Cumbre del G20 / Disputa inter imperialista y pillaje colonial
7 julio 2019
El 29 de junio culminó la cumbre del G20 2019. Su resultado se enmarca dentro de la fuerte disputa inter imperialista por la plusvalía mundial. Por un lado, la "guerra comercial" entre EEUU y China y el llamado "proteccionismo", por el otro, un tratado de "libre comercio" entre la Unión Europea y el Mercosur ampliamente favorable a los capitales imperialistas. Dos caras de la misma moneda. Todo sazonado con una cínica declaración, de todos menos Trump, a favor del medio ambiente.
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En la otra punta, liderados por Europa, están los adalides del "libre comercio", del "multiteralismo", etc. De una "libertad", que en realidad es la miseria y opresión de los trabajadores y los pueblos pobres frente a los negocios de las potencias imperialistas. Estas potencias se anotaron un poroto con el acuerdo de libre comercio Unión Europea – Mercosur, que de llegar a implementarse significaría un fuerte retroceso para las economías latinoamericanas que resignarán toda posibilidad de desarrollo industrial autónomo, para profundizar su rol de exportador de productos primarios, al servicio de las ganancias de las multinacionales y los sectores de capital concentrado locales.
Rodolfo Nin Novoa en el Palacio Santos, el 1 de julio, previo a la conferencia donde se refirió al tratado entre el Mercosur y la Unión Europea.
Acuerdo Mercosur-Unión Europea: ¿qué cambia para Uruguay?
6 de julio de 2019 | Escribe: Natalia Uval en Política | Foto: Mariana Greif
Habrá ganadores y perdedores, y modificaciones en la regulación y en las políticas públicas.
Fueron más de 20 años de negociaciones, con momentos de
intensidad y de parálisis, y en una etapa de relativo escepticismo, en
tiempos de proteccionismo comercial de algunas potencias como Estados
Unidos, el Mercosur y la Unión Europea (UE) sorprendieron anunciando el
cierre de las negociaciones de un acuerdo que abarca todas las áreas del
comercio bilateral. Ahora se abre una etapa de revisión legal del texto
que puede llevar de seis a ocho meses, explicó a la diaria la
directora general de Integración y Mercosur de la cancillería uruguaya,
Valeria Csukasi. Luego, el acuerdo enfrentará el desafío nada menor de
someterse a la aprobación parlamentaria de ambos bloques.
Francia, cuyo sector agrícola se ve afectado por el acuerdo, ya ha anunciado que por el momento “no está lista” para ratificarlo. De todos modos, según informó a la diaria el director de la Asesoría Política Comercial del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Juan Labraga, el acuerdo contiene una disposición de “vigencia provisoria” para el capítulo comercial. Esto significa que las desgravaciones arancelarias, los cupos y las reglas de origen, entre otros, entrarán en vigencia cuando sean ratificados por al menos uno de los estados parte del Mercosur y por el Parlamento de la UE (no precisa ser ratificado por los 28 integrantes de la UE).
¿Cuáles son las principales disposiciones del acuerdo? ¿A qué sectores beneficia y a cuáles perjudica? Aunque la UE y el Mercosur todavía afinan detalles para la publicación de los textos completos del acuerdo –Csukasi estima que el lunes se harán públicos en los sitios oficiales de ambos bloques–, se pueden extraer algunas conclusiones a partir del documento resumen elaborado por la UE, del texto síntesis redactado por la cancillería uruguaya, de los anuncios públicos y de la información que manejan fuentes cercanas a la negociación.
El acuerdo dispone que en 15 años deberán eliminarse los aranceles a los productos automotrices. Hoy el Mercosur cobra un arancel de 35% para los automóviles extra zona y de entre 14% y 18% para autopartes. Además, el Mercosur acepta las reglas de origen de la UE, que disponen que para determinar que un producto es de determinado origen tiene que contener un máximo de 45% de materiales no provenientes de ese país.
De todos modos, según el resumen que circuló la UE, el acuerdo establece que las empresas estatales deberán actuar movidas por “consideraciones comerciales” en sus actividades, con excepción de las empresas que proveen servicios públicos como el agua o la electricidad. “Esto significa que las decisiones de las empresas estatales deberán tener una motivación comercial, acorde con los principios de la economía de mercado, de la manera en que actuaría una empresa privada. En otros términos, las empresas estatales deben conducir sus actividades comerciales sin tomar en cuenta consideraciones y preferencias que no estén comercialmente motivadas”, señala el texto. Esta disposición sí abarca a la telefonía móvil de Antel, que no podrá establecer políticas que no tengan una motivación comercial.
Francia, cuyo sector agrícola se ve afectado por el acuerdo, ya ha anunciado que por el momento “no está lista” para ratificarlo. De todos modos, según informó a la diaria el director de la Asesoría Política Comercial del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Juan Labraga, el acuerdo contiene una disposición de “vigencia provisoria” para el capítulo comercial. Esto significa que las desgravaciones arancelarias, los cupos y las reglas de origen, entre otros, entrarán en vigencia cuando sean ratificados por al menos uno de los estados parte del Mercosur y por el Parlamento de la UE (no precisa ser ratificado por los 28 integrantes de la UE).
¿Cuáles son las principales disposiciones del acuerdo? ¿A qué sectores beneficia y a cuáles perjudica? Aunque la UE y el Mercosur todavía afinan detalles para la publicación de los textos completos del acuerdo –Csukasi estima que el lunes se harán públicos en los sitios oficiales de ambos bloques–, se pueden extraer algunas conclusiones a partir del documento resumen elaborado por la UE, del texto síntesis redactado por la cancillería uruguaya, de los anuncios públicos y de la información que manejan fuentes cercanas a la negociación.
1. Bienes agrícolas
Era uno de los principales intereses ofensivos del Mercosur y son las disposiciones que generan más resistencia en la UE. Se eliminarán 93% de los aranceles vinculados con las exportaciones agropecuarias de la UE, mientras que la UE liberalizará 82% de sus importaciones agropecuarias y las demás estarán sujetas a compromisos de liberalización parcial, incluyendo cuotas para los productos sensibles. De todos modos, en este capítulo también puede haber ganadores y perdedores, entre ellos:Potenciales ganadores
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Sector cárnico. El acuerdo habilita una cuota de
99.000 toneladas de carne (peso carcasa) con un arancel de 7,5%, cuando
actualmente se paga 20%. De esa cuota, 55% deberá ser carne fresca y
45%, carne congelada.
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Sector arrocero. Se dispone que una cuota de 60.000 toneladas de arroz ingresará sin aranceles, cuando hoy paga 65 euros por tonelada.
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Sector cítrico. Para el sector cítrico la
desgravación es muy importante, ya que había perdido sus condiciones
preferenciales de acceso al mercado europeo en 2014, al dejar de acceder
al Sistema Generalizado de Preferencias.
Potenciales perdedores
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Sector lácteo. El acuerdo establece una cuota
recíproca, a implementarse en un plazo de diez años, de 10.000 toneladas
de leche en polvo y 30.000 toneladas de quesos, que hoy pagan 28% de
arancel cuando ingresan al Mercosur. Los productores lácteos uruguayos
temen que la liberalización perjudique las ventas de productos lácteos a
Brasil, al tener que enfrentar la competencia europea.
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Sector vitivinícola. En ocho años se eliminarán
completamente los aranceles; en este caso también los productores temen
la pérdida del mercado brasileño.
2. Derechos de exportación
La UE consiguió que los derechos de exportación no se apliquen en el comercio bilateral. Para Uruguay esto implica que tendrá que dejar de cobrar esos derechos para el caso de los cueros, en un plazo de cinco años. En el caso de Argentina, la afectación será importante. Según el Observatorio de Coyuntura Internacional y Política Exterior de Argentina, la eliminación de estos aranceles podría propiciar un esquema de triangulación de exportaciones vía UE hacia terceros mercados para eludir el pago de retenciones.3. Bienes industriales (sector automotriz)
La eliminación de aranceles en el sector industrial afectará principalmente a las industrias argentina y brasileña. En el caso de Uruguay, uno de los más perjudicados será el sector automotriz. Ramón Cattaneo, de la Cámara de Industriales Automotrices del Uruguay, dijo a la diaria que esperarán a tener más detalles del acuerdo, pero que en principio “el sector automotriz nacional difícilmente tenga algún beneficio, más bien se dedicará a mitigar los impactos”. Podría incluso darse la situación de que los automóviles y autopartes europeas entren a Brasil, por ejemplo, en una situación preferencial respecto de los de la región, señaló Juan Labraga.El acuerdo dispone que en 15 años deberán eliminarse los aranceles a los productos automotrices. Hoy el Mercosur cobra un arancel de 35% para los automóviles extra zona y de entre 14% y 18% para autopartes. Además, el Mercosur acepta las reglas de origen de la UE, que disponen que para determinar que un producto es de determinado origen tiene que contener un máximo de 45% de materiales no provenientes de ese país.
Críticos y expectantes
Representantes del PIT-CNT mantuvieron ayer una reunión con el
canciller Rodolfo Nin Novoa para conocer detalles del acuerdo. La
central sindical todavía no ha tomado posición sobre el tema porque los
documentos no se conocen, aunque tiene una visión crítica de los
acuerdos de libre comercio. En el encuentro cuestionaron que el gobierno
recién esté realizando una evaluación de impacto de un acuerdo que ya
suscribió.
4. Sector naviero
El Mercosur otorgó acceso y trato no discriminatorio para los buques de navieras europeas en operaciones hoy sólo permitidas a embarcaciones del Mercosur. Caerán los acuerdos de reserva de carga en la región, entre ellos el que tiene Uruguay con Brasil. Esto permitirá a las empresas europeas participar en un plazo de diez años en el cabotaje en puertos del Mercosur. Csukasi consideró que Uruguay no se verá afectado por esta disposición, porque no dispone de buques grandes. Labraga comentó que si bien hay sectores que reclaman marina mercante de bandera nacional en Uruguay, “es un dato que hoy [esa marina de bandera nacional] no existe”.5. Servicios
La negociación en el capítulo de servicios fue por listas positivas, es decir, se indicó expresamente qué sectores estaban incluidos en el acuerdo. Según informó la cancillería uruguaya, “nada de lo dispuesto por el Acuerdo afecta el derecho a regular de las Partes ni limita la capacidad de los Estados para prestar servicios públicos como salud o educación”. “El Acuerdo incluye anexos sectoriales específicos en materia de servicios financieros, telecomunicaciones y comercio electrónico, que fueron negociados por las autoridades competentes y no requieren ninguna modificación regulatoria a Uruguay”, añade el texto elaborado por el gobierno uruguayo.6. Compras públicas
El acuerdo abre el mercado de las compras públicas en el Mercosur. Hasta el momento, Uruguay sólo tenía acuerdos de compras públicas firmados con Chile y con el Mercosur. Este capítulo determina que Uruguay deberá otorgar trato nacional a las empresas europeas. “Es la primera vez que el Mercosur negocia un capítulo de compras públicas con otro actor [que no sea de la región]”, destacó Csukasi. Uruguay excluyó del acuerdo los planes de agricultura familiar y el programa de compras públicas para el desarrollo implementado en 2008, que en los hechos permite al Estado discriminar en favor de la industria nacional, explicó Labraga. El acuerdo tampoco abarcará las disposiciones para fomentar el uso de mano de obra nacional. En su documento resumen, la UE destaca que el acuerdo facilitará a las empresas europeas ganar licitaciones y evitará que sean discriminadas, volviendo los procesos “más transparentes y justos”.7. Empresas públicas
Las empresas públicas uruguayas están excluidas del capítulo de compras públicas. Además, si bien el acuerdo prohíbe el establecimiento de monopolios de importación y exportación de bienes, según lo informado por la cancillería uruguaya, el país exceptuó a título expreso las operaciones de ANCAP y mantuvo una reserva que asegura que nada de lo dispuesto en esta materia afecta la posibilidad de establecer nuevos monopolios. “Los restantes monopolios fueron salvaguardados en el Capítulo de Servicios”, aclara el documento divulgado por cancillería.De todos modos, según el resumen que circuló la UE, el acuerdo establece que las empresas estatales deberán actuar movidas por “consideraciones comerciales” en sus actividades, con excepción de las empresas que proveen servicios públicos como el agua o la electricidad. “Esto significa que las decisiones de las empresas estatales deberán tener una motivación comercial, acorde con los principios de la economía de mercado, de la manera en que actuaría una empresa privada. En otros términos, las empresas estatales deben conducir sus actividades comerciales sin tomar en cuenta consideraciones y preferencias que no estén comercialmente motivadas”, señala el texto. Esta disposición sí abarca a la telefonía móvil de Antel, que no podrá establecer políticas que no tengan una motivación comercial.
Importancia europea
La UE es el segundo destino comercial de la exportación de bienes de Uruguay.
Los principales productos vendidos son celulosa, carne bovina, madera,
arroz, cueros, cítricos y miel. Según información del MEF y de Uruguay
XXI, las exportaciones uruguayas pagan 106 millones de dólares anuales
por concepto de aranceles en las ventas al bloque.
El acuerdo dispone que el Mercosur liberalizará 91% de sus importaciones de productos europeos con un período de transición de diez años para la mayoría de los productos, y de 15 años para los más sensibles. La UE liberalizará 92% de sus importaciones de países del Mercosur en un período de diez años.
El acuerdo dispone que el Mercosur liberalizará 91% de sus importaciones de productos europeos con un período de transición de diez años para la mayoría de los productos, y de 15 años para los más sensibles. La UE liberalizará 92% de sus importaciones de países del Mercosur en un período de diez años.
8. Propiedad intelectual
Esta fue una de las principales pulseadas que el Mercosur ganó en la negociación, aunque parcialmente. La UE pretendía extender el plazo de las patentes, lo que afecta al sector farmacéutico y en particular a la producción de medicamentos genéricos. Finalmente, el Mercosur logró que el acuerdo no demandara protección de patentes adicional a la ya establecida en el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio. Según el documento de la cancillería uruguaya, tampoco implicará para Uruguay modificaciones normativas en materia del régimen de marcas, diseños industriales y derechos de autor. Sin embargo, el texto resumen de la UE informa que las partes se comprometieron a avanzar en pos de adherir a la Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales 91 medidas de protección de variedades vegetales –que implica la imposibilidad de revender o plantar semillas de nuevas variedades sin pagar los derechos correspondientes–, y al convenio de La Haya sobre diseños industriales, de los que Uruguay no forma parte.9. Indicaciones geográficas
Una vez aprobado el acuerdo, si una empresa uruguaya quiere utilizar por primera vez la denominación “gruyere”, “parmesano”, “manchego”, “fontina” para sus quesos, o “cognac”, “champagne” e incluso “grapamiel” para bebidas alcohólicas, no podrá hacerlo, porque el Mercosur aceptó la voluntad de la UE de proteger esas indicaciones geográficas. La prohibición no rige para las marcas de empresas ya instaladas.10. Mecanismo de solución de controversias
Si surgiera alguna disputa por la aplicación del tratado, las partes se comprometen en primera instancia a mantener una instancia de conciliación. Si no hubiera arreglo, se conformará un tribunal arbitral ad hoc compuesto por tres personas “con experiencia en Derecho y comercio internacional”, según el documento que circuló la UE. Las audiencias serán públicas.El País ....
Brasil y Argentina van por más. Tras la firma, la semana pasada, del acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea, los dos países más grandes del bloque sudamericano dan el pistoletazo de salida a las conversaciones con Estados Unidos. La idea de Brasilia y Buenos Aires es firmar un pacto comercial con la mayor economía del mundo aprovechando la buena sintonía que sus presidentes, Jair Bolsonaro y Mauricio Macri, mantienen con Donald Trump. Pero el futuro de semejante apuesta es incierto: la fumata blanca con la UE demandó 20 años de negociaciones, pese a que sus economías eran, en su mayor parte, complementarias. EE UU, en cambio, compite directamente con Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay por la misma porción de la torta del mercado agropecuario.
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