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En el sur también se ocupan tierras.(Departamento de San José)
Productores Ocupan tierras del Estado en la zona de Kiyú
Colonización. Hacía cuatro años que esperaban por una fracción de campo
San José | José Luis Pérez
Nueve productores rurales, aspirantes a tierras del Instituto Nacional de Colonización (INC), ocuparon un campo de 120 hectáreas en la zona de Kiyú, San José, consideradas entre las mejores del país.
Esta gente hacía cuatro años que esperaba por una fracción de campo del INC. El campo pertenecía al ex Banco de Crédito y están ubicadas a pocos metros del Río de la Plata.
Se trata de tres fracciones que suman 120 hectáreas, veinte de las cuales están inutilizadas para siembra, por tener un monte de eucaliptos. De las 100 restantes, la mitad venía siendo explotada en forma desordenada por pequeños productores de la zona, ante el total abandono del inmueble por parte del Estado.
Las tierras ahora ocupadas son consideradas de las más ricas del país, con un índice Coneat 180. Su valor actual es de entre US$ 5.000 y US$ 7.000 la hectárea.
Luis Alberto de Armas, uno de los nueve productores movilizados, dijo ayer a El País que la acción emprendida es "totalmente pacífica" y que no quieren molestar a los productores de Kiyú, que sin autorización alguna explotan actualmente parte del predio, con plantaciones de zapallos o como lugar de pastoreo para ganado lechero.
"Somos parte de un grupo de veinte aspirantes a colonos, todos residentes en los alrededores de la ciudad de Libertad, que durante los últimos cuatro años hemos sido objeto de promesas de todo tipo por parte de las autoridades, pese a que existen en el país muchos terrenos, como este que hoy ocupamos, totalmente abandonados, mientras que muchos uruguayos reclaman un lugar donde trabajar y vivir con sus familias", señaló.
Esperanzas frustradas. De Armas recordó que el año pasado se movilizaron por varios cientos de hectáreas del MSP, pertenecientes al predio de la Colonia de Asistencia Psiquiátrica Bernardo Etchepare, el que finalmente se adjudicó al Ejército. También presentaron sin éxito al INC su aspiración por terrenos del Ministerio del Interior en el Penal de Libertad.
"Siempre aparece a último momento otro destino para el lugar. No es que nosotros pretendamos que este terreno abandonado que hoy ocupamos nos sea adjudicado. Lo que queremos es que se le entregado al INC y se le otorgue a los colonos, a nosotros o a otros que estén en la misma situación. Lo que no puede ser es el lujo en la miseria que significa tener estas tierras abandonadas", reflexionó De Armas.
Los productores ocupantes comenzaron la tarea de arado del predio, y piensan plantar trigo o cebada, como paso previo a otros cultivos que requieren terrenos más finamente preparados.
Con el producido de las primeras cosechas no sólo prevén afrontar los gastos de combustibles semillas y otros insumos adquiridos, sino ofrecer al INC, mientras se decide el destino final de las 120 hectáreas ocupadas, el pago de una renta.
"No queremos que se nos regale nada, queremos tener donde trabajar", afirma De Armas.
Mientras tanto, se han organizado en régimen de guardias, que les posibilite atender sus pequeños establecimientos en Libertad, donde la mayoría son arrendatarios.
Por ahora no piensan trasladar sus familias al predio ocupado en Kiyú, ya que sólo hay una precaria carpa para dos personas emplazada bajo un árbol, convirtiéndose en lugar de refugio durante las frías noches otoñales.
Unas cuarenta personas forman parte de las nueve familias movilizadas.
Apoyo. Apoyando la ocupación está también el presidente de la Mesa Departamental del Congreso Nacional de Colonos, Ismael Servetto, quien no sólo coincide con los postulados de estas familias, sino que ha encabezado el trámite de informar, con anterioridad a la ocupación, al Ministerio de Economía y al INC sobre los motivos de la medida. Hasta la tarde de ayer ninguna autoridad se había hecho presente en Kiyú.
Algunos vecinos establecidos en la zona se mostraron de acuerdo con la ocupación y en algunos casos manifestaron su complacencia con el trabajo que se lleva adelante, eliminando chilcas y malezas de todo tipo que actualmente cubrían el terreno.
El Movimiento de Defensa de la Tierra en Salto
Salto Luis Pérez
Hoy y mañana sesionará en Salto el Movimiento Nacional en Defensa de la Tierra, a fin de analizar la venta de campos a extranjeros. Según esta organización, hay 3.700 aspirantes a colonos que no tienen predios para trabajar, y propone una reforma constitucional para que la tierra sea declarada un "bien de soberanía".
Diego Henderson, quien a nivel local es el coordinador de este grupo, indicó que desde distintos puntos del país llegarán a Salto representantes de productores y de organizaciones para apoyar esta iniciativa, entre los que se cuentan una delegación del Pit-Cnt.
"Siendo Uruguay un país productivo, no hay ordenamiento de la tierra y eso nos hace creer que las cosas van por carriles diferentes", dijo Henderson y criticó que en la Constitución de la República no haya ningún artículo que hable de la soberanía de la tierra, "así como lo hay del agua y del espacio marítimo y aéreo".
Sobre la situación de los 3.700 aspirantes a conseguir predios del Instituto Nacional de Colonización, Henderson comparte la política de inversiones, pero en cambio subrayó que hay que acordarse "que la tierra deber ser para los uruguayos. El único que se acordó de la tierra en este país fue Artigas y desde allí no ha habido nada más".
Cañeros de Bella Unión participarán en Salto de la jornada del Movimiento en Defensa de la Tierra.
La Junta Departamental recibirá a los líderes del movimiento en una sesión especial mañana jueves.
27 meses de ocupación
El 15 de enero de 2006 un grupo de familias de cañeros ocupan 36 hectáreas en Colonia España, Bella Unión.
El campo pertenece al Instituto Nacional de Colonización (INC) y estaba arrendado al colono Conrado Villalba. La Justicia no hace lugar a un recursos de Villalba para que desalojen a los ocupantes.
En julio de 2007 el INC le entrega el campo a Alcoholes del Uruguay (Alur), que su vez se lo arrienda a los ocupantes.
La ocupación fue preparada durante meses y contó con el apoyo de más de 50 organizaciones sindicales y sociales uruguayas y del exterior. El Pit-Cnt, el Movimiento Sin Tierras de Brasil, organizaciones argentinas y europeas adhirieron a la ocupación de los cañeros.
Alur (empresa 90% propiedad de Ancap y 10% de Pdvsa) asiste a los ocupantes con insumos y les compra la producción de caña de azúcar. Pagó el precio pactado con los demás productores: 31 centavos de dólar el kilo de azúcar blanco.
Los tres sindicatos que representan a los trabajadores de caña de azúcar fueron los que decidieron que las seis familias sigan ocupando el predio. Además de caña de azúcar, cultivan sorgo, zapallo y boniato.
Enviado por: crezano
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