Durante una conferencia de presa celebrada en la jornada de ayer, 17 de julio, el Ministro de Defensa de Uruguay, Javier García, anunció la compra de dos buques patrulleros para la Armada Nacional, los que serán adquiridos al astillero español Cardama por un importe de 82,2 millones de Euros. El contrato implica la construcción de dos buques nuevos, de acuerdo con las razones técnicas, de monto y plazo aportadas por la Armada Nacional de Uruguay al Ministerio de Defensa. En particular, la oferta de ambas unidades por el monto consignado, fue un aspecto determinante para la selección de la propuesta del astillero español, Cardama, frente a propuestas de acercadas por empresas de Francia, España, China, Colombia, entre otras.
Integrantes de la Armada Nacional preocupados pues investigaron que el astillero de Vigo Cardama NO HA CONSTRUÍDO jamás una OPV ni buques militares; lo más similar fue un Oceanográfico que fue devuelto por deficiencias técnicas varias
Por Ricardo Pose
Caras&Caretas 23 julio 2023
El ministro de Defensa, Javier García, anunció la compra de dos lanchas OPV para patrullaje de nuestras aguas territoriales, que es una vieja necesidad de la Armada Nacional para la seguridad y defensa de la soberanía uruguaya. Sin embargo, una vez más, como ocurriera con los aviones Hércules, el negocio deja más incertidumbres que certezas y dudas de poder ejercer con efectividad la custodia de las 350 millas marinas.
Tal vez la diferencia mayor con la compra de los Hércules -además de la obvia que esta vez compró el Estado uruguayo vehículos de mar y no de aire-, es que dejó de recorrer chatarreros para mandar fabricar las lanchas que son necesarias para los objetivos de patrullaje de nuestros mares.
El 17 de Julio de este año el Ministro Javier García anunció la adquisición por parte del gobierno uruguayo de dos buques de patrulla oceánica para la Armada Nacional que serán comprados al astillero español Cardama a un precio de 82,2 millones de euros. Se trata de dos buques “cero kilómetro, cero millas” y la decisión adoptada se basó “en razones técnicas que aportó la Armada Nacional, razones de monto y razones de plazo”.
Explicó que con “estos dos buques van a permitir a la Armada Nacional retomar su misión esencial, consistente en la custodia de nuestra soberanía nacional en el mar, del cuidado de nuestros recursos naturales, de evitar y reprimir, cuando sea necesario, actividades ilegales, la pesca ilegal, el crimen organizado, y retomar el control sobre todo en nuestro espacio marítimo, cuestión que como ustedes saben está muy limitada a partir del deterioro y la antigüedad que tienen los buques que cuenta la Armada Nacional en el día de hoy”.
La compra de los buques como fueron mandados a fabricar es a un plazo de entrega de 18 meses, pues como explicó García: “Esta fue la oferta, de las recibidas, la de menor costo, de las 8 de diferentes orígenes que se recibieron, y al mismo tiempo fue la oferta que más rápidamente ofreció la entrega de los dos buques. El primer buque -ustedes saben que hay una cantidad ahora que está en el Tribunal de Cuentas, tiene firmas de contrato, etc.-, si todo marcha en esos plazos, estaría entregándose los primeros meses de 2025; los dos buques en 2025, uno al inicio y otro al final, en frases simples. Y justamente eso fue también lo que motivó la decisión que adoptamos en estas horas”.
Serán sin dudas 18 meses de zozobra y quien finalmente pueda hacer uso de los buques, enfrente o tenga que presentar juicios por su no entrega o padecer sus limitaciones operativas como los Hércules, sin dudas será el nuevo gobierno.
Olas de 94 millones de dólares
Fuentes de la Armada consultada por Caras y Caretas confirmaron algunos mensajes que con tono de preocupación empezaron a circular, básicamente cuestionando las “razones técnicas que aportó la Armada Nacional, razones de monto y razones de plazo”, a las que aludió el Ministro de Defensa.
Otras voces mostraron su preocupación por la presencia en la delegación que viajó a España a cerrar el negocio del extitular de Casa de Galicia, Alberto Iglesias, que “se reunieron en una feria naval en Madrid con el propietario y allí se había ‘gestado todo’”; o sea, las autoridades uruguayas ni siquiera visitaron el astillero que construiría las lanchas.
Integrantes de la Armada plantean su preocupación pues han investigado y arribado a la conclusión de que el astillero de Vigo Cardama “no ha construido jamás una OPV ni buques militares, lo más similar es un oceanográfico que era una unidad de control de pesca e investigación marina que fue devuelta por deficiencias técnicas y no cumplía los detalles acordados y su estabilidad era defectuosa” (en estas manos quieren dejar el futuro de las OPV que serán vitales en el control de las 350 millas de soberanía).
El modelo OPV es el C242 y al que alude la información anterior se agrega que fue construido en Astilleros CIES y terminado allí, (en Cardama), pero aún esta allí porque no lo aceptaron (de hecho al día de hoy sigue allí) ya que no estaba construido tal como había sido propuesto, con fallos de estabilidad entre otros.
Fuentes del mundo empresarial de los astilleros no hicieron llegar su investigación sobre la empresa Cardama y traen otro dato preocupante.
Uruguay pagará 94 millones de dólares (los famosos 82,2 millones de euros) por ser la oferta más barata, encargado a una empresa (Cardama) que en el mercado de astilleros español no solo es una de las más chicas, sino que además no está pasando por su mejor momento financiero.
Algunas fuentes alertan que como surge de la propia información de la empresa Cardama Shipyard su capital social como empresa pequeña es de 800.000 euros; la Armada Nacional pide de garantía 1.500.000 euros que no estarían en condiciones de afrontar; a primera vista un negocio que si no naufraga, andará por 18 meses en aguas turbulentas.
Otro detalle del negocio con respecto a la empresa que hacen notar es que “la información que se publica en Infodefensa es lamentable. En 2021 facturó 11 millones... cuando un astillero normal de reparaciones factura anualmente más de 70 millones. Esas fotos no soy de hoy día, y en el mejor de los casos solo ha construido pesqueros”.
Si la falta de experticia en la construcción de un vehículo militar no es condición indispensable, entonces sí tiene cabida la propuesta del presidente del Pit-Cnt, Marcelo Abdala, de que se podrían haber construido acá, salvo que el gobierno tenga la convicción de que los diques del Estado construyen para navegar “cáscaras de nuez”.
Algunas voces en España y no directivos del emprendimiento han dicho con respeto al proyecto uruguayo que “son sistemas civiles, construidos por astilleros civiles, con diseño civil, sin las complejidades y certificaciones de los sistemas militares, pensados para tareas policiales y garantizar la soberanía de sus aguas frente a la pesca ilegal, contrabando, etc. Yo añadiría que son buques guardacostas, con buenas características para ese cometido”.
“Balquitos” de papel
Fuentes desde España señalan que “con una simple investigación a fondo se ve que primero no tienen la capacidad de construirlas allí, sin contar que nunca han hecho una OPV, sino pesqueros y reparación. Te paso fotos del lugar y lo ves en recuadro grande el área donde construyen con una medida de sus instalaciones y en el pequeño la famosa C242 que está construida en 2011 y que no fue aceptada por su deficiencia de estabilidad por los que la encargaron y allí está sin vender aún. Hasta puede que la conviertan en OPV a esa misma”.
De la conferencia de García también destacan que “en su anuncio nada de planos particulares completos, diseño de armas, y mucho más que no han presentado desde el astillero”.
Pero dejando de lado la polémica sobre las capacidades de la empresa –cuentan con largos 18 meses para demostrar lo contrario– las que quedaron sorprendidas fueron las autoridades de China.
En febrero de este año los representantes de la empresa china CSTC pretendían plantear una segunda rebaja al precio ofertado, pretendían porque desde hacía un tiempo el ministerio no les atendía el teléfono.
Hay que recordar, además, que por encima de los costos manejados en su momento, hubo una fuerte presión desde la embajada de Estados Unidos para que no se compraran las lanchas a la empresa China.
En su oportunidad los norteamericanos hicieron saber al senador Carlos Camy de su malestar ante la posibilidad del negocio.
El 27 de junio un enviado para Latinoamérica de la República Popular China, el embajador y el agregado militar en Uruguay se reunieron con Lacalle para, entre otros temas, deslizar su malestar por el informe del contraalmirante Gustavo Musso que rechazaba la propuesta de la empresa china por los problemas geopolíticos entre Estados Unidos y China.
Pero para comprender el proceso de ir dejando por el camino la propuesta china, remitámonos al informe que en su momento realizó Javier Bonilla para la publicación Defensa.com: “La cotización de las dos unidades con mayores ambiciones electrónicas pasó de casi 100 millones de dólares cada una a 82 millones hace unos meses. Previamente, un polémico fallo de una comisión asesora presidida por el c/n Marcos Saralegui declaraba su parecer ampliamente favorable a la propuesta china, por encima de las de la francesa Kership (unos 75 millones de euros por cada OPV-80 /90) y Damen, 112 millones por cada ejemplar de la serie OPV-1800 (variable de 2.200 toneladas), emparentada con las de la clase Tun Fatimah, de Malasia, que luego fueron tentativamente rebajadas suplantando su cañón de 76 mm por 30 mm y simplificando su sistema de combate, a 57 millones y medio de dólares cada una, aunque el ministerio se negó a recibir esa propuesta y el ministro a recibir a la embajadora de Países Bajos. Desde el principio, fue este un llamado problemático, porque el titular de Defensa había dicho que no pensaba invertir mucho más de 100 millones de dólares, sin conocimiento de las cotizaciones que se manejan en el sector. Al mismo tiempo, la firma que más se aproximaba inicialmente a esa cifra, Ocea, fue impedida de participar por tener cascos basados en aleación de aluminio. El ministro García anuncia su intención de declarar la operación de compra desierta, también adelanta su casi segura disposición a adquirir dos o tres unidades de la vieja clase noruega Nordkapp (1980), a un precio original de 30 millones de dólares, destinando unos 70 millones más a modernizarlas, cifra total que mucho se parece a algunos precios sugeridos últimamente por dos unidades nuevas y no garantiza eficiencia de las actualizaciones planteadas en las usadas, a futuro. El no haber concretado oficialmente la hace dos semanas adelantada clausura de los procesos de compra de OPV iniciados hace más de un año coloca en una posición más que comprometida a las direcciones jurídicas y de secretaría del ministerio en lo que hace a su accionar. Por otra parte, proponer una segunda rebaja de precios a su oferta inicial desacredita la propuesta china a un grado superlativo, o induce a serias sospechas a este respecto, más allá de la pulseada diplomática que se plantea, cuando Uruguay insiste en un Tratado de Libre Comercio con China. Mientras no se declare este tema desierto, tampoco se puede descartar totalmente que Estados Unidos, tras admitir su oposición a la compra de navíos de ese origen asiático, pudiera inclinar su balanza por alguno de los dos proponentes de OPV occidentales. Por otra parte, el argumento aludido por el gobierno de que los precios de cualquier OPV nueva exceden sus posibilidades tampoco serían de recibo, porque el Ministerio de Economía pareció avalar una inversión de entre 150 millones y 165 millones de dólares por este concepto no hace muchas semanas”.
>>> El informe de la Armada
El pasado lunes 12 de junio, mientras el comandante en fefe de la Armada de Uruguay, almirante Jorge Wilson, se encontraba de viaje por motivos oficiales, Uruguay amanecía con la noticia en portada de uno de los diarios de mayor tiraje del país, El Observador, de que el jefe del Estado Mayor de la Armada, contraalmirante Gustavo Musso, recomendaba la compra de buques al astillero español Gondán. Se publicaron similares titulares en portales de defensa y medios extranjeros, inclusive agregando que la Armada sería la que habría preseleccionado a dicho astillero. En las notas se precisaban los distintos puntos a favor y en contra que el contraalmirante había evaluado sobre cada astillero para fundamentar su elección.
La noticia se originaba en un informe interno de la Armada que se había filtrado por varios canales de comunicacion y que los distintos medios tomaron y replicaron sin analizar ni verificar su contenido, como una opinión no de un contraalmirante, sino de la Armada en general. En nuestro caso, Infodefensa.com estaba en posesión del referido documento, pero se prefirió esperar a analizar su contenido, verificarlo y evaluar las posibles intencionalidades detrás de la filtración, antes de publicar algo al respecto.
Esa misma semana, el ministro de Defensa Nacional, Javier García, aparecía en el programa de televisión uruguayo Desayunos Informales y al ser consultado sobre el tema le restó transcendencia, diciendo que era la opinión de un contraalmirante, que no era vinculante y que el se comunicaba únicamente con el comandante en jefe, y que esos informes no le llegaban porque no correspondía. Resaltó la verticalidad del mando y que la decisión final de la compra de los buques sería suya. Adicionalmente, manifestó que por más que se insistiera con preguntas sobre el referido informe, él no se iba a manifestar en este sentido y que había que entender que en este tipo de compras habían muchos intereses.
El informe del contraalmirante Musso
El documento en cuestión, fechado el 31 de mayo de 2023 y dirigido al comandante en jefe de la Armada Nacional Uruguaya, almirante Jorge Wilson, comenzaba diciendo que se concebía en respuesta a una directiva (no se especifica de quien) de liberar los criterios para recibir y analizar las propuestas de patrulleras oceánicas. Luego menciona los criterios generales establecidos por el mando para la nueva selección de buques, que se limitan a un tonelaje de por lo menos 1.500 toneladas y hangar fijo para la operación de aeronaves del tipo Agusta Bell 412.
Informe de la Armada Uruguaya sobre patrullas oceánicas by Alberto Cabrera on Scribd
A estos criterios generales, el contraalmirante Musso agrega algunos, que a criterio personal, serían imprescindibles ratificar, entre los que se encuentran que el barco propuesto sea un casco probado con al menos uno construido y en operación, descartando la opción de barcos similares de distinta eslora o manga, astilleros que puedan acreditar la experiencia en construccion de buques de patrulla oceánica como así tambien actividad sostenida en la construccion de todo tipo de buques en la ultima década o quinquenio.
Adicionalmente, manifiesta su preferencia por negociar con astilleros relativamente pequeños en vez de grandes empresas que tienden a subcontratar muchos de sus servicios pero que además cuentan con equipos de abogados con especialidad en contratos navales, algo de lo que la Armada carece. Sumado a esto, da preferencia en igualdad de condiciones a los astilleros de habla hispana porque, según sus criterios de selección, el mal manejo del inglés y francés en la fuerza serían un serio limitante a la hora redactar un contrato, establecer garantías, realizar entrenamientos, intercambiar opiniones técnicas, capacitaciones y otros aspectos de la compra.
En lo que se refiere a valores, indica que si bien él no pondera costos en su análisis, se limitara a evaluar las ofertas que no superen los 120 millones de dolares como máximo. Para finalizar, hace referencia a que, dada la situación geopolítica, no evaluara la oferta china debido a la creciente tensión entre Estados Unidos y China, lo que seguramente generara problemas para el mantenimiento presente y futuro de la plataforma. También se menciona que por la distancia, los costos de traslados desde y hacia China para la supervisión del proyecto, como el entrenamiento de las tripulaciones, no sería solventable por parte de la Armada, pues carece de presupuesto para ello. Como forma de comparar los inconvenientes que se pueden generar a nivel logístico, compara la compra de OPV con la demora que se tuvo en un parabrisas para un ómnibus donado por China, que demoró nueve meses en llegar a Uruguay.
El informe continúa detallando lo que el contraalmirante define como “criterios obligatorios y excluyentes”, que se dividen en Astillero y Patrulleros, para luego agregar algunos criterios necesarios, pero no excluyentes. En el primer grupo de criterios y en lo correspondiente a Astilleros, solicita que el oferente tenga buques de “propósito similar” construidos y entregados, acreditar cartera de buques entregados en los últimos seis años, como así también el tonelaje construido y contratos finalizados en el mismo periodo de tiempo, y acreditar al menos un casco del tipo ofertado fabricado por el propio astillero.
En lo que se refiere a los patrulleros, requiere que no sean prototipos con al menos un casco de su tipo construido y en servicio, con construcción del casco y superestructura en acero naval acorde a normas (no las detalla), casco subantártico reforzado con clasificación polar Hielo 1C, cubierta de vuelo para operar en condiciones de mar 4 durante el día o la noche, hangar para helicóptero AB 412, supervivencia de la plataforma con dos compartimientos adyacentes inundados, 6.000 millas náuticas de autonomía como mínimo, velocidad máxima mayor a 20 nudos, motorización Diesel con sus dos motores instalados en salas independientes y estancas entre sí, dos líneas de ejes con hélices de paso controlable, dos timones, tres generadores más uno de emergencia, una hélice en proa, sistema de estabilización activo con aletas móviles para la operación con helicópteros, dos rampas a popa para desplegar lanchas de interdicción con ambas embarcaciones rápidas incluidas en la propuesta, una embarcación de servicio o apoyo en una de las bandas de acuerdo a Solas, capacidad de remolque con grúa, apoyo a la lucha contraincendios de terceros con al menos un cañón de agua/espuma instalado, estación para reaprovisionamiento de agua y combustible, puente integrado con comando y control integral de la plataforma desde el puente, sistema de navegación, posicionamiento y comunicaciones acorde a Solas, puesto de control de máquinas, sala para CIC o CO con sistema de gestión de combate instalado separado del puente de mando, radar de exploración de superficie independiente de los de navegación, cámara optrónica de vigilancia independiente de los sistemas de armas, armamento principal de por lo menos 30mm giroestabilizado con cámara optrónica propia, armamento secundario de 12,7mm como mínimo y las mismas características que el anterior, dos contenedores abordo para distintas configuraciones del buque, grúa de manejo de cargas, repuestos para 10.000 horas de equipos y sistemas principales y asegurar la transferencia de conocimiento e interacción con el proyecto, y todos sus sistemas en idioma español a todos los niveles.
En el caso de los criterios necesarios pero no excluyentes se incluyen el Data Link entre los helicópteros y el buque, la preinstalación de estructura para el montaje de un cañón de 76 mm, habitabilidad para un jefe de división o escuadra, firme y gancho de remolque en caso de no disponer de grúa, y santabárbara con munición de origen e ILS.
El informe se completa con un texto ordenando las propuestas según las calificaciones asignadas por el contraalmirante y destacando que Damen no fue analizada pues su propuesta de 2022 no le fue presentada al contraalmirante Musso.
Según sus criterios, el astillero con mejores calificaciones fue Gondán, seguido por Cotecmar y Kership en segunda posición, luego Hyundai y cuarto Cardama. El informe presenta un cuadro, utilizado por el contraalmirante, para identificar cuales astilleros cumplían con los criterios seleccionados personalmente y cuales no. También se marcaban algunos aspectos como parciales otorgando menos puntuación.
Análisis del informe, sus consecuencias y el manejo de la información
El informe surge a la opinión publica durante la fase final de la nueva selección de potenciales ofertas para proveer dos buques de patrulla oceánica para la Armada Nacional de Uruguay. La filtración se comunica a los medios precisamente cuando el comandante en jefe de la Armada no se encuentra en el país y deja a la interpretación de periodistas, algunos con muy poca especialización y escrúpulos, la información presentada en él, que da la apariencia de ser una opinión generalizada de la Armada, cuando en realidad no lo es y que además posee en su contenido algunos conceptos y aseveraciones que por lo menos son debatibles y llaman a cuestionar las conclusiones del estudio. Es importante destacar que el autor presenta su informe como una justificación a su voto en una junta de almirantes previa, donde tres almirantes votaron por una opción y el resto, con la excepción de uno que se abstuvo de votar, eligieron cada uno un astillero diferente. Entre este último grupo, se encuentra el voto del contraalmirante Musso.
La divulgación y publicación sin análisis del informe generó un rápido impacto tanto en la opinión publica en general con dentro de la Armada, pero también implicó que el ministro de defensa, Javier García, fuese consultado unos días después sobre su postura al respecto. El ministro, con quien en más de una oportunidad he estado en profundo desacuerdo con sus decisiones, en este caso manejo el tema con mucha claridad y le restó trascendencia, básicamente desactivando la explosividad de su difusión.
Ahora bien, analizando el informe con más profundidad de lo que la prensa en general hasta ahora ha hecho, surgen algunas preguntas que llevan a cuestionar básicamente todo el contenido del estudio. En primera instancia, el contraalmirante Musso decide por cuenta propia excluir a los astilleros chinos, por considerar que la situación geopolítica y la lejanía del astillero son condiciones insalvables para hacer negocios con China.
A esto debemos sumarle su preferencia por astilleros de habla hispana y su aseveración de que la Armada no cuenta con un departamento jurídico capaz de encarar una compra de esta magnitud, por lo que se prefieren astilleros chicos. Sobre esto, sólo puede caber el asombro. Asegurar que, no sólo la Armada sino el país -porque esta es una compra del gobierno uruguayo- carece de las capacidades para negociar con China o cualquier país extranjero algún aspecto comercial, el que sea, es incorrecto. Si así fuese, no existiría el comercio internacional entre Uruguay y el mundo, China no sería el primer comprador de productos uruguayos, no se podrían haber instalado plantas de procesamiento de celulosa europeas en Uruguay y así un sinfín de negocios realizados con países de todo el planeta. Descartar ofertas o quitarle puntos a las propuestas por estos motivos como le pasó a China o a los astilleros coreanos Hyundai y franceses Kership, está fuera de las prerrogativas del contraalmirante que debería haberse remitido únicamente al análisis técnico de cada una de las ofertas.
Continuando con el puntaje y sus criterios, algunos periodos de tiempo varían entre lo que es el comienzo del informe, que por ejemplo manifiesta que los astilleros deben acreditar su experiencia en el ultimo quinquenio o década, para luego, en los criterios excluyentes, cambiar arbitrariamente a seis años, en lo que parecería ser un periodo de tiempo particular para afectar a algunas de las propuestas. También, la suma de los puntos excluyentes y asumiendo que no existe una paramétrica que de mayor puntaje a algunos aspectos sobre otros, da un orden de astilleros distinto a lo que concluyó el contraalmirante Musso.
Adicionalmente, algunos de los aspectos excluyentes que fueron marcados para algunos astilleros como que no cumplen, fueron verificados por Infodefensa.com y esto no sería correcto. Paralelamente, algunas de las ofertas que estarían presentes en ese informe ya ni siquiera son las que está evaluando el gobierno, pues varios astilleros han continuado negociando modificaciones en sus propuestas, particularmente los proyectos franceses, españoles y de la colombiana Cotecmar.
En definitiva, si bien el contenido podría ser definido al menos como cuestionable, por cómo se maneja la información de los astilleros y sus propuestas, cuáles son analizadas y cuáles son desechadas y los criterios de puntuación aplicados, una de las grandes preguntas que quedan pendientes es cuál fue el motivo por el que se filtra particularmente este informe, en ese momento en particular y cuáles eran los fines buscados.
Considerando la turbulenta historia que ha tenido la compra de los buques de patrulla oceánica para la Armada, solo podemos concluir que se busca entorpecer el proceso aún más, tal vez con el fin de que no se adquiera nada, al menos en este gobierno. Precisamente en manos de este gobierno y de sus dirigentes es que caerá el peso de tomar la decisión sobre lo que es mejor para la Armada y el país. Esperemos que, pese a todas estas interferencias, prime el objetivo fundamental de lograr recuperar las capacidades perdidas de la Armada Uruguaya y que posea los medios necesarios para cumplir su función y proteger el mar uruguayo.
>>> El informe de Astesiano
El muerto Astesiano se asusta del degollado
"ES UNA MAFIA"
El exjefe de la custodia presidencial conversaba con Marcelo Acuña,
exgerente de la empresa Vertical Skies y aparente representante de
Hyundai Heavy Industries, sobre el avance del proceso de compra de las
OPV y la negativa de participar del astillero surcoreano.
Respuesta de Astesiano a gerente en Uruguay de empresa internacional interesada en participar de licitación por US$ 200 millones para compra de patrulleras oceánicas. "Está orientada a China", responde el empresario. Chats carpeta fiscal Fossatti.
El gobierno de Joe Biden está en alerta por el avance militar de China en la región
El aumento de la influencia china en la región es un asunto de preocupación para Estados Unidos, que observa con atención cada uno de los movimientos que realiza la potencia asiática. El tema es definido como complejo en la interna del gobierno, donde las autoridades recurren a la imagen del péndulo para describir la estrategia de posicionamiento de Uruguay.
Ese incremento en el enfrentamiento entre ambos países hace que la decisión que deben tomar a la brevedad Luis Lacalle Pou y Javier García cobre mayor trascendencia, ya que el presidente y el ministro tienen que definir por cuál de las tres ofertas se inclinan para la compra de dos patrulleros oceánicos (OPV) para la Armada. De estas, solo la de China Shipbuilding Trading Co (CSTC) cumple con todos los requisitos, aunque las tres propuestas están varios millones por encima de lo autorizado por el equipo económico.
La proximidad a esa resolución hizo que Estados Unidos decidiera mover sus fichas y transmitiera –a través de un alto funcionario de la embajada– al senador Carlos Daniel Camy su rechazo a que el gobierno compre las OPV chinas, según confirmó El Observador con fuentes diplomáticas y del gobierno.
El diplomático estadounidense le hizo saber al presidente de la Comisión de Defensa del Senado que era una mala señal la compra de insumos militares a China en un momento de alta sensibilidad a nivel geopolítico y, específicamente, en medio de una creciente tensión entre Washington y Beijing por Taiwán. En este sentido, marcó la diferencia entre vender carne y soja a China y comprar material para defender el mar territorial uruguayo, cuya principal amenaza suelen ser los buques de pesca chinos.
>>> Prioriedad
En 2020, pocos meses antes de asumir como ministro de Defensa, Javier García miraba desde su despacho del senado en el Palacio Legislativo y comentaba sobre el estado de la flota de la Armada. “Es un museo de fierros viejos. Es la herencia que nos deja el Frente Amplio después de 15 años de desinversión”, comentaba el jerarca a asesores y periodistas. El dirigente del Partido Nacional y líder del Espacio 40 marcó como uno de sus principales mojones para la gestión dotar de presupuesto a las Fuerzas Armadas –en especial a la Armada y la Fuerza Aérea– para volver a dar fuerza de combate y garantizar el control de mares y territorio aéreo uruguayo durante el periodo de gobierno.
En esa línea fue que esta semana el ministro de Defensa García anunció la compra de dos patrullas oceánicas para la Armada Nacional por un valor total de US$ 82 millones. El anuncio se dio días después que desde la Fuerza Aérea, a través del comandante de la Brigada Aérea II (Durazno) Coronel Pedro Cardeillac, reclamase en un discurso público ante las autoridades de gobierno equipamiento para poder garantizar el control del espacio aéreo.
La decisión del Ministerio de Defensa de priorizar a la Armada y no a la Fuerza Aérea generó malestar en los efectivos militares de la fuerza del aire, y así fue comentado en reuniones informales entre oficiales y a través de grupos de WhatsApp, según comentaron fuentes castrenses a 970 Noticias en las últimas horas.
El lunes 10 de julio, en el acto en Durazno –donde participó García, y también el presidente de la República, Luis Lacalle Pou– el Coronel Aviador Cardeillac alertó sobre la debilidad en la que está la Fuerza Aérea repasando el viejo equipamiento con el que trabajan.
“Como especialistas en la materia, con preocupación vemos que las capacidades de combate de la Fuerza Aérea se han reducido peligrosamente en las últimas 3 décadas; llegando a un nivel crítico en la actualidad, en donde están comprometidas las funciones principales que tenemos como Fuerza Armada”, dijo el jerarca militar.
Luego agregó: “Por esos motivos desde esta parte se reitera la necesidad de adquisición de aeronaves tecnológicamente modernas que cumplan con determinados requisitos técnicos y operativos, en donde se resaltan: la capacidad de radar abordo, que sean propulsadas con motores capaces de lograr y mantener velocidades por lo menos transónicas, y en el orden 30% superiores a las amenazas actuales y futuras; con capacidad de armamento y autodefensa; y sobre todo que cuente con un soporte presupuestal y logístico que permita su continuidad operativa por las siguientes 3 décadas. Si no se concreta esta necesidad; no podremos cumplir con nuestros primeros deberes y responsabilidades; hipotecando a costa de ello la posibilidad de ejercer la autoridad y proteger la soberanía en la tercera dimensión de nuestra Patria”.
Según reportó el portal especializado en defensa, “Defensa.Com”, el discurso no fue bien recibido por los jerarcas presentes, y destacó que tanto el ministro como el jefe de Estado se retiraron del acto sin saludar Cardeillac, algo que suele ser habitual y protocolar después de cada discurso en este tipo de actos públicos.
En la mañana del miércoles el ministro de Defensa Nacional, Javier García fue consultado sobre la decisión de priorizar en compra de material. García sostuvo: “Una cosa es lo que queremos y necesitamos y otra es lo que podemos, porque tenemos que equilibrar en un país que es como una gran familia, una sociedad, todas las prioridades que hay y las necesidades”.
Y agregó: “Enfocamos una prioridad en esto que estaba en una situación límite. Tener una Armada que no navegaba prácticamente”.
De todas formas el jerarca reconoció las dificultades que atraviesa la Fuerza Aérea e indicó: “tenemos una aviación que tiene dificultades en infraestructura en aviones muy importantes, pero tenemos que ir paso a paso porque todo a la vez no podemos. No hay posibilidades, son recursos millonarios en dólares. Empezamos un proceso de modernización con los aviones KC-130 (Hércules) hace dos años atrás, pero de la situación en la que estamos a una situación ideal, es difícil”, argumentó.
En una entrevista con El País en 2020 García manifestó que parte de su gestión estaría enfocada en dotar de equipamiento a las tres fuerzas.
“Nos encontramos en algunas circunstancias al límite de la indefensión como país, por razones políticos e ideológicas, por prejuicios (del Frente Amplio), en estos 15 años hubo un casi desmantelamiento de las Fuerzas Armadas donde la mayor expresión está puesto en la Armada y en la Fuerza Aérea. En el Ejército en menos proporción porque las misiones de paz sirvieron para equipar”, dijo en la entrevista.
>>> Prioriedades II
Los genios de turno habían recibido 8 ofertas, entre ellas la china. Pero vino la embajada de EEUU y mandó a parar. El ministro con varios senadores tomaron un avión para ver con sus propios ojos el territorio marítimo que debian cubrir antes de que aparecieran en las costas 200 pingüinos muertos con el buche vacío y consideraron que comprar patrullas oceánicas eran imprescindibles por encima de otras necesidades que tiene el Uruguay. Y optaron por la peor. (Como siempre). No hablemos de coimas porque esto no sucede en el mundo cuando hay licitaciones, y menos en una institución respetable come es la Armada Nacional.
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