Fuerzas de la MINUSTAH introdujeron el cólera en Haití
Datos del 18 de diciembre de 2011: 6.992 muertos, 521.195 casos.
Marineros uruguayos que abusaron al joven haitiano en libertad
Fuerzas de la MINUSTAH abocados a la reconstrucción del siniestro ejército "Tonton macoute"
Los Tonton Macoutes y el orden impuesto a machetazosLos delirios de persecución de Duvalier aumentaban cada día más, al mismo tiempo que había levantado una insipiente oposición a su gobierno debido a la evidente condición de locura del presidente. Por eso motivo, el trastornado mandatario creó en 1959 la Milicia de Voluntarios para la Seguridad Nacional- una especie de Camisas Negras de la Italia fascista -, organismo que tenía el propósito de eliminar cualquier atisbo de oposición al gobierno de Duvalier de una forma brutal con el fin de impactar y asustar a la población de la mayor manera posible.
Es necessario un ejército en Haití?
La creación de la nueva fuerza costaría 95 millones de dólares y que para ello se espera contar con el apoyo de Brasil, Francia, Estados Unidos y de la Minustah
3 de Enero 2012
Pros y contras de un ejército en Haití
De Haití, todo el mundo conoce dos cosas que muchos medios de comunicación repiten sin cesar: que es el país más pobre de América Latina y que es un “Estado fallido”. Poco más solemos escuchar de aquel país, a menos que sufra una tragedia como el terremoto del que pronto se cumplirán dos años. Del resto de cosas que suceden en aquel país apenas oímos nada. Y hay una cuestión a la que queremos referirnos hoy; la del más que posible restablecimiento de un ejército que fue suprimido en el año 1995, y que el presidente Martelly y la mayor parte de las fuerzas políticas, y muchos sectores sociales haitianos, quieren ver de nuevo en el país. La clara posición conocida ayer por parte de la Comisión creada al efecto por el presidente acelera las cosas y abre el año haitiano, dos años después del terremoto, con otro seísmo, esta vez en la arena política.
Un ejército con una historia nada ejemplar
La historia del ejército de Haití (Fuerzas Armadas Nacionales de Haití), especialmente durante la larga dictadura de los Duvalier, es una historia de crímenes y de atrocidades de todo tipo que contribuyeron a la perpetuación del régimen dictatorial y a la creación – junto a los grupos paramilitares de los Tonton Macute- de un sistema de terror que, gracias también al apoyo internacional, permaneció en el poder varias décadas. La llegada al poder tras elecciones democráticas de Jean Bertrand Aristide en 1991, y su reposición en el año 1994 tras una intervención militar estadounidense con mandato de Naciones Unidas tras el golpe de estado del mismo año 1991, aconsejaron la decisión de suprimir un ejército que, no solo no era garante de las libertades, la democracia y la Constitución, sino que trabajaba en contra de ellas. No olvidemos que fue el Jefe del Estado Mayor del ejército, Raoul Cédras, quien encabezó el golpe. Desde esa época, Haití ha carecido de un ejército propio y, si bien, la Policía Nacional Haitiana (PNH), también muy vinculada con el régimen de los Duvalier, ha experimentado grandes modificaciones en su mando y estructura, la conveniencia o no de volver a tener un ejército forma parte consustancial de los debates en el interior del país. Máxime cuando en Haití se encuentra desplegada la MINUSTAH (Misión de Estabilización de la ONU) que, de facto, se encarga de muchas de las labores que desempeñaría en cualquier régimen político el ejército.
La aparente “normalización” del país durante el año 2011, con la finalización del largo y complejo proceso electoral y la toma de posesión tanto de un nuevo presidente como de primer ministro, unido a las críticas a la presencia militar internacional en el país, que por muchos es vista como una indignidad intolerable, ha hecho que en los últimos meses el debate se haya reabierto e incluso se hayan dado pasos para que la recreación del ejercito haitiano sea una realidad próximamente. La creación de una Comisión especial al efecto y el hecho de que este punto fuera claramente incluido en el programa electoral del actual presidente Martelly dejan poco espacio a la duda.
Posiciones a favor y en contra de la restauración del ejército
Hasta ahora, la mayor parte de las posiciones contrarias a la recuperación del ejército han tenido que ver con el coste. Los más de 95 millones de dólares que según el actual presidente costaría la puesta en marcha de la iniciativa, serían, sin duda, más eficaces a corto plazo si se usaran en la mejora de la salud, los servicios de agua y saneamiento y las inacabables –en realidad, apenas empezadas– tareas de reconstrucción. Esta ha sido la posición hasta ahora del principal partido del país, INITE encabezado por el ex presidente Préval, que, en realidad, no quería tomar una posición clara al respecto aplazando sine die la decisión. Y este énfasis en el coste de la iniciativa ha sido y es la posición de la mayor parte de la comunidad internacional. Máxime cuando Haití vive a expensas de los donantes internacionales y no tiene ni tendrá en un periodo razonable suficientes recursos propios.
Sin embargo, lo económico, incluso en la situación de Haití, no debe ser el elemento fundamental. El coste anual de la MINUSTAH ronda los 800 millones de dólares que son pagados por los países que contribuyen a la misión de paz y por otros donantes.
Por otra parte, no hay que olvidar que sectores de las antiguas fuerzas armadas han revindicado durante estos años sus “derechos” y han organizado en ocasiones revueltas y movilizaciones.
"Enemigos del desarrollo"
Para otros, el tema es más de fondo y tiene que ver con el propio papel de las fuerzas armadas en la región. El ex presidente de Costa Rica Oscar Arias lo resumía recientemente con mucha claridad: “En América Latina, la mayoría de ejércitos son enemigos del desarrollo, enemigos de la paz y enemigos de la libertad”, asegurando, además, que las décadas en que Costa Rica no ha tenido ejército le ha permitido ser visto como un “aliado”, cuando Nicaragua y Panamá han tenido gobiernos dictatoriales. Y si el caso de Costa Rica puede servir de ejemplo, también es cierto que los problemas de seguridad a los que se enfrente Haití son muy diferentes.
Una de las propuestas de muchos analistas es la de fortalecer el papel de la policía (la PNH) haciendo que, como en el caso de Costa Rica, ésta juegue funciones más amplias en materia de seguridad ciudadana. Según lo previsto por Martelly el ejército comenzará con la contratación de un primer contingente de 3.500 hombres en los primeros meses del 2012 que servirá para combatir al narcotráfico y al crimen organizado ¿No son éstas tareas habituales de la policía?
Riesgos del rearme
Por otro lado, la creación de un nuevo ejército en la región es vista por muchos como un elemento adicional de rearme y por consiguiente de nuevos riesgos. Guarionex Rosa, antiguo embajador de República Dominicana en Haití y actual analista político, teme que “la reinstauración del ejército haitiano desate una nueva e innecesaria carrera armamentista en el Caribe, sobre todo con República Dominicana”.
En cualquier caso, la pregunta que se debe responder es la de quien provee la seguridad en Haití. Y cuando hablamos de seguridad hablamos de “seguridad humana”, entendida como la que hace más seguras las vidas de las personas. No los intereses de los estados. Y en esa seguridad, y más en el caso de Haití, los ejércitos, ni propios ni foráneos, no han demostrado ser muy útiles.
Lo que necesita Haití no es un ejército
Y la ayuda donde está?
Millones de dólares al pedo
El País Lunes 02.01.2012
Gobierno reconoce atraso en pago de US$ 10: por la misión en Haití
ONU. Militares esperan hasta seis meses para cobrar sueldos y viáticos
Más US$ 10 millones por concepto de sueldos y viáticos de Naciones Unidas adeuda Defensa a unos 900 militares que integraron la última misión de paz en Haití. El diputado Gonzalo Novales criticó al gobierno por el atraso en los pagos.
Según fuentes castrenses, el Estado uruguayo demora casi un semestre para abonar a los soldados el sobresueldo y los viáticos, lo cual afecta al militar que integró una misión de paz de las Naciones Unidas.
El viernes 23 arribó a Uruguay el último vuelo proveniente de Haití con efectivos uruguayos.
Un militar del escalafón más bajo percibe unos $ 8.000 nominales por su tarea en el cuartel. En caso de optar por integrar una misión de paz en Haití, las Naciones Unidas le pagan un sobresueldo de unos US$ 800 dólares mientras dura la misión -nueve meses- y un viático que equivale a un 50% de su salario en Uruguay. Es decir, unos US$ 200.
Las fuentes explicaron que, al regresar al país y en un lapso de cuatro a seis meses, el soldado percibe varias cuotas de unos US$ 1.200 por su estadía en Haití. Por su parte, fuentes del Ministerio de Defensa afirmaron a El País que la ONU paga al gobierno uruguayo por vehículo y efectivos que éste transporta en las misiones.
Reconocieron que hay un atraso de entre tres y cuatro meses y que ello se debe a la burocracia estatal: la orden de pago a los soldados pasa por distintas reparticiones de Presidencia de la República, Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Ministerio de Defensa y Tribunal de Cuentas de la República (TCR).
Según las fuentes, las denuncias de irregularidades en los fondos de la ONU en la Armada Nacional generaron recelo en jerarcas castrenses que autorizan gastos en las respectivas fuerzas militares y ello conlleva a un incremento de los controles de los mismos.
DIFICULTADES. En tanto, el diputado nacionalista por Soriano Gonzalo Novales, por medio de su secretaría, nuevamente realizó gestiones ante el Ministerio de Defensa Nacional para que se concrete, a la brevedad posible, el pago que le abona el Ministerio de Defensa por concepto de viático (50% del sueldo) a los militares que concurren a las misiones de Paz.
"Los militares que retornaron recientemente de la misión de paz en Haití, que tuvo una duración de nueve meses, no han percibido -por ningún mes- el monto correspondiente a viáticos", señaló Novales
El legislador advirtió que, a raíz de esta deuda, las familias de los militares "están pasando dificultades" económicas.
"En muchos casos, teniendo en cuenta el incremento de sus salarios que obtendrían con su participación en las misiones, las familias contrajeron obligaciones que luego no pudieron enfrentar dado el atraso en el pago, o se vieron en la necesidad de solicitar créditos a tasas de interés muy altas para poder cumplir con los compromisos asumidos", indicó el parlamentario blanco.
Desde la secretaría del ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro, se informó a Novales que, si bien la deuda existe, se estarían realizando todos los trámites de rigor para lograr el pago de estas sumas.
Misiones: diferencia económica sustancial
Los militares uruguayos de cualquier grado se inclinan por las misiones de paz para hacer una diferencia económica que le permitan salir de deudas, comprarse un terreno o una casa, explicaron a El País fuentes castrenses.
En Haití, el primer contingente uruguayo concurrió en el 2004. Se trató de un batallón de unos 400 efectivos. A partir del 2005, dos batallones integran la fuerza de paz aportada por Uruguay: unos 900 hombres.
Según las fuentes, en una misión un soldado raso percibe un sobre sueldo de unos US$ 800; un cabo, US$ 1.000; un sargento, US$ 1.100; un oficial, entre US$ 1.700 y US$ 1.800; un coronel, US$ 3.200 y un jefe de una base, US$ 4.000. Hay casos de soldados que integraron hasta tres misiones de paz de ONU.
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