la diaria
MARTES 03•FEB•09
Clasificadores se encadenan y ocupan la planta de la calle Burgues en solidaridad con sus pares de Canelones y en reclamo de un salario para salir del paso.
Ayer comenzaron las movilizaciones propuestas por Unión de Clasificadores de Residuos Urbanos Sólidos (UCRUS) en solidaridad con la cooperativa de Las Piedras Maritas II, que está
en conflicto con la Intendencia Municipal de Canelones (IMC), y en reclamo de un salario en carácter de subsidio ante la desocupación que padecen debido a la crisis económica. La medida
adoptada por el gremio de los clasificadores consistió en ocupar la planta de Burgues, denominada La Lucha, y cortar la calle a la altura de San Martín y Aparicio Saravia.
Los integrantes de UCRUS con las ONG CUI y San Vicente, y recordaron que ellos hacen un
trabajo “ecológico y ambiental que es necesario remunerar con un ingreso mensual”.
Patricia Gutiérrez, integrante de UCRUS que trabaja como clasificadora desde hace más de
treinta años, dijo a la diaria que la Comuna Canaria no respetó un convenio por el cual iba a repartir 72 mil pesos entre los clasificadores como forma de pago. Como no se llegó a recaudar ese dinero porque los circuitos limpios no eran suficientes, se hizo un reajuste del convenio y se acordó dar un sueldo de 3.600 pesos a los compañeros, que sería financiado por la Cámara de Comercio.
“Finalmente, cuando se llevó a cabo, la gente que se había ido para el CUI cobró el sueldo, y los
que se quedaron en la cooperativa Marita II no pudieron hacerlo”, sostuvo.
Por otra parte, Gutiérrez dijo que UCRUS está reclamando un salario para todos los clasificadores que se pague con el dinero recaudado por la Ley de Envases.
“La Ley de Envases es nuestra y está funcionando desde el 1º de enero”, dijo. Ella lo ve de la siguiente manera: “Todo lo que es plástico -la bolsita por la que hoy te cobran un peso- va para
la intendencia, la ONG San Vicente y el CUI; todo lo recaudado por impuestos al plástico va para
ellos. Nosotros lo reclamamos porque, como clasificadores, la basura siempre fue nuestra. Por
eso reclamamos un salario para los cinco mil y pico de clasificadores que están censados”.
El sueldo que piden por hacer el trabajo de clasificar la basura es de 8.500 pesos. Exigen clasificar ellos, en lugar de las ONG. José Balbo, del departamento de Limpieza de la IMM, alegó que en Montevideo no hay ningún dinero recaudado por concepto dela Ley de Envases, porque el sector empresarial aún no ha empezado a aportar. Y agregó que, “sin ningún lugar a dudas, cuando el sector empresarial comience a aportar, la IMM, junto al Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente-
Gutiérrez dijo que los integrantes de UCRUS no están asesorados por ningún sector político y que son ellos “y sus pulmones, nomás”. Dijo además que, gracias a la privatización de la basura, “salís a la calle a matar animales porque te recorrés toda la ciudad y no hacés veinte pesos
porque la materia prima no vale nada. Hace un mes, la botella de plástico valía entre 8 y 10 pesos el kilo. Ahora no la compra nadie, el que la compra paga a peso el kilo. El cartón estaba a 4 pesos y ahora está a 0,30. El metal [cobre] estaba 140 y ahora cuesta 40 pesos.
Se precisan entre 25 y 40 botellas para llegar al kilo de plástico. Dos carros para hacer treinta pesos.
Yo casi no salgo, voy directo al mercado para levantar un poco de verdura para la olla y algún
filete que tengo fijo. Salir a levantar a la calle como hacía antes yano tiene sentido”.
Balbo confirmó que, dada la crisis internacional y los precios a la baja del petróleo, las empresas
que trabajan con la materia prima que ellos juntan y venden -fundamentalmente derivados
del plástico- están muy vinculadas al precio del petróleo. “Cuando baja el petróleo, la mercadería
que ellos juntan pierde valor porque a la industria del plástico le conviene más comprar material
virgen”, explicó.
También Rafael Moreno, clasificador integrante de UCRUS, dijo que “la Ley de Envases nos
deja en la calle porque hay una baja de precios en el conjunto de las empresas y el envase no
vale nada, y lo estás pagando un peso más”. “Estamos haciendo un trabajo que tendría que hacer
la IMM. Estamos pidiendo un sueldo que tienen ellos en el bolsillo”, dijo.
Nada en limpio Gutiérrez mencionó que todas las semanas se reúnen con autoridades de la comuna capitalina, pero “es gastar de nuestros bolsillos para los boletos; nos reunimos todas las semanas con la División Limpieza, pero no sacamos nada en limpio”.
Campal subrayó que en Canelones hubo aplicaciones exitosas de la ley y se formaron cooperativas que recogen la basura en ciudades pequeñas. Pero el dinero no es para pagar salarios a cualquiera que diga “yo clasifico”.
Tiene que haber detrás una organización de acuerdo a los proyectos que cada departamento
quiera impulsar. Gutiérrez insiste. “Lo que queremos es que nos dejen trabajar
tranquilos, que nos dejen nuestra basura, que es nuestra.
Es una vergüenza que en este país tengamos que estar peleando por la basura. Llevo 32 años
en la basura y siempre estamos peleando por lo mismo. Hoy ellos se dan cuenta del valor que tiene y nos la quieren quitar. Queremos seguir clasificando en la calle como lo hicimos siempre.
Van a tener que seguir armando cárceles, si no ¿a dónde nos van a mandar? Queremos que la población se entere de cómo nos están judeando por ser un gremio pobre. Esto es judear a la
pobreza, jugar con el estómago de los pobres. No les importa si hay niños, no les importa nada”,
manifestó. ■
.
martes, 3 de febrero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario
No ponga reclame, será borrado