El presidente tiene amplio crédito entre los militares
Leer mas El Pais 30.06.2010
La esperanza que Mujica generó
Brecha
Militares consultados por Brecha aseguran que además de los gestos del mandatario orientados a mejorar la convivencia, es la primera vez que desde el Poder Ejecutivo se defienden los intereses de las tres ramas castrenses. “Desde el primero hasta el último militar”, incluyendo a los detenidos en la cárcel de Domingo Arena, cifran expectativas en este gobierno.
Los canales de diálogo que abrió el presidente José Mujica con las Fuerzas Armadas, y su decisión de levantar las banderas reivindicativas de los uniformados en materia salarial, de infraestructura y reubicación social, despiertan la mayor expectativa que los militares tienen desde 1985, aseguraron a Brecha altas fuentes de las tres armas.
Por ello, la conmemoración del 37 aniversario del golpe de Estado no hace mella hoy en los militares activos, aunque no les deja de preocupar la “presión” que Mujica puede tener por parte de la izquierda en materia de “revisionismo”.
Tanto los jóvenes oficiales como los de mayor rango otorgan una carta de crédito a Mujica, confiados en que el presidente hizo “más de un gesto para mejorar la convivencia”. Asimismo aguardan que se traduzca en la ley de presupuesto quinquenal parte de los compromisos que asumió el presidente al reu nirse con los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas y en el discurso que pronunció en Durazno.
En los encuentros, el mandatario les aseguró que a lo largo de su período de gobierno se incrementarían los recursos para el Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada en una cifra “significativa”.
“La expectativa es favorable porque nunca nadie se ha jugado por nosotros. La esperanza de que se cumplan las aspiraciones del presidente la tienen desde el primero hasta el último militar”, afirmó a Brecha una fuente de la fuerza de tierra. Sin embargo aclaró que eso no significa que “las Fuerzas Armadas se vuelquen a la izquierda”.
Por su parte, un integrante de la Fuerza Aérea subrayó que “es en el primer gobierno en que las reivindicaciones salen desde el propio Poder Ejecutivo y no en los discursos de los comandantes”.
Las líneas que tendió Mujica derivaron en algunos gestos simbólicos de los uniformados. Primero fue la devolución al mandatario de la bandera tupamara por parte del comandante de la Fuerza Aérea, José Bonilla, y recientemente la decisión del Ejército de eliminar de su página web, en el link “Memoria”, la foto de los cuatro soldados muertos en una acción del mln. Ahora el recordatorio a los “soldados caídos” se limita a expresar que la página está “en construcción”.
El mismo criterio de la oficialidad en actividad prima entre quienes combatieron al viejo dirigente tupamaro: “sólo Mujica” puede apaciguar los reclamos en materia de derechos humanos y frenar algunas de las extradiciones requeridas por Argentina –como el caso del sargento Ernesto Soca–, o lograr el retorno de los tres militares procesados en Chile por el caso de Eugenio Berríos (Tomás Casella, Washington Sarli y Eduardo Radaelli). Fuentes próximas a los detenidos en la cárcel militar de Domingo Arena confirmaron a Brecha que han sido varios los contactos que emisarios del gobierno de Mujica han mantenido con los procesados por delitos de violación a los derechos humanos.
En la Unidad número 8, que alberga a más de diez militares retirados y ex policías, existe la esperanza de que a lo largo de la administración de Mujica puedan obtener la libertad, pese al rechazo que la posibilidad genera en la izquierda en general y en las organizaciones vinculadas a los derechos humanos.
“El presidente sabe que todas las operaciones que se hicieron durante el proceso no estuvieron a cargo de sólo 12 personas”, advirtió uno de los procesados. El mismo militar señaló que no le asombraba la actitud de Mujica hacia los detenidos por delitos de lesa humanidad, ya que durante la dictadura, y pese a su condición de rehén, el actual mandatario actuaba como “mediador entre (Julio) Marenales y (Eleuterio) Fernández Huidobro”.
Fuentes del mln consultadas por Brecha indicaron que esa mediación resulta poco verosímil. “Los rehenes estaban separados en grupos de a tres, y el Pepe (José Mujica) estaba junto con el Ñato (Eleuterio Fernández Huidobro) y el Ruso (Mauricio Rosencof), en tanto que (Julio) Marenales estaba en el mismo cuartel que (Jorge) Zabalza y (Raúl) Sendic”, añadió. Cuando sí hubo una tarea de articulación de Mujica debido a las diferentes posturas de los “históricos” fue a la salida de la cárcel, pero la intermediación del actual mandatario se dio básicamente entre Sendic y el resto de los viejos dirigentes tupamaros.
La posibilidad de que la ley de caducidad caiga del sistema legal, tras varios pronunciamientos de inconstitucionalidad por parte de la Suprema Corte de Justicia, no deja de preocupar a los retirados, aunque dudan de que la norma pierda su vigencia por una decisión legislativa.
Pero la esperanza de los militares respecto a la política de derechos humanos del gobierno no se basa en algo abstracto, sino en “el diálogo descontracturado” que parte de las Fuerzas Armadas han tenido y tienen con el mln, afirmó un coronel retirado. El integrante de uno de los centros sociales rememoró los diálogos informales que en la rambla capitalina mantuvieron ex represores con referentes tupamaros en las últimas décadas.
Los canales de diálogo que abrió el presidente José Mujica con las Fuerzas Armadas, y su decisión de levantar las banderas reivindicativas de los uniformados en materia salarial, de infraestructura y reubicación social, despiertan la mayor expectativa que los militares tienen desde 1985, aseguraron a Brecha altas fuentes de las tres armas.
Por ello, la conmemoración del 37 aniversario del golpe de Estado no hace mella hoy en los militares activos, aunque no les deja de preocupar la “presión” que Mujica puede tener por parte de la izquierda en materia de “revisionismo”.
Tanto los jóvenes oficiales como los de mayor rango otorgan una carta de crédito a Mujica, confiados en que el presidente hizo “más de un gesto para mejorar la convivencia”. Asimismo aguardan que se traduzca en la ley de presupuesto quinquenal parte de los compromisos que asumió el presidente al reu nirse con los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas y en el discurso que pronunció en Durazno.
En los encuentros, el mandatario les aseguró que a lo largo de su período de gobierno se incrementarían los recursos para el Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada en una cifra “significativa”.
“La expectativa es favorable porque nunca nadie se ha jugado por nosotros. La esperanza de que se cumplan las aspiraciones del presidente la tienen desde el primero hasta el último militar”, afirmó a Brecha una fuente de la fuerza de tierra. Sin embargo aclaró que eso no significa que “las Fuerzas Armadas se vuelquen a la izquierda”.
Por su parte, un integrante de la Fuerza Aérea subrayó que “es en el primer gobierno en que las reivindicaciones salen desde el propio Poder Ejecutivo y no en los discursos de los comandantes”.
Las líneas que tendió Mujica derivaron en algunos gestos simbólicos de los uniformados. Primero fue la devolución al mandatario de la bandera tupamara por parte del comandante de la Fuerza Aérea, José Bonilla, y recientemente la decisión del Ejército de eliminar de su página web, en el link “Memoria”, la foto de los cuatro soldados muertos en una acción del mln. Ahora el recordatorio a los “soldados caídos” se limita a expresar que la página está “en construcción”.
El mismo criterio de la oficialidad en actividad prima entre quienes combatieron al viejo dirigente tupamaro: “sólo Mujica” puede apaciguar los reclamos en materia de derechos humanos y frenar algunas de las extradiciones requeridas por Argentina –como el caso del sargento Ernesto Soca–, o lograr el retorno de los tres militares procesados en Chile por el caso de Eugenio Berríos (Tomás Casella, Washington Sarli y Eduardo Radaelli). Fuentes próximas a los detenidos en la cárcel militar de Domingo Arena confirmaron a Brecha que han sido varios los contactos que emisarios del gobierno de Mujica han mantenido con los procesados por delitos de violación a los derechos humanos.
En la Unidad número 8, que alberga a más de diez militares retirados y ex policías, existe la esperanza de que a lo largo de la administración de Mujica puedan obtener la libertad, pese al rechazo que la posibilidad genera en la izquierda en general y en las organizaciones vinculadas a los derechos humanos.
“El presidente sabe que todas las operaciones que se hicieron durante el proceso no estuvieron a cargo de sólo 12 personas”, advirtió uno de los procesados. El mismo militar señaló que no le asombraba la actitud de Mujica hacia los detenidos por delitos de lesa humanidad, ya que durante la dictadura, y pese a su condición de rehén, el actual mandatario actuaba como “mediador entre (Julio) Marenales y (Eleuterio) Fernández Huidobro”.
Fuentes del mln consultadas por Brecha indicaron que esa mediación resulta poco verosímil. “Los rehenes estaban separados en grupos de a tres, y el Pepe (José Mujica) estaba junto con el Ñato (Eleuterio Fernández Huidobro) y el Ruso (Mauricio Rosencof), en tanto que (Julio) Marenales estaba en el mismo cuartel que (Jorge) Zabalza y (Raúl) Sendic”, añadió. Cuando sí hubo una tarea de articulación de Mujica debido a las diferentes posturas de los “históricos” fue a la salida de la cárcel, pero la intermediación del actual mandatario se dio básicamente entre Sendic y el resto de los viejos dirigentes tupamaros.
La posibilidad de que la ley de caducidad caiga del sistema legal, tras varios pronunciamientos de inconstitucionalidad por parte de la Suprema Corte de Justicia, no deja de preocupar a los retirados, aunque dudan de que la norma pierda su vigencia por una decisión legislativa.
Pero la esperanza de los militares respecto a la política de derechos humanos del gobierno no se basa en algo abstracto, sino en “el diálogo descontracturado” que parte de las Fuerzas Armadas han tenido y tienen con el mln, afirmó un coronel retirado. El integrante de uno de los centros sociales rememoró los diálogos informales que en la rambla capitalina mantuvieron ex represores con referentes tupamaros en las últimas décadas.
“EL ORO Y EL MORO.” En la oficialidad admiten que Mujica, su entorno y el ministro de Defensa, Luis Rosadilla, han sido desde el advenimiento de la democracia quienes más se han preocupado por conocer la situación de las Fuerzas Armadas y han estudiado “en profundidad” las necesidades de las tres armas.
“Durante el gobierno del presidente Tabaré Vázquez no faltó un plato de comida en los cuarteles, adquirió los radares para la Fuerza Aérea y no tocó las misiones de paz. No obstante, el relacionamiento que establecieron el actual presidente y el ministro de Defensa se distancia sustancialmente del que hubo con la ex ministra Azucena Berrutti y su sucesor, José Bayardi”, opinaron varios militares consultados por Brecha. Empero destacaron la “ejecutividad” con que actuó el ex ministro Gonzalo Fernández
En filas militares ven que Mujica no se limita a manifestar su inquietud por la situación social de la tropa, sino que reconoce además la falta de actualización del armamento en el Ejército, la escasez de recursos en materia de combustible y lanchas de patrullaje por parte de la Armada y la poca operatividad de la Fuerza Aérea, que sólo llega al 20 por ciento de su capacidad.
Pese a la carta de crédito extendida y a la esperanza generada, en las Fuerzas Armadas creen que no será fácil que el mandatario pueda cumplir con sus promesas de dar “el oro y el moro”, según expresó otro militar consultado.
Sin embargo desde el Poder Ejecutivo se buscan alternativas para plasmar las expectativas en hechos. Más allá de los incrementos salariales que pueda contemplar la ley presupuestal para los integrantes de las Fuerzas Armadas, unos 2 mil soldados verán un aumento significativo en sus haberes tras la decisión del ministro del Interior, Eduardo Bonomi, de que todos los establecimientos carcelarios tengan guardia perimetral militar. Eso llevará a que un soldado que actualmente cobra entre 5 mil y 7 mil pesos, según su grupo familiar, llegue a tener una compensación del orden del 50 por ciento de su salario.
Asimismo, no habrá variantes en cuanto a las misiones de paz; aunque la onu prevé reestructurar la presencia de militares en el Congo en el correr del año, se mantendrán las tropas en Haití.
En filas del Ejército se maneja que habrá reducción de contingentes y que la fuerza de tierra puede perder parte de su personal profesional, como es el caso de los ingenieros.
CONVERSACIONES Y PRESUPUESTO. Por otra parte, desde la cartera de Rosadilla se iniciaron numerosos contactos con los ministerios de Defensa de Brasil, Argentina, Colombia, Chile y Venezuela, para alcanzar “convenios de complementación” que permitan dotar de mayor infraestructura a las Fuerzas Armadas nacionales. Los convenios permitirían “renovar la infraestructura del Ejército” a través de acuerdos con países que tengan “industria bélica”, señalaron las fuentes.
También se buscará la renovación de parte de la flota de la Armada, para que el “patrullaje se extienda a las 350 millas”, y la adquisición de aviones para la Fuerza Aérea, para que además de detectar por los satélites la utilización del espacio aéreo sin autorización, pueda haber aviones que salgan a interceptar.
Respecto a las mejoras salariales para el grueso de las Fuerzas Armadas, los informantes indicaron que se darán en “forma progresiva”.
Independientemente de los contactos con militares que mantiene el núcleo más cercano del mandatario, el ministro de Defensa tiene reu niones periódicas con los tres comandantes en jefe.
Las conversaciones apuntan a establecer las necesidades de cada fuerza para la elaboración del presupuesto. Tres temas enmarcan las conversaciones: gestión de funcionamiento, inversiones y salarios. Si bien aún no hay cifras concretas, para la semana próxima se estima que ya estarán definidas las pautas para el presupuesto militar.
También se buscará la renovación de parte de la flota de la Armada, para que el “patrullaje se extienda a las 350 millas”, y la adquisición de aviones para la Fuerza Aérea, para que además de detectar por los satélites la utilización del espacio aéreo sin autorización, pueda haber aviones que salgan a interceptar.
Respecto a las mejoras salariales para el grueso de las Fuerzas Armadas, los informantes indicaron que se darán en “forma progresiva”.
Independientemente de los contactos con militares que mantiene el núcleo más cercano del mandatario, el ministro de Defensa tiene reu niones periódicas con los tres comandantes en jefe.
Las conversaciones apuntan a establecer las necesidades de cada fuerza para la elaboración del presupuesto. Tres temas enmarcan las conversaciones: gestión de funcionamiento, inversiones y salarios. Si bien aún no hay cifras concretas, para la semana próxima se estima que ya estarán definidas las pautas para el presupuesto militar.
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