Viernes 07 • Octubre • 2016
Se esperan para hoy las declaraciones de Tróccoli en Roma por la causa del Plan Cóndor
Fabio Maria Galiani, abogado de Uruguay en el juicio en Italia por el Plan Cóndor. Foto: Santiago Mazzarovich (archivo, octubre de 2015)
El juicio, a cargo de la Tercera Corte de Asís del Tribunal de
Roma, presidida por la jueza Evelina Canale, se reanudó, después de la
pausa de verano, el 15 de setiembre, con el testimonio de Silvia
Tolchinsky, que declaró sobre el caso del argentino Lorenzo Ismael Viñas
Gigli. En la audiencia de ayer, 6 de octubre, se escucharon los
testimonios de María Elena Laguna y Beatriz Castellonese, llamadas a
declarar por la parte civil acerca de la desaparición de Armando
Bernardo Arnone, y algunos testigos de la defensa del capitán de navío
retirado Jorge Néstor Tróccoli.
In videoconferenza da Montevideo sta dichiarando Ricardo Chavez Dominguez.
En las últimas horas algunos rumores habían alertado sobre la posibilidad de una declaración del teniente de navío retirado de la Aviación Naval Ricardo Chávez Domínguez, que efectivamente se presentó y fue interrogado por la fiscal Tiziana Cugini, por los abogados de la parte civil y por su defensor, Carlo Zaccagnini.
La defensa de Jorge Néstor Tróccoli -que, según el calendario, debería aparecer a prestar declaración en el día de hoy- presentó cuatro testigos: dos de sus hermanos -Rodolfo y Roberto Mario- y dos amigos de su familia -Ricardo Curbelo Sposito, que frecuentó con Tróccoli la Escuela Naval, y María Ofelia Pérez Salaberry, una vecina de la casa de la familia-. Todas las preguntas del abogado de Tróccoli, Francesco Guzzo, estuvieron dirigidas a poner de relieve el hecho de que durante las festividades navideñas de 1977 el imputado permaneció en Uruguay y transcurrió los días de Navidad con la familia de su esposa en Paysandú y los días de fin de año en Shangrilá, con sus propios hermanos y padres, como era costumbre todos los años. Toda esa construcción para demostrar que las acusaciones contra el prófugo Tróccoli -acusado de haber participado en la represión en contra de los Grupos de Acción Unificadora (GAU) en diciembre de 1976 y enero de 1977- son falsas, y que el capitán de navío no participó en la represión. Por otra parte, los abogados de la parte civil y la fiscalía trataron de precisar fechas, resaltar contradicciones entre los recuerdos de los testigos e inquirir sobre la vida del imputado, preguntando a sus hermanos si durante ese tiempo había habido discusiones sobre el trabajo del marino y sus misiones. Todos los testigos relataron que desconocían completamente las tareas de Tróccoli dentro de la Armada y que nunca se habló con él de su trabajo.
María Elena Laguna y Beatriz Castellonese, respectivamente esposas de Adalberto Soba y de Alberto Mechoso, ambos militantes del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP), relataron los hechos vinculados a los secuestros de sus compañeros, en los que se vieron involucradas junto con sus hijos. Laguna, que transcurrió un tiempo de su secuestro en un lugar de detención clandestina que luego reconocería como Automotores Orletti, en Buenos Aires, Argentina, asistió a torturas y vio a los niños Anatole y Victoria Julien, que conocía desde antes, allí dentro. Particularmente removedor fue el relato que hizo de la última vez que vio a su compañero en Orletti, encuentro al cual asistieron también los hijos de la pareja, de 8, 4 y 3 años: el hombre estaba casi irreconocible, desnudo y ensangrentado, los párpados quemados y llenos de pus; lo mismo en los dedos de las manos y de los pies, y en la espalda. La familia quedó unas horas encerrada en un cuarto, pero no lograron ni hablar entre ellos por las condiciones extremas de Soba. Cuando lo llevaron a otra pieza, Laguna escuchó el comentario de una guardia que dijo a otra: “A ese dejalo ahí, que va para traslado”.
El testimonio de Laguna y Castellonese es muy importante porque las dos mujeres, en días sucesivos a esos hechos, fueron trasladadas a Montevideo en un avión comercial, acompañadas por represores que fingieron ser familia y que luego reconocieron como José Nino Gavazzo y Ricardo Arab. Esas declaraciones, además, dejan en claro el rol del Ejército uruguayo en los secuestros de militantes del PVP en setiembre y octubre de 1976.
La declaración de Ricardo Eliseo Chávez Domínguez se demoró más de dos horas, y se alternaron las preguntas de la fiscal Tiziana Cugini, los abogados de la parte civil y su defensor.
Chávez Domínguez se declaró completamente inocente respecto a los hechos de los que se lo acusa. “Yo soy una persona perjudicada por la dictadura por pensar diferente. Todo el mundo sabía que yo estaba en contra de las violaciones de derechos humanos y eso perjudicó mi carrera”, dijo, y relató que nunca fue jefe de operaciones especiales en los Fusileros Navales (Fusna). En su relato, apenas llega al Fusna y se entera de que hay detenidos, expresa al comandante Jorge Jaunsolo, que no quería tener ninguna función en la represión y ningún trato con los prisioneros. Cuando se le preguntó cómo se enteró de que había prisioneros y si asistió a interrogatorios y torturas, contestó que por sus tareas en el suministro de la alimentación se dio cuenta de la presencia de detenidos, pero que por la estructura del Fusna, él se desempeñaba en una zona desde donde no podía enterarse de lo que pasaba en el área carcelaria. Chávez Domínguez confirmó que Tróccoli era jefe de Inteligencia en el Fusna en 1976 y que permaneció ahí cuando él se fue, en febrero de 1977. De Tróccoli, dice: “Lo conocí durante la Escuela Naval y después me encontré con él en el Fusna. No tengo simpatía por él y no soy su amigo”. Asimismo refiere que cuando, en 2006, descubrió que era acusado en el juicio, fue a la embajada italiana para dejar su legajo con el fin de esclarecer su posición. Sucesivamente, cuando descubrió que la persona que lo estaba acusando era Daniel Rey Piuma, se contactó con el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T), que lo ayudó a ponerse en contacto con el acusador. El mismo MLN-T, dijo, escaneó su legajo para que Rey Piuma pudiera darse cuenta de que había cometido un error al acusarlo ante el fiscal Capaldo; el mismo MLN-T organizó videoconferencias con Rey Piuma (en las cuales el acusador nunca participó) para que los dos pudieran esclarecer la situación; hasta el ex dirigente histórico del MLN-T Julio Marenales dio un testimonio apostillado y lo envió al tribunal, para aclarar el escenario.
La presidenta de la corte, Evelina Canale, tuvo una actitud muy expeditiva y no admitió muchas de las preguntas de los abogados impugnadas por los defensores.
En el día de hoy se espera que declare Tróccoli y dé testimonio el fiscal argentino de la causa Plan Cóndor Pablo Ouviña.
In videoconferenza da Montevideo sta dichiarando Ricardo Chavez Dominguez.
En las últimas horas algunos rumores habían alertado sobre la posibilidad de una declaración del teniente de navío retirado de la Aviación Naval Ricardo Chávez Domínguez, que efectivamente se presentó y fue interrogado por la fiscal Tiziana Cugini, por los abogados de la parte civil y por su defensor, Carlo Zaccagnini.
La defensa de Jorge Néstor Tróccoli -que, según el calendario, debería aparecer a prestar declaración en el día de hoy- presentó cuatro testigos: dos de sus hermanos -Rodolfo y Roberto Mario- y dos amigos de su familia -Ricardo Curbelo Sposito, que frecuentó con Tróccoli la Escuela Naval, y María Ofelia Pérez Salaberry, una vecina de la casa de la familia-. Todas las preguntas del abogado de Tróccoli, Francesco Guzzo, estuvieron dirigidas a poner de relieve el hecho de que durante las festividades navideñas de 1977 el imputado permaneció en Uruguay y transcurrió los días de Navidad con la familia de su esposa en Paysandú y los días de fin de año en Shangrilá, con sus propios hermanos y padres, como era costumbre todos los años. Toda esa construcción para demostrar que las acusaciones contra el prófugo Tróccoli -acusado de haber participado en la represión en contra de los Grupos de Acción Unificadora (GAU) en diciembre de 1976 y enero de 1977- son falsas, y que el capitán de navío no participó en la represión. Por otra parte, los abogados de la parte civil y la fiscalía trataron de precisar fechas, resaltar contradicciones entre los recuerdos de los testigos e inquirir sobre la vida del imputado, preguntando a sus hermanos si durante ese tiempo había habido discusiones sobre el trabajo del marino y sus misiones. Todos los testigos relataron que desconocían completamente las tareas de Tróccoli dentro de la Armada y que nunca se habló con él de su trabajo.
María Elena Laguna y Beatriz Castellonese, respectivamente esposas de Adalberto Soba y de Alberto Mechoso, ambos militantes del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP), relataron los hechos vinculados a los secuestros de sus compañeros, en los que se vieron involucradas junto con sus hijos. Laguna, que transcurrió un tiempo de su secuestro en un lugar de detención clandestina que luego reconocería como Automotores Orletti, en Buenos Aires, Argentina, asistió a torturas y vio a los niños Anatole y Victoria Julien, que conocía desde antes, allí dentro. Particularmente removedor fue el relato que hizo de la última vez que vio a su compañero en Orletti, encuentro al cual asistieron también los hijos de la pareja, de 8, 4 y 3 años: el hombre estaba casi irreconocible, desnudo y ensangrentado, los párpados quemados y llenos de pus; lo mismo en los dedos de las manos y de los pies, y en la espalda. La familia quedó unas horas encerrada en un cuarto, pero no lograron ni hablar entre ellos por las condiciones extremas de Soba. Cuando lo llevaron a otra pieza, Laguna escuchó el comentario de una guardia que dijo a otra: “A ese dejalo ahí, que va para traslado”.
El testimonio de Laguna y Castellonese es muy importante porque las dos mujeres, en días sucesivos a esos hechos, fueron trasladadas a Montevideo en un avión comercial, acompañadas por represores que fingieron ser familia y que luego reconocieron como José Nino Gavazzo y Ricardo Arab. Esas declaraciones, además, dejan en claro el rol del Ejército uruguayo en los secuestros de militantes del PVP en setiembre y octubre de 1976.
La declaración de Ricardo Eliseo Chávez Domínguez se demoró más de dos horas, y se alternaron las preguntas de la fiscal Tiziana Cugini, los abogados de la parte civil y su defensor.
Chávez Domínguez se declaró completamente inocente respecto a los hechos de los que se lo acusa. “Yo soy una persona perjudicada por la dictadura por pensar diferente. Todo el mundo sabía que yo estaba en contra de las violaciones de derechos humanos y eso perjudicó mi carrera”, dijo, y relató que nunca fue jefe de operaciones especiales en los Fusileros Navales (Fusna). En su relato, apenas llega al Fusna y se entera de que hay detenidos, expresa al comandante Jorge Jaunsolo, que no quería tener ninguna función en la represión y ningún trato con los prisioneros. Cuando se le preguntó cómo se enteró de que había prisioneros y si asistió a interrogatorios y torturas, contestó que por sus tareas en el suministro de la alimentación se dio cuenta de la presencia de detenidos, pero que por la estructura del Fusna, él se desempeñaba en una zona desde donde no podía enterarse de lo que pasaba en el área carcelaria. Chávez Domínguez confirmó que Tróccoli era jefe de Inteligencia en el Fusna en 1976 y que permaneció ahí cuando él se fue, en febrero de 1977. De Tróccoli, dice: “Lo conocí durante la Escuela Naval y después me encontré con él en el Fusna. No tengo simpatía por él y no soy su amigo”. Asimismo refiere que cuando, en 2006, descubrió que era acusado en el juicio, fue a la embajada italiana para dejar su legajo con el fin de esclarecer su posición. Sucesivamente, cuando descubrió que la persona que lo estaba acusando era Daniel Rey Piuma, se contactó con el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T), que lo ayudó a ponerse en contacto con el acusador. El mismo MLN-T, dijo, escaneó su legajo para que Rey Piuma pudiera darse cuenta de que había cometido un error al acusarlo ante el fiscal Capaldo; el mismo MLN-T organizó videoconferencias con Rey Piuma (en las cuales el acusador nunca participó) para que los dos pudieran esclarecer la situación; hasta el ex dirigente histórico del MLN-T Julio Marenales dio un testimonio apostillado y lo envió al tribunal, para aclarar el escenario.
La presidenta de la corte, Evelina Canale, tuvo una actitud muy expeditiva y no admitió muchas de las preguntas de los abogados impugnadas por los defensores.
En el día de hoy se espera que declare Tróccoli y dé testimonio el fiscal argentino de la causa Plan Cóndor Pablo Ouviña.
>>> Registro de las intervenciones del 6 de ocubre en el Proceso Cóndor en Roma
http://www.radioradicale.it/scheda/488320/processo-contro-i-responsabili-delloperazione-condor
>>> Intervención de Ricardo Eliseo Chavez Dominguez
Lunes 10 • Octubre • 2016
Tróccoli no se presentó a la audiencia en el juicio por el Plan Cóndor en Roma
El viernes, en la que debió haber sido la última audiencia con
testimonios del juicio para la Operación Cóndor en Roma, el primero de
los testigos previstos para la jornada no se presentó. Se trata de Jorge
Néstor Troccoli, el único de los 33 imputados que se encuentra viviendo
en Italia, a donde se fugó para sustraerse a la Justicia uruguaya.
Tróccoli hizo llegar a la Corte un certificado médico en el que se le
diagnostica crisis de ansiedad y se le indica cuatro días de descanso.
Tampoco su abogado, Francesco Guzzo, apareció en el Tribunal, y se hizo
representar por el abogado Esteban Bastoni, quien pidió a la Tercera
Corte de Asís de Roma, presidida por la doctora Evelina Canale, que la
declaración de Tróccoli fuera aplazada para la próxima audiencia. La
fiscal Tiziana Cugini no se opuso al pedido y subrayó que sería muy
apropiado que Tróccoli se presentara en sala y enfrentara sus
responsabilidades. Los otros abogados de la parte civil se sumaron a esa
actitud, y la jueza Canale aceptó la instancia y no cerró, como estaba
previsto, la fase de audiencias; quedó pendiente, pues, una próxima
fecha, el 13 de octubre, para que Tróccoli se presente.
Se escuchó en videoconferencia desde Argentina al fiscal general argentino Pablo Ouviña, citado por la parte civil Arnone. Ouviña declaró sobre el caso del ciudadano italouruguayo Bernardo Arnone y de sus compañeros del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP) que fueron secuestrados, estuvieron en cautiverio en el centro clandestino de detención Automotores Orletti, en Buenos Aires, entre setiembre y octubre de 1976, y continúan desaparecidos. Ouviña ha sido titular de la instrucción y acusación en el reciente juicio penal por delitos de la Operación Cóndor en Argentina, que concluyó con la sentencia del 9 de agosto de este año. En ese juicio fueron condenados 13 militares o agentes civiles de inteligencia argentinos y el militar uruguayo Manuel Cordero, agente del Servicio de Información y Defensa (SID), que en 1976 operó en Orletti junto con otros represores uruguayos que ahora son juzgados en el juicio que se lleva a cabo Roma.
El fiscal argentino reconstruyó las fases de la represión que se desató en contra del PVP y resaltó, a pedido del abogado Paolo Angelo Sodani -que representa a la parte civil Arnone-, la evidencia de la presencia de algunos imputados del juicio de Roma en las acciones de represión en contra del PVP en Argentina y en Uruguay. Fueron reconocidos Ernesto Adelino Ramas Pereira, Jorge Alberto Silveira Quesada, José Nino Gavazzo y José Ricardo Arab Fernández. Relató el rol de primera plana de Gavazzo en el SID, en el que era segundo comandante, identificado con el número 302. Ouviña recordó también un documento firmado por Gavazzo en el que este aparece como “jefe de Cóndor Op.” (Operación Cóndor).
El fiscal argentino también mencionó a otros imputados en el juicio de Roma, que, aunque no formaron parte del proceso llevado adelante en Buenos Aires, comparecieron a menudo en los hechos objeto del juicio argentino: Pedro Antonio Mato Narbondo, José Ricardo Arab Fernández (número 305 del SID), Luis Alfredo Maurente Mata (número 309 del SID), Ricardo José Medina Blanco (número 306 del SID), José Felipe Sande Lima (número 310 del SID) y Gilberto Vázquez Bissio (número 307 del SID).
Sobre el final de la audiencia, la fiscal y los abogados produjeron material documental, ya que el 13 será el último día para entregar documentación útil. La fiscal Cugini y el abogado del Estado, Luca Ventrella, anticiparon haber recibido de la familia del marino Daniel Rey Piuma, recientemente fallecido y que no pudo declarar en el juicio, unos CD con fotos y subtítulos relativos al hallazgo de cuerpos, así como maquetas de la Prefectura Naval y del Fusna dibujadas a mano por Rey Piuma y autografiadas. Asimismo, entregarán una nueva declaración testimonial de Rey Piuma y el libro escrito por él. Todo ese material, dijo la fiscal Cugini, demostrará la confiabilidad y autenticidad de Rey Piuma, quien fue desacreditado por Ricardo Chávez Domínguez en la audiencia anterior.
En la próxima audiencia, convocada para el 13 de octubre, dará comienzo una nueva fase del juicio, con la enunciación del alegato conclusivo por parte de la fiscal Cugini. Seguirán las pronunciaciones de los abogados de la parte civil y, por último, de los defensores, instancia que se extenderá hasta el 16 de diciembre. La sentencia está prevista para el 13 de enero de 2017.
Se escuchó en videoconferencia desde Argentina al fiscal general argentino Pablo Ouviña, citado por la parte civil Arnone. Ouviña declaró sobre el caso del ciudadano italouruguayo Bernardo Arnone y de sus compañeros del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP) que fueron secuestrados, estuvieron en cautiverio en el centro clandestino de detención Automotores Orletti, en Buenos Aires, entre setiembre y octubre de 1976, y continúan desaparecidos. Ouviña ha sido titular de la instrucción y acusación en el reciente juicio penal por delitos de la Operación Cóndor en Argentina, que concluyó con la sentencia del 9 de agosto de este año. En ese juicio fueron condenados 13 militares o agentes civiles de inteligencia argentinos y el militar uruguayo Manuel Cordero, agente del Servicio de Información y Defensa (SID), que en 1976 operó en Orletti junto con otros represores uruguayos que ahora son juzgados en el juicio que se lleva a cabo Roma.
El fiscal argentino reconstruyó las fases de la represión que se desató en contra del PVP y resaltó, a pedido del abogado Paolo Angelo Sodani -que representa a la parte civil Arnone-, la evidencia de la presencia de algunos imputados del juicio de Roma en las acciones de represión en contra del PVP en Argentina y en Uruguay. Fueron reconocidos Ernesto Adelino Ramas Pereira, Jorge Alberto Silveira Quesada, José Nino Gavazzo y José Ricardo Arab Fernández. Relató el rol de primera plana de Gavazzo en el SID, en el que era segundo comandante, identificado con el número 302. Ouviña recordó también un documento firmado por Gavazzo en el que este aparece como “jefe de Cóndor Op.” (Operación Cóndor).
El fiscal argentino también mencionó a otros imputados en el juicio de Roma, que, aunque no formaron parte del proceso llevado adelante en Buenos Aires, comparecieron a menudo en los hechos objeto del juicio argentino: Pedro Antonio Mato Narbondo, José Ricardo Arab Fernández (número 305 del SID), Luis Alfredo Maurente Mata (número 309 del SID), Ricardo José Medina Blanco (número 306 del SID), José Felipe Sande Lima (número 310 del SID) y Gilberto Vázquez Bissio (número 307 del SID).
Sobre el final de la audiencia, la fiscal y los abogados produjeron material documental, ya que el 13 será el último día para entregar documentación útil. La fiscal Cugini y el abogado del Estado, Luca Ventrella, anticiparon haber recibido de la familia del marino Daniel Rey Piuma, recientemente fallecido y que no pudo declarar en el juicio, unos CD con fotos y subtítulos relativos al hallazgo de cuerpos, así como maquetas de la Prefectura Naval y del Fusna dibujadas a mano por Rey Piuma y autografiadas. Asimismo, entregarán una nueva declaración testimonial de Rey Piuma y el libro escrito por él. Todo ese material, dijo la fiscal Cugini, demostrará la confiabilidad y autenticidad de Rey Piuma, quien fue desacreditado por Ricardo Chávez Domínguez en la audiencia anterior.
En la próxima audiencia, convocada para el 13 de octubre, dará comienzo una nueva fase del juicio, con la enunciación del alegato conclusivo por parte de la fiscal Cugini. Seguirán las pronunciaciones de los abogados de la parte civil y, por último, de los defensores, instancia que se extenderá hasta el 16 de diciembre. La sentencia está prevista para el 13 de enero de 2017.
PEDAZO HIJO DE PUTA , NO TE ACORDAS LO QUE LE CONTASTE A DANYEL EN UN HOSPITAL DE LO QUE HACIAS EN EL F.U.S.N.A. SIN SABER QUIEN ERA DANYEL , Y UN COMPAÑERO TE DIO EN BANDEJA PARA QUE EL GORDO TE REVENTARA HIJO DE PUTA. ESTUVISTES A CARGO DE TODOS LOS CAZADOS DE LAS OPERACIONES ENCUBIERTAS DE TROCOLLI EN ARGENTINA, QUE DESPUES ASESINARON Y METIERON EN LA MAQUINA DE PICAR CARNE. CUANDO TE ENTERASTE CON QUIEN ESTUVISTE COMO PARA UN REGALITO DE FIN DE AÑO TE CAGASTES EN LAS PATAS Y FUISTES A HABLAR CON LA ORGA. AHORA NO ANDAS CON EL UNIFORME DE LAGARTO ,ENFIERRADO HASTA LOS DIENTES, CUIDANDO A LOS CONPAÑEROS/RAS TRAIDOS DE ARGENTINA ,ENCAPUCHADOS Y ATADOS CON UNA PIOLITA A UN PALENQUE Y REVENTADOS POR LA TORTURA,CASI DESNUDOS ANTES QUE LOS MATARAN HUSTEDES. LACRA TE SALVASTE PORQUE EL FIERRO LO TENIA LA COMPAÑERA DE DANYEL QUE ESTAVA FUERA DEL HOSPITAL. AHORA QUE NO ESTAS EN LA FUERZA QUE ERAS TAN VALIENTES , ESTAS CON MIEDO. ASI SON TODOS ESTOS HIJOS DE PUTA ASESINOS.
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