>>> El peligroso y grave escenario que hay detrás de la destitución de Manini Ríos...
Roger Rodriguez
12 marzo 2019
La destitución del Comandante en Jefe del Ejército, General Guido Marini Ríos era previsible dado su comportamiento político desde que asumió el cargo. Las razones objetivas de su salida transaparenta un escenario peligroso....
Es grave: los Tribunales de Honor Militares consideraron que el coronel Maurente (quien operó en el "pozo" de Orletti) no cometió faltas al honor y el Poder Ejecutivo no homologó su fallo.
Es más grave: Los Tribunales de Honor descalificaron por falta al honor a Gavazzo y Silveira, pero no por la violación de derechos humanos (abuso sexual, torturas, asesinatos, extorsión, robo, apropiación de niños y desaparición de adultos) sino por no defender al coronel Juan Carlos Gómez, quien inicialmente había sido condenado por el homicidio de Gomensoro Jossman y luego (tras un sospechoso y político cambio de fiscal y juez) fue sobreseido.
Pero más grave aún es que el Poder Ejecutivo haya homologado este último fallo. La consecuencia es que Maurente preso por la justicia civil por crimenes de lesa humanidad seguirá cobrando su jubilación, mientras Gavazzo y Silveira (uno en prisión domiciliaria y el otro en Domingo Arena) podrían sufrir rebajas en sus pasividades si les aplican el "Inciso G" del artículo 192 de la Ley Nº 14.157 (el mismo con el que sancionaron económicamente a Seregni durante la dictadura) o directamente les hacen perder su condición de militares (quedarían sin sanidad militar)...
Sería muy importante saber quiénes fueron los integrantes de esos Tribunales Militares que llegaron a firmar esos fallos. En ese nido hay huevos de serpiente.
(Lea las Resoluciones 1 y 2 del Poder Ejecutivo con el Ministerio de Defensa al pie de la nota de Presidencia).
Comunicado
Ejecutivo cesó en el día de la fecha al Comandante en Jefe del Ejército, General de Ejército Guido Manini Ríos
El Presidente de la República, dispuso en el día de hoy el
cese del Comandante en Jefe del Ejército, General de Ejército Guido
Manini Ríos, quien al elevar el contenido de fallos del Tribunal
Especial de Honor en referencia a militares sometidos a los mismos,
efectuó graves cuestionamientos al Poder Judicial, estimando que “La
Justicia Uruguaya en muchas oportunidades se apartó de los más
elementales principios del Derecho, no dando garantías a los acusados.
En definitiva, aplicó una suerte de Derecho para el enemigo.”
También sostuvo que “el militar que es citado como indagado
por la Justicia, muchas veces es considerado culpable aún antes de ser
juzgado, no tiene las garantías del debido proceso, y es condenado en
base a conjeturas o convicciones inadmisibles, sin pruebas fehacientes, y
en muchos casos fraguadas o inventadas.”
Asimismo, entiende que existe convicción de los integrantes
de la Fuerza “de que la Justicia en muchos casos no ha actuado de
acuerdo a los principios elementales del Derecho y que no ha habido
juicios imparciales cuando los acusados fueron militares.”
Finalmente, argumenta que “muchos de los imputados han sido condenados sin pruebas y sin las garantías del debido proceso”.
Finalmente, argumenta que “muchos de los imputados han sido condenados sin pruebas y sin las garantías del debido proceso”.
El Poder Ejecutivo se ha expedido previamente, en
referencia a los fallos emitidos por el Tribunal Especial de Honor para
Oficiales Superiores Nº 1, sin compartir los fundamentos, habida cuenta
que en un Estado Constitucional de Derecho deben respetarse los fallos
judiciales, no sólo por su valor jurídico, sino por su innegable
trascendencia social.
En un Estado de Derecho, con un sistema republicano
democrático de gobierno en el que hay, por tanto, separación de poderes,
el respeto a las decisiones de la Justicia Penal por parte del Poder
Ejecutivo y de sus integrantes, debe ser una premisa fundamental.
Consecuentemente, la actitud asumida por el Sr. Comandante
en Jefe del Ejército, de cuestionar al Poder Judicial como lo ha hecho,
resulta absolutamente incompatible con el cargo en que venía
desempeñándose.
Por tanto, al resultar grave la acusación al sistema de
Justicia de nuestra República, la determinación fue el cese inmediato en
las funciones encomendadas.
>>> Quien lo trajo?
Manini Ríos fue destituido por cuestionar a la Justicia a raíz de las condenas a Gavazzo, Silveira y Maurente
13 de marzo de 2019 | Política | Foto: Santiago Mazzarovich
El sucesor será el general José González, uno de los integrantes del Tribunal de Honor que falló sobre la conducta de esos tres represores.
Ayer, en la residencia de Suárez y Reyes, el presidente Tabaré Vázquez recibió al entonces comandante en jefe del Ejército, Guido Manini Ríos, quien había solicitado una reunión de “rutina” con el mandatario para hablar de temas “internos” de la fuerza, según informó el lunes El Observador. En el encuentro, Vázquez le comunicó al general algo que lo tomó por sorpresa: había decidido removerlo del cargo.
El motivo del cese de funciones fueron los duros cuestionamientos que hizo Manini Rios al Poder Judicial, cuando remitió al Poder Ejecutivo los fallos del Tribunal Especial de Honor para Oficiales Superiores Nº 1, sobre la conducta de Luis Maurente, Jorge Silveira y José Nino Gavazzo, condenados por múltiples violaciones a los derechos humanos en el marco del terrorismo de Estado (ver recuadro). En ese informe, entre otras consideraciones, el comandante había escrito que entre los integrantes del Ejército existe la convicción de que “la Justicia uruguaya en muchas oportunidades se apartó de los más elementales principios del derecho, no dando garantías a los acusados. En definitiva, aplicó una suerte de derecho para el enemigo”, según informó ayer el portal de Presidencia.
Manini Ríos también sostuvo en ese escrito que los militares indagados muchas veces son considerados culpables antes de ser juzgados, sin las “garantías del debido proceso”, y condenados de acuerdo a “conjeturas o convicciones inadmisibles, sin pruebas fehacientes, y en muchos casos fraguadas o inventadas”. Por lo tanto, opinó que “no ha habido juicios imparciales” a los uniformados, y que “muchos de los imputados han sido condenados sin pruebas”.
El Poder Ejecutivo argumentó, al explicar la remoción, que en un sistema “republicano democrático de gobierno” existe “separación de poderes”, y el “respeto” a las decisiones debe ser “una premisa fundamental”, por lo cual la actitud de Manini Ríos resultó “absolutamente incompatible” con el cargo que desempeñaba. En consecuencia, dispuso su pase a retiro obligatorio, según la resolución dada a conocer ayer.
Sustituirá a Manini Ríos José Ariel González Spalatto, nacido el 18 de agosto de 1962 en Rocha, casado y con un hijo varón, que desde enero de este año es el comandante de la División de Ejército III, con sede en Tacuarembó. Ingresó a la Escuela Militar el 1º de marzo de 1980. Fue ascendido a general del Ejército en febrero de 2015, y con ese grado pasó a dirigir la Dirección Nacional de los Servicios de las Fuerzas Armadas, que depende del Ministerio de Defensa Nacional (MDN) y se encarga de la sanidad y la seguridad social de todas las fuerzas, entre otros cometidos. Luego, González pasó a ser director de la Escuela Militar, y posteriormente a dirigir el Instituto Militar de las Armas y Especialidades. El año pasado, cuando era director de la Escuela Militar, fue designado junto con los generales Gustavo Fajardo y Alfredo Erramún para integrar el Tribunal de Honor que falló sobre las conductas de Silveira, Maurente, Gavazzo, Ernesto Rama y Gilberto Vázquez.
Según dijeron a la diaria fuentes del MDN, el nuevo comandante en jefe continuará en ese cargo por lo menos hasta febrero del año que viene, cuando el gobierno saliente podrá acordar con el entrante quién ocupará la jefatura del Ejército. De todos modos, acotaron, también puede ocurrir que él y los demás comandantes de las Fuerzas Armadas (FFAA) continúen ocupando sus cargos, ya que se trata de una “decisión política”.
Un protagonismo meditado
Manini Ríos dijo este lunes, en una entrevista en el programa Todo pasa, de Océano FM, que no descartaba dedicarse a la actividad política si era el único camino que encontraba para “hacer justicia” con el Ejército. De hecho, no tiene ningún impedimento para hacerlo: el artículo 63 de la Ley Orgánica Militar sostiene que el “estado militar es incompatible con el ejercicio de actividades políticas”, por lo que el militar “que desee postularse para cargos electivos deberá cesar o renunciar a su cargo con tres meses de antelación al acto electoral, como mínimo”. Además, la Constitución, que prevalece sobre esa ley y todas las demás, sólo les prohíbe la actividad política (con excepción del voto) a los militares en actividad.El politólogo Julián González Guyer, especializado en temas de defensa, dijo a la diaria que Manini Ríos caminó por la “cuerda floja” por un buen período de tiempo, en el límite de lo que legalmente podía hacer (ver la cronología), y que sus dichos sobre la Justicia fueron la gota que desbordó el vaso. A juicio del especialista, el ex comandante en jefe del Ejército se hizo eco de una opinión muy extendida en esa fuerza: la de quienes “entienden que la Justicia es parcial, que quienes cometieron violaciones a los derechos humanos estaban operando orgánicamente”. “Eso se apoya en otro fenómeno y es que hasta 1973 había un Parlamento que estableció el estado de guerra interno, aprobó la Ley de Seguridad del Estado, y luego admitió lo que hicieron las Fuerzas Armadas en ese marco. Eso genera un especie de área gris, en la que se apoya la corporación militar para fundamentar la legalidad y la pertinencia de lo que sucedió, y Manini Ríos funciona como un portavoz de esas ideas”, explicó.
Sobre lo que implicará la destitución, González Guyer comentó que primero habría que saber hasta qué punto la persistencia de Manini Ríos en asumir un perfil político y convertirse en un “personaje público” es bien vista por sus pares. “¿A los demás generales les parece bien este tipo de protagonismo?”, se preguntó. En su opinión, el general se posicionó como adalid de los intereses del Ejército y, en una institución con un espíritu tan corporativo como las Fuerzas Armadas, cuando habla el comandante, está representando a la institución.
Según el experto, Manini Ríos optó por un nivel de exposición que no condice con la tradición militar uruguaya. “Hay cierto recato que tradicionalmente han mantenido los militares en relación con lo político, que mucho tiene que ver con la tradición francesa. En Francia, a las Fuerzas Armadas se las llama la grande muette, la gran muda. Él rompe con esa tradición y se asocia más a la estadounidense, de jerarcas militares con protagonismo político”, señaló. Sobre el eventual futuro del general en la política, González Guyer advirtió que Manini Ríos era consciente de que ponía “otra vez” la “cabeza en el picadero” y que “los militares siempre actúan estratégicamente, no actúan sin tomar en cuenta las consecuencias”. De hecho, el grupo Cabildo Abierto, antes denominado Movimiento Social Artiguista y ya inscripto como partido en la Corte Electoral, le propondrá mañana formalmente a Manini Ríos que sea su candidato presidencial, y realizará con tal motivo una conferencia de prensa en el hotel Ibis de Montevideo, informó ayer El Observador.
Fallos fallidos
El presidente Tabaré Vázquez resolvió no homologar el fallo del
Tribunal de Honor del Ejército que juzgó la conducta del coronel
retirado Luis Alfredo Maurente. No comparte que el tribunal haya
entendido que los hechos por los que la Justicia condenó a Maurente (28
delitos de homicidio muy especialmente agravados determinados por “tres
sentencias judiciales pasadas en autoridad de cosa juzgada”) “no están
lo suficientemente aclarados, al existir imposibilidad de reconstruir
situaciones que, según se dice, ocurrieron hace 42 años; que dieron
lugar a un trámite judicial que en su momento juzgara hechos a 30 años
de ocurridos, cerrando el caso sin elementos que fundamenten la
convicción que los oficiales sometidos al Tribunal faltaron a los
códigos de honor, de la Institución Militar, del Cuerpo de Oficiales y
del suyo propio”.
Por otro lado, en referencia al “cuestionamiento genérico” realizado al Poder Judicial en “los instrumentos agregados en el expediente”, el Poder Ejecutivo entiende que “no se compadece con las apreciaciones incluidas en los mismos con referencia a ciertos casos, donde la actuación de la Justicia permitió el esclarecimiento de hechos, a satisfacción de quien escribe lo contrario”, y que por consiguiente “tal razonamiento es contradictorio, va contra las reglas de la lógica, intenta socavar el prestigio de nuestro Poder Judicial y es injusto”.
Para el Poder Ejecutivo, la conducta de Maurente “desprestigia el honor de la Fuerza Armada que representa y el suyo propio”, y por lo tanto no homologó el fallo.
Por su parte, los fallos acerca de la conducta de Jorge Silveira y José Nino Gavazzo sí fueron homologados por el presidente, ya que si bien en general tienen el mismo contenido que el fallo sobre Maurente en cuanto a los delitos por los que fueron condenados (incluyendo los mismos 28 homicidios), el tribunal sí entendió que “existió falta contra el honor, porque los militares juzgados, teniendo conocimiento de la condena con prisión del coronel Juan Carlos Gómez (quien estuvo privado de libertad durante tres años y medio) por el fallecimiento de Roberto Gomensoro en el Grupo de Artillería Nº 1, cuyo cuerpo apareciera en aguas del Río Negro no le comunicaron a la Justicia Penal ordinaria que el condenado era inocente”.
El Ejecutivo afirma que la conducta de Gavazzo y Silveira, como la de Maurente, “desprestigia el honor de la Fuerza Armada que representa y el suyo propio”, y señala que homologa los fallos debido a los actos que ya juzgó el Poder Judicial, “y no sólo por los motivos restringidos” expuestos por el Tribunal de Honor.
Por otro lado, en referencia al “cuestionamiento genérico” realizado al Poder Judicial en “los instrumentos agregados en el expediente”, el Poder Ejecutivo entiende que “no se compadece con las apreciaciones incluidas en los mismos con referencia a ciertos casos, donde la actuación de la Justicia permitió el esclarecimiento de hechos, a satisfacción de quien escribe lo contrario”, y que por consiguiente “tal razonamiento es contradictorio, va contra las reglas de la lógica, intenta socavar el prestigio de nuestro Poder Judicial y es injusto”.
Para el Poder Ejecutivo, la conducta de Maurente “desprestigia el honor de la Fuerza Armada que representa y el suyo propio”, y por lo tanto no homologó el fallo.
Por su parte, los fallos acerca de la conducta de Jorge Silveira y José Nino Gavazzo sí fueron homologados por el presidente, ya que si bien en general tienen el mismo contenido que el fallo sobre Maurente en cuanto a los delitos por los que fueron condenados (incluyendo los mismos 28 homicidios), el tribunal sí entendió que “existió falta contra el honor, porque los militares juzgados, teniendo conocimiento de la condena con prisión del coronel Juan Carlos Gómez (quien estuvo privado de libertad durante tres años y medio) por el fallecimiento de Roberto Gomensoro en el Grupo de Artillería Nº 1, cuyo cuerpo apareciera en aguas del Río Negro no le comunicaron a la Justicia Penal ordinaria que el condenado era inocente”.
El Ejecutivo afirma que la conducta de Gavazzo y Silveira, como la de Maurente, “desprestigia el honor de la Fuerza Armada que representa y el suyo propio”, y señala que homologa los fallos debido a los actos que ya juzgó el Poder Judicial, “y no sólo por los motivos restringidos” expuestos por el Tribunal de Honor.
Los mensajes partidarios
Las reacciones en la arena política fueron variadas. Desde el Partido Nacional, varios dirigentes saludaron a Manini Ríos y se refirieron a él como un “gran” comandante. El precandidato nacionalista Luis Lacalle Pou (Todos) escribió en su cuenta de Twitter que la destitución del comandante en jefe es un “resorte institucional” del presidente, pero también opinó que el general desempeñó su “cargo con lealtad institucional” y con “apego a las normas”, para concluir que “fue un digno comandante”.El senador nacionalista Álvaro Delgado, integrante de Todos, fue más allá que su líder y consideró que el cese es una “mala noticia para el Uruguay y para el Ejército”. “Cesan a un gran comandante en jefe. Tendrán que explicar las razones, pero es obvio que la presión fue del Frente Amplio [FA]”, afirmó. En la misma línea opinó el diputado nacionalista Pablo Abdala, quien sostuvo en redes sociales que “tal vez” las últimas declaraciones de Manini Ríos “sirvieran de motivo o excusa”, pero que era “el final largamente buscado por los sectores radicales del FA”. Por su parte, el precandidato nacionalista Jorge Larrañaga dijo que Manini Ríos: “Cruzó una línea que no debía”.
El precandidato colorado Ernesto Talvi aprovechó la oportunidad para abordar un tema de fondo: “La destitución del Manini no admite dos opiniones: el presidente ejerció su autoridad y se acata sin chistar. Pero hay que hablar de lo que medio país cuchichea: ¿tiene sentido con nuestro tamaño y en este tiempo tener Fuerzas Armadas convencionales teóricamente preparadas para la guerra?”, deslizó en Twitter.
Desde filas frenteamplistas, los precandidatos expresaron su apoyo a la decisión de Vázquez. Óscar Andrade manifestó en Facebook su “respaldo” y calificó de “justa” e “irreprochable” la destitución. Mario Bergara cuestionó en Twitter la actitud de Manini Ríos de “intentar censurar” al Poder Judicial y calificó de “oportuna y acertada” la resolución de Vázquez. Daniel Martínez sostuvo, también en Twitter, que el presidente adoptó “una decisión que honra la Constitución y protege el rol de las instituciones”. Carolina Cosse manifestó que el gobierno del FAo “vuelve a ser una garantía”, e hizo referencia a una frase utilizada por Vázquez en varias oportunidades: “Dentro de la Constitución todo y nada fuera de ella”.
Dichos y actuaciones de Manini Ríos
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3 de febrero de 2016. “Seguir pidiéndole cuentas al
Ejército por lo que pasó hace 40 años [...] es casi lo mismo que pedir
cuentas por lo que hicimos en la Guerra de Paraguay”.
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18 de mayo de 2016. Manini Ríos participó con su
uniforme militar en una misa en la catedral de Montevideo por el Día del
Ejército. Volvería a hacerlo.
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18 de mayo de 2017. En su discurso por el Día del
Ejército agregó frases que no estaban en el texto entregado previamente
al ministro de Defensa Nacional. “[Los militares] tienen el privilegio
de llevar su pobreza con dignidad y lucir orgullosos el uniforme que
para ellos representa su vida”.
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29 de junio de 2017. “A la gente de Bella Unión, Salto y Paysandú les importa un comino lo que pasó hace 44 años”.
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30 de noviembre de 2017. Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos denunció que Manini Ríos brindó información falsa sobre la ubicación de restos.
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1º de diciembre de 2017. “El principal interesado en la aparición de los cuerpos [de desaparecidos] es el Ejército”.
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18 de mayo de 2018. “[Al Ejército] nada ni nadie lo
pondrá nunca de rodillas”. “Gracias soldados por no reaccionar ante la
provocación de aquellos que respondiendo a intereses inconfesables viven
de la confrontación”.
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25 de junio de 2018. En referencia al homicidio de
Artigas Álvarez, hermano de Gregorio Goyo Álvarez, cometido por el MLN-
Tupamaros: “¡Que su sacrificio no haya sido en vano!”.
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22 de agosto de 2018. “Cuando la patria esté en peligro no hay derechos para nadie, sino deberes”.
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5 de setiembre de 2018. “No le puedo atribuir al
ministro [de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto] Murro de ninguna
manera mala fe”, ni que “mienta a sabiendas” sobre la reforma de la
llamada Caja Militar.
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29 de diciembre de 2018. “Saludo al soldado que se
esfuerza por cumplir la misión asignada de la mejor forma, a pesar de
las dificultades [...] y de la acción de los mercaderes del odio y del
enfrentamiento entre orientales”.
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4 de febrero de 2019. “El Ejército ha hecho, hace y
continuará haciendo lo posible por esclarecer los hechos y dar
respuestas” sobre delitos cometidos en dictadura.
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7 de febrero de 2019. “Noto un ambiente muy favorable a una mayor participación del Ejército en la seguridad”.
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28 de febrero de 2019. “Gritos de Asencio, en la historia de los pueblos, ha habido y habrá muchos”.
(*) Una primera versión de esta nota, especialmente en su
titulación, dejaba la sensación de que la resolución de la Presidencia
de la República ante el fallo del Tribunal de Honor tenía un sentido
opuesto al que tuvo realmente. En caso de haber generado confusión al
respecto, pedimos disculpas a los involucrados y a los lectores.
La remoción del comandante en jefe del Ejército, Guido Manini Ríos, dejó al descubierto la postura del presidente, Tabaré Vázquez, sobre algunos fallos de un Tribunal de Honor militar relacionados con la actuación de varios altos oficiales que cometieron infinidad de crímenes de lesa humanidad durante la dictadura cívico-militar.
La remoción del comandante en jefe del Ejército, Guido Manini Ríos, dejó al descubierto la postura del presidente, Tabaré Vázquez, sobre algunos fallos de un Tribunal de Honor militar relacionados con la actuación de varios altos oficiales que cometieron infinidad de crímenes de lesa humanidad durante la dictadura cívico-militar.
El comunicado oficial que explica el cese de Manini Ríos se produjo luego que
“al elevar el contenido de fallos del Tribunal Especial de Honor en
referencia a militares sometidos a los mismos, efectuó graves
cuestionamientos al Poder Judicial”
El documento hace referencia a la homologación de los fallos del Tribunal Especial de Honor que juzgaron al coronel (R) Jorge “Pajarito” Silveira Quesada, el teniente coronel (R) José Nino Gavazzo y el coronel (R) Luis Alfredo Maurente Mata, acusado en varios casos penales por violaciones a los derechos humanos ocurridas entre 1973 y 1985.
El documento hace referencia a la homologación de los fallos del Tribunal Especial de Honor que juzgaron al coronel (R) Jorge “Pajarito” Silveira Quesada, el teniente coronel (R) José Nino Gavazzo y el coronel (R) Luis Alfredo Maurente Mata, acusado en varios casos penales por violaciones a los derechos humanos ocurridas entre 1973 y 1985.
Silveira y Gavazzo fueron condenados por la Justicia penal como
autores responsables de 28 delitos de homicidio muy especialmente
agravado en reiteración real.
Sin embargo, en el caso de Maurente el Tribunal lo había eximido porque consideraba que los hechos "no
están lo suficientemente aclarados (...) al existir la imposibilidad de
reconstruir situaciones que, según se dice, ocurrieron hace 42 años".
Sin embargo, la resolución de Presidencia de la República señala que “el Poder Ejecutivo no comparte los fundamentos del Tribunal, en cuanto entendió que los hechos no están lo suficientemente aclarados, al existir la imposibilidad de reconstruir situaciones que, según se dice, ocurrieron hace 42 años, que dieron lugar a un trámite judicial que en su momento juzgara hechos a 30 años de ocurridos, cerrando el caso sin elementos que fundamenten la convicción que lo oficiales sometidos al Tribunal faltaron a los códigos de honor, de la Institución Militar, del Cuerpo de Oficiales y del suyo propio”.
Sin embargo, la resolución de Presidencia de la República señala que “el Poder Ejecutivo no comparte los fundamentos del Tribunal, en cuanto entendió que los hechos no están lo suficientemente aclarados, al existir la imposibilidad de reconstruir situaciones que, según se dice, ocurrieron hace 42 años, que dieron lugar a un trámite judicial que en su momento juzgara hechos a 30 años de ocurridos, cerrando el caso sin elementos que fundamenten la convicción que lo oficiales sometidos al Tribunal faltaron a los códigos de honor, de la Institución Militar, del Cuerpo de Oficiales y del suyo propio”.
Por esta y otras razones, el presidente resuelve “no homologar el fallo del 15 de setiembre de 2018” emitido “por
el Tribunal Especial de Honor para Oficiales Superiores N° 1 del
Ejército Nacional que juzgó la conducta del señor coronel en situación
de retiro Luis Alfredo Maurente Mata”.
Resolución 1
En el punto IV se detallan algunas expresiones de Manini Ríos: “En
los antecedentes administrativos remitidos al Poder Ejecutivo
solicitando la homologación del fallo del Tribunal de Honor, el Sr.
Comandante en Jefe del Ejército, General de Ejército, Guido Manini Ríos
efectúa graves cuestionamientos a la Justicia penal, considerando que un
militar citado como indagado por la Justicia ´no tiene las garantías
del debido proceso y es condenado en base a conjeturas o convicciones
inadmisibles sin pruebas fehacientes... fraguadas o inventadas”.
El Tribunal Especial de Honor para Oficiales Superiores N° 1 del Ejército juzgó la conducta de Gavazzo, Silveira y Maurente “en relación a su sentencia por un delito especialmente agravado de veintiocho homicidios en reiteración real”.
Gavazzo, ex jefe operativo del Servicio de Información de Defensa
durante la última dictadura, preso desde 2006 por violaciones a los
derechos humanos y actualmente en reclusión domiciliaria en atención a
su edad, fue condenado a 25 años de cárcel en 2009 por el homicidio
especialmente agravado en reiteración real de 28 personas en la casa del
llamado “segundo vuelo”. El juez de ese caso fue Luis Charles y la
fiscal fue Guianze.
En tanto, el coronel retirado Luis Maurente y los ex policías
Ricardo “Conejo” Medina y José Sande Lima recibieron una sentencia de 20
años de prisión en marzo de 2009.
Hace pocas semana, el fiscal letrado en Crímenes de Lesa Humanidad,
Ricardo Perciballe, solicitó el procesamiento de Gavazzo, Arab,
Silveira, Maurente y Gilberto Vázquez y la extradición de Manuel
Cordero, por el secuestro en 1976 de Anatole y Victoria Julien, quienes
entonces eran niños.
Los hermanos fueron secuestrados en Buenos Aires, junto a sus
padres, el 26 de setiembre de 1976. Según sostiene el fiscal en el
dictamen se comprobó que fueron trasladados de Argentina a Chile por
oficiales uruguayos en el marco del Plan Cóndor. Los padres de Anatole y
Victoria continúan desaparecidos.
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