La periodista de investigación española y
experta en el Club Bilderberg, Cristina Martín Jiménez, explicó los
alcances que tiene esta institución en el mundo, con énfasis en Europa y
Uruguay.
Martín Jiménez repasó los comienzos del
Club, quiénes lo integran, cómo funciona y cuáles sos sus objetivos.
Dejó entrever que el Presidente de la República, el Doctor Tabaré
Vázquez, no forma parte de éste ya que "hay otra masonería, la
mundialista que está por encima, que es la que está integrada por
miembros del Club Bilderberg". Además agregó que "yo no creo que integre
el núcleo duro, otra cosa es que el Club esté moviendo los hilos de la
política uruguaya a través de él".La investigadora sevillana está presentando su libro "Los amos del mundo al acecho. ¿Uruguay en la agenda del Club Bilderberg?". En este trabajo aborda los vínculos que posee el poderoso grupo secreto con nuestro país.
Mujica introdujo en Uruguay a Bilderberg
Ver ademas:
http://elmuertoquehabla.blogspot.nl/2013/09/rockefeller-y-su-peligrosa-eugenesia.html
Con Cristina Martín, autora de “Los amos del mundo al acecho”
Hermanos de la coneja
“Los uruguayos hoy sois conejillos de
indias del Club Bilderberg”, afirmó a Montevideo Portal la periodista
española Cristina Martín, autora de Los amos del mundo al acecho.
"Es un grupo conformado por parte de la
elite mundial, especialmente la occidental. Surge después de la Segunda
Guerra Mundial, en plena Guerra Fría, ante la preocupación de los
grandes industriales de ambos lados del Atlántico, debido a que no
estaban trabajando conjuntamente acerca de su gran enemigo de entonces:
el comunismo. Temían que la expansión comunista les quitase el poder y a
que finalmente fueran ellos los que controlasen el mundo", describe
Martín los orígenes del Club Bilderberg.
"Se pusieron de acuerdo para tener estrategias a corto, mediano y
largo plazo, que les permitieran dominar el mundo, porque ese es el
objetivo de Bilderberg", enfatiza.
Con raíces en organizaciones preexistentes, el Club Bilderberg nació
oficialmente en 1954, durante una reunión en el Hotel Bilderberg, en la
localidad holandesa de Ostende. El lugar del encuentro inaugural dio
nombre a la entidad.
Oficialmente, el Club Bilderberg no pasa de una reunión de personas
influyentes del mundo de la política, la industria y las finanzas, que
se dan cita anualmente en un clima distendido para intercambiar en un
marco informal ideas y proyectos. Todo ello a puertas cerradas y sin que
se comunique a la prensa o la opinión pública nada de lo que sucede en
sus salones.
Ese pretendido carácter inocente ha sido negado por numerosos
detractores, que afirman que el Club en realidad no es ni más ni menos
que un Gobierno global en la sombra, diseñado por plutócratas y "gentes
principales", una institución conspirativa que pretende anular las
libertades individuales y el poder soberano de las naciones, en aras de
un Gobierno mundial que puedan controlar con puño de hierro.
Banqueros
como los Rockefeller y los Rothschild, depredadores de la política
internacional como Henry Kissinger, son algunos de los miembros
connotados del club, cuya nómina incluye a magnates, funcionarios de
Gobierno y de organismos multinacionales, pensadores, zares de la banca y
hasta periodistas. Eso -advierten quienes han investigado el tema- sin
contar los invitados y miembros que prefieren no figurar en las listas
oficiales.
Y si bien su antiguo enemigo comunista ya no es lo que era, los
Bilderberg siguen en activo. "Continúan avanzando, se van adaptando y
adelantándose a los tiempos. Ellos quieren dominar la globalización, ser
la Elite de la globalización", afirma Martín, quien visitó nuestro país
para presentar la edición uruguaya de su obra, que cuenta con un
apartado y un subtítulo propio: "¿Uruguay en la agenda del Club
Bilderberg?".
¿Secreto o clandestino?
En su obra, Martín señala que el grupo se reúne "de forma
clandestina". Sin embargo, el Club no es clandestino ni ha sido
declarado ilegal en ninguna parte del mundo. Merced a investigaciones y
filtraciones, el hermetismo absoluto se ha resquebrajado un poco,
obligando a los Bilderberg a mostrarse -al menos en apariencia- menos
enigmáticos. De hecho, el club ya cuenta con su propia página web,
aunque no se puede decir que desborde información.
"Cuando publiqué mi primer libro, ‘El Club Bilderberg, los amos del
mundo', en el año 2005, esa página web no existía y no se informaba de
las reuniones de Bilderberg. Pero luego todo ya fue tan evidente, se
hablaba tanto de la reunión anual, que al menos una nota tenían que
hacer", explica.
"En 2011 lanzan la página web, que es muy escueta: una lista de
asistentes días antes de la reunión, donde no figuran todos los
participantes, y una lista muy somera de los temas que van a tratar".
Así, si bien la reunión no es clandestina en el sentido literal del
vocablo, su clandestinidad reside en que "asisten de forma secreta
muchos de los presidentes que nos gobiernan, comisarios europeos,
personas que supuestamente nos representan, pagadas por nosotros, y que
mantienen un secreto y se reúnen a espaldas del mundo sin que la prensa
-uno de los pilares de la democracia- tenga acceso alguno", enumera.
Una vez finalizada cada reunión "no hay un comunicado de prensa
posterior, ninguna información, ni siquiera en términos generales...
nada. ¿Qué es lo que tienen que ocultar?", se pregunta la autora. "De
hecho, en la página web hay un email para comunicación de prensa, al que
yo he escrito varias veces y jamás me han respondido".
Una de detectives
Cristina Martín fue puesta tras la pista del selecto club un poco por
casualidad. "La información me llegó de parte de una colega, durante
una reunión informal en una cafetería". Esta colega la puso al corriente
de un poderoso y enigmático grupo que se reunía anualmente, y que
-según se decía- había estado por detrás del proceso de unificación
europea y luego de la creación de la moneda euro.
"Desde mi época
universitaria siempre me había interesado saber qué había detrás de los
políticos, las razones por las que se aprobaban determinadas políticas y
otras no, el manejo de la Salud Pública, la Educación... Y analizando a
los Bilderberg encontré respuestas incluso a preguntas que no me había
hecho".
Sin embargo, obtener información consolidada acerca de tan esquiva organización no es tarea fácil ni segura.
"Hay que hacer un trabajo casi detectivesco, mi metodología como
periodista es trabajar como una detective", dice. Buena parte de esa
ardua tarea consiste en "seguir las escasas declaraciones de prensa" de
todos los involucrados, "saber lo que dicen unos y otros y saber así qué
políticos, empresarios o industriales -más allá del Gobierno o sector
al que pertenezcan- están lanzando el mismo mensaje. Con esa
información, el investigador puede concluir que hay una coordinación,
una ideología común, porque todas esas declaraciones son de personas que
te las encuentra después en Bilderberg".
El sueño de un mundo unido
Tal como se señala líneas arriba, el Club Bilderberg ha sido señalado
como el demiurgo que, detrás de las bambalinas, creó la Unión Europea y
el euro. Estas instituciones no son "malas" per se. Sin embargo, para
la autora lo peligroso son los mecanismos de trabajo del Club, que
serían "siempre de espaldas a la gente y contra la gente".
"Realmente sería estupendo que hubiese algo así como un Gobierno
mundial que aprobara normas positivas para las personas... pero cuando
ves cómo trabaja esta gente, resulta evidente que no son el camino",
afirma.
"¿Por qué los promotores de este posible Gobierno mundial se
reúnen a escondidas? ¿Qué es lo que hacen y cómo lo hacen? ¿Están
pensando en el pueblo o en ellos mismos?", interroga.
"Nosotros (España) estamos atravesando una crisis muy seria desde
2008, de la que ya se hablaba en la reunión del Club Bilderberg de 2006
en Canadá, donde se advirtió a los presentes de lo que se venía. Las
soberanías nacionales y las políticas nacionales las ha dirigido
Bilderberg a través de la Troika, cuyos tres puntales son Jean-Claude
Trichet, Christine Lagarde y José Durao Barroso", todos miembros
destacados del club secreto. "Las políticas que tenían que aprobar los
Gobiernos provenían de Bilderberg, y no han tenido en cuenta a la
población de esos países, sólo los números. En este laboratorio de
Gobierno mundial sólo se ha tenido en cuenta el dinero, y cuando ves que
lo último que les importa son las personas, no quieres un Gobierno
mundial dirigido por ellos".
Elite versus pueblo
En un Occidente regido mayoritariamente por Gobiernos democráticos,
el parecer popular debería ser el motor de las políticas de Gobierno,
más allá de los deseos de cualquier grupo de poder. Sin embargo, para
Martín no ocurre tal cosa.
"En una democracia que funcione bien tiene que haber libertad de
prensa, información, y no la hay. Los grandes grupos de prensa son
propiedad de multinacionales, bancos, fondos de inversión, todos parte
de Bilderberg, y por lo tanto no permiten que nos informemos
debidamente", destaca la escritora.
"Para que haya una democracia tiene que haber una muy buena
educación, conocimiento, la gente tiene que conocer su historia, saber
cómo funcionan los medios de comunicación. De lo contrario sucede lo que
resumía muy bien Malcolm X: te harán odiar al oprimido y amar al
opresor".
En la actualidad, "los medios de comunicación están tildando de
dictador a tal o cual, pero por intereses económicos y geoestratégicos",
lamenta.
"El último paso en una democracia es ir a las urnas, y si
no estás ben informado y si no tienes educación -en el sentido de
cultura- no estás informado, pierdes capacidad de juicio, no estás
votando libremente".
Una mano negra en la estantería
"Este libro, quitándole el capítulo sobre Uruguay y algunas
actualizaciones puntuales, es mi tercera obra, que fue retirada del
mercado, desapareció sin que hasta ahora yo sepa por qué", relata
Martín. La obra salió en 2010, año en que el Club Bilderberg se reunió
en España, más precisamente en la localidad barcelonesa de Sitges. La
institución ya había elegido a ese país en 1989, cuando el encuentro se
produjo en el balneario gallego de La Toja. (Las reuniones Bilderberg
suelen evitar las grandes ciudades, y siempre se realizan en hoteles que
cuenten con campo de golf).
En ese libro "hablaba de Obama, porque en aquel tiempo todo el mundo
estaba entusiasmado con él y yo contaba que en realidad era un títere de
Bilderberg y lo habían puesto allí para hacer la guerra con los países
islámicos, y hoy es un hecho palpable", asegura Martín, en cuya obra
también niega fenómenos como el cambio climático o la gripe A, frutos de
la propaganda Bilderberg para generar miedo y crear supuestos problemas
globales que requieran también una solución global.
Cuando el libro salió finalmente a la venta, fue retirado súbitamente del mercado.
"Para un periodista lo peor que puede ocurrir es que te quiten tu
libro, tu voz, es como un castigo. Te quedas traumatizada. Yo llegué a
creer que no iba a poder seguir escribiendo, fue un palo muy gordo, y
más porque ocurrió sin explicación alguna", rememora.
Más allá de ese duro golpe, Martín no recibió otro tipo de presiones
ni amenazas, fuera de las advertencias de personas preocupadas por verla
meterse en un tema tan reservado.
"En 2004, cuando preparaba mi
primer libro, un entrevistado me advirtió que no escribiera sobre
Bilderberg, que era peligroso, que me buscaría problemas, que el libro
lo iban a quitar del mercado", cosa que al cabo ocurrió con su segunda
obra.
"Es lo que nos toca a los periodistas: el poder siempre ha estado enfrentado con el periodismo", sintetiza.
Uruguay y el Bilderberg
"En la actualidad, Uruguay está siendo un laboratorio estupendo para
Bilderberg, porque es un país de poco más de tres millones de
habitantes, pequeño, fácil de cuantificar, de introducir variables y ver
cómo reacciona la gente", asevera Martín, puntualizando que nuestro
país "es un laboratorio en dos temas: la marihuana y el aborto". "Los
uruguayos sois hoy conejillos de indias de Bilderberg, de políticas que
vienen de Bilderberg", declara.
"La fundación Rockefeller está trabajando en pro del control de la
natalidad y diseñando políticas eugenésicas; vemos a Bill Gates con las
vacunas en África controlando la superpoblación. En el memorándum 200,
firmado por Kissinger en el año 1974, ya se cuenta que uno de los
métodos más eficaces para controlar a la población es el aborto", suelta
en rápida sucesión.
Interrogada acerca de las razones por las que el club realizaría
semejante experimento en un país de población envejecida y con un
crecimiento demográfico ya estancado, y sobre el hecho de que la
despenalización del aborto fue una vieja reivindicación de sectores
sociales que en principio no casarían mucho con las ideas del Club,
responde:
"Cuando cruzas el umbral de Bilderberg ya no hay izquierda ni
derecha, su interés es el poder. En mi país han apoyado a presidentes de
izquierda y de derecha, y además ese es uno de los elementos
principales del club, invitar a gente de diversas ideologías y perfiles,
para que vean que el mundo es otra cosa". Asimismo, señala que "en
Europa el crecimiento demográfico también está estancado" y las
entidades a favor del aborto "son muy combativas".
Posteriormente, manifiesta su extrañeza acerca de que el presidente
Vázquez "sea tan tajante con el tabaco y a su vez permisivo con la
marihuana", y destaca negativamente la postura gubernamental en el tema
educación sexual donde -en su opinión- la Iglesia Católica fue censurada
en nombre de la laicidad. A ese respecto, la obra cita esta nota de Montevideo Portal.
"Si la Iglesia Católica se inmiscuye está contra la ley, que es laica
y así está en la Constitución. En cualquier país donde la Constitución
es laica se le puede prohibir a la Iglesia manifestarse acerca de según
qué temas porque puede ir en contra de esa Constitución. Ese es un
experimento maravilloso", condenó.
Además, recordó que el Club Bilderberg "funciona de forma masónica", y
la masonería -de la que forma parte el actual mandatario uruguayo- "es
enemiga acérrima de la Iglesia Católica". "Surgió para quitarle el poder
a la monarquía y a la Iglesia" pero a una parte de esta última "no
lograron meterla en su saco". "Imagínate qué arma tan poderosa, si a la
Iglesia la callas de esa manera", considera.
Para Martín, los argumentos esgrimidos por quienes promueven la
despenalización del aborto -"seguridad sanitaria de la mujer, combate a
un aparato clandestino donde las personas pobres corrían riesgos,
libertad de decisión de la embrazada, etc."-, "no tiene por qué ser los
reales", e insiste: "Tendrían que tener en cuenta a la Fundación
Rockefeller, el ya mencionado Memorándum 200, y yo no escucho nunca a
estas mujeres -aquí o en Europa- manejar esas informaciones. ¿Por qué
las ignoran? Se supone que el aborto es algo progresista, pero si os
vamos al punto de vista de la sociología, no es progresista que un país
se quede sin habitantes por falta de nacimiento" (sic).
Interrogada acerca de su postura al respecto, Martín dice no estar "a
favor ni en contra" de la despenalización del aborto, sino en procura
de que "se informe todo" y no sólo se ofrezca una parte de la
información disponible. "Hay que tener en cuenta que ya en el año 1992
Rockefeller se fue a la ONU y culpó al crecimiento demográfico de la
pobreza en el mundo, esas cosas hay que contarlas, toda la información
tiene que estar disponible".
Sobre la marihuana
¿Cuál podría ser el interés del Club Bilderberg en el proyecto uruguayo de regulación de la marihuana?
"Se trata de un laboratorio donde todos los uruguayos sois conejillos
de indias. Lo han dicho Rockefeller, George Soros y hasta Mujica. Como
ciudadana, yo no querría que mis hijos fueran cobayos en esto, porque lo
que ellos pretenden es regular el mercado, acabar con ese narcotráfico
ilegal que no controlan". En ese sentido, señala las declaraciones de
David Rockefeller, quien recuerda que su padre, John D. Rockefeller,
siempre lamentó el error cometido con las medidas prohibicionistas del
alcohol que impulsó, conocidas popularmente como "Ley Seca".
"El alcohol es una droga, una de las más dañinas del mundo, y en
cuanto a la marihuana, aquí en Uruguay no se está advirtiendo de sus
efectos negativos, que tiene muchas enfermedades, psicosis... Permítele
abiertamente un joven que fume cuando el padre intenta prohibírselo,
mientras en la calle y en la tele le dicen que es legal y que es bueno
para las enfermedades... Es una guerra contra los padres también" (sic).
En cuanto a los beneficios que el sistema uruguayo podría tener en
cuanto a la lucha contra el narcotráfico y consumo seguro y controlado,
Martín aduce que "hay mucha gente que antes no se planteaba fumar droga
porque pensaba que era algo malo y ahora te dicen que es algo
beneficioso para la salud, que hay estudios que dicen que es bueno para
los enfermos... La perspectiva cambia".
Ante semejante situación, los pronósticos de la autora no son auspiciosos.
"Va a aumentar el consumo, y los consumidores no estarán informados
del daño que tiene eso. Porque Soros y Rockefeller no informan que esto
tiene un daño, que no es gratis y que muchos padres, muchos jóvenes
uruguayos lo van a pagar, van a sufrir por esta ley. Yo pretendo sacar a
la luz lo que esa gente (Bilderberg) no quiere contar".
Ni frío ni calor
Para la autora, el tan cacareado cambo climático "es un invento" en
cuanto a "la retórica y argumentación que utilizan, hablando del cambio
climático provocado por el hombre".
"Yo he entrevistado a muchos
estudiosos del clima, que dicen que el clima es algo cíclico y va
cambiando, pero nada de eso es provocado por el hombre. Por mucho CO2
que emita, el hombre hoy no tiene capacidad para ello, y hay documentos
que desmontan esas teorías".
Según Martín, instalar la idea de un cambio climático es útil al Club
"para generar miedo" e instalar en la agenda un problema global, que
requiera a su vez un Gobierno global que lo resuelva.
Entrevista y fotos: Gerardo Carrasco/Montevideo Portal
Montevideo Portal | Gerardo Carrascogcarrasco@montevideo.com.uy
>>> Debate sobre los poderosos
Esta clarissimo
ResponderEliminarComo nos vendió el fachoamplio en bandeja a estos buenos muchachos.
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