En el marco de la visita oficial a China, la ministra Cosse se reunió con la empresa pesquera Shandong Baoma.
La ministra Carolina Cosse integra la
gira oficial en China que, encabezada por el presidente Tabaré Vázquez,
mantiene diversas reuniones en ese país, y está integrada por
autoridades, empresarios y trabajadores de Uruguay. En ese marco, Cosse
se reunión con la empresa pesquera Shandong Baoma.
La empresa viene desarrollando un proyecto para la construcción de un
puerto pesquero en Montevideo. La inversión superaría los 200 millones
de dólares y emplearía unas 500 personas. El objetivo es asentar una
base logística para la reparación, mantenimiento y suministro de las
flotas pesqueras del Atlántico Sur
El plan comprende principalmente la construcción de un muelle para el
transporte de productos acuáticos, un astillero de fabricación y
reparación de barcos, una fábrica de manufacturación de hielos para la
congelación de productos marítimos, un depósito de petróleos, edificios
de oficinas y viviendas.
Para
facilitar el desarrollo del proyecto, el MIEM se comprometió a
coordinar las reuniones necesarias con todas las instituciones
nacionales que podrían vincularse a la iniciativa.
Como parte de la misión encabezada
por el Presidente Tabaré Vázquez a China, la ministra Cosse firmó, o lo
hará en las próximas horas, varios memorandos de entendimiento y planes
de acción con varias carteras de gobierno.
En el caso del Ministerio de Industrias y Tecnologías de la Información
está previsto que se suscriba un convenio de cooperación bialteral en
innovación y en el área de automotores, informó la titular de Industria,
Energía y Minería de Uruguay.
Como resultado positivo de las conversaciones mantenidas, Cosse dijo
que Liu expresó la posibilidad de que China instale empresas "empresas
dado que promueven la salida hacia el exterior".
También resaltó el gran avance industrial que se aprecia en China y
explicó que Uruguay busca "la cooperación para ayudar a las empresas
nacionales".
En el detalle de las reuniones, indicó que se pudo informar a los
anfitriones sobre los avances de Uruguay en tecnologías de la
información y de la comunicación (TIC).
"Uruguay se consolida un puerto tecnológico que permite el
establecimiento de plataformas para vender a la región (América del Sur)
gracias a la infraestructura de telecomunicaciones, el centro de datos
de nivel internacional y el cable submarino que se construye y permitirá
ser exportador de banda ancha".
La secretaria de Estado uruguaya agregó que se reunió con autoridades
de la Administración Nacional de Energía de China, con quienes "se
firmará un memorado de entendimiento para trabajar en temas de
eficiencia energética".
"Las autoridades chinas ven muy bien el avance de Uruguay con el cambio
de matriz energética y trabajaremos juntos en cuestiones de eficiencia
energética para que impulse la industria en Uruguay", subrayó.
Otra "excelente reunión", como la calificó, fue con el titular y todos
sus directores del Ministerio de Recursos de la Tierra. "Estaba
planificada para media hora y duró una hora y media", valoró, en
relación a la importancia dada por quienes la recibieron.
"Realmente quedo impresionada con el avance científico en China", sostuvo la ministra.
Adelantó que "Uruguay propuso un borrador de acuerdo de colaboración en
geología, investigación científica y becas cruzadas" e informó que
además se habló de exploración de hidrocarburos y se analizará cómo
cooperar en esta área.
Fuente: www.presidencia.gub.uy
INDISCIPLINA PARTIDARIA,
LA COLUMNA DE HOENIR SARTHOU:
Desde China con desesperación
La larga estadía en China del presidente Tabaré Vázquez, acompañado por
una nutrida comitiva de miembros del gobierno, empresarios privados y
deportistas, tiene la apariencia de cualquier cosa menos la de una
visita protocolar.
¿A qué fue Tabaré Vázquez a China?
Aunque la agenda oficial, difundida por Presidencia, abunda en recepciones, conferencias, audiencias, asistencia a eventos deportivos y entrevistas formales de los funcionarios uruguayos con dignatarios chinos, cuesta creer que semejante desplazamiento colectivo de autoridades y empresarios se realice con la vaga intención de promover el interés de los inversores chinos en el Uruguay. Mejor dicho: cuesta creer que la negociación de ciertas inversiones no esté ya mucho más avanzada de lo que se dice.
Ver a Tabaré Vázquez participando largamente en los ceremoniosos rituales oficiales chinos, oírlo decir que uruguayos y chinos tenemos “comunes valores y principios” (sic) y su anuncio de que por medio del Plan Ceibal se enseñaría a nuestros escolares el idioma chino mandarín, refuerza la impresión de que en el viaje hay algún arroz ya pre cocido.
Por ejemplo, desde hace meses se sabe que ShanDong BaoMa, una gigantesca empresa pesquera china, está interesada en instalar un puerto pesquero territorio uruguayo. ShanDong BaoMa es una de las empresas más importantes del mundo en la elaboración de harina de pescado y es conocida por sus prácticas predatorias en materia de pesca y por las condiciones de cuasi esclavitud en que trabajan sus empleados. Se la acusa de ser una de las principales responsables del agotamiento de la riqueza ictícola de las aguas marítimas chinas.
Desde Argentina, son cada vez más intensas las denuncias sobre el uso del puerto de Montevideo como base logística por parte de embarcaciones chinas que se dedican a la pesca ilegal en aguas argentinas, y es de suponer que también en las uruguayas. De hecho, el reciente hundimiento de un pesquero chino por una nave de la armada argentina volvió inocultable ese fenómeno de piratería pesquera.
Si se unen los dos datos, es muy difícil no asociar el interés de ShanDong BaoMa en obtener un puerto en territorio uruguayo con la práctica habitual de la pesca ilegal en aguas argentinas y uruguayas. Dadas las dimensiones de la empresa pesquera china, es inevitable pensar que su instalación en nuestro territorio y su accionar en nuestras aguas tendrían graves consecuencias ambientales, económicas y políticas, tanto en lo nacional como en lo internacional.
¿Se instalará en el Uruguay una especie de puerto pesquero pirata?
El modelo económico vigente en el Uruguay tiene como motor y recurso único, obsesivo, la inversión extranjera directa. Para el equipo económico, en el poder desde hace doce años, la idea de desarrollo está indisolublemente ligada a la inversión privada, en lo posible extranjera. Ese es su dogma. Aun cuando el Estado tenga dinero, aun cuando, paradójicamente, la “inversión privada” trabaje con créditos obtenidos con garantía del Estado y/o utilice dinero prestado por el Banco República (caso PLUNA, o regasificadora, o los Fernández de Fripur y sus molinos eólicos). Lo cierto es que, en épocas de crisis, dogma mediante, la idea es redoblar la apuesta, es decir, conseguir más inversión extranjera, en cualquier lado y a a cualquier precio.
La gran inversión extranjera, en ese modelo, es atraída sistemáticamente por tres mecanismos: las exoneraciones tributarias, las zonas francas, y la concesión de puertos. Los casos de Montes del Plata, de UPM y el frustrado intento de Aratirí, son paradigmáticos. Es como si “mega inversión extranjera” fuera sinónimo de un verdadero “set” de privilegios, que incluye automáticamente exoneración tributaria, zona franca y puerto.
Como es obvio, el anzuelo para la inversión terminamos mordiéndolo y pagándolo todos. Porque ese “set” de ventajas significa que los inversores prácticamente no paguen impuestos, con lo que la ventaja que proporcionan al país se reduce a algunos miles de puestos de trabajo durante el período en que la inversión construye sus instalaciones, para quedar después en pocos cientos de empleos cuando empieza a operar. Aunque, claro, en los balances económicos luzca preciosa.
Yo no sé gran cosa de economía, pero tampoco he encontrado a quien me explique por qué, si es negocio para el país que una inversión de mil millones de dólares trabaje con exoneraciones tributarias, no lo es que un millón de inversiones de mil dólares –por simplificar- cuenten con las mismas exoneraciones. A falta de otra explicación, concluyo que los pequeños inversores y los asalariados financian a las mega inversiones exoneradas.
Nada más parecido a la droga que la inversión extranjera. Produce optimismo y ensoñaciones maravillosas cuando ingresa, pero al poco tiempo resulta insuficiente y se necesita una dosis mayor, y luego otra, y luego otra aun mayor, al parecer sin satisfacer nunca. Recordemos que, en su momento, Botnia (actual UPM) y Montes del Plata significaron –eso se nos dijo- niveles de inversión diez o más veces superiores a los tenidos hasta entonces, lo mismo que las inversiones sojeras. Sin embargo, hoy anda Tabaré Vázquez por el mundo suplicando puertos pesqueros e inversiones millonarias en infraestructura, para continuar el círculo vicioso de inversiones, exoneraciones, nuevas concesiones, más inversiones, sin que se llegue nunca a la chorreante (o derramante) prosperidad prometida.
Algo falla en el modelo económico aplicado fielmente durante más de diez años. Y el gobierno no quiere admitirlo. La desesperación no es buena consejera, por eso deberíamos estar muy atentos a lo que se prometa y comprometa en estos días en China.
Porque quizá el modelo económico en el que se porfía sea un verdadero “cuento chino”.
¿A qué fue Tabaré Vázquez a China?
Aunque la agenda oficial, difundida por Presidencia, abunda en recepciones, conferencias, audiencias, asistencia a eventos deportivos y entrevistas formales de los funcionarios uruguayos con dignatarios chinos, cuesta creer que semejante desplazamiento colectivo de autoridades y empresarios se realice con la vaga intención de promover el interés de los inversores chinos en el Uruguay. Mejor dicho: cuesta creer que la negociación de ciertas inversiones no esté ya mucho más avanzada de lo que se dice.
Ver a Tabaré Vázquez participando largamente en los ceremoniosos rituales oficiales chinos, oírlo decir que uruguayos y chinos tenemos “comunes valores y principios” (sic) y su anuncio de que por medio del Plan Ceibal se enseñaría a nuestros escolares el idioma chino mandarín, refuerza la impresión de que en el viaje hay algún arroz ya pre cocido.
Por ejemplo, desde hace meses se sabe que ShanDong BaoMa, una gigantesca empresa pesquera china, está interesada en instalar un puerto pesquero territorio uruguayo. ShanDong BaoMa es una de las empresas más importantes del mundo en la elaboración de harina de pescado y es conocida por sus prácticas predatorias en materia de pesca y por las condiciones de cuasi esclavitud en que trabajan sus empleados. Se la acusa de ser una de las principales responsables del agotamiento de la riqueza ictícola de las aguas marítimas chinas.
Desde Argentina, son cada vez más intensas las denuncias sobre el uso del puerto de Montevideo como base logística por parte de embarcaciones chinas que se dedican a la pesca ilegal en aguas argentinas, y es de suponer que también en las uruguayas. De hecho, el reciente hundimiento de un pesquero chino por una nave de la armada argentina volvió inocultable ese fenómeno de piratería pesquera.
Si se unen los dos datos, es muy difícil no asociar el interés de ShanDong BaoMa en obtener un puerto en territorio uruguayo con la práctica habitual de la pesca ilegal en aguas argentinas y uruguayas. Dadas las dimensiones de la empresa pesquera china, es inevitable pensar que su instalación en nuestro territorio y su accionar en nuestras aguas tendrían graves consecuencias ambientales, económicas y políticas, tanto en lo nacional como en lo internacional.
¿Se instalará en el Uruguay una especie de puerto pesquero pirata?
El modelo económico vigente en el Uruguay tiene como motor y recurso único, obsesivo, la inversión extranjera directa. Para el equipo económico, en el poder desde hace doce años, la idea de desarrollo está indisolublemente ligada a la inversión privada, en lo posible extranjera. Ese es su dogma. Aun cuando el Estado tenga dinero, aun cuando, paradójicamente, la “inversión privada” trabaje con créditos obtenidos con garantía del Estado y/o utilice dinero prestado por el Banco República (caso PLUNA, o regasificadora, o los Fernández de Fripur y sus molinos eólicos). Lo cierto es que, en épocas de crisis, dogma mediante, la idea es redoblar la apuesta, es decir, conseguir más inversión extranjera, en cualquier lado y a a cualquier precio.
La gran inversión extranjera, en ese modelo, es atraída sistemáticamente por tres mecanismos: las exoneraciones tributarias, las zonas francas, y la concesión de puertos. Los casos de Montes del Plata, de UPM y el frustrado intento de Aratirí, son paradigmáticos. Es como si “mega inversión extranjera” fuera sinónimo de un verdadero “set” de privilegios, que incluye automáticamente exoneración tributaria, zona franca y puerto.
Como es obvio, el anzuelo para la inversión terminamos mordiéndolo y pagándolo todos. Porque ese “set” de ventajas significa que los inversores prácticamente no paguen impuestos, con lo que la ventaja que proporcionan al país se reduce a algunos miles de puestos de trabajo durante el período en que la inversión construye sus instalaciones, para quedar después en pocos cientos de empleos cuando empieza a operar. Aunque, claro, en los balances económicos luzca preciosa.
Yo no sé gran cosa de economía, pero tampoco he encontrado a quien me explique por qué, si es negocio para el país que una inversión de mil millones de dólares trabaje con exoneraciones tributarias, no lo es que un millón de inversiones de mil dólares –por simplificar- cuenten con las mismas exoneraciones. A falta de otra explicación, concluyo que los pequeños inversores y los asalariados financian a las mega inversiones exoneradas.
Nada más parecido a la droga que la inversión extranjera. Produce optimismo y ensoñaciones maravillosas cuando ingresa, pero al poco tiempo resulta insuficiente y se necesita una dosis mayor, y luego otra, y luego otra aun mayor, al parecer sin satisfacer nunca. Recordemos que, en su momento, Botnia (actual UPM) y Montes del Plata significaron –eso se nos dijo- niveles de inversión diez o más veces superiores a los tenidos hasta entonces, lo mismo que las inversiones sojeras. Sin embargo, hoy anda Tabaré Vázquez por el mundo suplicando puertos pesqueros e inversiones millonarias en infraestructura, para continuar el círculo vicioso de inversiones, exoneraciones, nuevas concesiones, más inversiones, sin que se llegue nunca a la chorreante (o derramante) prosperidad prometida.
Algo falla en el modelo económico aplicado fielmente durante más de diez años. Y el gobierno no quiere admitirlo. La desesperación no es buena consejera, por eso deberíamos estar muy atentos a lo que se prometa y comprometa en estos días en China.
Porque quizá el modelo económico en el que se porfía sea un verdadero “cuento chino”.
muy bieno el articulo de voces de hoiner sartou
ResponderEliminarcreo que el arroz ya esta pasado de cocimiento
sigamos con anteojeras
ResponderEliminarAlgo falla en el modelo económico aplicado fielmente durante más de diez años. Y el gobierno del f.a no quiere admitirlo. La desesperación no es buena consejera, por eso deberíamos estar muy atentos a lo que se prometa y comprometa en estos días en China.
ResponderEliminarNo falla nada, esta saliendo tal cual se planeaba, que responda a determinados intereses ya es otro tema.
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ResponderEliminarDesde China con desesperación
VOCES EL FRENTE
LA COLUMNA DE HOENIR SARTHOU:
La larga estadía en China del presidente Tabaré Vázquez, acompañado por una nutrida comitiva de miembros del gobierno, empresarios privados y deportistas, tiene la apariencia de cualquier cosa menos la de una visita protocolar.
SI ESTA COCINA EL ARROZ .CUANTA DESESPERACION EN SEGUIR VENDIENDO AL PAIS
ResponderEliminarNADA MAS QUE AGREGAR
El Club de Bilderberg es un grupo compuesto por miembros de la elite mundial, dueños de corporaciones, de medios de comunicación y líderes políticos de los países más importantes del mundo que se reúnen –con total discreción– una vez al año para tomar decisiones que atañen a la economía global. Comenzaron a reunirse en el año 1954 en el Hotel Bilderberg (ubicado en Oosterbeek, Holanda), en una reunión organizada por el Príncipe Bernardo.El Club cuenta con la asistencia de personalidades reconocidas en el plano económico y político, miembros de diversas universidades, de los más importantes medios de comunicación e instituciones internacionales, tales como el BID, el BM, la ONU y la OTAN.
ResponderEliminarTal como lo plantea el periodista de origen ruso, Daniel Estulin, en su libro “La verdadera historia del Club Bilderberg” [14], los principales planes del grupo son: “establecer un solo gobierno planetario con un único mercado globalizado, con un solo ejército y una única moneda regulada por un banco mundial (…) unos servicios internacionales que completarán la destrucción de cualquier identidad nacional a través de su subversión desde el interior (…)
El control de toda la humanidad a través de medios de manipulación mental (…)
Las industrias canadienses y estadounidenses que queden serán exportadas a países pobres como Bolivia, Perú, Ecuador, Nicaragua, etc., en los que existe mano de obra barata (…)