sábado, 31 de mayo de 2008

Los empleos invisibles de Botnia


En el momento actual, cuando abundan los proyectos para la instalación de nuevas fábrica de celulosa en el país, vale la pena detenerse a analizar la realidad del único de tales emprendimientos instalados en el país (Botnia) y compararla con las promesas hechas por la empresa en su momento. Una de las principales fue la generación de empleos.

Obreros locales aguardando cobrar la quincena

En ese sentido, Botnia siempre manejó la cifra de 8.000 empleos, incluso cuando mantuvo una entrevista personal con el presidente Tabaré Vázquez, quien a su fin la asumió públicamente. En la revista “Espacio”, de Botnia, se lee que “cuando esté terminada, la planta empleará a unas 300 personas y le proporcionará, en forma directa o indirecta, empleo a otras 8.000”.

En comunicado del 8 de marzo de 2005 (“La inversión y el empleo de Botnia: no todo lo que reluce es oro”), Guayubira cuestionó dichas afirmaciones y sostuvo que “la cifra máxima de 8.000 empleos no se basa en ningún estudio serio realizado al respecto, y quienes la publicitan no aportan evidencia concreta de dónde y cómo se generarán”, concluyendo que “los famosos 8.000 empleos son, por decirlo amablemente, un tanto exagerados”.

Lamentablemente, los hechos nos han dado la razón. Hoy el departamento de Río Negro, uno de los más forestados del país con eucaliptos y el único que cuenta con una moderna y enorme fábrica de celulosa, es el que tiene mayor nivel de desempleo del país. De acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadísticas (setiembre-diciembre 2007), la cifra de desempleo asciende en Río Negro al 14 por ciento, y le siguen los departamentos de Artigas, con 12,2 y Rocha con 12,1 por ciento.

Esta triste situación tiene su origen en dos factores: por un lado, las falsas promesas hechas por la empresa en materia de generación de empleos (tanto en la forestación como vinculados a la fábrica), y por otro que no se tuvieron en cuenta los empleos que se perderían en otros sectores de actividad económica.

Fray Bentos y sus calles vacías

En el mismo comunicado de 2005 Guayubira advirtió que se perderían puestos de trabajo debido a que la forestación sustituiría otras actividades agropecuarias; las plantaciones de árboles generan menos empleos que cualquier otra actividad agropecuaria, incluida la ganadería extensiva. A eso se sumarían, agregaba el comunicado, los empleos que se perderían en otras actividades que podrían ser afectadas por la planta, como el sector turístico en Fray Bentos -capital de Río Negro-, al que estaban vinculadas unas 1.500 personas, la pesca y otras.

Otra vez, lamentablemente, tuvimos razón. Las Cañas -principal balneario de Fray Bentos sobre el río Uruguay- es hoy un pueblo fantasma, donde lo único que abunda son los carteles de “EN VENTA”. En el río no sólo escasean los peces del lado uruguayo -no así en la ribera de enfrente, la argentina-, sino que además se implantó una polémica veda de pesca que afecta a los pescadores artesanales.

Pero lo que importa no es tener razón, sino que la experiencia sirva para no tropezar dos veces (o más) con la misma piedra. La empresa española Ence ha hecho las mismas promesas -incluso aún más exageradas- en materia de empleos y llegó a manejar en el Parlamento la increíble cifra de 15.000-20.000 puestos de trabajo. Su instalación en el sureño departamento de Colonia puede resultar en un desastre social de gran escala, ya que este departamento, con una gran diversidad de actividades productivas generadoras de mano de obra, tiene hoy la menor cifra de desempleo del país (4,3 por ciento).

¿Qué impacto tendrá este emprendimiento en las fuentes de empleo en esas otras actividades?

La historia tampoco termina con Ence. Esperando en la línea están otros proyectos celulósicos como los de Stora Enso y Portucel, y anuncios de otras empresas japonesas, argentinas y chilenas de instalar sus pasteras en Uruguay.

Actualmente Botnia está funcionando a plena capacidad y los empleos prometidos son más invisibles que nunca. Es hora de que el gobierno tome cartas en el asunto y establezca una suspensión de la forestación en todo el territorio nacional y cese de otorgar autorizaciones a la instalación de nuevas fábricas de celulosa. Que la experiencia sufrida al menos sirva para evitar males mayores.

Grupo Guayubira

30 de mayo de 2008

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