Se realizó el martes 3 de enero en Plaza Cuba de Montevideo, un acto de conmemoración de los 53 años de la Revolución Cubana, donde fue leído el siguiente saludo de Coordinación Hasta la Victoria en presencia de medio centenar de personas:
53 años de Cuba Revolucionaria
“JUNTARSE” es la palabra del mundo
“Un pueblo no es independiente cuando ha sacudido las cadenas de sus amos, empieza a serlo cuando se ha arrancado de su ser los vicios de la vencida esclavitud, y para una patria y un vivir nuevos, alza e informa conceptos de la vida radicalmente opuestos a la costumbre del servilismo pasado, a las memorias de debilidad y de lisonja que las dominaciones despóticas usan como elementos de dominio sobre los pueblos esclavos”. “Juntarse: ésta es la palabra del mundo…” (José Marti / Cuba, 28 de enero de 1853 – 19 de mayo de 1895).-
No hay país dominado por la burguesía, que no sufra las dramáticas consecuencias dejadas por más de un siglo de rapiña organizada desde la rosca monopólico-financiera internacional.
El imperialismo llevado a los extremos actuales, nos dice que todavía no hemos podido superar el último capítulo de lo que no es exagerado calificar como pre-historia de la humanidad:
Junto a los magníficos avances de la técnica y la tecnología y las portentosas capacidades de las fuerzas productivas, co-existen manifestaciones de profunda inmoralidad y abrumadora escasez de sentimientos solidarios elementales.
El capitalismo monopólico nos ha colocado culturalmente en épocas anteriores al uso del taparrabos, el fuego y la rueda.
En lo que en cierto modo sigue siendo la capital imperial capitalista --los mismos EE.UU. de Norteamérica que nos han pintado como “paraíso terrenal” del modo de vida burgués--, los índices de pobreza alcanzan a casi el sesenta por ciento de la población.
El “paradigma” yanqui compite en desigualdad social y corrupción con la desastrosa situación de Grecia, España, Italia y Portugal.
En todas partes, el modo de vida burgués es en realidad sinónimo de espantoso modo de vida en decadencia, signado por brutales contrastes entre condiciones infrahumanas de sobrevivencia y la vida parasitaria de un grupúsculo de magnates alienados en sus delirios de grandeza.
En todas partes, reina el descontento popular creciente con cada vez más frecuentes explosiones sociales que condenan al modo de producción capitalista y reclaman de hecho una alternativa universal de verdadero progreso y desarrollo fundados en valores éticos que jamás pudo ni podrá exhibir el capitalismo.
El polo opuesto a este deprimente y explosivo cuadro mundial, sigue siendo el ensayo removedor ocurrido desde el 1º de enero de 1959 a apenas 170 kilómetros al sur de los EE.UU.
Asediada sin tregua desde esa fecha, la República de Cuba cumple 53 años de heroica resistencia a los sucesivos embates imperiales.
Vanguardizada por los EE.UU., la rosca monopólica sigue buscando quebrar moralmente al pueblo cubano, mientras los demás pueblos oprimidos empiezan a ver en su dura pero vivificante experiencia, el camino de la emancipación y la libertad que el capitalismo les niega.
No es que Cuba sea el “paraíso terrenal” del modo de vida socialista.
Las tremendas dificultades impuestas por un bloqueo económico criminal sostenido durante más de medio siglo, han obstaculizado el avance revolucionario.
Cuba no es ningún “paraíso terrenal”, pero es, sí, el ejemplo histórico viviente de cómo las reservas morales proletarias, la fe popular en la causa revolucionaria y el arraigado patriotismo de un pueblo resuelto a no volver al esclavismo, constituyen las principales armas con que se puede enfrentar a la mafia imperialista y sortear sus perpetuas y arteras zancadillas, a plena conciencia de que ninguna dificultad del proceso emancipador socialista es siquiera comparable a las despiadadas condiciones de vida del sistema capitalista.
Por cierto que el pueblo cubano no es un pueblo conformista. Pero tampoco es un pueblo tonto.
Los hechos concretos lo muestran a diario desde 1959: la realidad cubana es tan distante y distinta de la realidad del modo de vida burgués, que del primer al último cubano tienen plena y elemental comprensión del impresionante triunfo humano que significa haber logrado que en Cuba no haya nadie –absolutamente nadie— pasando hambre o muriendo por ausencia de asistencia médica.
Las mujeres y los hombres de Cuba han debido rectificar más de una vez emprendimientos que no fueron los más adecuados. Han tropezado con escollos que solamente pueden superarse en un proceso auténticamente revolucionario; han tropezado y vuelto a erguirse con la determinación y el carácter de quien se sabe hacedor de su propio destino y poseedor de convicciones que los enemigos del pueblo trabajador jamás podrán poseer.
Hoy, Cuba representa para todos los pueblos oprimidos, la posibilidad de superar los estragos de un sistema que en su caída pretende engañarnos con la idea apocalíptica de que no nos queda otra que resignarnos a sobrevivir en la angustia eterna, sufriendo de por vida las secuelas antihumanas del modo de vida burgués.
Cuba desmiente al imperialismo en todo, pero también cuestiona totalmente las prédicas y las conductas derrotistas que sueñan con convencernos de que debemos intentar “un capitalismo menos salvaje”, reeditando viejas y vergonzantes recetas político-económicas que durante más de medio siglo no han hecho otra cosa que acentuar la dependencia y las injusticias, y colocándonos en esta crisis capitalista definitiva, que significa más penuria y más miseria para los pueblos, y más enriquecimiento y privilegios para la casta inservible adueñada de todo en todas partes.
A 53 años del triunfo revolucionario cubano y a comienzos de un 2012 que nace con la acentuación del desbarranque inevitable del sistema capitalista, “JUNTARSE; ÉSTA ES LA PALABRA DEL MUNDO…”, como nos advertía José Martí hace ya más de un siglo.
JUNTARSE, es el mejor saludo fraterno a Cuba Revolucionaria y la mejor manera de abrazar y respaldar como hermanos a las mujeres y los hombres del pueblo cubano, mientras imperialistas y derrotistas tratan de hacernos ver que Cuba y el socialismo son imposibles, y, para “demostrarlo”, día a día tratan de acentuar la división entre quienes sabemos muy bien que no hay más futuro que la Revolución Socialista.
JUNTARSE, seguir juntándonos como el pueblo cubano –por encima de pequeñeces--; JUNTARSE para corregir y avanzar, ES LA PALABRA DEL MUNDO, hoy más que ayer.
¡Viva Cuba Revolucionaria! ¡Viva la Revolución de todos los pueblos!!!. ¡Viva la presencia Compañera de hombres como José Martí y José Artigas!!!.-
Coordinación Hasta la Victoria, Montevideo, 1° de Enero de 2012.-
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