lunes, 28 de junio de 2010

Punta de Rieles a la vista



Lunes, 28 Junio 2010

Sí compas,

sí, sí, estuvimos en Punta de Rieles: alrededor de las 11 de la mañana del viernes 25 nos llaman para decirnos que a un investigador extranjero se le autorizó a recorrer las instalaciones acompañado de quienes lo estuvieran asistiendo en la investigación y de quienes pudieran ser algo así como guías del recorrido, pero en el total no podían ser más de 5 personas. Había que resolver todo en pocos minutos, había un horario acotado que ya empezaba a correr, aproximadamente en una hora debíamos estar en Punta de Rieles. Es así que –generosidades mediante- allí fuimos Carmen Pereira y yo con el equipo de investigación, tratando de ser “ojos y oídos” de todas; no hubo tiempo de “preparar” la recorrida, de conseguir una filmadora, de nada más que salir disparadas para allí, aunque eso sí, cámara en mano. Recorrimos sus instalaciones, muy cambiado todo, muy, muy modificado…seguramente ese cambio comenzó cuando se transformó en sede del Batallón Florida, luego cuando se transformó en Escuela de las Operaciones de Paz y más tarde en Escuela de Suboficiales del Ejército. Ahora están a pleno, construyendo una cárcel para presos sociales, se achican los espacios, se modifican pisos, aberturas, patio de recreo más chico, modificaciones abruptas que dejan un sabor amargo…muy amargo.

Es mucho lo que quisiera expresar desde las emociones; desde el treparme a un wáter de la banderola del baño por donde salía el silbido a las compas de los calabozos; a vichar desde la “puerta/espejo” del cuartito de las milicas hacia la capilla; entrar a los calabozos y reconocer el pasillo y el calabozo en sí, por tamaño, por altura del techo, por una mancha de humedad que entiendo marca el lugar donde estaban esos ventanucos hacia afuera y que ya no están, reconocer las habitaciones en diagonal (demasiado cambiado, las puertas son de madera, tienen ventanas luminosas, es más alto, etc)… en fin, demasiadas emociones, recordando a todas ustedes pero especialmente a aquellas que hoy no están….poniéndoles cara y nombre a cada una de ellas…a cada lugar que iba acompañado de recuerdos, de los piletones donde lavábamos la ropa, el tendedero, el patio de recreo, el locutorio, la capilla donde yo nunca había estado, saqué fotos de los pisos, el parquet clásico en V, los pisos de mármol de la capilla, fotos de las ventanas y ventanales….¡no teníamos un metro para medir!, llegamos a “mi” sector D, a “mi” celda 8, al lugar donde estaba “mi” cucheta, observé que ya no están los cajones de las ventanas donde a la vuelta de una requisa, alguna vez descubrimos un micrófono y las mil anécdotas que acompañan cada uno de estos espacios de dolor, alegrías, pero siempre de comunicación.



Les diré que ya tengo los datos de los trámites que hay que hacer para solicitar una visita antes que el lugar sea ocupado, por lo que me haré cargo de hacerlo lo más pronto posible y solicitar la posibilidad de que todas las compañeras puedan acceder a visitar Punta de Rieles…y como siempre les trasmitiré todas las novedades, que ustedes sabrán difundir a las compas que falten.

Pero también quiero decirles que tengo fotos, las que yo misma saqué y las que Graciela Sapriza sacó. Me parece importante poder compartirlas por varias razones, obvias muchas de ellas, pero también para que sirvan como base para que en las próximas visitas las compas tengan la oportunidad de enfocar en lo que nosotras no vimos o no registramos.

Para ello propongo reunirnos en algún local que tenga un proyector, tipo local del Pit-Cnt, Crysol, o donde ustedes sugieran. Podría ser miércoles 30 o viernes 2 de nochecita.

Esperando vuestras señales, les mando el abrazo más apretado,

Anahit



P.D. no escribí en seguida por varias razones: se imaginarán que a la vuelta de semejante periplo, quedé planchada y no pude siquiera ir a la marcha de la semana “desarmando la impunidad” ni otras actividades posteriores, pero también porque todo esto insume tiempo y esfuerzo: descargar fotos, copiarlas, intercambiarlas…para lo que tuve que hacer más de un viaje porque el primer CD estaba vacío y tuve que volver a recobrar fotos. Ah, y me fui hasta el sanatorio a contarle a Stella de todo esto, claro!!!!

Enviado por Martha

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