sábado, 21 de noviembre de 2009

Apuntes inútiles sobre las elecciones.

de Daniel Figares

A pocos días de los sufragios los temas son variados.

X un lado el aviso del publicista argentino Abulla para el Partido Nacional que era sacado del que se hizo para la campaña de De Narváez en las últimas elecciones legislativas en Argentina. En Canal 4, Lacalle fue consultado x el periodista Daniel Castro sobre si no era engañoso usar actores que en realidad no estaban escuchando las palabras de Lacalle (en el aviso se ve gente escuchando las palabras de los candidatos con una música emotiva). El candidato blanco, visiblemente molesto, replicó: “Yo compro un producto, yo no sé de dónde salen las imágenes (…) yo lo contrato. Ahora, dónde lo filmó el señor, yo no sé, no estoy atrás de eso”.

En tanto en filas oficialistas la publicidad oficial sigue lloviendo sobre los medios de comunicación como un tsunami de buenas noticias que comparan al Uruguay de la crisis del 2002 con la presente gestión, utilizando la consabida retórica de los números macro de las estadísticas, basados ya en parámetros ficticios que no se ajustan a la realidad o en tecnicismos trucados que les permiten sacar buenos números en base a tal o cual vector que condiciona o determina. Oh, casualidad, mismo mecanismo utilizado en Argentina x la dupla Néstor Kirchner-Cristina Fernández; que, a propósito, permite establecer un parangón en el cual Tabaré Vázquez sería Néstor y el Pepe Mujica su Cristina (aunque ya sabemos que él hubiese preferido a Danilo…).

Muchos de los números que tira en la publicidad oficial este Estado (tiramos, bah, xque la guita es nuestra), se sacan a partir de los planes asistenciales que utilizan, utilizaron o utilizarán los gobiernos de Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, etc. Como se verá claramente, se crea con esta caridad de gobierno clientelismo político y no se resuelven los temas de fondo (aquello de lo que se carece): la inequidad de ingreso entre los más ricos y los más pobres: que cada vez hay más pobres y que los ricos son más o menos siempre los mismos, además. Como se verá, también, esta estratégica es global y seguramente nace de las oficinas veladas de los organismos internacionales, de los regios y ocultos salones de los millonarios del mundo, y de cientos y cientos de pequeños sucuchos oficinescos desde donde se imparte la ideología x parte de los mandos medios de las burocracias del planeta. (Cualquier parecido orwelliano con la película Brazil de Terry Gilliam es pura coincidencia.)

Pero el mercado negro (de la economía, de la producción) nunca será medido ni cuantificado jamás. (Tampoco es que el sistema lo quiera.) Todo lo que encubren los secretos bancarios, las Sociedades Anónimas, la partición en acciones, las grandes corporaciones, los bancos y las bolsas de valores, las inversiones extranjeras y los negocios con exención de impuestos… más toda la cohorte de profesionales que gira en derredor, los profesionales políticos, también, of course, todo eso nunca se sabrá, sólo podrá ser estimado, pero nunca sabido a ciencia cierta. Como no se sabe del lavado de dinero, el tráfico de drogas, el contrabando, el contrabando de armas, o cualquier acción de crimen organizado o mafia que funcione en el país, que exista en el país. Se sabe que existe, se chusmean hasta detalles, pero el sistema de esto casi siempre no sabe nada. No tiene datos completos de nada.

Desde luego esto no escandaliza ya. Ya no existen más los escándalos.

Sin embargo me escandaliza (claro, en forma leve, para la chacota) lo bien arregladitos que quedaron la Topolanski y el Pepe, respectivos fashion emergency mediante, él con sus pelos alisados y prolijos, su saquito, la camisita y el chalequito; ella con sus coloretes y los labios pintados que reflejan…

También me escandalizo con la emotiva alocución de Lacalle –en el spot que contiene las imágenes de Abulla-, que, con música a tono y llanto asomando, dice más o menos que todas las pálidas que debió pasar fueron puestas x la providencia para llegar a este punto. Lo que más me mató fue que agregara que lo padecido x él no había sido poco. Como si fueran poco la gestión corrupta de su gobierno, los operativos de represión policial, los asesinatos de civiles nacionales y extranjeros en nuestras tierras, los negocios bancarios turbios, y su política entreguista y privatizadora acorde a lo pedido x el sistema capitalista imperante que nos tiene todavía sumidos en esta pobreza que padecemos NOSOTROS, no él, claro… ¡Como si todo esto fuera poco!

Me escandalizan los operativos de Borsari queriendo meter el caso Feldman –que puede que tenga aristas a analizar- en el medio de la campaña.

La respuesta de Marenales aunque graciosa, metió miedo: parecía Zulma Lobato (…y… hay que sentir miedo de una sociedad ubicada en el tercer milenio que parece divertirse con las mismas cosas que hace tres mil años atrás).

Ratifico lo que pienso de Mujica: esta amansado. Hasta tiene el chip clarito: disciplina partidaria: acá se hace así, se obedece al partido, a lo Moscú, mesa política de x medio –los dioses del olimpo-, y convertidos los congresales en una especie de consejo de notables, o de corte imperial, me gustaría más decir, si me acuerdo de que en el 2002, en su primera reunión después de la crisis económico-financiera (que no fue otra cosa que el afano de los bancos que pagamos todos los uruguayos), el pedido de juicio político a Jorge Batlle, que era algo que en la previa se había tirado marketineramente -aunque hacerlo hubiese sido del todo correcto, creo que ni siquiera fue sugerido, mucho menos aprobado: repito que creo que ni siquiera fue puesto a consideración, menos podría ni siquiera ser votado.

Entre los temas de Mujica amansado, el aborto. La sola promesa endeble del no veto es poca cosa para un revolucionario. (Hay que recordar que cuando se votó en la cámara se fue de sala, o que su amiguete Huidobro de abstuvo en la votación.)

Que no hay debate no puede sorprender a nadie. Lo que le interesa a estos tipos no es explicar o discutir los temas, si no sumar votos. Así lo ven estos profesionales de la carrera política cuyo afán es participar en la pirámide de poder, llegar bien comidos y con los mayores bienes que puedan al fin de sus vidas, tener algunos absurdos reconocimientos públicos de pacotilla, y, con algo de suerte, meterse en el nomenclátor con nombre y apellido en un barrio x lo menos ni del oeste ni del norte de Montevideo, si no es mucho pedir…

Comparto el pensamiento de un comentarista colgado en el blog hace poco: “EL ENEMIGO O LOS TRAIDORES, ¿HAY QUE ELEGIR?”

DanielFigares

(Aunque mi voto seguirá siendo anulado, sigo acuñando el lema: NINGUNO; PERO MENOS LACALLE.)



Enviado por Marina

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