Denuncian que el pedido de procesamiento de Jorge Gundelzoph continúa sin resolución judicial
8 enero 2020
Las causas en actividad son 160 y, de estas, 20 son pedidos de procesamiento pendientes.
“¿Vos sos masoquista? Decí, ¿te gusta que te destrocen, que te
golpeen, que te maten? ¿Por qué no hablás? Y súbitamente, entre golpes y
desaforados aullidos, caía y comenzaban las habituales ‘orgías’ de los
señores”, narraba el ex senador José Germán Araujo el testimonio de
Ofelia Fernández, militante de la Unidad de Jóvenes Comunistas (UJC), en
el Parlamento del 2 de julio de 1985. Ese día presentaba un informe con
los relatos de distintas víctimas de tortura, en manos, entre otros, de
Jorge Gundelzoph, alias el Charleta.
Gundelzoph es uno de los 60 indagados con pedidos de procesamiento por delitos de lesa humanidad (según datos del Observatorio Luz Ibarburu, OLI). De estos 60, sólo siete ya han sido procesados o condenados por otras causas. El martes, una carta del actor Iván Solarich, publicada en Uypress, reavivó lo que viene aconteciendo desde hace años: la libre circulación de quienes han recibido denuncias por torturas, violaciones, desapariciones forzadas y un largo etcétera, durante el terrorismo de Estado.
En la carta dirigida al presidente electo Luis Lacalle Pou, se muestra a Gundelzoph en una playa de Punta del Este, y se pide expresamente “que sus hijos y el mío, nuestros hijos, no tengan que transitar la misma vereda que los responsables de tamañas monstruosidades”.
Ricardo Perciballe, el fiscal especializado en delitos de lesa humanidad, afirmó a la diaria que Gundelzoph “circula por el país porque está a la espera de la resolución judicial, lo único que se puede hacer con respecto a eso es cerrar las fronteras, pero en el país puede moverse tranquilamente, como tantos otros”. Perciballe sostuvo además que las causas que hoy están en actividad son 160 y, de estas, 20 son pedidos de procesamiento pendientes. Las 140 causas restantes están en presumario; en etapa de investigación pero “sin una solicitud fiscal ni por archivo ni por pedido de procesamiento”.
Según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), la Unidad 8 -Domingo Arena-, destinada para aquellos que cometieron delitos de lesa humanidad, alberga en la actualidad únicamente a 14 hombres.
En 2015, la fiscal Ana María Telechea pidió el procesamiento de Gundelzoph por el delito de tortura. En 2018, Perciballe ratificó el pedido pero, agregó el cierre de fronteras y lo imputó por el delito de abuso de autoridad en concurrencia con el delito de privación de libertad. Lo dicho, enmarcado en su actuación durante la dictadura en la Dirección Nacional de Información e Inteligencia.
Gundelzoph fue denunciado por unas 50 personas, mayormente militantes de la UJC que fueron detenidos en lo que era la sede de Inteligencia Policial, ubicada en Maldonado y Paraguay. Pero “él como todos los militares ha presentado todas las excepciones habidas y por haber y, por eso, es que no se resuelve su situación”, dijo Perciballe.
Aclaró, además, las excepciones que suelen presentarse para enlentecer la marcha de los procesamientos: la excepción de prescripción, pero que al respecto “hay unanimidad en la jurisprudencia y no se prescribe ninguna causa”. La excepción de inconstitucionalidad de la ley 18.831, que plantea la “pretensión punitiva del Estado: restablecimiento para los delitos cometidos en aplicación del terrorismo de Estado”, según se lee en la ley. Y, por último, la excepción que para Perciballe, es la que más suelen presentar en el último tiempo: la inconstitucionalidad de la ley 19.550, que creó la Fiscalía Especializada en Delitos de Lesa Humanidad.
Gundelzoph es uno de los 60 indagados con pedidos de procesamiento por delitos de lesa humanidad (según datos del Observatorio Luz Ibarburu, OLI). De estos 60, sólo siete ya han sido procesados o condenados por otras causas. El martes, una carta del actor Iván Solarich, publicada en Uypress, reavivó lo que viene aconteciendo desde hace años: la libre circulación de quienes han recibido denuncias por torturas, violaciones, desapariciones forzadas y un largo etcétera, durante el terrorismo de Estado.
En la carta dirigida al presidente electo Luis Lacalle Pou, se muestra a Gundelzoph en una playa de Punta del Este, y se pide expresamente “que sus hijos y el mío, nuestros hijos, no tengan que transitar la misma vereda que los responsables de tamañas monstruosidades”.
Ricardo Perciballe, el fiscal especializado en delitos de lesa humanidad, afirmó a la diaria que Gundelzoph “circula por el país porque está a la espera de la resolución judicial, lo único que se puede hacer con respecto a eso es cerrar las fronteras, pero en el país puede moverse tranquilamente, como tantos otros”. Perciballe sostuvo además que las causas que hoy están en actividad son 160 y, de estas, 20 son pedidos de procesamiento pendientes. Las 140 causas restantes están en presumario; en etapa de investigación pero “sin una solicitud fiscal ni por archivo ni por pedido de procesamiento”.
Según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), la Unidad 8 -Domingo Arena-, destinada para aquellos que cometieron delitos de lesa humanidad, alberga en la actualidad únicamente a 14 hombres.
Lo puntual
“Me acercan a una pileta o a una bañera. No veo nada; hay una gran oscuridad y mucha humedad. Percibo las voces de un grupo de personas entre los que se destacan inconfundibles “el Charleta” y Presa (...) Me quitan la ropa y me acuestan boca abajo sobre una chapa de metal. Me amarran a ella y la chapa comienza a bascular. Me introducen una y otra vez en el agua podrida”, leía Araújo el relato del doctor Alberto Grille.En 2015, la fiscal Ana María Telechea pidió el procesamiento de Gundelzoph por el delito de tortura. En 2018, Perciballe ratificó el pedido pero, agregó el cierre de fronteras y lo imputó por el delito de abuso de autoridad en concurrencia con el delito de privación de libertad. Lo dicho, enmarcado en su actuación durante la dictadura en la Dirección Nacional de Información e Inteligencia.
Gundelzoph fue denunciado por unas 50 personas, mayormente militantes de la UJC que fueron detenidos en lo que era la sede de Inteligencia Policial, ubicada en Maldonado y Paraguay. Pero “él como todos los militares ha presentado todas las excepciones habidas y por haber y, por eso, es que no se resuelve su situación”, dijo Perciballe.
Aclaró, además, las excepciones que suelen presentarse para enlentecer la marcha de los procesamientos: la excepción de prescripción, pero que al respecto “hay unanimidad en la jurisprudencia y no se prescribe ninguna causa”. La excepción de inconstitucionalidad de la ley 18.831, que plantea la “pretensión punitiva del Estado: restablecimiento para los delitos cometidos en aplicación del terrorismo de Estado”, según se lee en la ley. Y, por último, la excepción que para Perciballe, es la que más suelen presentar en el último tiempo: la inconstitucionalidad de la ley 19.550, que creó la Fiscalía Especializada en Delitos de Lesa Humanidad.
El actor Iván Solarich le escribió a Lacalle Pou por Jorge Gundelzoph
9 enero 2020
El torturador y represor Jorge Gundelzoph, conocido como “El Charleta”, veranea en Punta del Este. Con total tranquilidad, pese a que tiene un pedido de procesamiento por el delito de tortura. Unas 50 personas, en su mayoría exmilitantes de la Unión de la Juventud Comunista (UJC), quienes estuvieron detenidas en la entonces sede de Inteligencia Policial, en Maldonado y Paraguay, lo denuncian. El dramaturgo y actor Luis Solarich lo vio y le envió una carta al presidente electo, Luis Lacalle Pou,
Punta del Este: Entre la Mansa y Gorlero… el ángel de la muerte se pasea
De mi mayor consideración:Permítame escribirle estas líneas a Usted, pensando simultáneamente en los miles de uruguayos y uruguayas que seguramente alcancen a leerla.
PARADA1. 8+5=13
Trece fueron los años que mis padres pasaron en la cárcel.
Amalia, mi madre, estuvo 8, de los cuales nueve meses en la tortura. Juan, mi padre, estuvo 5, de los cuales dos meses en el infierno. Mi madre -chiquita, de apariencia frágil-, vive lúcida con sus 87 a cuestas. Mi padre -fuerte, de apariencia indestructible-, murió con apenas 66 años fruto de un tumor cerebral.
Profesora de matemáticas y Tornero mecánico, jamás dispararon un tiro ni dañaron a nadie. Sus delitos fueron oponerse a la dictadura y luchar por el restablecimiento democrático.
Hoy a todos, o casi todos, nos encanta la Democracia y disfrutamos de ella.
PARADA 2. NETFLIX
Gran parte de mi actual familia, muy querida por cierto, es de origen judío. Siempre he sentido un enorme dolor por la peripecia errante de su pueblo, y muy especialmente por una de las barbaries más tremendas del nazismo: el Holocausto.
Amo el cine y me nutro semanalmente de él. Sobre el tema, dos películas recientes: «Negación» y «Un refugio inesperado». Excelentes.
Podría vivir el cine como simple entretenimiento, pero intento que se intercale en mi vida enriqueciéndola.
Uruguay no fue víctima de ninguna Guerra Mundial, pero vivió el Terrorismo de Estado cuando el Golpe de Estado demolió las Instituciones desde el año 73 hasta el 84.
¿De qué serviría conmoverse frente a la pantalla para tranquilamente irse luego a cenar, si frente a las víctimas uruguayas con nombre y apellido, me mantengo distante e indiferente porque igual… a mí no me paso?
PARADA 3. DLH
Una empresa de encomienda internacional parece, pero no, la sigla refiere a Delitos de Lesa Humanidad.
En el derecho internacional se detallan cientos de delitos, pero existen además, los llamados de Lesa Humanidad. Son los más graves, los considerados aberrantes, indignos de la condición humana. Por lo cual, y según el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, son IMPRESCRIPTIBLES. Esto quiere decir, que pueden ser perseguidos en todo tiempo, porque sus efectos no tienen fecha de vencimiento.
Ellos son: Tortura; Tortura médica; Violación; Persecución de un grupo o colectividad con identidad propia por motivos políticos, raciales o culturales; Desaparición forzada de personas; Asesinato; Encarcelamiento o privación grave de la libertad física en violación de normas fundamentales de derecho internacional. Entre otros.
PARADA 4. GONZALO
Usted lo conoció. El Dr. Gonzalo Carámbula fue abogado, periodista, político, docente y gestor. Dos veces diputado y también por dos períodos Director de Cultura de la IM. Figura fundamental en la salida democrática por ser partícipe de la famosa Concertación Nacional Programática (CONAPRO), elaborando y redactando junto a dirigentes blancos y colorados, en su caso representando al Frente Amplio. Seguramente Usted podría testimoniar con todo conocimiento que se trató de una persona comprensiva y persuasiva, entrañable.
Nunca tiro un tiro ni daño a nadie. Estuvo en la resistencia a la dictadura al igual que su familia. Lo detuvieron y torturaron hasta lo indecible. Con tanta saña, que es conocido el episodio por el cual de un tablazo le hicieron volar los dientes. En el año 85, los vejámenes a los que fue sometido ocuparon parte de algunas sesiones en el Senado de la República.
Y Gonzalo murió hace apenas cuatro años, con solo 66 fruto de un cáncer.
Se sabe que las víctimas sometidas a tortura y prisión prolongada fallecen bastante antes que el promedio humano. Por eso la normativa internacional establece pautas reparatorias. Aunque por supuesto, no hay normativa reparatoria que te devuelva la salud ni la vida.
PARADA 5. EL INNOMBRABLE
31 de diciembre reciente, estación de servicio, Punta del Este. Cargo nafta y al igual que el verano pasado, se vuelve a cruzar en mi vida. Es obvio que el azar o Dios lo ponen en mi camino para que mi conciencia escriba esta carta.
Más de 50 uruguayas y uruguayos han brindado testimonio frente a la Justicia de haber sido torturadas sistemáticamente y a cara descubierta por él; al menos una joven de apenas 22 años en aquel momento, reconoce haber sido violada por él; existe evidencia de que Ary Severo Barreto antes de desaparecer, fue torturado por el. A cara descubierta, también a Gonzalo Carámbula lo torturó él.
La mayoría de estos acontecimientos, ocurrieron probadamente en dependencias de la tenebrosa Dirección Nacional de Información e Inteligencia de la Policía, en la calle Maldonado y Paraguay (actual Interpol), para la cual este sujeto trabajó con alto rango apadrinado por el entonces Inspector Castiglioni.
Lo que narro, es apenas una parte de las denuncias efectuadas a partir de 2011 en los Juzgados. Por las cuales, la Fiscal Ana María Telechea pidió su procesamiento por «Tortura» en 2015.
Creada la Fiscalía especializada en Delitos de Lesa Humanidad, en 2018 el Fiscal especializado Ricardo Perciballe ratifica el pedido de procesamiento, y además incorpora los delitos de «Abuso de autoridad en concurrencia con el delito de privación de libertad». Este señor se llama Jorge Gundelzoph, alias «Charleta», y sigue veraneando en Punta del Este a pesar de ser comprobadamente un delincuente, un criminal de lesa humanidad.
Un incalificable sujeto que sigue atentando contra la Humanidad toda, según las normativas internacionales que suscribe nuestro país.
PARADA 6. PAISITO
Estimado Dr. Luis Alberto Lacalle Pou:
En pocas semanas Usted asumirá la más alta responsabilidad que otorga la ciudadanía, la Presidencia de la República, y lo hará con la legitimidad que otorga la voluntad popular. Créame, de corazón, que le deseo todo lo mejor en su desempeño y el de su Gobierno, porque -seguramente al igual que Usted-, solo deseo el bien para todos mis compatriotas.
Y cuando digo todos, no hago distinción alguna entre trabajadores, empresarios, estudiantes, profesionales, productores rurales, mujeres, niños, hombres, adultos. Quiero lo mejor para blancos, colorados, frenteamplistas, cabildantes, de todos los partidos grandes y pequeños. Para quienes se sienten manyas, bolsilludos, franjeados, violetas, de cuadros menores o como en mi caso, picapiedra. Imagínese qué año nos espera en la B!!
Sé que tiene por delante como Presidente una enorme tarea, y serán múltiples las temáticas para atender.
Usted es hombre de bien y tiene una hermosa familia.
No deseo que sus hijos lo interpelen en el futuro por alguna grave omisión.
Por mi parte escribo estas líneas para que el mío no me diga mañana… «Papá, ¿y vos qué sabías, qué hiciste?
En mi Patria, ninguna línea divisoria por ideas, sentires, pertenencias. Casi todo es discutible y modificable. Porque en eso consiste el avance humano y la esencia de la Democracia.
Los criminales de Lesa Humanidad, no pueden cambiar su destino.
Nosotros, si aspiramos a una sociedad sana, de la mano de la Justicia sí podemos decidir el nuestro.
Que sus hijos y el mío, nuestros hijos, no tengan que transitar la misma vereda que los responsables de tamañas monstruosidades.
Ivan Solarich
(actor, director, dramaturgo, docente y gestor cultural)
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