Lili Essés Cacerolazos por la naturaleza
(Mi vieja)
Che vó, sisí a vó te hablo, vení. Prendé la tele y mirá lo que se viene.
Litros de saliva y tinta me gasté. Te dije, y no me escuchaste o no quisiste escuchar, bolú.
¿Te dije o no te dije? Está pasando, antes de lo anunciado por los "loquitos de siempre", los "malagüero que dicen siempre que NO al progreso". ¿Te acordás como murmurabas torciendo la boca?
50, 30, 20 o 10 años pasan rápido. Despertamos una ira natural, difícil de frenar. Y seguís tirando la basura por todos lados sin pensar en mañana.
Tanto desmonte, tantos agro tóxico y pesticida nos va a hacer mucho mal. Te dije, te recontra dije, y te meabas de risa en todo, cuando me veías panfleteando en las esquinas, cabrón.
¡Qué calentura tengo, cabeza! mejor ni me mires. Añá menbÿ, "uren son", "mader faquer", con todas las letras y en el idioma que quieras: Se caga en la letrina, chabón, y no en el comedor.
Te dije un montón de veces y miraste para otro lado cuando te llamé para manifestarnos en contra de las industrias contaminantes, los monocultivos y los caprichos de unos cuantos cretinos "dioses" de carne y complicidad.
Los efectos del cultivo de la soja -te dije- es un poroto al lado de lo que dejan estos mares de pinos.
Llegaron los vientos fuertes en tierra donde nunca hubo tornados y los arroyos se tapan más y más de tierra colorada.
¿Te dije o no te dije? Ahora esta mierda sofoca nuestra pobre humanidad y cualquier peste inofensiva deja un tendal de enfermos y nonatos deformes cuando no muertos. Desde antes que empezaran los tornados y las sequías, te venía diciendo y no escuchaste.
Prendé la tele mi chino y mirá lo que se viene. Ni todos "nuestros" campos alcanzarán para producir tanta comida y alimentar a toda esa gente de las grandes ciudades, bolú. Tu casa, tus autos y tu buen nombre no te alcanzarán para frenar la ira y el sollozo del planeta.
El agua estancada amenaza tus fantasías de progreso. Ahora tenés energía para derrochar con tantas represas. Te dije, pará… paraaaaaa… dame bola, cuidá el agua, cuidá la tierra, cuidá el aire porque se pudre todo chamigo y adonde vamo a ir a pará.
Un poco más de respeto chaboncito, acercate de una vez, amigate con la vida amigate. Y no me digas politiquero porque ahí sí que me matás.
¿Te pensaste que eso del calentamiento global era una joda? -apenas son do o tre grados, me dijiste.
¿Creiste que eso del avance de los glaciares era una cargada? Prendé la tele, negrito, y mirá lo que se viene.
Pero dale que daaaale nomá, Seguí habilitando terreno y glaciare, guachín, a los pirata del Norte para que vengan a sacar minerale y aguas que luego nos venden más caro que las nastas.
Dale nomá, dale. Total nosotro estamos pintados y aguantamos cualquier cosa, dale.
¿Te dije o no te dije?:
Dejá los ríos en paz, hay otras formas de generar energía papá, hay otras formas querido. Ocupá tu genio y poder para aplacar el hambre y la angustia de la gente.
Dale laburo y devolvele sus tierras, su identidá, su libertá. Pero te fue má fácil recurrir a los planes sociales y no a la cultura y a la educación para que vuelva a ser grande este pueblo.
Ocupá tu picardía para curar, para pacificar, para retener el éxodo de mentes despiertas y buenas que quieren ayudar. También te dije, no vendas propiedades a capitales foráneos, en nuestras fronteras. Y el pino sigue creciendo tranquilamente sobre la tierra colorada en manos extranjeras ¿Te acordás que te dije? Es más, hasta lo parodiaste en sendas leyes para risa de las multinacionales.
Sos de la misma raza que dejó caer preciosas democracias, cagón, a costa de varias dictaduras sanguinarias.
Te dije ¿y qué pasó? No escuchaste. Esto es peor que cien holocaustos y serán más de treinta mil los que pasaremos al olvido hasta la próxima vez.
El agua es de todos, te dije, pero primero estamos nosotros. Te tentaron con unos miserables dólares y te abriste de gambas, de par en par, y miraste para otro lado, contoneándote como una perra ante su amo. -Si no soy yo, será otro, dijiste. Me acuerdo bien de eso.
- No exageres, siempre hubieron sequías, deshielos che, me dijiste. No seas paranoico, y te diste vuelta nuevamente. Hace no más de veinte años escuchaste la palabra Ozono. Y ¿qué creíste? ¿Qué era un fabuloso invento para vender sombreros y anteojos?
Inmigrante de primera hora y aspirante de "guol strich". Hijo de Roca y pupilo de Adolf, te invito una última vez, prendé la tele, viejo, sordito picarón y mirá lo que se viene.
(-- Desde los bosques silenciosos donde los pájaros reencarnan en poetas. y la tierra roja es sangre seca reclamando agua para ser verde)
Theo Barrios Grupo Literario Dementeazul - Eldorado (Misiones-Argentina)
------------------------------
0 comentarios:
Publicar un comentario
No ponga reclame, será borrado