Astiz y Tigre Acosta ante la Justicia
“No sé de qué me habla”, dijo el represor argentino Alfredo Astiz, interrogado por la Justicia sobre los “Vuelos de la Muerte”. Tanto Astiz como el ex jefe de la ESMA, Jorge “el Tigre” Acosta se negaron a declarar, entendiendo fueron sobreseídos en la causa por la que comparecen en 1987, con las “leyes del perdón”.
El represor argentino Alfredo Astiz negó haber integrado grupos paramilitares que actuaron en la principal cárcel clandestina de la última dictadura (1976-1983), informaron fuentes judiciales.
Astiz y su superior en ese centro de detención, Jorge "el Tigre" Acosta, comparecieron este jueves ante el juez federal Sergio Torres, quien investiga los crímenes cometidos por el régimen militar en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) en los denominados "años de plomo".
"No sé de qué me habla", respondió Astiz a Torres cuando el magistrado lo interrogó sobre los "vuelos de la muerte", que tenían en la ESMA su punto de partida y mediante los cuales los detenidos de manera ilegal eran arrojados vivos al océano Atlántico.
Astiz y Acosta directamente se negaron a declarar cuando Torres les preguntó sobre la desaparición de la joven sueca Dagmar Hagelin, secuestrada en Buenos Aires en 1977 y quien estuvo cautiva en la ESMA.
Alfredo Astiz adujo que esta causa fue sobreseída en 1987 a raíz de la aplicación de las denominadas "leyes del perdón" a represores, que en 2003 fueron derogadas por el Parlamento y dos años después fueron declaradas "inconstitucionales" por la Corte Suprema.
En diciembre pasado, el máximo tribunal del país ordenó reabrir el caso siguiendo un dictamen de la Procuraduría, que estableció que la desaparición de la joven sueca era un delito de lesa humanidad y por tanto imprescriptible.
"Uno no puede decir que es un éxito que (los culpables) estén sentados frente al banquillo de los acusados después de 32 años", se quejó Ragmar Hagelin, padre de la joven, en declaraciones a la radio local Mitre desde Estocolmo.
"Nuestro objetivo es que el Estado, mediante su responsabilidad institucional con la sociedad, cumpla su cometido y sentencie y ponga a los asesinos donde deben estar, que es la cárcel", apuntó antes de indicar que hay tres hipótesis sobre el crimen de su hija.
"Una señala que fue asesinada e incinerada en la ESMA, otra que fue arrojada al mar desde un avión y la restante sostiene que el cuerpo está enterrado como NN en algún lugar desconocido", acotó.
Tanto Astiz como Acosta están detenidos, acusados de cientos de crímenes de lesa humanidad cometidos en la órbita de la ESMA, por donde pasaron unos 5.000 detenidos de manera ilegal, según los organismos de derechos humanos.
Sólo dos de esos crímenes cometidos hace más de tres décadas están listos para ser ventilados en un juicio oral, posiblemente a partir de septiembre próximo.
Se trata del caso del secuestro y desaparición de las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet, así como el asesinato del escritor y periodista argentino Rodolfo Walsh.
(Fuente: EFE)
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viernes, 6 de marzo de 2009
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