Memorias de la luz y de la sombra
Artículo de Martín Caparrós en la revista VIVA del periódico de Bs. As. "Clarín" 15/2/98 (Fragmento)
"Paren, boludos, ¿ qué nos van a traer, a todo ALPI (1) ?" Dicen que dijo, en esos días, un torturador de El Olimpo cuando vio que le llevaban más y más lisiados.
En El Olimpo -el centro de detención clandestino que la Policía Federal operaba en Ramón L. Falcón y Olivera, en el barrio de Floresta-, el Turco Julián -el sargento de Policía Julio Héctor Simón-, Colores -el oficial Juan Antonio del Cerro- y otros torturadores se ensañaron con José Poblete. Lo llamaban "El Cortito" y lo torturaron con saña. Lo picaneaban, le pegaban, lo subían auna escalera y, desde dos metros de altura, lo tiraban al suelo. José, sin piernas (2) , caía sin defensas. A Gertrudis Hlaczik también la torturaron mucho. Y se llevaron a Claudia Victoria, su hija de ocho meses, que nunca más apareció.
A Mónica Brull, ciega, embarazada de dos meses, la torturó el Turco Julián. Ella pudo contarlo:
-Me llevaron a una habitación y empezaron a golpearme. Uno me arrancó la camisa y me tiraron sobre la plancha metálica donde me ataron los pies y las manos. Les dije que estaba embarazada de dos meses y el Turco Julián me contestó: "Si la otra con seis meses aguantó, como no vas a aguantar vos. Además, viólenla". Los torturadores se ensañaron conmigo por dos razones: porque era de familia judía y porque no lloraba (3), cosa que los exasperaba...
Mónica perdió el embarazo. Uno de esos días, encadenada en un calabozo, recibió el reto de un general que había ido de visita:
-¡Pelotuda, tapate los ojos!¿No te das cuenta que acá los que nos ven son los que no van a vivir?
Juan Guillén, su marido, que estaba encadenado al lado, tuvo que explicarle que no se preocupara, que su esposa era ciega. En un descuido de sus carceleros, Mónica Brull llegó a hablar unas palabras con Gertrudis y José Poblete. Cuando la soltaron, el 21 de diciembre, sus compañeros todavía estaban vivos. Esa Navidad, en El Olimpo, los carceleros organizaron un "festejo" donde varios secuestrados escucharon a José cantando y tocando la guitarra.
Pocos días después, ya en enero de 1979, los secuestrados de El Olimpo supieron que se estaban llevando a algunos de ellos para un "traslado": para ejecutarlos. Sucedía casi todas las semanas. Esa noche, alguien vio la silla de ruedas de José Poblete, vacía, abandonada en un rincón. Nunca nadie volvió a saber nada de él, ni de Gertrudis Hlaczik, su mujer. José acababa de cumplir 24 años; Gertrudis, 21. Su hija, Claudia Victoria Poblete, debe tener, ahora, 19 años: sus familiares todavía siguen buscándola.
(1) ALPI : asociación de discapacitados
(2) Había sufrido un accidente ferroviario de niño
(3) Los yankis les lavaron el cerebro con la biblia: un pasaje dice "afuera será el llanto y el crugir de dientes"
De Fernando
1976-24 DE MARZO-2010
Algún día los vamos a encontrar
algún día
en alguna tarde de abril
en algún remoto lugar sin nombre
en medio de la tristeza
a orillas de la nostalgia
en algún lugar
en algún sitio
corazón
barco
brisa
mar
en lo más profundo
de un pozo
o en una tumba sin nombre
algún día
los encontraremos.
Que no quepa la menor duda
la menor desesperación
la desazón más pequeña.
A pesar de las impunidades
de las leyes
de los plebiscitos
o las derogaciones
que han de venir.
A pesar de la sangre
y de la represión
del olvido y la desmemoria
los vamos a encontrar.
Y ése día
habrá un cielo nuestro
para tocar con las manos
para acariciarlos
y devolverles la vida
que otros se llevaron...
Ni olvido ni perdón!
Jorge
FRENTE DE LISIADOS PERONISTAS
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=XQy4uqhTjz4&feature=channel