sábado, 1 de julio de 2023

Montevideo sin agua potable




Por Eduardo Gudynas 

¿Cómo es vivir en una ciudad sin agua potable / agua dulce? pero con agua salobre que llega a tu casa.
1. Debes comprar agua dulce embotellada. Como referencia un litro cuesta 1,30 dolares. A lo largo del mes es una carga económica brutal. Entre las mas caras del mundo.

 

2. Los calentadores de agua no están preparados y se rompen con tanta sal y sedimentos. Repararlo es costoso, demora días o debes hacer largas filas. Entretanto, en invierno, ¿cómo bañarse?

3. Aprenderás que es difícil limpiar y lavar con agua salobre; en algunos casos imposible. Al mismo tiempo, el agua salobre comienza a devorar cucharas, tenedores y otros metales de uso doméstico. Aparecen manchas marrones que van avanzando
4. Estás indefenso: toda esta crisis llevó a descubrir que el agua además de ser salobre, contenía sustancias posiblemente cancerígenas. Desplomada la confianza en el Estado. Co-responsabilidades de este y anteriores gobiernos.
5. Ante esta severa crisis, la respuesta del presidente Lacalle es: molestarse, prohibir declaraciones a la prensa de otras autoridades, y crear un grupo de Whatsapp. Así están las cosas ...
 

Montevideo es el primer caso mundial de una capital sin agua potable en el siglo XXI
 

El día cero


Eduardo Gudynas
Brecha 30 junio, 2023

«Café con agua sin sal, café con agua dulce», gritaba el vendedor callejero en la feria de Tristán Narvaja el domingo. En esos mismos días hay alivio en la familia porque finalmente se pudo cambiar la resistencia del calefón; la segunda que sucumbe carcomida por sales y sedimentos en los últimos tres meses. Celebramos poder bañarnos. Antes, en el barrio, los bidones de agua costaban 110 pesos, pero en el quiosco de la esquina, la picardía capitalista los tenía a 160 pesos; ahora, el gobierno lanzó una medida tributaria que redujo el precio. ¿Es para festejarlo? Posiblemente, no, porque, como es imposible cocinar, por ejemplo, una sopa con el agua salada, deberemos comprar más bidones. Observo las manchas marrones que van avanzando en cucharas y tenedores. ¿Tendré que desechar los que son devorados por la sal? ¿El gobierno convocará una rueda de prensa anunciando que anulará los impuestos a la venta de cubiertos?

De estos y otros modos similares se transita la crisis del agua potable en toda la zona metropolitana de Montevideo. Cruzamos lo que sería el día cero, pero casi nadie lo advirtió, e incluso es imposible determinar si el gobierno lo ocultó o simplemente no comprende lo que ocurre.

Ese concepto se aplicó en Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, ante la severa sequía que padeció durante varios años y que alcanzó su extremo en 2018. A medida que caían las reservas de agua dulce de esa ciudad (con más de 4,6 millones de habitantes), se aplicaban crecientes restricciones sobre el consumo de agua. Tenían un plan, por supuesto que discutible, pero se organizó con anticipación un programa de medidas escalonadas.

Cuando las reservas de esa ciudad sudafricana cayeran por debajo del 13,5 por ciento, inmediatamente se decretaría el día cero: ya no habría agua potable para distribuir. Aquí, en Montevideo, la situación es mucho más grave, ya que las reservas en Paso Severino están por debajo del 3 por ciento (equivalentes a tres días del consumo de agua capitalino).

Hay agua en las canillas, pero ya no es potable desde hace semanas. Cruzamos el día cero sin saberlo. Los organismos estatales que debían indicarlo callaron y, como no hay ningún plan organizado, se desemboca en la improvisación. Todo esto se disimuló cambiando el agua dulce por otra salobre.

Supimos que el agua dejó de ser potable porque lo dejó en claro la Facultad de Química y por los análisis difundidos por la Intendencia de Montevideo. Quienes debían haber sido los primeros en alertar sobre esa situación, OSE y los ministerios de Salud y de Ambiente, enarbolaron la idea de «agua bebible».

El entrevero en las ideas y los datos se multiplicó. El secretario presidencial, Álvaro Delgado, prometía mantener la «calidad» del agua, aunque en ese momento lo que casi todos entienden por calidad ya se había perdido. Ni siquiera se cumplió ese compromiso, porque a los pocos días OSE incluso traspasaba los nuevos exorbitantes límites de salinidad que le habían concedido.

El presidente Lacalle Pou anunció más recientemente una «emergencia» hídrica. En ello hay dos problemas sustanciales. El primero es que ese término se refiere a una medida que es esencialmente administrativa, que, por ejemplo, liberaliza y agiliza los gastos. El segundo es que no se asume que esto no es una emergencia, sino una crisis, y que no es apenas hídrica, sino que tiene otros componentes.

En efecto, estamos ante una crisis que se expresa en múltiples dimensiones: ambiental, social, sanitaria y económica. Somos testigos de una debacle ecológica, con la cuenca del río Santa Lucía plagada de represamientos y contaminantes. Los impactos sanitarios son evidentes, por ejemplo, para hipertensos, niños y embarazadas, a lo que se suman los riesgos de lidiar con aguas que tienen una sustancia, los trihalometanos, que son posibles cancerígenos. Las implicancias sociales son múltiples, comenzando por acentuar la desigualdad y la marginación, dado que los más pobres tienen menos recursos para lidiar con estos problemas. Finalmente, la situación impacta en los presupuestos domésticos y en el desempeño empresarial.

Se estima que es indispensable ingerir, cada día, casi cuatro litros de agua en varones y casi tres en mujeres (siete durante el embarazo).1 Esos requerimientos se multiplican al sumar la cantidad requerida para cocinar. Eso explica que, por ejemplo, en Ciudad del Cabo, bajo el día cero el gobierno se comprometía a otorgar una «ración» de 25 litros por persona por día.

En cambio, aquí, en la más reciente conferencia de prensa, dos ministros anunciaron que se brindarían dos litros de agua potable por persona, no solo para niños o embarazadas, sino ampliándolo a un grupo más grande. Se escenificó una medida supuestamente contundente, pero que en realidad era brindar menos agua de la necesaria a los más vulnerables, embebida en una fanfarria publicista que no debería servir para disimular esa tenue solidaridad.

El día cero finalmente nunca llegó para Ciudad del Cabo, ya que unos días antes regresaron las lluvias. Sin embargo, todo indica que Montevideo es el primer caso en el mundo de una ciudad capital que llegó a esa situación de colapso. Otras metrópolis, como El Cairo, Yakarta o Ciudad de México, arrastran dificultades por décadas, pero debido a recursos persistentemente escasos. En cambio, nuestra capital siempre estuvo rodeada por ríos y arroyos, pero que fueron contaminados, degradados o alterados de muchas maneras por décadas, y sin tomar medidas de contingencia ante una eventual sequía.

A tono con la obsesión publicista lograremos estar en otro primer lugar mundial que nos convertirá en un ejemplo. Seremos la primera ciudad capital que, en el siglo XXI, alcanzó el día cero, quedándose sin agua, bajo un gobierno que nunca lo entendió.

1. «Human water needs», Michael N. Sawka y colaboradores, Nutrition Reviews, vol. 63, 2005


 

 Montevideo, 30-6-2023.
 
 Entre el Asombro y la indignación, la Comisión Nacional en Defensa del Agua y la Vida y las organizaciones de vecinos territoriales de la zona metropolitana, presentes ayer, 29 de junio, en el Consejo Regional de Recursos Hídricos del Río de la Plata y su Frente Marítimo, la Comisión de Cuenca del Río Santa Lucía,
 
Denunciamos ante la población:
 
 Los ministerios del poder ejecutivo no tienen propuestas ni ideas, no asumen la gravedad de la situación sanitaria del país, vacían los espacios participativos dando la espalda a las organizaciones sociales y no enfrentan la alarmante situación. El equipo de gobierno no se hace cargo, y las medidas de Presidencia son totalmente insuficientes, aunque sí augura que no tendremos en pocos días, ni siquiera su llamada “agua bebible” y espera pasivamente la lluvia.
 
 Desde el conjunto de las organizaciones sociales responsables por una estrategia de gestión del agua participativa, seguiremos fortaleciendo las propuestas junto a los vecinos y la construcción de alternativas para enfrentar la crisis sanitaria e hídrica y mejorar la provisión de agua segura para toda la población del área metropolitana y de todo el Uruguay.
 
 INFORMAMOS A LA OPINIÓN PÚBLICA que ayer, 29 de junio, al retomar la sesión de la Comisión de Cuenca del Río Santa Lucía en simultáneo con el Consejo Regional, luego del cuarto intermedio del pasado 21 de junio, el primer asombro que recibimos fue encontramos, otra vez, con la ausencia de representantes de OSE y del Ministerio de Salud Pública. OSE solicita responder preguntas por escrito, mientras que el Ministerio de Salud Pública, esta vez no tuvo una "reunión impostergable" como la instancia anterior sino que renunció a su responsabilidad como máxima autoridad sanitaria del país: simplemente no estuvieron.
El asombro fue mayor al constatar que solo las organizaciones sociales presentamos propuestas para enfrentar la crisis sanitaria, las pocas instituciones gubernamentales presentes no tenían propuestas aunque reconocen la crítica situación actual y su agravamiento en los próximos meses
Del asombro pasamos a la indignación cuando, luego de una absurda confusión sobre cómo se calcula el quórum estatutario de la comisión, se consideraron apenas dos de la decena de propuestas de las organizaciones sociales. Ante la primera de ellas que reafirma el cumplimiento con lo establecido por el artículo 47 de la Constitución y prioriza el agua potable para consumo humano, los ministerios de Ambiente, Ganadería Agricultura y Pesca, y Turismo y Deporte, votaron negativamente, junto con la Federación Rural, sin argumentar el por qué niegan la Constitución de la República. Mientras que las intendencias de Montevideo, San José y Canelones se abstuvieron en esa votación de reafirmación del artículo 47.
 
Por otro lado. al considerar la necesidad de SUSPENDER el Proyecto Neptuno dado que quedó demostrado que no constituye una solución, sino un nuevo problema, nuevamente los ministerios de Ambiente, Ganadería Agricultura y Pesca, votaron negativamente, junto con la Federación Rural, sin argumentar. Mientras que las intendencias de Montevideo, San José y Canelones, junto al ministerio de Turismo y Deporte se abstuvieron.
 
 Alertamos a la población sobre esta grave situación y reafirmamos nuestro compromiso de buscar solución a la emergencia sanitaria y defender el artículo 47 de la Constitución de la República y la Ley 18.610 que garantiza la participación ciudadana en todas las instancias de planificación y control de los bienes hídricos del país.
 
 
Comisión Nacional en Defensa del Agua y la Vida (CNDAV)
Comisión en Defensa de la Laguna del Cisne y el Solís Chico
Asamblea por el Agua del Rio Santa Lucia.
Redes Amigos de la Tierra.
FFOSE.
 
 
Nuestras propuestas al Consejo regional de Recursos Hídricos del Rio de la Plata y su Frente Marítimo y Comisión de Cuenca del Rio Santa Lucia el día 21-6-2023:
 
Proponemos y exigimos orientar la gestión hídrica en los siguientes aspectos
 
1. Declarar la emergencia sanitaria e hídrica en forma inmediata (disponiendo de los recursos necesarios para enfrentar la emergencia).
 
2. Asignar en forma urgente recursos e ingreso de personal a OSE, para enfrentar la situación.
 
3. Información diaria y accesible sobre la calidad real del agua suministrada en la red.
 
4. Abastecimiento de agua potable segura para toda la población,
 
5. Disponer tanques cisternas con agua potable segura en todos los barrios y localidades del área metropolitana.
 
6. Suspender el cobro de la tarifa de Ose a partir del 1ero de julio del 2023, hasta que no se distribuya agua potable segura.
 
7. Decretar que las empresas embotelladores renuncien al lucro mientras dure la emergencia y distribuyan el agua al costo de embotellado.
 
8. Suspender el uso de agua dulce a empresas con fines productivos no alimentarios, y a las que no brinden servicio de primera necesidad para la población hasta que no se normalice la situación., Seguro de paro especial para los trabajadores afectados por la medida.
 
 
9. Suspender la licitación del Proyecto Neptuno, hasta un análisis profundo en el ámbito de los Consejos Regionales, y comisiones de cuenca de todo el país, con participación social real donde se consideren las propuestas de la Universidad de la República, sindicatos y organizaciones sociales en general.
 
10. Declarar en sesión permanente el Consejo Regional de Recursos Hídricos del Río de la Plata y su Frente Marítimo, para planificar, gestionar y controlar que se cumpla con el derecho humano al agua potable para toda la población establecido en la Constitución de la República.
 
 
Comisión Nacional en Defensa del Agua y la Vida.

 

 




0 comentarios:

Publicar un comentario

No ponga reclame, será borrado