Envidrio: estafa, explotación y un tortazo

La empresa "compañera".


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Denuncian al diputado Daniel Placeres, de acuerdo a una investigación del programa Santo y Seña.

Tres extrabajadores de Envidrio denunciaron que, mientras eran enviados a seguro de paro, se los hacía trabajar en negro por la diferencia entre lo que cobraban del BPS y el salario fijado por la empresa, según una investigación divulgada este miércoles por el programa Santo y Seña de Monte Carlo TV. Además, aseguraron que el mandato siempre fue del diputado del Movimiento de Participación Popular (MPP) Daniel Placeres, quien es muy cercano al expresidente José Mujica y, de hecho, vive en su misma chacra.

De acuerdo a los testimonios de Leandro Ferreira, Claudio Paulero y Nicolás Rodríguez, los trabajadores debían concurrir presionados por los directivos de Envidrio, nombre comercial de Ebigold SA. La empresa nació en 2005 y fue formada por extrabajadores de Cristalerías del Uruguay.
El informe televisivo presentó la grabación de un audio de una asamblea de trabajdores de Envidrio celebrada el 2 de agosto de 2017 donde el secretario general del Pit-Cnt Marcelo Abdala informó que ese día gestionaría una prórroga del seguro de paro ante el Ministerio de Trabajo y Seguridad social, tras lo cual los directivos de Envidrio pasaron lista para saber qué empleados aceptarían ir a trabajar.

En esa asamblea, ante cuestionamientos de algunos de los empleados que sostenían que no se podía trabajar estando en seguro de paro, uno de los directivos contestó: “No se debe, pero se puede”.
En esa asamblea participó el diputado Daniel Placeres, quien explicó las gestiones que hacía para conseguir dinero a través del Bandes de Venezuela e inversores privados, así como que se habían terminado las rispideces con el Fondes –que le prestó a Envidrio US$ 11,5 millones de dólares y no pudo cobrarlos- y que el organismo apoyaría la solicitud de nuevos créditos al Estado.
De hecho, en 2018 Envidrio obtuvo un préstamo del Inefop por más de US$ 1,6 millones que fue denunciado ante la Justicia por los diputados blancos Rodrigo Goñi y Gonzalo Mujica.
En dicha asamblea, antes de que el directivo Daniel García pasara la lista, Placeres dijo que se haría una consulta para saber si los 89 trabajadores que había en ese momento estarían disponibles para concurrir a la fábrica cuando fueran convocados.

En otra grabación, en este caso de una llamada telefónica, el directivo de Envidrio, Julio Rodríguez, le reconoció a su hijo Nicolás Rodríguez -uno de los denunciantes- que a fines de 2017 entró dinero a la empresa que fue usado para pagarle a trabajadores que cumplían tareas en negro, que a otros con quienes había deudas se les negaba.
“TE ARRANCO LA CABEZA”. Los tres extrabajadores también acusaron a Daniel Placeres de actitudes violentas dentro de la empresa.
Ferreira contó que, cuando quiso formar un sindicato, fue amenazado por Placeres, quien le dijo: “Yo a vos te voy a arrancar la cabeza”. Placeres se había presentado en su casa junto al exdirectivo Leonardo Laitano para preguntarle los nombres de quienes estaban con él en la formación del sindicato y para pedirle que lo disolviera.
Claudio Paulero denunció que en una asamblea Placeres le pegó “un tortazo” a un trabajador que discutió con él. El golpe fue tan fuerte que Placeres se quebró la mano.
Por su parte, Nicolás Rodríguez contó que Placeres lo invitó a pelear un día que le reclamó un ajuste salarial, aunque el enfrentamiento no pasó de empujones porque fueron separados.
HORAS SOLIDARIAS. Ferreira, Paulero y Rodríguez le hicieron una demanda laboral a Envidrio por una rebaja salarial de 16% que se aplicó en 2012 y porque ese año dejaron de pagarse las horas extras como tales y empezó a obligarse a los trabajadores a cumplirlas como “horas solidarias” bajo la amenaza de tener descuentos si no las hacían. La Justicia les dio la razón en primera instancia, pero un Tribunal de Apelación falló en contra por entender que las decisiones fueron tomadas en asambleas.
Sin embargo, los demandantes denuncian que se votaba bajo presión lo que imponía la directiva, con Daniel Placeres a la cabeza.
Ferreira y Paulero renunciaron en 2016 bajo presión por haber presentado la demanda. Rodríguez fue despedido por Placeres a fines de 2017 por haberse sumando a ese reclamo y no aceptar retirarlo.