Grandes masas de polvo, la contaminación acústica, el rompimiento del tapiz del suelo y el impacto en fauna y flora son algunas de las consecuencias negativas que traerá consigo el proyecto minero de Aratirí en la zona de Cerro Chato de Durazno.
Son muchas las inquietudes respecto a los impactos ambientales, sociales y productivos que el proyecto puede generar. “Los permanentes ruidos y presencia de maquinarias y personas son un factor determinante en la producción por las situaciones de nerviosismo recurrente a los que se sometería a los rodeos, condicionando su alimentación, preñez y ciclo biológico en el medio”.
Los informes no convencen a vecinos ni legisladores
-Puntigliano contra las cuerdas
elpoTrillo
martes, 29 de junio de 2010
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