Por Sergio Sommaruga
El mismo general que ocultó al poder judicial la confesión incriminatoria de Gavazo del asesinato de Roberto Gomensoro.
El mismo general que utilizó su cargo en el ejército para construir su carrera política.
El mismo general que utilizó el aparato del Estado para beneficiar a los militantes de su partido político con trabajos a dedo en el ministerio de salud pública y para entregar viviendas del Estado a sus correligionarios.
El mismo general que se oculta en sus fueros parlamentarios para no acudir a la convocatoria de la justicia.
El mismo general que defiende los privilegios de los terroristas de Estado y que enarbola la teoría de los dos demonios para manipular la conciencia histórica.
Ese mismo general, dice ahora que el verdadero propósito de las fuerzas armadas es estar prontas para implantar una dictadura si los trabajadores o los ambientalistas o los campesinos sin tierra de Brasil, hacen lo que quieren hacer…que según su enajenada valoración de las luchas sociales, es asestar un golpe de Estado.
Paradojalmente, lo peor de la historia del Uruguay es increíblemente impiadosa con los generales de la mentira.
Todos y cada uno de los golpes de Estado perpetrados contra el pueblo uruguayo, fueron ejecutados por las fuerzas armadas, usadas como instrumento de los sectores más ricos y poderosos del país, de los que el general Manini es parte integrante.
Esa es la realidad histórica.
Nunca jamás el movimiento sindical dio, intentó o apoyó un golpe de Estado.
Nunca.
Por el contrario, siempre los enfrentó, dejando las tripas en la resistencia.
La última dictadura, torturó, violó, encarceló y expulsó a miles y miles de personas del país, al que creyeron su propiedad.
La última dictadura nos dejó 197 detenidos desparecidos y 17 niños y niñas que fueron arrancados de los brazos de sus madres y padres, como si fueran un botín de guerra.
Hace medio siglo atrás, cuando la oscuridad se hizo mas oscura, el movimiento sindical organizó y sostuvo una huelga general de 15 días contra el terrorismo de Estado.
Manini, sin embargo, estaba del otro lado de la mecha.
Esa, al final de la discusión, es la más contundente de las respuesta a las mentiras del general.
Aclará que oscurece
Yo no creo que el pitcnt tenga la intención de avasallar la constitución, pero si creo que tiene dentro elementos con pocas convicciones democráticas, aclaró Manini , después de lo que publicó búsqueda
Tradiciones de cuidar la democracia
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