>>> Audiencia pública por el tren de UPM2
>>> Por el costado de la vía en Tierra Libre
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Sólo faltó que la audiencia pública sobre el tren de UPM, convocada por la DINAMA, se hiciera el 28 de diciembre.
Habrá dos audiencias públicas. Una hoy, 21 de diciembre, en Montevideo, en un local deportivo de Colón, de difícil acceso para quienes viven alejados, y en un horario incierto, ya que se anunció para las 16 horas pero también para las 17 y para las 18. La otra audiencia será el 27 de diciembre en Florida.
Además de que las fechas, los horarios y los lugares son complicados, lo esencial es que estas audiencias públicas se convocan cuando el acuerdo con UPM ya está firmado, ya se licitó la construcción de la vía y se definió su trazado. Entonces, ¿qué es lo que se va a consultar a los vecinos y a otros ciudadanos?
Parte de la "audiencia" que vino a convencer gente
La respuesta es simple: no se va a consultar nada. Porque la función de este tipo de audiencias no es consultar, sino dar apariencia de legitimidad democrática a decisiones políticas ya tomadas. No es para extrañarse, porque las consultas y las audiencias públicas son mecanismos típicos de la gobernanza (o "governance"). Y la gobernanza sirve para eso.
¿Qué diablos es la gobernanza?
Es un concepto que empezó a aparecer en los documentos del Banco Mundial hace ya algunas décadas. Se basa en la idea de que hay una forma técnicamente correcta de gobernar, o de adoptar y ejecutar decisiones políticas. La gobernanza pretende ser un conjunto de criterios y técnicas para tomar esas decisiones y para hacerlas aprobar por las instituciones democráticas de la sociedad. Términos típicos de "gobernanza" son, por ejemplo, los "protocolos de buenas prácticas",las "puestas de manifiesto" de información técnica, las "consultas públicas", las "licencias sociales", la "participación local" o los "niveles locales de gobierno".
Una de las claves de la gobernanza es transformar decisiones políticas en decisiones técnicas, para luego someter a discusión pública esas decisiones técnicas, escamoteando la decisión política, que se da por sentada. Nada muy diferente del juego de la mosqueta. Otra de las claves es transformar discusiones de alcance nacional en discusiones locales, por ejemplo, discutiendo sobre un ferrocarril que afecta a todo el país, y será pagado por todo el país, con los pocos vecinos que se arrimen a un centro deportivo de Colón un viernes 21 de diciembre en una hora indeterminada de la tarde.
Veamos un ejemplo extremo pero clarificador. Supongamos que un gobierno muy malvado planeara la violación sexual sistemática de la población. Cualquier político le diría al gobernante: "Eso no se puede hacer porque lo van a rechazar y te van a colgar de un farol". Pero algún brillante tecnócrata del Banco Mundial sugeriría lo siguiente: "Aprobemos en secreto la ley de violación y llamemos a consulta pública para debatir sobre la clase de preservativos que debería utilizarse para asegurar la anticoncepción y la salud de la población. Antes contratemos a sexólogos, médicos y psicólogos que aporten por la prensa mucha información técnica sobre métodos de anticoncepción y prácticas sexuales seguras. Si logramos que la discusión se instale sobre esos aspectos, la violación estará implícitamente aceptada".
Con el caso UPM2 y el tren ocurre algo muy parecido. Se negoció y se firmó en secreto un acuerdo que le entrega a UPM todo lo que se le puede entregar. Se evitó pasar por el Parlamento, se ocultó el contenido del acuerdo a la prensa hasta que estuvo firmado, se hicieron todas las licitaciones antes de tener ni siquiera la autorización ambiental, y recién ahora se llama a consulta pública. ¿Para discutir qué? ¿El negocio con UPM? Nooo, para nada, si ya está firmado y sólo depende de que UPM decida invertir. ¿La aprobación o desaprobación del tren? Tampoco, si ya se licitó y se acordó quien, cómo y por dónde lo haría.
La consulta pública se hace -en eso consiste el secreto de la gobernanza- para legitimar una decisión ya tomada (el acuerdo con UPM, que incluye al tren), canalizando y neutralizando el posible descontento público. Para eso, se responde al rechazo con información técnica, se transmite la sensación de participación democrática, y, si acaso, se negocian aspectos menores, como la mitigación del ruido del ferrocarril. Usualmente, a esas consultas no van políticos de primera línea, sino tecnócratas que puedan hacer discursos aburridos e incomprensibles sobre detalles técnicos que pocos ciudadanos están en condiciones de rebatir. Tecnicos que además puedan recibir insultos y abucheos sin que les importe mucho, porque en definitiva sus trabajos no dependen del voto ni del cariño popular. Por supuesto, las audiencias no son vinculantes, es decir que no se puede votar ni resolver nada, de modo que suelen terminar con una descarga de insultos de los pocos militantes asistentes, insultos que son recibidos con cara de poker por los tecnócratas, y ninguna consecuencia práctica. Despues en la prensa se publica que el Director del organismo X debatió con los vecinos y que éstos manifestaron su preocupación por las molestias que les causará el ferrocarril. Y los más de tres millones de televidentes que viven lejos de la vía se quedan tranquilos.
El Banco Mundial presenta a la gobernanza y a sus audiencias públicas como formas de participación democrática. Nada más falso. La gobernanza es la negación de la democracia. Porque consiste en reducir, fraccionar y tecnificar los temas, escamoteando las decisiones de fondo, que son políticas y de escala nacional, para presentarlas como decisiones técnicas y de escala local.
En este caso, el proyecto de ferrocarril central existe porque existe el contrato con UPM. Y, mientras el contrato esté en pie, el ferrocarril habrá de hacerse, porque eso es lo comprometido con UPM.
¿No es curioso que no haya audiencias pública para discutir sobre el contrato con UPM?
No, no lo es. Porque el contrato con UPM es una decisión política fundamental e involucra a todo el País. Y esa decisión ya fue tomada por el Poder Ejecutivo. En nuestro ejemplo anterior, esa es la violación. Se nos propone discutir sobre cómo se hará y por dónde circulará el tren porque discutir aspectos técnicos del tren lleva implícita la aceptación del negocio con UPM. Del mismo modo que discutir sobre el tipo de preservativo que se usará para violarnos lleva implícita la aceptación de la violación.
Es muy respetable que alguna gente quiera ir a la audiencia pública de esta tarde, o a la del 27 en Florida, para manifestar su rechazo al tren e incluso al negocio con UPM. Pero hay que tener presente que se juega en cancha ajena. Una cancha y un partido que fueron elegidos y organizados nada inocentemente.
Las audiencias públicas, inspiradas en la gobernanza, tienen una función: desviar el debate público, centrándolo en los temas que al poder político le convienen, y vender la imagen legitimadora de que se dio participación a todos.
El acuerdo UPM2 es el padre y la madre del ferrocarril. De eso es de lo que el poder político y UPM no quieren hablar. Para eso gastan plata en publicidad y convocan audiencias que eluden el centro del problema.
Felicitaciones al fotógrafo de Presidencia, no pudo abrir el cuadro pero consiguió sacarle una foto a @alejandronario sin carteles.
>>> Presidencia sin carteles
Los vecinos agrupados en “Por el costado de la vía” denuncian fallas y carencias en el proceso.
Víctor L. Bacchetta
Este 18 de diciembre venció el plazo de la Puesta de Manifiesto por la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) del Proyecto Ferroviario Montevideo - Paso de los Toros, componente clave del proyecto de planta de producción de celulosa de la multinacional finlandesa UPM a orillas del Río Negro y la construcción de una terminal portuaria en la Capital para la exportación de esa materia prima.
El día anterior, el grupo denominado “Por el costado de la vía”, con el aval de más de 200 firmas de vecinos, se presentó a la Dinama solicitando la realización de estudios independientes que evalúen los impactos negativos de ese proyecto, por considerar que el Informe Ambiental Resumen (IAR) a consideración del público tenía serias carencias. Por ese motivo pedían también la suspensión de la autorización de las obras.
Pero la Dinama ya había convocado las audiencias públicas exigidas por la evaluación de los proyectos incluidos como éste en la Categoría C, cuya ejecución puede producir impactos ambientales negativos significativos. Para el trayecto de 273 kilómetros del tren se previeron dos audiencias, una en el barrio Colón de Montevideo, el viernes 21 de diciembre, y otra en la ciudad de Florida, el jueves 27 del mismo mes.
De hecho, la evaluación ambiental no está teniendo ninguna incidencia en la puesta en marcha del Proyecto Ferroviario. Tanto el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) viene realizando actividades que dan por aceptado el proyecto (la licitación y firma del contrato de adjudicación de las obras, las expropiaciones, entre otras), como la propia Dinama relativiza la importancia de su proceso de evaluación.
"Vamos a empezar en la segunda quincena del año que viene", ha asegurado con insistencia
el titular del MTOP, Víctor Rossi. "Estas obras no las hacemos por UPM", sostiene el ministro, pero más adelante agrega: "Lo cierto es que en 2022 tenemos que tenerlo terminado al proyecto", reconociendo que la construcción de la vía férrea se entronca con la instalación de la planta de celulosa.
Al mismo tiempo, las autoridades de la Dinama parecen querer desvincularse de la responsabilidad que les cabe en la aceptación de los proyectos, el ferroviario entre otros. “La competencia de la Dinama no es habilitar o no un proyecto", afirmó al semanario Búsqueda
el director del organismo, Alejandro Nario, en contra de lo dispuesto en la Ley de Medio Ambiente (N°16.466) de enero de 1994.
La ley N°16.466 estableció en el Artículo 7° que, para "iniciar la ejecución de las actividades, construcciones u obras" de un proyecto, los interesados deben obtener la "autorización previa" del MVOTMA. Y, en el Artículo 16°, agrega que éste ministerio "deberá negar la autorización" si considera que el proyecto "provoca un impacto ambiental negativo o nocivo superior a los mínimos admisibles" (sic).
Que la "autorización previa", es previa, no admite dos interpretaciones, y alcanza a todas las actividades vinculadas a la ejecución del proyecto. Y si la ley dice que el MVOTMA "deberá negar la autorización" en determinadas situaciones, significa que puede habilitar o no un proyecto. Tampoco cabe otra interpretación.
HABER :LLEGAMOS A LA CONCLUCION QUE EL PODER EN URUGUAY SIEMPRE SIGUIÓ ESTANDO EN LAS MISMAS MANOS, COMENZANDO POR EL TEMA DD.HH Y SIGUIENDO POR LOS GRANDES NEGOCIADOS QUE FAVORECEN A LAS MULTINACIONALES. EL FRENTE AMPLIO EN LA PUTA VIDA FUE Y SERA DE IZQUIERDA , QUE REPRESENTE LOS INTERESES DE LOS MAS POBRES . ES UN NIDO DE VIVORAS , CON PERDÓN DE LAS MISMAS, QUE SOLO LES INTERESA ACOMODARSE Y GANAR BUENOS SUELDOS Y VIVIR DEL ESTADO, GOBIERNAN MEJOR QUE LOS COLORADOS Y LOS BLANCOS , ATOMIZANDO LA IZQUIERDA CON LOS TRAIDORES QUE LOS CHUPA EL SISTEMA, Y HACE LO QUE NUNCA HUBIERAN PODIDO HACER LOS PARTIDOS POLÍTICOS REPRESENTANTES DE LA OLIGARQUÍA Y LA BURGUESÍA
ResponderEliminarThis is lovely. keep it up
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