Autor: William Yohai
18 de julio de 2018
Abundan….un verdadero ¿quién da más? Las cifras que nos inundan compitiendo para decirnos la cantidad de empleos que generaría la eventual (ni dios permita) planta UPM2. Que 4.000, que 5, que 8 mil. Cualquier número parece insuficiente[1].
Cuando comenzamos a analizar el contrato ROU-UPM firmado en diciembre del año pasado uno de los puntos fuertes de la propaganda oficial era, precisamente el del empleo. Ya desde el vamos el documento revela su condición sui generis. A lo largo de mi vida comercial he visto decenas (tal vez cientos) de contratos. Ni uno de ellos dedicaba páginas enteras a detallar los beneficios que la concreción del documento acarrearía a las partes. Todos se limitaban a establecer las obligaciones recíprocas, las multas por incumplimiento, las formas de notificación y otros detalles jurídicos.
No está demás resaltar que después de enumerar los “beneficios” para ROU una cláusula seca, escueta, contundente reza:
“2.4 Beneficios Indicativos
ROU espera que los beneficios del Proyecto UPM podrían incluir los asuntos referidos en las Cláusulas 2.2. y 2.3. Dichos beneficios son únicamente indicativos y no constituyen obligación o compromiso alguno para que UPM y el Proyecto UPM alcance dichos beneficios o resultados”
Más claro, echale agua.
Otro elemento clave de los supuestos beneficios para “ROU” era el aumento del pbi. Al principio nos sonaba raro que éste pudiera alcanzar, tal cual se planteaba el 2%.
Revisamos entonces los informes de cuentas nacionales que publica el bcu. Comparando los años previos a la entrada en funcionamiento de las dos pasteras existentes (Montes del Plata y Botnia-UPM) constatamos que, efectivamene se producía dicho aumento. Equivalía, grosso modo, a un 1% por cada millón y algo más de toneladas de producción de celulosa.
El fundamento económico del fenómeno está en la cantidad de dinero (expresada en dólares) que se produce: si el conjunto del pbi en esos años rondaba los 50.000 millones, una variación en la producción y exportaciones de 500 millones implica un correlativo de 1% del pbi[2].
No encontramos datos de otros países que corroboraran si la producción de celulosa es tratada de igual forma. De todas maneras todo parece indicar que desde el punto de vista de la metodología que establece el FMI para el cálculo de cuentas nacionales lo que hace el bcu es correcto.
Pero hay algo que rechinaba: cuando investigamos la cantidad de gente que trabaja en las zonas francas celulósicas nos topamos con un obstáculo. El bps se negó a darnos la información con el pretexto de que la política es no divulgar datos sobre empresas en particular. Logramos, al fin, encontrar alguna información oficial. Un censo realizado en 2015 por la Dirección General de Zonas Francas (dgzf)[3] indicaba que en conjunto las dos celulósicas empleaban entre 1.100 y 1.200 person as. Reiteramos: datos proporcionados por las empresas, no verificados. A “ojo de buen cubero” sonaba raro que tan sólo esos pocos trabajadores generaran tanto pbi como 40.000 personas. O sea, se necesitan 2.000.000 de personas activas para generar el 100% del pbi. Siempre números gruesos; 20.000 personas (incluyendo todas las categorías del ine: empleados, cuentapropistas y patrones) por cada punto porcentual.
Aclaremos: cuando hablamos de personal empleado en las zonas francas estamos incluyendo a todas las personas implicadas en la producción: trabajadores directos en fábrica, administrativos, personal de seguridad, otros servicios, así como las operaciones colaterales como puertos e industrias químicas. Porque todo eso está dentro de dichas zonas. Al comparar la cantidad de pbi (medido en pesos constantes 2005) que genera cada empleo en diversos sectores encontramos[4]:
el cuadro es contundente: mientras que la construcción genera 538 pesos por cada empleo, la agricultura y ganadería 226 y la silvicultura 654 la fabricación de celulosa (en el ramo está incluído el papel y cartón de mucha menor importancia) hace el milagro de generar 17.105 pesos por cada empleo.
Esto de por sí echa una sombra de duda sobre todos los números que sectores oficiales y empresariales difunden sobre el tema.
En
efecto, la mecánica del análisis surge del siguiente razonamiento: por
cada “x” unidades monetarias de valor agregado bruto (vab; concepto
similar al de pbi) se genera un empleo; ergo, como la cadena celulósica
genera “y” unidades monetarias de vab, entonces la nueva planta de
celulosa generará “x” multiplicado “y” veces empleo.
Elegante…pero eminentemente incorrecto.
En su momento solicitamos a CPA Ferrere el informe sobre UPM2 en que presuntamente se basan las proyecciones de empleo divulgadas por medios de difusión y, para vergüenza nacional por la mismísima Presidencia de la República[5]
La amable respuesta fue que UPM era la propietaria del informe y que ellos no estaban autorizados a divulgarlo. Nos dirigimos a la empresa, nos respondieron adjuntando material propagandístico ya divulgado.
Como el tema del empleo es fundamental para evaluar los beneficios de la eventual instalación de UPM2 investigamos cuánto genera la cadena celulósica existente. Encontramos el cuadro siguiente[6]
La amable respuesta fue que UPM era la propietaria del informe y que ellos no estaban autorizados a divulgarlo. Nos dirigimos a la empresa, nos respondieron adjuntando material propagandístico ya divulgado.
Como el tema del empleo es fundamental para evaluar los beneficios de la eventual instalación de UPM2 investigamos cuánto genera la cadena celulósica existente. Encontramos el cuadro siguiente[6]
Utilizando el supuesto de que el 85% del empleo en las fases “silvicultura, extracción de madera y servicios de apoyo a la forestación” corresponden a la celulosa construimos el siguiente cuadro:
Los montes ya están plantados, aunque UPM anuncia que necesitará entre 60 y 90 mil hectáreas más cuando funcione la planta. Los viveros están funcionando. La maquinaria y el personal para la extracción ya existen. Dicho sea de paso, ésta se mecaniza cada vez más. Es difícil prever que se necesiten muchos más trabajadores en las fases silvícola, de extracción de madera y servicios de apoyo que los que ya existen.
Resumiendo: cualquier proyección razonable permite concluir que los únicos (o casi) empleos nuevos que se crearán estarán en la fase industrial. Una planta más grande, altamente automatizada, que necesitará la misma (o incluso menos) trabajadores que las existentes; en el entorno de los 500.
Los estudios conocidos refieren a empleos generados como “indirectos” e “inducidos”. Estos últimos serían los “indirectos” de los “indirectos” o “indirectos al cuadrado”. Resulta bien difícil cuantificar estas cosas. Me surgen algunas preguntas: ¿alguien vió cuando cerró FRIPUR que se informó que 900 personas habían perdido su trabajo que se dijera que se habían perdido “900 directos XX indirectos y YY inducidos”? ¿O cuando cerraron dos plantas productoras de lácteos en Colonia?. ¿O cuando se informa que se han perdido 30.000 empleos en la construcción desde 2014.?
Yo no. Y creo que allí está el meollo del asunto.
El viejo cuento del contador al cual el empresario le prgunta: ¿cuánto da el balance?...aquel le responde ¿cuánto quiere usted que dé?
[1] Por ejemplo el contrato afirma: “2.3.5 Las estimaciones preliminares indican que el Proyecto UPM generaría un
promedio de 3.000 (tres mil) puestos de trabajo, con picos de 5.000 (cinco mil),
durante la construcción de la Planta de Celulosa, y unos 4.000 (cuatro mil) puestos de
trabajo directos durante su fase de operación, relacionados con la actividad primaria,
industrial y logística. A esto deben agregarse los puestos de trabajo inducidos a partir
del incremento en la demanda de diversos servicios en la región de referencia. Los
elevados estándares aplicados en la cadena de valor con inserción global resultan en
mejoras en materia de cultura del trabajo y capacidades y productividad del capital
humano, entre otros.”
[2] Estas cifras son aproximadas, no vale la pena detallarlas aquí.
[4] Elaprodal
significa “elaboración de productos alimenticios”, pesca y ac.=pesca y
acuicultura, agricultura y ganadería, rural total (incluye silvicultura)
[5] CAINFO
una ong dedicada al tema de la información pública solicitó
oficialmente las bases para las proyecciones de pbi y empleo que publica
el gobierno. La información sobre empleo le fue negada con el pretexto
que los datos relativos a la negociación del contrato son secretos.
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