:00, supuestamente por el robo de un celular aunque no hay expediente ni nada. A mi hijo lo golpean y me lo entregan a las 23:00, la hermana lo lleva al Policlínico de San Justo donde certificaron que estaba golpeado. Nosotras habíamos escuchado los gritos en el destacamento cuando decía: ‘Vanesa me están pegando, me están matando a palos’.
Yo por miedo a que la policía tome represalias no hice nada. Ese fue mi gran error que voy a pagar toda mi vida. El error de callarme, dejar todo como estaba porque pensé que era así. Si uno hace algo, la policía arremete contra uno, entonces, hice lo que toda la gente de barrio aconsejando a mi hijo que tratara de cuidarse, que cuando viera a la policía se fuera para otro lado, pero no sirvió de nada.
MH: En varias informaciones aparece que la policía tenía la intención de “reclutar” a Luciano para cometer robos. Este accionar ha sido luego denunciado por jueces, como el caso del Dr. Luis Federico Arias y por el propio Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Carlos Stornelli, como una práctica común y habitual en un alto porcentaje de efectivos de la Policía Bonaerense. ¿Luciano te comentó a vos algo de esto?
MA: Sí, fue antes de su detención y de las paradas en la calle. Luciano me comentaba muchas cosas, éramos muy compañeros y me dijo: ‘Ma, ¿si te cuento algo no te vas a enojar? Vos sabés que E. trabaja para una persona y me la presentó’. Resumiendo esta persona le dijo que quería que trabajara para él, que le daba todas las herramientas, que lo iba a respaldar, pero que igual no pasaba nada porque era menor, no iba a tener ningún problema, pero si los tuviera él lo iba a respaldar.
MH: ¿Quién le hizo estos ofrecimientos?
MA: Un policía. Luciano me lo dijo. Haciéndome la tonta le pregunto: ‘Papi, ¿y en qué ibas a trabajar? Y Luciano me contesta: ‘Vos sabés lo que hace E.’, entonces le dije: ‘¿Luciano sabés como vas a terminar? Desligate de E.’ Y le pregunté qué le había contestado. ‘Le dije que no porque le había prometido a mi hermana que iba a estudiar’. Entonces, ahí lo apuraron, lo típico: ‘Sos un boludo. Querés vivir como un croto, pudiendo tener zapatillas de marca, ropa de marca, plata en el bolsillo, que tus hermanos estén bien vestidos’. Y Luciano les contestó: ‘Si yo quiero unas zapatillas de marca me las compra mi hermana’. Entonces le dijeron: ‘Sí, vas a andar como un croto, arrastrando un carro’.
MH: Luciano cartoneaba...
MA: Efectivamente, pero insisten: ‘Te gusta vivir de las mujeres’. Entonces, Luciano para zafar y que la cosa no pase a mayores les contesta: ‘Y bueno, cuando uno es lindo qué va a hacer’. Ahí quedó todo. Después yo le pregunté varias veces por el policía. Yo lo había visto en el barrio, aunque siempre de espaldas. Luciano nunca me dio el nombre. Cortó todo ahí y me dijo: ‘Mami, cuanto menos sepas, mejor’.
SA: ¿El gobernador o autoridades de seguridad de la provincia hablaron con vos?
MA: Las autoridades del gobierno parece que no tienen tiempo para el caso de un muchacho de barrio. Tienen las agendas ocupadas, tanto el Sr. Scioli como el resto de las autoridades. Nadie nos atendió, con la excepción de una reunión con el intendente de La Matanza, Espinosa, que fue prácticamente forzada y no porque nos haya querido atender o se haya ocupado, sino porque se vio obligado.
MH: ¿El Ministro de seguridad, Carlos Stornelli, tampoco los recibió?
MA: No, el secretario.
MH: Stornelli fue el que repuso a los 8 policías del destacamento que inicialmente fueron separados de sus cargos, sospechados de haber participado en la desaparición de Luciano Arruga.
MA: Ellos están enterados del caso de Luciano pero tratan de hacerlo a un lado, como que no pasó, que es de menor importancia.
MH: Es cierto, porque cuando Stornelli hace la denuncia en diciembre de que había una banda de policías retirados y en actividad que reclutaban menores para robar autos, que causan la muerte de 3 mujeres, hay una clara actitud de clase. Hace la denuncia del accionar policial delictivo cuando perjudica la vida y la propiedad privada de profesionales, sectores medios y medios-altos, pero frente al caso de un joven humilde, cartonero como Luciano, no tiene la misma actitud.
MA: No sé si Ud. recordará que después de la desaparición de Luciano, hubieron reiterados casos de menores que robaban coches, mataban, eran todos menores, entonces, la policía, tratando de justificarse, lo tapó e instaló la idea de que eran todos menores y ellos estaban actuando bien.
SA: Luciano Arruga desaparece al mismo tiempo que Susana Giménez salió a denunciar y a reclamar justicia por la muerte de su florista. No la escuché pedir justicia por Luciano Arruga, bastante en consonancia con la actitud de Stornelli. Aunque no sea una funcionaria, sí es una persona con repercusión pública que bien podría haber hecho que el poder político se ocupara prontamente del caso de Luciano.
MH: Quería dar un dato para reforzar lo que estamos comentando. El 10 de enero el diario La Nación publicó que el 25% del personal de la Policía Bonaerense fue sumariado por distintos hechos delictivos en el último bienio.
MA: Creo que es poco.
MH: En 2 años, 872 efectivos fueron exonerados y 1779 fueron desafectados del servicio que prestaban. Estos son datos oficiales.
SA: Están organizando un festival al cumplirse un año de la desaparición de Luciano.
MA: El viernes 29 en la Plaza de San Justo a las 16:00 harán un festival los amigos y la familia de Luciano, convocado por su hermana que siempre está al frente y con la adhesión del padre de Rubén Carballo, asesinado en el recital de Viejas Locas en diciembre pasado, también por la policía, aunque en este caso fue la Federal. Estará el padre de Diego Lucena, otro de los casos de “gatillo fácil” y la adhesión de muchas otras familias víctimas de este tipo de situaciones.
SA: Es necesario que seamos muchos para que sepan que las víctimas no están solas.
MA: Que la gente se acerque sin miedo. Van a haber murgas, bandas, con ánimo de diversión, tratando de que la gente lo pase bien, pero pidiendo justicia, como Luciano lo hubiera querido, porque a él siempre lo van a ver en las fotos con una sonrisa; le gustaba tener muchos amigos.
MH: El festival contempla una serie de reclamos, entre otros, el cierre del destacamento de Lomas del Mirador, que fuera pedido por un grupo de vecinos.
MA: Por un grupo que se denominaban VALOMI (Vecinos Alertas de Lomas del Mirador), que ahora se desintegró.
MH: El destacamento quedó aunque el grupo de vecinos que lo pidió no existe más. El mal ya está hecho. Además, se reclama que una vez cerrado el destacamento se reabra como Centro Cultural. Por supuesto, la aparición de Luciano, el juicio y castigo a los responsables políticos y materiales, justicia para todas las víctimas del gatillo fácil y el cese de la represión policial.
También se está tratando de sacar una solicitada convocando a este festival. Todas aquellas organizaciones, instituciones o personas que quieran adherir pueden hacerlo a través de festivalnoalarepresionsanjusto@gmail.com
Argentina, Buenos Aires, Violencia institucional - Luciano Arruga, desparecido en democracia por la policía de la provincia de Buenos Aires
Programa “El Reloj” – FM Flores (90.7) – Lunes de 19:00 a 20:00 – CABA
Realizada por Sergio Ayzemberg y Mario Hernandez
Desgrabación y Edición: Mario Hernandez
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