>>> Entrevista al principal dirigente del SUINAU y de COFE, Joselo Lopez
José Lorenzo López, presidente de COFE.
La central sindical "no puede ser furgón de cola del gobierno"
domingo, 28 enero 2018
Con
apenas 19 años “Joselo”, como lo apodan desde niño, ingresó en el
Estado como funcionario del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay
(INAU) en Flores. Hoy es el presidente del sindicato del Inau (Suinau) y
también es dirigente de la Confederación de Organizaciones de
Funcionarios del Estado (COFE). El dirigente sindical que se define como
“de convicciones firmes” no titubeó al denunciar a la cúpula del
Pit-Cnt por su afinidad con el gobierno.
—¿Se considera un dirigente sindical con poder?
—Yo
creo que mantenerse tantos años en la dirección del sindicato y luego
tomando relevancia fuera del sindicato como secretario general de COFE,
ingresando al secretariado ejecutivo del Pit-Cnt y siendo vicepresidente
del Pit, por un período corto, evidentemente tiene connotaciones que de
alguna manera te diferencian de la media de los dirigentes sindicales,
pero no me la creo ni mucho menos.
—Usted se siente respaldado por el movimiento sindical. ¿Tiene algún enemigo?
—Bueno,
lo que tengo son diferencias con mucha gente, pero no creo tener
enemigos. En 2015 cuando ocurren los hechos conocidos en el Centro de
Privación de Libertad (Ceprili) —un video muestra cómo José Lorenzo
López presencia una serie de agresiones entre funcionarios y menores
infractores recluidos— por ciertos momentos me dio miedo hasta de salir a
la calle.
—¿Recibió amenazas?
—Amenazas he recibido de todo tipo y color.
—¿Cuál
debe ser el rol de un sindicato? Le consulto porque veo que el
sindicato del INAU tiene un consultorio odontológico, una colonia de
vacaciones y una casa de estudio.
—Bueno,
nosotros creemos que hay dos cuestiones que defendemos mucho dentro del
movimiento sindical. Las reivindicaciones puntuales en defensa de los
trabajadores, de sus salarios, de sus condiciones, de cómo pararse ante
el gobierno o la patronal, y paralelamente somos absolutamente celosos
de brindarle otro tipo de servicios a los trabajadores que ayuden
a brindarle otro tipo de vida. En ese sentido, tenemos
una residencia estudiantil para 50 hijos de trabajadores, un consultorio
odontológico, una residencia para compañeros en el Prado y una colonia
de vacaciones en Canelones en la que se invirtieron más de un millón de
dólares.
—Lleva 15 años al frente del sindicato. ¿Alguna vez pensó en dar un paso al costado?
—Bueno,
es una cosa que estoy pensando porque a nivel familiar y los problemas
de salud que uno viene acarreando le hacen tomar a uno determinadas
responsabilidades. Capaz hay tiempo de ir pensando en que otro compañero
asuma esas responsabilidades. No tengo una fecha definida y la
experiencia acumulada es crucial.
—Tras
su llegada al Pit-Cnt en 2015 Aníbal Corti, escribió en Brecha: "Solo
un hito más en la larga y vergonzosa historia de cómo los dirigentes de
la central única de trabajadores han decidido ser moral y políticamente
cómplices de la tortura en los centros de detención de adolescentes del
INAU". ¿Lo comparte?
—Por
supuesto que son cosas que no me agradan, pero las tomo como de quien
viene. Corti lucra hablando de los otros, este señor a mí no me conoce,
no tiene idea de quién soy ni cómo está compuesta mi familia. Estas
cosas son las que llevaron a que distintos sectores del gobierno y del
Poder Judi- cial adoptaran una decisión tras los hechos en
el Ceprili. La Justicia luego me sobreseyó a mí y a mis compañeros en
una causa que era infundada. Un procesamiento por tortura en nuestro
país cuando los torturadores andan caminando por la calle. Y lo que se
veía en ese video fue absolutamente casual, nunca trabajé en los
servicios de seguridad, y nunca tuve que actuar en un servicio
de esos porque nunca trabajé allí.
—¿Hasta ese momento usted nunca había sido testigo de un hecho similar?
—No,
para nada, porque yo no trabajo ahí. Voy a los centros porque voy a
reunirme con los trabajadores por dificultades pero yo no trabajo ahí,
nunca lo hice. Trabajé toda la vida como educador en un hogar de varones
de Flores.
—¿Esta semana un interno volvió a agredir a un funcionario. ¿Son recuperables los menores infractores?
—Yo
creo que la gran mayoría de los jóvenes se pueden reinsertar en la
sociedad. No creo que haya un porcentaje que no sea recuperable. Hay que
trabajar, pero para eso tiene que haber proyectos de trabajo claros. No
está claro en esta institución.
—Primero fue Iname, luego Inau, más tarde Sirpa y ahora Inisa. ¿Parece cambiar el envase no así el contenido o la propuesta?
—Mirá,
nosotros hemos sido muy cuestionados sobre todo por la actual
administración y la presidenta del Inisa porque dice que defendemos
mucho la administración anterior. Cuando asumió la administración del
expresidente José Mujica planteamos algunas premisas que sabemos que se
cumplieron.
—¿El gobierno de Vázquez se olvida de los menores infractores?
—No
me animo a dar ese paso porque en realidad el presupuesto está. El mismo
ha crecido en los gobiernos del Frente Amplio. Hay un claro problema de
gestión, el presupuesto cubre para hacer más cosas.
—¿Cómo se parará COFE este año cuando se negocie en los Consejos de Salarios?
—COFE
nuclea a los trabajadores de la Administración Central y a los de los
servicios descentralizados. En la primera aún rige un convenio laboral
hasta 2019, pero el tema de la carrera administrativa está absolutamente
desvirtuado. Creemos que es la oportunidad para establecer una carrera
administrativa para los trabajadores de la Administración Central que
permita salir del ostracismo en el que se encuentran. Luego dentro de
los servicios descentralizados el más grande es ASSE, que es un lío
bárbaro porque los trabajadores de Salud Pública han quedado
profundamente relegados. Hay que adelantar la discusión de la Rendición
de Cuentas para no más allá de marzo o abril.
—¿Hay quienes entienden que el Pit-Cnt está cada vez más alineado a los intereses del Poder Ejecutivo. ¿Lo comparte?
—A
ver. El Pit tiene varias corrientes en su estructura. Hay visiones
contrariamente diferentes. Por ejemplo, la participación de compañeros
en Brasil por el juicio al expresidente Lula da Silva. Nosotros estamos
en contra de la reforma neoliberal que propone el presidente Michel
Temer. Hay una persecución, pero no compartimos que la central obrera
tenga que inmiscuirse en una movilización de apoyo a un político.
Tampoco comparto algunas decisiones que se toman donde a veces se cuida
mucho de no enfrentar al gobierno.
—¿En qué aspectos la cúpula sindical se cuida mucho de no "enfrentar" al gobierno?
—Bueno,
creo que el Pit debería haberse movido de otra manera en la última
Rendición de Cuentas, se hizo lo que se logró consensuar y después cada
sindicato lo hizo por su lado. La cúpula del Pit-Cnt para pelear con las
cámaras empresariales tiene una postura bien definida de confrontación.
Pero para pelear contra el gobierno por los mismos intereses se tiene
mucho más cuidado. La independencia de clase de la manera que lo
interpreto es diferente a eso.
—¿Es una generación de sindicalistas amiguistas del gobierno entonces?
—Bueno,
hay algunos compañeros que están claramente identificados con los
sectores del Frente Amplio, no lo esconden. Creo que cuando uno defiende
los intereses de la clase, tiene que defenderlos más allá de los
intereses políticos, en ese marco uno tiene que reconocer los avances
pero no tiene que ser ni francotirador del gobierno ni tampoco furgón de
cola del gobierno si no se desvirtúa el sindicalismo como yo lo pienso.
Pero los compañeros que están ahí, están totalmente legitimados a estar
ahí ya que fueron elegidos por los trabajadores.
—¿Y
en el camino no se pierden figuras claves como Richard Read que se
aleja, o inclusive usted que se aparta de la vicepresidencia en 2015?
—Eso
se va discutiendo. Yo me fui cuando sucedió aquello del 2015 y di un
paso al costado de la vicepresidencia del Pit-Cnt. Luego cuando se
regularizó la situación, nadie me vino a decir que asumiera el cargo y
tampoco lo fui a pedir. Creo que los cargos me importan poco, lo que
quiero es representar una línea de acción que represente a todos los
compañeros, pero esa discusión se dará en el próximo Congreso del
Pit-Cnt.
>>> Fernando Pereira, presidente del PIT-CNT, respondió desde su facebook
>>> La dependencia de los patrones sindicales al gobierno
Las bases legales de la esencialidad
La ley general de
educación de 2008 del primer gobierno de Tabaré Vázquez, la ley que
creó la Comisión de Productividad, Precios e Ingresos (Coprin) del
presidente Jorge Pacheco Areco en 1968, y un decreto-ley de la dictadura
de 1978 fueron las tres bases legales a las que apeló el Poder
Ejecutivo para aprobar el decreto de esencialidad en la educación
pública.
La ley 13.720 de
Pacheco Areco y el decreto-ley 14.971 de la dictadura también fueron el
respaldo para el decreto de esencialidad del expresidente José Mujica
en la salud pública en 2012.
El decreto de Vázquez recuerda
las negociaciones con los sindicatos y dice que a pesar de los avances
estos "mantuvieron las medidas de conflicto, prolongándose en el tiempo
la interrupción del servicio público con el consecuente perjuicio
aparejado a la educación de niños y adolescentes".
>>> Los gremios en conficto
>>> Vivir en lucha
Los 13.340 miserables pesos del salario mínimo no alcanzan para llenar la olla aunque se considere un logro. Mientras desde el sindicalismo unos se auto aplauden y elogian las políticas económicas del gobierno progresista, otra mayoría aguarda el conflicto. Cuando el conflicto es estatal, se choca con el patrón mas poderoso. El estado. Y el estado esta vez progresista esencializa el conflicto. Pone militares a recojer basura, o carneros en la cocina del hospital. El estado es patrón y las tendencias sindicales que apoyan al gobierno maniobran entre los intereses de sus afiliados y sus intereses políticos de estar en el poder. Como las chicas de la cocina del Pereira Rossel, quedaron en la calle sin el apoyo de sus dirigentes ante la esencialización. Mientras se privatizan servicios públicos, mas trabajadores públicos a pesar de estar altamente sindicalizados, quedan en la calle.
Sin embargo gran cantidad de gremios se avecinan al conflicto, y la sindicalización del trabajador uruguaya es alta. Pero este tema entre conformes e inconformes dividen al movimiento obrero. Mientras unos trabajadores mantienen un previlegiado acuerdo laboral otros miles de trabajadores se debaten por conquistar un salario digno (que no es el mínimo).
El acabóse fue cuando el PIT CNT va a hablar con directivos de UPM para garantizar confidencialmente que no habrá conflicto en los trabajos de la futura papelera. Cuando se sabe que habrá muertes de trabajadores en este mega proyecto.
Sin embargo hay un lado positivo en todo esto, las asambleas son ganadas por la razón, como ultimamente en AEBU o en ADEOM. Cada vez mas los gremios se apartan de las políticas neo liberales. Sigan haciéndole la pelota al patrón, confundiendo izquierda con abajo, y el abajo que se mueve.
El Muerto
Torturador hijo de puta. Miren el video y juzguen.
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