jueves, 1 de abril de 2010

El ejército del Ñato, pum purum pum pum

La República

Definición. "Uruguay, para mantener la neutralidad, tiene que tener FFAA"

Huidobro: "Es Estados Unidos el que quiere disolver los ejércitos"



El senador Eleuterio Fernández Huidobro volvió a criticar la misiva que el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, le envió a José Mujica pidiéndole que impulse una "última utopía: la abolición del Ejército uruguayo".


El senador y líder de la CAP­L señaló a propósito que "es un atrevimiento y una injerencia". "Hay como doscientos países con ejércitos en el planeta Tierra y Arias nos elige a nosotros y hay otros presidentes en el mundo y el único que se mete con Uruguay es este y con este tema", criticó.

"Este señor está haciendo un mandado", afirmó a radio Monte Carlo. Huidobro recordó que "a la salida de la dictadura, George Bush (padre) y sus asesores elaboraron un documento que se hizo famoso en aquel tiempo y del cual hoy ya casi nadie tiene memoria que se llamaba Manual para las Américas que incluía la disolución de los ejércitos en América Latina".

"Era lógico, desde su punto de vista, porque parte de la base de pensar: ahora soy el gendarme mundial, me quedé solo al frente del mundo, y los países pobres no tanto los ricos, que además me deben pagar la deuda externa para qué van a tener ejército si yo brindo ese servicio a nivel mundial", reflexionó Huidobro.

El senador frenteamplista indicó que Estados Unidos quiere hacer "una exportación de servicios". "Para mantener su neutralidad Uruguay debe mantener las fuerzas armadas", dijo.

Al ser consultado sobre la afirmación de Oscar Arias en cuanto a la "imposibilidad" de Uruguay para enfrentar a países tan poderosos como Argentina y Brasil en la región en caso de un "ataque", Huidobro contestó "chocolate por la noticia, es un genio Arias, "demuestra que es un Napoleón de la guerra", ironizó.

El legislador recordó que Uruguay "discutió cinco años la Ley de Defensa Nacional, en un debate organizado por primera vez en el país y que incluyó a todos los partidos políticos, las principales organizaciones sociales, la Universidad de la República y el resto de las universidades privadas". Además recordó lo sucedido en la Guerra de las Malvinas y expresó al respecto que Uruguay "tuvo muchos problemas para guardar la neutralidad a lo largo de los años".

"Inglaterra nos presionaba para que abandonáramos nuestra neutralidad y Argentina también", agregó el legislador líder de la Corriente de Acción y Pensamiento ­ Libertad.


La Diaria


El presidente de Costa Rica, Óscar Arias Sánchez, envió una carta al presidente José Mujica en la que sugiere abolir el Ejército de Uruguay, tal como Costa Rica lo hizo hace más de 60 años, en el marco de una serie de transformaciones impulsadas por José Figueres Ferrer, que había encabezado el bando victorioso en una guerra civil.

Las declaraciones de Arias anunciando el envío de su mensaje a Mujica, que tuvieron amplia difusión en agencias de prensa la semana pasada, fueron recibidas con escaso entusiasmo por dirigentes políticos frenteamplistas y blancos, que no dudaron en hablar de una “intromisión” o “injerencia” del presidente de Costa Rica, que recibió en 1987 el premio Nobel de la Paz como reconocimiento a su papel en la superación de conflictos en América Central.

El senador frenteamplista Eleuterio Fernández Huidobro (Corriente de Acción y Pensamiento-Libertad) comentó que tenía la impresión de que Arias le estaba “haciendo los mandados a alguien” (ver recuadro). En la carta a Mujica, el mandatario costarricense escribió que sus palabras “emergen del cariño y de la buena voluntad” y que no pretende “irrespetar la soberanía de una nación hermana”.

Dirigiéndose “al ‘Pepe’ revolucionario”, recordó que “en gran parte del mundo, y sobre todo en América Latina, las Fuerzas Armadas han sido la fuente de la más ingrata memoria colectiva”. Yendo al centro de la cuestión, sostuvo que “los ejércitos son enemigos del desarrollo, enemigos de la paz, enemigos de la libertad y enemigos de la alegría”, y que “Uruguay no necesita un ejército”, ya que “su seguridad interna puede estar a cargo del cuerpo de policía”, y el poderío militar que puede llegar a desarrollar nuestro país nunca podría llegar al mismo nivel que el de Argentina, Brasil u otros países de la región como “Chile o Venezuela”. “Costa Rica fue el primer país en la historia en abolir su ejército y declararle la paz al mundo. Hace más de sesenta años, otro Pepe revolucionario, el comandante José Figueres, decidió proscribir para siempre las Fuerzas Armadas de mi país”, señaló Arias, y destacó que “desde entonces, los costarricenses no han vuelto a vivir una guerra”, ni han tenido un enfrentamiento civil, golpe militar o régimen de persecución política.

También destacó que otros dos países latinoamericanos, Panamá y Haití, decidieron disolver sus fuerzas armadas, en ambos casos con activa participación en el proceso del mandatario costarricense. “¡Hay tantos mártires en la historia contra la tutela militar! Usted, que padeció bajo el yugo de la opresión, tiene ahora la posibilidad de librar para siempre de ese yugo a los hijos del mañana”, alegó Arias.

El envío de la carta se enmarca en una preocupación internacionalista del ganador del premio Nobel, que el año pasado fue mediador en la crisis hondureña y hace pocas semanas, durante una visita oficial a Colombia, se ofreció para interceder en la complicada situación de ese país.

En la tarde de ayer, martes 30 de marzo, Arias conversó telefónicamente con Mujica, quien aún no había leído su mensaje pero que, al difundirse que iba a recibirlo, por declaraciones del costarricense a un canal colombiano, comentó desde Brasil que era “una propuesta muy bonita”, y que “es claro” que Uruguay no entrará en guerra, pero que “tenemos muchos problemas en la frontera, de contrabando y narcotráfico”, para los cuales las Fuerzas Armadas son necesarias.

El mandato de Arias terminará el 8 de mayo, cuando asuma la presidenta electa Laura Chinchilla, que fue su vicepresidenta de 2006 a 2008. En cuanto a su actividad futura, no niega que aspira a la secretaría general de las Naciones Unidas, aunque reconoce que su discurso antimilitarista no es bien visto por los miembros permanentes con derecho a veto del Consejo de Seguridad de la ONU, que, según destacó, “concentran el 80% de las exportaciones de armas”.

Carta del Presidente de Costa Rica Óscar Arias



Saravia entiende que si el Uruguay tiene por costumbre no involucrarse en decisiones internas de las naciones, Arias "no debería meterse en nuestros asuntos".

También recordó que segura en el programa de gobierno del Frente Amplio dice que "las Fuerzas Armadas deben estar fuertes, bien organizadas y con un buen presupuesto" concepto acunado también por Artigas.

El País



¿Puede un país como Uruguay abolir su ejército? Hoy, la conversación es con el politólogo Julián González, investigador del Instituto de Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, y coordinador del programa de investigación sobre seguridad regional, fuerzas armadas, política y sociedad.


***

Julián González: Arias hace un planteo que le reporta cierta repercusión


EL Espactador En Perspectiva

Audio:

EC - ¿Es viable la idea de eliminar el ejército en nuestro país?

JULIÁN GONZÁLEZ:

En realidad todos sabemos que en el fondo del corazoncito de la mayor parte de los uruguayos anda rondando esa idea.

EC – Pero ahora cayó como un bombazo inesperado, ¿no?

JG – Sí. Salió como de atrás de un palo, y armó un poco de bochinche. Además, en semana de turismo no hay mucha cosa para comentar.

EC – En realidad lo había adelantado Arias la semana pasada.

JG – Sí. Arias está terminando su presidencia, es premio Nóbel de la Paz, ha tenido una actuación destacada en Centroamérica como factor de paz. Tiene cierta autoridad moral y política para hacer un planteo de ese tipo y sintoniza bien con esa imagen. A parte, es costarricense y su país hace años decidió abolir las fuerzas armadas.

EC – ¿Cuál es la realidad real de Costa Rica? ¿Qué significa la “Guardia Nacional”? Porque varios de los dirigentes políticos que se han expresado en estos días sostienen que se parece mucho a un ejército.

JG – Estrictamente Costa Rica no tiene una Guardia Nacional, tiene una Policía y después tienen lo que ellos llaman Servicio Aeronaval que es un ente bastante particular. Costa Rica tiene acuerdos bastante antiguos e importantes con Estados Unidos (EEUU). Las costas del país centroamericano se localizan en lo que algunos estrategas norteamericanos llaman “el bajo vientre de Estados Unidos”. Si nosotros somos el patio trasero, el Caribe y toda esa región es el “bajo vientre de EEUU”. Es un punto sensible para Estados Unidos, la prueba está en Cuba a lo largo de más de 50 años.

EC – ¿Los acuerdos que tiene Costa Rica con EEUU implican que le ha delegado su defensa exterior?

JG – Hay quienes dicen que sí, como el caso de Panamá también. El Servicio Aeronaval de Costa Rica tiene acuerdos con EEUU que implican, por ejemplo, que hasta el año 2000 Costa Rica no tenía prácticamente un servicio de guardacostas. Es decir, su mar territorial no tenía un instrumento bajo control costarricense para ejercer el control y la soberanía de esa jurisdicción. Eso lo garantizaba Costa Rica a través de un acuerdo con EEUU que era quien se ocupaba del asunto con el servicio de guardacostas de EEUU. A partir del año 2000 es que empieza a funcionar, en función del mismo acuerdo un poco perfeccionado, una fuerza de guardacostas. Si los oficiales navales uruguayos mirasen las embarcaciones que tiene ese servicio de guardacostas costarricense, seguramente tendrían envidia. Ese servicio, en función del acuerdo con EEUU, fue montado por EEUU con equipamiento de EEUU, con entrenamiento de EEUU, con doctrina de EEUU y opera bajo “control” costarricense. En el marco de ese acuerdo hace que haya una cooperación muy estrecha, que en alguna medida en esa región tan sensible pone en cuestión el control soberano de Costa Rica sobre esa fuerza…

EC - …Sí, y también pone en cuestión ese alarde que hace el presidente Óscar Arias en cuanto a que su país abolió y sigue sin tener fuerzas armadas, ¿no?

JG – Sí, claro. Algo parecido sucede con Panamá que en 1994, cuando termina el período del presidente que queda cuando invade Norteamérica a Panamá y cuando reina todo el affaire de Noriega, se decreta la abolición de la Fuerza de Defensa –se llamaba- y se instala la Guardia Nacional. En general en los países donde EEUU ha invadido ha tendido a dejar una Guardia Nacional. En Granada pasó lo mismo también.

Es decir, hay como una concepción norteamericana que estuvo muy claramente expresada en la época de la guerra fría y que volvió a intentarse cuando terminó la Guerra Fría: la idea de que EEUU nos brinda el gran paraguas de defensa y que nosotros nos tenemos que ocupar de lo que es nuestros territorios y limitarnos a ellos porque igual EEUU tiene el poderío militar necesario para darnos la protección.

Es más, hice una investigación en los archivos nacionales de Washington, sobre los documentos del departamento de Estado de la época de fines de los 40, 50 y principio de los 60. En esa época en que Uruguay firmó el acuerdo de cooperación militar con EEUU que sigue vigente y junto con la firma del convenio de cooperación militar que dio lugar a todo el proceso famoso donde estaban las oficinas de los asesores militares norteamericanos en los propios comandos de las tres fuerzas uruguayas: la Armada, el Ejército y la Fuerza Aérea y asesoraban activamente a esos comandos, se firmó una especie de plan militar en el cual se establecían las tareas, las misiones de las fuerzas armadas uruguayas y de las fuerzas armadas norteamericanas en la defensa militar del hemisferio contra la posible invasión de los ejércitos soviéticos. Allí EEUU le garantizaba a Uruguay que ellos iban a cumplir la tarea de salvaguardar las vías de comunicación más lejanas en el Atlántico y nosotros, los uruguayos, teníamos que hacernos cargo de las vías marítimas de llegada al Río de la Plata y obviamente de nuestro territorio y espacio aéreo nacional.

EC – ¿Por qué cita ese antecedente?

JG – Lo cito porque es la idea de que nosotros, los países latinoamericanos, nos ocupamos de nuestra seguridad interna y tenemos pequeñas fuerzas de seguridad que lo garanticen y EEUU nos da la cobertura más global si se quiere.

EC – A partir de este contexto es discutible si es para enorgullecerse la situación de Costa Rica, ¿no?

JG – Me parece que la carta está llena de frases muy bellas y de deseos muy loables. A mí me hace acordar al concepto más clásico, en el sentido marxista, de utopía. Es decir, la utopía como algo irrealizable. Cuando Marx hablaba de los socialistas utópicos planteaba que eran cosas muy lindas, porque los socialistas utópicos planteaban la abolición de la explotación del hombre por el hombre y la paz, pero lo planteaban en términos que no garantizaban desde el punto de vista científico y desde el punto de vista de Marx su concreción en la realidad. Entonces estas ideas de Arias tienen un problema central y es que son muy bonitas, son muy deseables, a uno le llegan al corazón, pero no están ajustadas a la realidad que vivimos.

EC – ¿Cómo se entiende que un presidente de un país le proponga a un colega nada menos que una medida de este tipo: la abolición del ejército? Él dice “no estoy pretendiendo intervenir en los asuntos internos”, pero de hecho lo hace. Es un planteo tan directo que impresiona por eso mismo. Y hay quienes dicen, como el senador Eleuterio Fernández Huidobro: “no me extrañaría que le estuviera haciendo el mandado a alguien”, y evidentemente alude a EEUU. ¿Puede haber algo de eso?

JG – Esa es la peor de las hipótesis. Hay probablemente otras hipótesis menos graves que son lo que yo decía al principio, Arias está terminando su presidencia y hace un planteo que le está reportando cierta repercusión.

EC – Sí, claro.

JG – Incluso hubo una cadena colombiana que tiene mucha penetración en EEUU y en toda la región del Caribe hispano parlante que ha estado con esta cuestión. Inclusive participé hace poco en una mesa redonda de ese mismo programa donde entrevistaron a Arias hablando sobre su planteo junto con otros especialistas de la región caribeña y centroamericana.

EC – Acá en Uruguay no está en juego nada de esto, lo han dicho desde el presidente Mujica hasta los líderes de la oposición. De todos modos sí parece estar en el horizonte un redimensionamiento de las fuerzas armadas, incluso a partir de la nueva ley de Defensa Nacional.

JG – No, eso es otra cosa. La ley de Defensa Nacional es un enorme avance que creo que en general no se llega a comprender en toda su profundidad la significación que tiene. Establece conceptos que en Uruguay nunca habían estado plasmados en una ley. A partir de la ley de Defensa Nacional debería comenzar un proceso que entre muchas otras cosas supone la necesidad de que el Consejo de Defensa Nacional -que se instala por la ley presidido por el presidente de la República y convocado por él, integrado por una serie de ministros y otros jerarcas públicos o representantes privados que el presidente convoque- tendrá que definir cuál tiene que ser la estrategia de defensa nacional del Uruguay y dentro de eso cuál es el papel que tiene el componente militar, las fuerzas armadas dentro de esa estrategia de defensa nacional.

Arias todavía se maneja con conceptos de la época de la Guerra Fría y de la época en la cual las fuerzas armadas se ordenaban en función básicamente de hipótesis de conflictos con los vecinos. Hoy en día prácticamente en ningún país del mundo las fuerzas armadas trabajan, ordenan su actividad y su organización en función de esa idea; lo hacen en función de la idea de capacidades. Es decir, las fuerzas armadas buscan desarrollar capacidades para lo que el gobierno establezca; pero no necesariamente para enfrentar a los vecinos sino para defender su soberanía en el mar, en el aire, en sus fronteras, o en su territorio nacional.

EC – En base a los mismos conceptos alguna voz uruguya decía que podemos pensar en reducir el ejército -no eliminarlo-, potenciar la armada y la fuerza aérea.

JG – Eso es lo que yo creo que está detrás de alguna de las cosas que ha estado haciendo y diciendo el nuevo presidente José Mujica. Cuando Mujica habló en Durazno, no lo hizo en la unidad del ejército sino en la base aérea. Eso no es casual, fue a la base aérea que es la “benjamina” de las tres fuerzas y en su discurso puso ejemplos particularmente del espacio marítimo y el espacio aéreo como dos prioridades a custodiar. Me parece que como dice el doctor Lacalle, y además está planteado de hace mucho tiempo que Uruguay, se requiere potenciar la marina. La verdad de la milanesa es que a través de las misiones de paz lo que ha tenido posibilidades de potenciarse han sido las capacidades de combate o de actuación en áreas fluviales y lacustres.

EC – En el caso de la defensa del mar territorial está claro que hay mucho para mejorar en cuanto a la presencia…

JG - …Y tenemos un par de fragatas viejísimas que se acaban de comprar a Portugal…

EC - …y están en juego los recursos ictícolas, por ejemplo, que es necesario preservar, que es necesario cuidar.

JG – Uruguay acaba de presentar en Naciones Unidas, en la Convención de Derechos del Mar, su planteo que muy probablemente sea aceptado. En el marco de esa conferencia y del nuevo acuerdo de la Convención del Mar se apela a una ampliación de su jurisdicción económica en la plataforma continental que determina que esa jurisdicción va a ser dentro de poco tiempo mayor en área que nuestra área de tierra.

Además, nosotros tenemos desde el punto de vista de los acuerdos y compromisos internacionales obligaciones en un área muy amplia que va muy profundamente en el Atlántico de búsqueda y rescate. Nosotros tenemos que tener capacidades para cumplir con eso, sino va a venir otro a cumplirlo. Ese es el problema que tiene el planteo del presidente Arias, si quien tiene la soberanía sobre una superficie de tierra o de mar o un pedazo de cielo no la ejerce corre el riesgo de que venga otro a sustituirlo.


La opinión de El Potrillo



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3 comentarios:

  1. es totalmente cierto que mantener un ejercito es inutil gasto pero mientras los demas paises no hagan lo mismo ...solo te agarraran los demas como el trae chescos o como un trapo. Los paises del primer mundo deberian dar muestra de grandesa y desarmarse para enseñarles a los demas como se hace. Pero en realidad esta lejos de eso los recursos naturales se acaben y el mas indefenso se va a quedar sin "canal de panama" digo sin "HAITI" hay PERDON sin agua y petroleo. ni arboles.Di

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  2. Uruguay NO necesita militares, bueno en realidad nadie los necesita pero para empezar Uruguay limita con 2 bellas democracias como Argentina y Brasil, paises hermanos que no son ninguna amenaza para nadie.
    Si Uruguay está tan bien hoy en día, ahora imaginense como va a estar sin ejercito, destinando esos muchos millones de dolares en salud, educacion y lucha contra la pobreza (porque mentira que no hay pobres en Uruguay) en vez de desperdiciarlos en "parasitos armados" parafraseando a Galeano.

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  3. Otra cosa: NO es ninguna intromision, respetamos profundamente al hermano pais Oriental. Yo soy tico y NO vote por Arias ni soy su partidario, pero su sueño de un mundo desmilitarizado, es mi sueño tambien, es el sueño de John Lennon y es el sueño de 4 millones de personas que viven en nuestro país, y bien lo dijo Gandhi: "Si quieres cambiar al mundo empieza por ti mismo"

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