sábado, 7 de marzo de 2009

Mujeres


“¿No sentís que algo te pertenece

aunque te lo hayan quitado?

Esos rufianes con cara de señores

caminan gordos sobre nuestra desdicha.

Si ellos te pisan ¿por qué no odiarlos?”


Nueva York, fábrica “Cotton”; 146 obreras

se declaran en huelga y ocupan el establecimiento.

Solución: encerrarlas y prenderlas fuego.

Madres, hijas, novias, abuelas, amantes, amigas, esposas, compañeras; mujeres. Pero, ¿de qué mujeres hablamos? ¿De la madre que golpea a su hijo o de la madre que amamanta con amor? ¿Hablamos de la novia que nos deja o de la novia de un amigo? ¿De las abuelas que criaron a sus nietos como hijos? ¿De la amiga que creemos que por amiga puede ser algo más? ¿De la esposa del genocida o de la esposa del torturado? Y si hablamos de la compañera, la de clase, la que lucha ¿no es mejor oírla, escucharla, saberla igual? ¿O no es igual?; quizá no se trate de ser igual.

¿Por qué yo, hombre, estoy escribiendo este artículo?

Me viene a la cabeza esa frase que dice, en relación al primero de mayo, que si ese es el día de los trabajadores habría que preguntarse por los otros 364. ¿De quién son esos días? ¿Y de quiénes son los otros 364 días que no son 8 de marzo?

Algo nos pertenece desde siempre aunque nos lo hayan quitado; nos han quitado la tierra, la sangre, la conciencia, la memoria; memoria de que antes no todo era como es hoy; conciencia de que puede ser diferente.

Me pregunto, ¿qué puede ser diferente para la mujer mientras no sea diferente para los “diferentes”? Me pregunto quiénes son los iguales.

Está claro que no festejamos; no tenemos muchos motivos. Conmemoramos; conmemoramos y tomamos conciencia: de 365 días sólo uno es de los trabajadores; de 365 días sólo uno es de las mujeres. El resto del año, esos otros 364 días, lustro tras lustro, década tras década y más atrás, lo que era nuestro es de los otros.

Nos conquistaron, nos saquearon, nos mataron, nos inculcaron sus valores, sus dioses, sus miedos y nos dominan el cuerpo y la cabeza; sobre todo la cabeza y, desde ahí, el cuerpo.

Mujeres del mundo, uníos, podría decirse; mujeres del mundo son todas las mujeres. Las 146 asesinadas en la fábrica de algodón y la conspicua esposa del dueño de la fábrica. Clara Zetkin y Margaret Tatcher; la Madre Teresa y Britney Spears; la niña que anoche en una plaza, a las 0.30, me vendió una flor de plástico a precio de rosa y la niña que ahora está entrando a un colegio “high” en un barrio de la burguesía.

Mujeres del mundo, unámonos; pido yo, hombre. Para cambiar el mundo – que es cambiarnos a nosotros- y hacerlo sexuado y sin género; creador y sin clases; paridor y sin dolor, o con dolor pero de vida y no de muerte.

Mujeres del mundo, perdonen nuestros pecados así como nosotros perdonamos a nuestras madres. Sociedad capitalista que educa para que una madre y una escuela transmitan valores de patriarca macho y burgués; sociedad patriarcal que pone cada cosa en su lugar: “mamá amasa la masa, papá lee el periódico”; “Ema asea la mesa, papá arma su pipa”.

Seamos todos feministas, hombres y mujeres; seamos todos subversivos, hombres y mujeres; seamos todos uno solo, hombres y mujeres; seamos una rosa y seamos un puño de hombres y mujeres; con espinas y pétalos de hombres y mujeres.

Otra vez digo: seamos todos subversivos, mujeres y hombres; pongamos las cosas en orden.

Nota: “Para Compromiso Revolucionario, el feminismo es un componente estructural del proyecto emancipador de nuestro pueblo. Entendemos la lucha por la liberación de la mujer y por la igualdad, dentro de la lucha contra el patriarcado y contra la opresión capitalista …”(De nuestro Documento Político número 2)

COMPROMISO REVOLUCIONARIO



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web: www.compromisorevolucionario.org

ORIENTALES ARRIBA LOS QUE LUCHAN POR UNA PATRIA PARA TODOS


Tania la guerrillera

Link: Tania la guerrillera





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