jueves, 18 de marzo de 2010

El día del Liberad@






Mensaje de Baldemar Taroco, Presidente de Crysol

Compañeras y compañeros:

Muchas gracias a todas y a todos por asistir junto a nosotros a esta nueva celebración del Día de la y del Liberado en la cual se conmemoran, además, 25 años de la liberación de los últimos compañeros de las cárceles de la Dictadura.

Los liberados, eran, éramos, apenas una parte de los miles de hombres y mujeres, integrantes del movimiento popular, víctimas del Terrorismo de Estado que no vacilaron en enfrentar y resistir el autoritarismo estatal durante el largo período de las décadas de los 60 a los 80, sin meterse “bajo la cama”.

Para nosotros, desde nuestra fundación institucional, el 14 de marzo, es el día de la y del liberado, es decir el día de las personas que durante el terrorismo de Estado, sufrieron prisión por razones políticas, gremiales o ideológicas. Celebramos el día de las y de los ex presos políticos de este país. De los que estuvieron presos unos pocos meses, algunos años o de quienes estuvieron detenidos por más de una década. De todas y de todos.

14 de marzo: un día de reafirmación.

No es un día de nostalgia, porque no vivimos de cara al pasado sino de cara al presente y al futuro de nuestro país. Para nosotros fue, es y será un día de reafirmación de nuestro pasado militante, de nuestra historia, de nuestras convicciones, de nuestros sueños, de nuestros valores, de nuestra identidad política, ética y humana, de la fraternidad, de la solidaridad que era común a todas y a todos y que nos hermanó y nos posibilitó sobrevivir y salir adelante.

Como colectivo, organizados en Crysol, celebramos el día del liberado todos los años porque consideramos un Honor haber sido luchadores sociales y políticos, haber participado activamente en las luchas sociales que conmovieron a nuestro país en las décadas de los 60, de los 70 y a comienzos de los 80 junto a los trabajadores y todos los sectores populares.

Fuimos miles y miles, integrábamos diferentes y distintas organizaciones políticas, con diferentes ideologías, filosofías, estrategias, tácticas, metodologías de lucha y posicionamientos ante la vida y el mundo. Fuimos miles que participábamos en diferentes movimientos sociales, gremiales, culturales y artísticos. Proveníamos de diferentes ámbitos de la sociedad. La mayoría proveníamos de los más vastos sectores populares. Éramos mujeres y hombres, viejos y jóvenes, algunos muy jovencitos. Pero todos luchando por una sociedad mejor y más justa.

Para todas y todos, en mayor o menor medida, la cárcel fue una experiencia traumática y dolorosa, que marcó nuestra existencia y nuestra vida. Pero fue también y lo reivindicamos, una experiencia diaria de lucha con la vida, con nuestras convicciones, con nuestros principios y valores, con nuestros sueños y un lugar de lucha apasionada, de combate, de resistencia frente a los intentos de destruirnos política, física, psíquica, ética y moralmente por parte de quienes se había adueñado de los destinos del país a sangre y fuego.

Como colectivo organizado es un día de reafirmación de nuestros valores comunes, de nuestras aspiraciones, de nuestros deseos y de los derechos que las normas internacionales de derechos humanos nos otorgan a todas y a todos ya sea que hayamos estado recluidos en Cabildo, en Carlos Nery, en Cárcel Central, en Punta Carretas, en Punta de Rieles, en Paso de los Toros, en el Fusna, en Prefectura Naval, en Boiso Lanza, en el Penal de Libertad o en los diferentes cuarteles que oficiaron de centros de reclusión.

Esos derechos que reivindicamos y por cuya efectiva implementación bregamos son los establecidos en la Resolución 60/147 de las Naciones Unidas.

25 años de democracia y la vigencia de la Ley de Caducidad.

No es por casualidad que esta liberación coincide con el retorno a la democracia y a la recuperación de los derechos cívicos de toda la sociedad.

La lucha incesante del pueblo fue logrando los espacios que permitieron que sus hijos recuperaran la libertad, fueran restituidos a sus trabajos, retornaran del exilio y que, poco a poco, se fuera reconstruyendo la verdad sobre nuestros hermanos desaparecidos.

Ni el mejor guionista de ciencia ficción se hubiera imaginado, en aquellos años oscuros de la patria, que un día festejaríamos el advenimiento del 2do. Gobierno de izquierda- como se ha dado en llamar- en nuestra historia, y que paradójicamente, sean hombres y mujeres sobrevivientes de las cárceles del régimen opresor quienes ocupen los primeros cargos de gobierno.

Tampoco hubiéramos imaginado que hoy, a 25 años del retorno a la Democracia fuera posible que existiera la aberración inconstitucional de la Ley 15 848 o Ley de Caducidad, declarada inconstitucional por el Poder Ejecutivo del anterior gobierno, por el Parlamento y por la Suprema Corte de Justicia para el caso Nibia Sabalzagaray y cuya anulación demanda incluso la Comisión Interamericana de Derechos Humanos desde la sentencia 29/92.

Nosotros, ex presas y presos políticos, nos hemos visto sorprendidos, en estos días al encontrarnos que connotadas figuras, defensoras de los Derechos Humanos en los años de plomo, hoy hagan apología de la Impunidad.

Los Crímenes no son excomulgables biológicamente.

No creemos que sean biológicamente excomulgables los crímenes de lesa humanidad. Los genocidas no repararon en la edad ni en el estado sanitario de sus víctimas para cometer sus atrocidades. Nos basta con decir lo que pasaron nuestros niños y bebés, nuestros jóvenes y ancianos en las garras de los represores.

Cuando nuestra organización comenzó a trabajar junto a otras organizaciones sociales para Anular los artículos 1 a 4 de la Ley 15 848 mediante el Plebiscito de octubre del 2009, no perseguíamos ningún rédito político. Sólo dejar de ser ciudadanos de segunda categoría y poder acceder en igualdad de condiciones a la justicia. Poner en su lugar a los responsables de las desapariciones forzadas, asesinatos, torturas, secuestros y reestablecer el equilibrio del Estado de Derecho, terminando así con la tutela del Poder Judicial que tiene que volver a ser independiente como establece la Constitución.

Parece utópico pensar que después de tantos años, no podamos tener los elementos testimoniales para llevar a declarar a los causantes de los hechos! Pero las pruebas sobran, se amontonan en los archivos colectivos de la memoria de las víctimas. Y muchas de esas víctimas viajan con las mochilas llenas de secuelas físicas y mentales causadas por el Terrorismo de Estado!

Uruguay no puede seguir avanzando hacia una democracia plena y no podremos vivir sanamente libres hasta que conozcamos la verdad y haya justicia!

La sociedad uruguaya sigue enferma de impunidad.

La sociedad uruguaya sigue enferma de impunidad, y con la incertidumbre de que las futuras generaciones puedan sufrir las consecuencias de nuestras omisiones y claudicaciones de hoy.

El olvido viaja a la velocidad de la luz y la memoria camina en una suerte de laberinto lleno de obstáculos como la vergüenza y el sufrimiento. Algunos eligieron el camino más fácil: el olvido y la impunidad. La lucha es indiscutiblemente lenta y larga.

Queremos reafirmar hoy, en esta celebración, como ya lo habíamos hecho en noviembre pasado, que la lucha de CRYSOL por la Anulación de la Ley de Caducidad se mantiene y se mantendrá hasta que esta desaparezca de nuestro orden jurídico! Una sociedad sin verdad y justicia no tiene memoria y no es plenamente libre!

No se puede seguir violando la Constitución ! No se puede supeditar un poder del Estado a otro! La ley de impunidad perpetúa una imposición inconstitucional desde hace 25 años!

Como colectivo de ex presas y de ex presos políticos, Crysol, lucha y continuará luchando por los Derechos Humanos, por la conformación de la Institución Nacional de DDHH, por la Anulación de la Ley de caducidad, por los juicios a los crímenes de Lesa Humanidad, por la búsqueda de la verdad, por nuestros compañeros desaparecidos, por la construcción de la memoria, y una auténtica Reparación Integral de acuerdo a la Resolución 60/147 de las Naciones Unidas.

Para construir una sociedad más justa y extirpar definitivamente la impunidad, el Estado uruguayo debe asumir plenamente su responsabilidad y cumplir con las demandas de los organismos de DDHH internacionales!

Compañeras y compañeros todos:

Por los chiquitos que faltan, por los chiquitos que vienen:

Uruguayos: Nunca Más

Nunca Más Terrorismo de Estado

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