A 30 años de que los uruguayos votaron NO a la dictadura, aún las raíces de la dictadura están enraizadas en la política uruguaya. Después de todos los discursos ayer no se nombró a la ley de caducidad en la conmemoración parlamentaria. Tampoco se nombró la permanencia del Pacto del Club Naval (cuyo contenido es aún secreto).
Hoy la política uruguaya es la continuación de "aquello" tan nefasto, que el pueblo uruguayo también soberanamente repudió, y que luego y hasta hoy se quiera hacer olvido, "nunca mas", buscar desaparecidos en lugares equivocados, sin encontrar archivos, con la sutil amenaza militar tras el telón.
En el fondo, para muchos poco ha cambiado.
Después de 30 años la lucha es la misma
Mas de medio millón de uruguayos han huido, otros tantos viven en la pobreza, todo producto de un sistema que se quiso cambiar (Reforma Agraria, nacionalización de la Banca, moratoria de la deuda externa, autodeterminación, anticapitalismo, redistribución del ingreso, participación y saneamiento de la administración pública, elevación del bienestar social...), él proceso que conducía a ello se reprimió y encarceló hasta aplastarlo militarmente. Y hoy 30 años después estamos igual: dependientes de una deuda impagable como forma de neodependencia (ver Grecia e Irlanda), con el abismo entre rico y pobre en la sociedad, con una politica de "seguridad" que tampoco toca las causas de la inseguridad y si recurre a la represión de la violencia que desde allí se genera.
Hoy políticamente se han desplazado a los dictadores, los militares, la politiquería que les hacía el juego, por otra política que también hace el juego. En el fondo el nido de culebras y una política neoliberal haciendo estragos, a veces igual que la dictadura militar.
Donde las reuniones periódicas con el Fondo Monetario es donde se toca pito. De allí surgen las limitaciones de los presupuestos ministeriales con acento unicamente en los intereses multinacionales, de crear infraestructuras (caminos, energía, puertos, solamente para el interés de los capitales inversores) pero que lo paga la economía uruguaya en su conjunto, y se hace hincapié en "seguridad" (mejorar las cárceles, aceitar la represión, incluso otra vez con presencia militar en la custodia de presos sociales.
del otro lado de la seguridad tambien se ve lo infrahumano, la pasta base, los asentamientos y la pobreza extrema y galopante.
A 30 años del triunfo del NO poco ha cambiado,
Suena la misma música del cuartel
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