La República
Jueves, 31 de julio, 2008
La Justicia recibió el jueves 24 de junio el testimonio de un ex preso político que identificó a diez oficiales de la Fuerza Aérea como responsables de la represión en la base aérea de Boiso Lanza. Además, el testigo aseguró ante la Justicia que el comandante en jefe de la FAU, Enrique Bonelli, estaba en Boiso Lanza cuando falleció Ubagesner Chaves Sosa.
El ex preso político Guillermo Gómez identificó ante la Justicia a diez oficiales de la Fuerza Aérea Uruguaya (FAU) que accionaban en la base aérea de Boiso Lanza cuando en mayo de 1976 se produjo la detención, el sometimiento a torturas y finalmente la desaparición forzada del militante comunista Ubagesner Chaves Sosa.
El testigo declaró ante la jueza penal de 7º Turno, Graciela Gatti, y la fiscal Ana María Tellechea, que Boiso Lanza era un centro de operaciones del Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA) y del S2, y que al frente de esa unidad estaba el capitán (r) Uruguay Araújo Umpiérrez.
El listado de torturadores de Boiso Lanza que recibió la Justicia incluye a los tenientes Enrique Rivero, Alejandro López, "Ventarrón" Urban, "Indio" Fresia y Cáceres, los capitanes Cabrera, "Gaviota" Delgado, Pinatelli y Uruguay Araújo Umpiérrez, y dos soldados apodados "Trascabatos".
El testigo aseguró además ante la jueza que el actual comandante en jefe de la FAU, Enrique Bonelli, integraba la oficialidad de Boiso Lanza cuando se produjo la desaparición de Chaves Sosa, "aunque no puedo asegurar que estuviera en la máquina".
La historia
El 17 de febrero de 1976 Guillermo Gómez fue detenido en su domicilio por las Fuerzas Conjuntas, en un operativo liderado por Araújo Umpiérrez, y trasladado a la base aérea de Boiso Lanza, donde "inmediatamente me llevaron a 'la perrera', que era donde se torturaba".
"Recién acababa de acostarme, cuando tocaron la puerta y dijeron que eran miembros de las Fuerzas Conjuntas. Abro la puerta y se metieron para adentro, todos de civil, y quien comandaba ese procedimiento era Uruguay Araújo Umpiérrez. De ahí me trasladan directamente a Boiso Lanza", relató Gómez a LA REPUBLICA.
"Dentro de Boiso Lanza identifiqué a varios oficiales que estuvieron en mi detención como al teniente Fresia, que le decían 'el Indio', al teniente Urbán, que le decían 'Ventarrón', y a un capitán Cabrera. Después identifiqué a Araújo Umpiérrez", continuó el testigo.
La particularidad era que Araújo Umpiérrez "no era capitán y tenía más mando que Cabrera. Los milicos nos decían que Araújo Umpiérrez era el jefe del S2 de Boiso Lanza, es decir del servicio de inteligencia. La OCOA operaba en la base aérea", explicó Gómez.
El ex preso político estuvo "en la máquina" (la tortura) de Boiso Lanza hasta fines de noviembre de 1976, cuando lo trasladan al Penal de Libertad. Durante su detención en la base aérea devino la muerte del militante comunista Chaves Sosa, reaparecido el 29 de noviembre de 2006 en una chacra de la ciudad de Pando. "Una mañana me avisan que traían a un compañero y me acerco para ver por la ventana (del calabozo). Veo que traían a un compañero de arrastro y en muy mal estado. Lo llevaban a las catacumbas. Ahí identifico que se trataba de Chaves, incluso otro compañero también lo identificó", dijo Gómez.
"A la mañana siguiente, a Chaves lo traen cuatro o cinco personas, entre ellas el teniente Enrique Rivero y Araújo Umpiérrez. Fue la última vez que lo vimos. A los dos días un soldado nos dice: '-Falleció uno de los de ustedes'. No teníamos certeza de que era Chaves pero lo imaginamos por las condiciones en que lo llevaron. Un compañero, que sí había estado con él, nos informó que habían matado a Chaves", recordó Gómez. "A Chaves lo conocí en el 70 durante mi militancia en la UJC, en el Seccional 22, que cubría el Cerrito de la Victoria, Barrio Marconi y El Municipal. El era miembro del Partido y con su ejemplo militante había reclutado a muchos compañeros. Por eso lo reconocí", aseveró. "La opinión de todos los compañeros es que Boiso Lanza era un comando élite de oficiales que dependían directamente de Araújo Umpiérrez, del S2, y eso se constata porque nunca vimos otros oficiales, como en otras unidades donde compañeros vieron oficiales que no estuvieron en 'la máquina'", señaló Gómez.
El actual comandante en jefe de la FAU, Enrique Bonelli, "era uno de estos oficiales. No lo estoy acusando de haber estado en 'la máquina' pero lo vi en Boiso Lanza. Por eso le pedí a la Justicia que se cotejen los legajos de Araújo Umpiérrez y Bonelli para saber si estaban o no en Boiso Lanza" cuando murió Chaves Sosa, expresó el testigo.
"A Bonelli lo identifiqué (como oficial de Boiso Lanza) cuando (el presidente) Tabaré (Vázquez) lo designó como comandante. Fue como una luz en el bocho. Pensé que tenía bloqueadas esas cosas en mi memoria, pero lo vi y lo registré", continuó Gómez. La identificación de todos los oficiales se produjo a través de los comentarios de los soldados de Boiso Lanza, quienes los nombraban cuando llegaban a los calabozos para "interrogar" a los prisioneros, así como por el testimonio de dos integrantes del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, que habían sido soldados de esa unidad militar, explicó.Comandante Condorito Bonelli
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