martes, 30 de marzo de 2010

Pepe Mujica no quiere ni a Fidel Castro

De traje nuevo

-¿Le gustaría ir a Cuba como presidente de la República, a visitar a Fidel Castro?

-Y... no. Para viejo ya estoy yo. ¡Qué va a hacer! Debe estar muy mal, y estoy seguro que si me voy me va a dar una sensación terrible. Yo lo conocí de otra manera. No quiero entrar en la nostalgia. Es como cuando estuve en Carmelo el año pasado, durante la campaña electoral, y visité la casa de mi abuelo que hacía 40 años que no la veía. Se me cayó el alma, porque la comparé con la imagen que yo tenía en la retina. Cuarenta años es mucho tiempo, cambia todo."

fuente: diario Búsqueda (Uruguay)
Written by Andrés Danza y Ernesto Tulbovitz

Mujica, el nuevo icono del "progresismo" regional que no dudó en almorzar cordero patagónico con Bush, cuando éste visitó Uruguay, ahora trata a Fidel de "viejo" al que no vale la pena visitar. Cosas verdes Sancho...



Entrevista publicada en el diario Búsqueda, el 25 de marzo


"Sobre una silla en su cocina de la chacra de Rincón del Cerro, el presidente José Mujica tenía colgada una cartera de cuero marrón que solicitó que abrieran a los periodistas que lo visitaron en la tarde de ayer miércoles. "¿Quieren saber qué tengo para leer" Miren ese bolso que se van a llevar una sorpresa", les dijo con una sonrisa expectante.

Adentro había otro sobre con un viejo cuaderno y una agenda en cuya tapa figuraba el año 1967. Al abrir ambos, apenas se distinguía una pequeña letra manuscrita con tinta azul, que relataba cuestiones de la vida cotidiana. "Es un diario del Che Guevara, me lo regalaron ahora en Bolivia", contó Mujica, y dijo que "uno de estos días" se lo va a llevar a la estancia de Anchorena para leerlo con más detenimiento.

Con ese relato recibió el presidente ayer miércoles a Búsqueda, en su primer día de semana libre desde que se cruzó la banda presidencial. Estaba sentado en la cocina de su casa, solo, distendido, vestido de forma informal. En ese clima fue en el que habló durante casi una hora sobre sus primeras preocupaciones y obsesiones, a menos de un mes de haber asumido en su cargo.



Así se refirió al tema de las telecomunicaciones como un "problema importante" de su gobierno y dijo que otro tema que lo desvela es poder disminuir la cantidad de adictos a la "pasta base".

Para eso anunció que el Poder Ejecutivo promoverá medidas con el objetivo de tener "un poco aislados" a los adictos y buscará tareas mediante las cuales "se cansen" y eso los lleve a abandonar la droga. Entre esas tareas, se manifestó a favor de la"instrucción militar", que "no significa andar a los tiros ni nada de eso".



Mujica anunció además, que va a promover "cambios importantes" en materia salarial en el Estado, porque la "ley" que en la actualidad gobierna en ese ámbito es del "mundo del revés".

"Cuanto más cerca del poder estás, mejor cobrás. No, vamos a terminar con eso. En definitiva, este es un proceso para ir emparejando la cosa", señaló.



El presidente también dijo que enviará al Parlamento un proyecto de ley para habilitar a los jueces a que liberen de las cárceles a los mayores de 70 años y que está pensando en concreto en los militares procesados por violaciones a los derechos humanos.

"La única que parece que me entiende es Azucena (Berrutti). Será porque los dos estamos viejos y los años que tenemos encima nos llevan a ver las cosas en forma distinta", señaló.

Lo que sigue es un resumen de la entrevista.



-¿Piensa mantener durante los próximos cinco años este ritmo de actos y apariciones públicas de los primeros días?

-Y sí. A esta altura no me pueden cambiar, por más que sea presidente. Conmigo no tienen suerte. Voy a seguir siendo igual.



-¿Usted considera que lo más importante de un gobierno son los primeros meses?

-Es cierto que los primeros meses son muy importantes. Igual, la negociación con la oposición nos sacó un poco de tiempo. Si fuera por mí, ya tendría todos los entes nombrados. Pero este tema con la oposición se va a cerrar como nunca en la historia política del país. Acá hay como 40 puestos para la oposición. Habrá que mirar para atrás, pero creo que es la primera vez que en Uruguay ocurre esto.



-¿Hay buena sintonía en la negociación con la oposición, entonces?

-Líos va a haber, pero percibo que estamos todos en una sintonía parecida. Es cierto que estamos en la luna de miel y que los primeros momentos son más suaves, pero creo que hay que seguir hasta el último minuto con la misma táctica.



-¿A qué táctica se refiere?

-Negociar, negociar y negociar, como dice (Luiz Ignacio) Lula (Da Silva). Hay que tratar de negociar siempre. Lucía (Topolansky) está leyendo un libro de Nelson Mandela. Eso fue lo que hizo Mandela y le dio resultado a Sudáfrica. Primero tuvo que convencer a los negros y después a los blancos.



-¿Qué negociación considera que será la más difícil?

-Uno de los problemas serios y difíciles es el rumbo de Antel y de las telecomunicaciones. También está este nuevo tema de la norma de la televisión satelital y lo que nos ofreció Brasil.

Este asunto es complicado por todos lados. Ahí hay un terreno de batalla propio de los tiempos contemporáneos. Por eso he tenido dudas respecto a la integración de Antel y he ido de un criterio eminentemente técnico de alta calificación a una mezcla de calificados con comerciantes.


-¿Pero está de acuerdo con que los privados participen en los negocios de las telecomunicaciones?

-Sí sí, pero es mucho más complicado que eso. Hay que ordenar todo eso, porque es lo que se viene. No hay que cerrarse, pero hay que ordenarlo. Hay gente incluso que me ha planteado con mucha sensatez que en Antel hay que colocar un hombre con visión empresarial que juegue hacia adelante, para que Antel no la corra de atrás. Está muy buena la idea, pero todavía estoy pensando qué hacer, porque ese es uno de los lugares más importantes.



-¿Qué objetivos le parece imprescindible lograr durante los cinco años de gobierno en la reforma del Estado?

-La reforma del Estado no la vamos a terminar nosotros, pero por lo menos vamos a iniciar un camino. Empezamos por el lado del ingreso. Pero eso, en todo caso da respuesta a una parte, no a todo.



-¿A qué otras cuestiones se refiere?

-Este país es increíble. Es el mundo del revés en el tema de los ingresos de los funcionarios públicos. En los sueldos voy a tener grandes líos, pero les puedo asegurar que voy a hacer cambios importantes. Quiero fijar que las nuevas personas que entren, ingresen con escalafones de sueldo que sean distintos a los actuales. El chofer que cobre como chofer, trabaje donde trabaje, y le congelo el sueldo ahí. Y a los que hacen tareas más complicadas les subo y les pago más. Eso no va a arreglar las injusticias ahora, pero empezamos a arreglarlo. A mediano plazo hay que acomodar la pirámide, porque si no, no se acomoda nunca. El promedio de la administración pública es de 55 años. En 10 ó 15 años va a haber una renovación muy importante y ya lo vamos a ir arreglando.

Por eso es muy importante cómo entran, para cambiar esas cuestiones salariales.



-¿Está dispuesto a pagar todos los costos políticos que sean necesarios para lograr eso?

-No me preocupa. Lo que planteo es lo más racional. Hay cada injusticia en el Estado que no se puede tolerar. Además, los funcionarios públicos que están cerca del poder están mucho mejor en sueldos que los que están lejos. Cuanto más lejos del poder, peor están. Es increíble. Si estás en un cuartel allá lejos, estás muerto.



-¿A qué se refiere?

-Si estás en presidencia de la República tenés privilegios de todo tipo. Alguien alguna vez dijo que ningún empleado de Presidencia podía ganar menos de 20.000 pesos. Los que están en el Palacio Legislativo están mejor porque están al lado de los legisladores, y los que están en el Banco Central, que están al lado de la pasta, ni te digo. Los del Banco República también. Es una ley, siempre se cumple. Cuanto más cerca del poder estás, mejor cobrás. No, vamos a terminar con eso. En definitiva, este es un proceso para ir emparejando la cosa.



-¿Qué balance hace de la reunión que tuvo con el Consejo Directivo Central de la Universidad estatal en Tacuarembó?

-Rodrigo Arocena es de lo mejor que podemos tener en la Universidad. Si ahora no da más es porque no puede. Pero tiene muy claro el lugar al que hay que ir. Creo que va a ser un aliado.



-¿Le parece entonces que la Universidad entendió y comparte las reformas que usted reclama en la enseñanza terciaria?

-Sí. En realidad sólo parte de la Universidad lo entendió. Pero una parte lo entendió. Ojalá siga Arocena como rector mucho tiempo.



-¿Dónde considera que fue bien recibida su idea de reforma universitaria?

-En el área de las ciencias. En otras profesiones hay más resistencias. Les he dado mucho palo a los abogados y a los escribanos y ellos me deben de odiar. Los escribanos me deben tener un odio bárbaro.



-¿Se arrepiente de algo de lo que dijo sobre los escribanos?

-Es que se lo tomaron como algo personal y no tiene nada que ver con ellos. El tema de los abogados y de los escribanos es la deformación global de todo el país. Creo que el progreso material está muy atado a todas las ramas de la ciencia y de la ingeniería. Por allí va la cosa y eso Arocena lo tiene incorporado.



-¿Va a insistir con la idea de crear universidades públicas en el interior?

-Yo no dejo nada enterrado. Lo que pasa es que de hecho el planteo de la Universidad es ir a eso. Los centros regionales universitarios, con mucha autonomía, con presupuesto ¿qué son? Van derecho a ser otras universidades. Claro que voy a tratar de ayudar en todo lo que pueda. Hay una línea que hay que promover. A (Hillary) Clinton lo que más le pedí fue colaboración universitaria, becas para estudiar ciencias en las universidades de allá. Y le plantee que la investigación en Uruguay es mucho más barata que en Estados Unidos. Eso es decirle a los laboratorios: "Vengan para acá". Eso genera mano de obra de calidad y acá gana mucho menos un tipo de ciencia y vive con menos también, es una ventaja comparativa. Este es un tipo de inversión que realmente es reproductiva, porque mejora la calidad de la gente que tenés. Por más secretos que sean esos laboratorios, siempre están sacando cosas para la sociedad. El conocimiento es lo más fácil de contrabandear que hay.



-¿Qué tiene planificado para combatir la adicción a la "pasta base", que ha generado un incremento de la violencia y la delincuencia?

-Vamos a hacer algo de impacto con respecto a eso. Lo que yo pienso lo piensa mucha gente. Ahora descubrieron que hay uno en el campo que es bueno para sacar la adicción a la "pasta base". ¡Chocolate por la noticia! A los adictos hay que sacarlos del medio ambiente, tenerlos un poco aislados y que se cansen. Se les puede dar instrucción militar. Hay que diferenciar servicio militar de instrucción. Instrucción militar no significa andar a los tiros ni nada de eso.



-¿Usted plantea que el Estado obligue a los adictos a la "instrucción militar" para sacarlos de la calle?

-Sí, vamos a hacer alguna propuesta en ese sentido pero todas estas son ideas que se están discutiendo. También los podemos mandar a trabajar al campo. El problema es que en Uruguay ahora no hay lugares para eso. Los hubo, pero ahora no hay. En San José había un orfanato de varones, que era una chacra grande. Por alguna de esas opciones vamos a optar. El asunto es sacarlos de sus lugares y ponerlos a hacer trabajo físico. La violencia, aunque no es matemático, es evidente que es una patología juvenil. Y está en muchos aspectos determinada por la droga. Este es un problema mundial. Yo no tengo una respuesta clara, pero hay ciertas manifestaciones en los liceos, en el fútbol, donde van cuatro gatos locos, que hay que combatirlas.


-¿Por qué no se evita, por ejemplo, que los más violentos entren a los estadios, como hicieron en Inglaterra?

-Lo de Inglaterra lo discutimos en la Cámara de Senadores cuando yo estaba. El problema es que te tiran una parafernalia de derechos que no sabés lo que es. Me rindo. Hay una producción abogadil en este país que es brutal. Te agotan.



-¿Pero está de acuerdo con aumentar la "persuasión" y la "represión" a la delincuencia, como planteó en su momento el ministro del Interior, Eduardo Bonomi?

-Sí, están trabajando muy bien en el Ministerio del Interior y tienen un planteo policial en ese sentido. Si se pudre mucho en un barrio, detectan dónde están los focos y lo dejan tranquilo, dejan el territorio vacío. Primero los detectan y después les caen. Esa es una de las ideas que vamos a aplicar. Detectar el problema antes y ser más firme a la hora de combatirlo. Es lo mismo con lo de los secuestros. Hay que tratar de evitar por todos los medios que eso ocurra en Uruguay y para eso se está trabajando. Hay que evitar que se instalen esas formas de delincuencia.



-¿De dónde piensa obtener más recursos para lograr esos objetivos?

-Recortando de algún lado para sumar a seguridad y educación. Pero todavía no sé de dónde. Hay además por allí una oferta para un puerto de aguas profundas. Puede haber mucha plata porque nos quieren comprar un pedazo de tierra importante, que es del Estado, para hacer ese puerto. El asunto es que la exportación de hierro necesita sí o sí un puerto de aguas profundas. Allí puede haber recursos interesantes para usar. Hay que inventar de cualquier lado para conseguir los recursos.


-Luego de las críticas que recibió, ¿va a insistir con la idea de liberar a los presos mayores de 70 años?

-Lo voy a hacer, de eso estén seguros. Voy a mandar al Parlamento un proyecto de ley y que lo discutan. Yo quiero darles a los jueces la potestad de que enfermos crónicos irrecuperables puedan ser liberados. Un tipo que se hace diálisis dos veces por semana capaz que resiste 20 años, pero no es una situación muy cómoda como para estar en la cárcel. Siempre hay que dejarlo a criterio del juez, porque estas cosas son caso a caso.

Me van a plantear que los violadores de los derechos humanos no pero para mí son todos lo mismo. Hay de todo en la cárcel. Vas aCabildo y hay veteranas que están presas porque lo mataron al esposo porque les pegaba y se comen 20 ó 25 años. Y uno dice: "Esta mujer no es para tenerla presa". Puede ser liberación o prisión domiciliaria. La prisión domiciliaria hoy existe en muchísimas partes del mundo, no estamos inventando nada.



-¿No piensa excluir a los militares entonces?

-Se tiene todo el derecho a pensar que los militares no pueden tener privilegios. Para mí, si están arriba de los 70 años entran en la categoría y punto. No me pongo en juez y menos en juez de mis verdugos. No puedo. La única que parece que me entiende es Azucena (Berrutti). Será porque los dos estamos viejos y los años que tenemos encima nos llevan a ver las cosas en forma distinta. Me van a dar palo como loco, pero bueno, yo digo lo que pienso.



-¿Cuándo va a enviar ese proyecto de ley?

-Dentro de unos días. Quiero tener más informes de la Policía. Pero va a haber un paquete de cosas para mandar. Hay que apurar el asunto de las cárceles también. Viene bien eso, pero no se hacía nada. A las mujeres ya habría que haberlas sacado hace como cuatro meses o cinco de donde están.



-¿Fidel Castro le mandó algún mensaje de felicitación cuando asumió?

-Me mandó una carta su hermano, el presidente Raúl Castro.



-¿Le gustaría ir a Cuba como presidente de la República, a visitar a Fidel Castro?

-Y... no. Para viejo ya estoy yo. ¡Qué va a hacer! Debe estar muy mal, y estoy seguro que si me voy me va a dar una sensación terrible. Yo lo conocí de otra manera. No quiero entrar en la nostalgia. Es como cuando estuve en Carmelo el año pasado, durante la campaña electoral, y visité la casa de mi abuelo que hacía 40 años que no la veía. Se me cayó el alma, porque la comparé con la imagen que yo tenía en la retina. Cuarenta años es mucho tiempo, cambia todo."

fuente: diario Búsqueda (Uruguay)

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