sábado, 10 de enero de 2015

Miguitas de pan

El Poder Ejecutivo emitió el decreto por el cual se determina que el Salario Mínimo Nacional sea de 10 mil pesos mensuales. La medida rige desde el pasado 1 de enero.

El decreto que firmó el presidente José Mujica establece que el salario mínimo aumente de 8.960 pesos a 10.000 pesos o su equivalente de dividir ese importe entre veinticinco para determinar el jornal diario, o entre doscientos para el salario por hora.
El anterior salario mínimo alcanzaba los 8.960 pesos mensuales, cantidad fijada el 1º de enero de 2014, mientras que en 2013, el monto mensual era de 7.920 pesos y en 2012 de 7.200 pesos.




Uruguay aumenta el salario mínimo a 410 dólares 
La cifra hasta ahora vigente era de 8,960 pesos, tras un alza de 13.1% en enero del 2014.
El jornal diario pasará a ser de 400 pesos (16.4 dólares) desde los 358.4 anteriores, en tanto que la hora de trabajo valdrá 50 pesos (2.05 dólares) desde los 44.8 previos.



En vez de eliminar los latifundios eliminaron los principios
.


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Sistema de relaciones laborales en Uruguay

Desde sus orígenes, el sistema de relaciones del trabajo uruguayo se ha caracterizado por la persistencia de ciertos rasgos distintivos.
A saber:
−Confianza en la ley como instrumento de cambio.
−Sensibilidad política por las cuestiones socio-laborales.
−Intervención legislativa protectora del trabajo en el ámbito de las relaciones individuales de trabajo y abstencionista en materia deregulación en lo colectivo.
−Preferencia por la autonomía colectiva.

Sin embargo, en la década del 90 y los primeros años de este siglo se da una ruptura con estas tradiciones y un predominio de las ideas de corte liberaleconomicistas.
Se trata de una época marcada por un retroceso en lo que a los derechos sociales y laborales atañe, un debilitamiento de los instrumentos colectivos y el afianzamiento de una “ideología individualista” en las relaciones de trabajo.
La flexibilización y desregulación del mercado de trabajo constituyeron el eje central de las políticas laborales. La no convocatoria de los Consejos de Salarios, la negociación por empresa y la fijación del salario mínimo nacional sin tener en consideración el costo real de vida, coadyuvado por una creciente desocupación e informalidad, condujo a un deterioro de las condiciones de trabajo y del equilibrio de las fuerzas en pugna en detrimento de la clase trabajadora.
La legislación laboral y previsional no solo se detuvo sino que, enciertos casos, implicó un claro retroceso (son ejemplos de esto la reducción del plazo deprescripción de los créditos laboral y la creación de las AFAP).
A esto debe sumarse una desregulación de hecho más que de derecho, en virtud de la fragmentación ya sistematicidad del derecho laboral uruguayo y, sobretodo, por el descaecimiento de los mecanismos de contralor administrativo y la debilidad sindical de la época.
Como se señala en el prólogo: “El modelo desregulador, el paradigma del libre mercado a ultranza y el abandono de la negociación colectiva trajeron la mayor quiebra social del Uruguay moderno, expulsando del país a cientos de miles de compatriotas y sumiendo en la exclusión social a generaciones enteras.”



Ver informe completo:
 http://www.cuestaduarte.org.uy/portal/index.php?option=com_docman&task=doc_download&gid=502&Itemid=88

Amasa la masa

Participación salarial en PIB no recuperó nivel previo a 2002, según Instituto Cuesta Duarte.

Luego de la crisis de 2002, los salarios locales se recuperaron con dinamismo debido al fuerte crecimiento del país y alcanzando marcas superiores a las de fines de los años 90. Pero la masa salarial con relación al Producto Interno Bruto (PIB) no verificó esa recuperación y sus niveles son "notoriamente inferiores a los registrados en 1998", de acuerdo a un estudio del Instituto Cuesta Duarte (Icudu) del PIT-CNT. El menor peso salarial tuvo como contrapartida un aumento "de la porción que se apropian los dueños del capital", mientras que "gerentes y profesionales" gozan de mayor estabilidad salarial que "obreros y empleados".
La masa salarial entre 1998 y 2012 es el nombre del informe, que analiza la desigualdad no sólo comparando los ingresos personales sino "a partir de la porción de ingresos apropiada por cada uno de los actores que desarrollan la producción, es decir, qué parte del total de los ingresos generados en una economía queda en manos de los trabajadores, de los propietarios de capital y del Estado".
En los primeros años abarcados por el estudio hubo "una severa crisis económica y social que registró su peor momento en 2002", y produjo fuertes aumentos del desempleo y una caída pronunciada del salario real. Sin embargo, en los últimos años el país retoma la senda de crecimiento, y el empleo y los salarios comienzan a recuperarse "particularmente desde 2005 con la reinstalación de los Consejos de Salarios". La masa salarial experimentó una sensible reducción de 31% entre 1998 y 2003, pero luego se recupera y en 2010 supera en 16% los niveles de 1998. No obstante, para el Icudu "lo importante no es concentrarse en la evolución de la masa salarial en términos absolutos sino en la relación que guarda con la evolución de la producción y el ingreso nacional".
Así, entre 1998 y 2000 la masa salarial se mantuvo relativamente constante con relación al PIB, en torno a 34%. Ese guarismo cayó a un piso entre 2003 y 2005, cuando se ubicó cercano a 26%. Entre 2006 y 2010 se verifica un período de relativa recuperación con niveles de entre 29% y 30%, "notoriamente inferiores a los registrados en 1998". El Icudu advierte que si bien en 2009 la masa creció al 31,3% del PIB, esa mayor proporción se explicó fundamentalmente por la desaceleración económica generada a raíz de la crisis internacional. En 2010, cuando se retoma la fuerte expansión de la actividad, la masa salarial regresó al 30% y en 2011 "es factible que tanto el producto como la masa salarial crezcan aproximadamente un 6%, lo que supondría un nuevo año con una relación próxima al 30%". De esa forma, "es posible afirmar que en los últimos años el peso de la masa salarial [...] se encuentra estancado y lejos de los niveles registrados a fines de la década del 90".

El que parte y reparte...

El informe también refiere a otros componentes que conforman el ingreso nacional. En primer lugar, analiza los ingresos laborales de los trabajadores independientes (correspondientes tanto al trabajo como al capital), que muestran un fuerte incremento durante la crisis debido al mayor número de ocupados no dependientes, mientras que con la recuperación hay un marcado descenso, a niveles inferiores a los de 1998. "Dicha evolución valida la noción de que el trabajo autónomo y generalmente más precario opera como un 'colchón' en momentos en que las crisis deterioran el empleo formal".
El segundo componente refiere a los ingresos de capital asociados a los impuestos percibidos por el Estado (ya que no se puede analizar los primeros de forma aislada), apreciándose un aumento sustancial durante la crisis, que se sostuvo en los últimos años y que en 2010 alcanzó su mayor valor, cercano a 58,9% del PIB. "Considerando que la masa de impuestos en el PIB es un componente relativamente menor, es posible afirmar que la caída en el peso de la masa salarial respecto a los niveles previos a la crisis tiene como contrapartida un incremento de la porción que se apropian los dueños del capital", sostiene el Icudu, recordando el informe de Desarrollo Humano en Uruguay 2008 del PNUD, que afirma: "Los períodos de crisis implican una redistribución de los ingresos de los trabajadores hacia los propietarios de capital".
En otro aspecto, el informe distingue entre la masa salarial de "obreros y empleados" y la de "gerentes y profesionales". Estos últimos verificaron una menor caída relativa durante la crisis, y alcanzaron un incremento levemente mayor en la etapa de recuperación. La masa salarial de aquéllos creció 14%, mientras que la de "gerentes y profesionales" lo hizo 25%. "Esto se explica tanto por un mayor crecimiento del empleo en esta clase de ocupados como por un mejor desempeño relativo de sus salarios".
Al analizar con relación al PIB, se observa que gerentes y profesionales experimentaron una caída de 1,1 punto porcentual de participación en el PIB entre 1998 y 2005, pasando de 6,8% a 5,7%. Luego vino la recuperación, y alcanzó niveles similares a 1998 (6,5% en 2010). Sin embargo, la masa salarial de obreros y empleados cayó de 27,2% en 1998 a un piso de 20,5% en 2005, y al 2010 sólo habían conquistado el 23,5%. "Los obreros, empleados y trabajadores dependientes menos calificados [fueron] quienes sufrieron la mayor pérdida de masa salarial en el período analizado, lo que se explica tanto por un menor crecimiento relativo del empleo como por un peor desempeño de sus salarios".

Agresivos

A modo de comentario, el estudio reza que "pese al muy bajo desempleo y a los importantes incrementos salariales [...], el peso de la masa salarial en el PIB no sólo no está aumentando sino que aún se encuentra lejos de alcanzar los niveles anteriores a la crisis". Por eso, "además de los necesarios debates en torno a la política tributaria y las políticas sociales que deben seguir contribuyendo a reducir la desigualdad de ingresos, es importante no perder de vista el papel estratégico que juegan el empleo y los salarios en una economía en fuerte expansión". Aunque destaca que el empleo ha alcanzado tasas "históricamente elevadas", recuerda que "el gran desafío hoy se centra en su calidad". "La clave para empujar al alza la masa salarial pasa por una política salarial más agresiva y una mejora en la calidad del empleo, en la medida en que hay una clara asociación entre empleos de mala calidad y bajas remuneraciones". En este punto, caracteriza: "Los lineamientos del Poder Ejecutivo en la pasada ronda de Consejos de Salarios tendientes a moderar los aumentos salariales en función del crecimiento del empleo dificultan la posibilidad de que la proporción de masa salarial en el producto retorne a los valores previos a la crisis".



4 comentarios:

  1. Mi vieja siempre decía: "Gurises jóvenes con plata,es pa' que se agarren vicios...".-

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  2. En agosto de 2012 para no ser pobre se precisaba un ingreso POR PERSONA de $8.2017 en Montevideo y $ 5.475 en el Interior Urbano (localidades de 5.000 habitantes o más
    En abril de 2013 en Montevideo se precisaban $8.804 por mes para no ser pobre y en las ciudades del interior, $5.917.
    El salario mínimo nacional se fijó en $ 7.920 para todo el año 2013 de modo que un trabajador que vive en Montevideo y gana ese salario, es POBRE POR DECRETO DEL PODER EJECUTIVO.
    El nuevo Salario Mínimo Nacional es a partir del 1 de Enero de 2014 de $ 8.960 mensuales, para llegar a $10.000 en el 2015
    ..El INE estima la pobreza y la indigencia por el llamado “método del ingreso” que implica:
    “1. Partir del supuesto que el ingreso per cápita es un indicador adecuado para saber si un hogar y las personas que lo integran logran en primera instancia, cubrir o no los requerimientos psicofísicos de ALIMENTACION
    (LI) (Línea de indigencia) y otras necesidades no alimentarias como vestimenta, salud, educación, transporte y esparcimiento (línea de pobreza).( L P )
    2. Que el ingreso del hogar se distribuye de manera equitativa entre sus miembros
    .3. Que los ingresos percibidos se destinan prioritariamente a satisfacer las necesidades ALIMENTARIAS
    Se considera que un hogar es pobre si el ingreso total del hogar por todo concepto, DIVIDIDO POR EL NÚMERO DE INTEGRANTES del hogar “es insuficiente para cubrir las necesidades ALIMENTARIAS Y NO ALIMENTARIAS DE TODOS SUS INTEGRANTES

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  3. El INE utiliza otras dos medidas:
    a) “La brecha de la pobreza es una medida de la proporción del ingreso faltante necesario para que los pobres alcancen la línea de pobreza.”
    b) La severidad de la pobreza es un indicador de desigualdad entre los pobres.
    Para la construcción de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y CBT (canasta básica total ) que mide la Línea de Indigencia o que mide la Línea de Pobreza se tiene en cuenta las cantidades de los distintos bienes que consume la población del país.
    Su costo se actualiza con los índices de precios específicos de los bienes y servicios que las integran. Desde enero de 2008 se computa como ingreso de los hogares el valor promedio de una cuota mutual por el derecho a la atención de la salud de los hijos menores de 18 años de los trabajadores dependientes inscriptos en el FONASA, hasta ese momento sólo se computaba para hijos de políticos, militares y funcionarios de la Universidad (INE
    2009:4).Es un procedimiento discutible ya que se considera como un ingreso lo que es un derecho, que se puede utilizar o no.De acuerdo a la información, en agosto de 2012 se precisaban
    $ 8.207 POR CADA INTEGRANTE DEL HOGAR POR MES PARA NO SER POBRE en Montevideo y $ 5.475 en el Interior Urbano (localidades de 5.000 habitantes o más).
    El nuevo Salario Mínimo Nacional es A partir del 1 de Enero de 2014 d se fija un salario de $ 8.960 mensuales, lo que significa que no se puede pagar menos de ese importe por un trabajo de 8 horas diarias, ni de $ 358,40 por día, ni de $ 44,80 por hora. Aún así, el mayor número de trabajadores todavía se encuentra en la franja salarial más baja.

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  4. En abril de 2010 para no ser pobre se precisaba un ingreso de 6.015 pesos POR PERSONA Y POR MES, en Montevideo, y de 3.764 pesos en las ciudades del interior del país
    .
    Es posible reducir el número de personas pobres por dos caminos: aumentando los ingresos de estos hogares o reduciendo el costo de los bienes y servicios de esa canasta .El aumento de los ingresos se logra si hay más personas trabajando, si aumentan los ingresos de los que ya lo estaban haciendo, si aumentan las transferencias de ingresos a esos hogares .El aumento del número de personas trabajando no fue suficiente para reducir la pobreza a niveles sin precedentes .Es poco probable que los hogares pobres mejoren sus ingresos por la incorporación de más personas al trabajo.
    Si se quiere que los niños y los jóvenes asistan al sistema educativo y que los jubilados no vuelvan a trabajar “en negro ”.El camino es indexar los ingresos más bajos para que aumenten más que la línea de pobreza: a) el salario mínimo nacional; b) la jubilación mínima y la pensión a la vejez; c) las transferencias (asignaciones, pensión a la vejez) hacia los hogares pobres: d )becas para los menores de 18 años para que puedan estudiar sin que sus familias pierdan ingresos.
    Se complementa con la reducción de los precios de los alimentos, que se transformaron en un problema social y generan una contradicción: el mayor precio mejora las condiciones de vida de los productores familiares pero deteriora las de los consumidores de bajos ingresos .La superación de esta contradicción compatibilizando los intereses de los sectores populares se logra seleccionando una canasta de bienes y servicios de consumo popular que se pueda comprar con la Tarjeta Alimentaria y devolver el IVA aumentando el monto de la Tarjeta Alimentaria y llevándola a todos los hogares pobres.
    Esta instrumentación incrementa el salario en proporción a la ocupación, y tiene una cobertura mayor pues aumenta también el poder de compra de las pasividades, las transferencias y los ingresos de otros sectores populares. Es necesario definir una trayectoria, fijar metas intermedias que permitan evaluar los resultados y establecer un horizonte en el cual se aspira a alcanzar los objetivos. Por ejemplo: ¿en qué plazo se reducirá la pobreza a la mitad?, ¿en qué plazo se podrá eliminar la pobreza?, ¿en qué plazo se podrían resolver los problemas de vivienda?, ¿en qué plazo se podrían resolver los problemas de infraestructura y remuneraciones en la educación?

    Los ministerios podrían presentar sus presupuestos preliminares estimando los recursos necesarios para alcanzar los objetivos. En una segunda aproximación, con la estimación del total de gasto posible se establecen las prioridades políticas para la distribución del gasto.
    Si los ministerios parten de las restricciones del gasto, nunca se sabrá cuáles son los objetivos, cuántos recursos requieren y en qué plazo se podrán alcanzar.
    EL PAPEL DEL EQUIPO ECONÓMICO.
    Durante el primer gobierno del FA el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, actuó como un primer ministro de hecho; anunciaba cuánto podían aumentar los salarios privados y el gasto público, alertando sobre las catástrofes que vendrían si no se aceptaban sus propuestas. El paso del tiempo demostró que su análisis tenía varios errores Los aumentos de salarios no fueron mayores a los propuestos en las pautas, y el empleo, la inversión y el producto siguieron creciendo; la estabilización de precios se consideraba un objetivo al que se debían subordinarlas demás metas, y en 2007 la inflación debía ser un 4 por ciento anual; la inflación casi duplicó las metas del equipo económico y no impidió que siguieran aumentando la inversión y el PBI .No aceptamos que tiren cifras como magos sacando conejos de la galera. Deben presentar alternativas evaluadas técnicamente, que sirvan de base para las decisiones políticas.
    NOTAS
    (1) “Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2OO8-2OO9”, págs. 362 a 364.
    Tomado del semanario Brecha, 21/5/2010.

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