martes, 9 de julio de 2019

Desempleo 9%

Oleo Ernesto de la Cárcova: sin pan y sin trabajo


Por Sergio Sommarruga




Recientemente se publicó el índice de desempleo, y está cercano al 9%.

El desempleo y la destrucción de fuentes de trabajo es uno de los mecanismos que tiene la economía de mercado para aplicar directamente el ajuste económico contra el trabajo.
Este comportamiento, profundamente anti-social del capitalismo (echar la gente a la calle), se puede constatar claramente en toda la región.
Más de dos millones de desocupados en Argentina, más de 13 millones de desocupados en Brasil. 


En el amado Chile de Talvi, 1 de cada 3 trabajadores no cuenta con seguridad social, ni aguinaldos, ni salario vacacional. Están en la mas completa informalidad.
En nuestro país desde hace más de un año que el desempleo viene girando en torno al 9%, golpeando con más fuerza en Montevideo y a las mujeres.


Según la propia OIT, en Latinoamérica hay más de 25 millones de desocupados y 140 millones que apenas sobreviven en la precariedad del trabajo informal.
El desempleo es una forma de expulsión social y constituye una de las cunas siniestras del deterioro del tejido social.
No hay ninguna posibilidad de tener una sociedad sana y vital en el marco de la desigualdad social, el desempleo y el empobrecimiento cultural.
Esos tres son los grandes enemigos de la sociedad.
Pero combatir el desempleo y la desigualdad social requiere coraje, determinación política y lucidez. No alcanza con jingles ni candidatos rejuvenecidos en los carteles.
Esperar que sea la propia economía capitalista la que genere trabajo para todos, es tan errado como enojarse con el espejo por la imagen que refleja.




El capitalista nunca busca generar trabajo. Es mas, genera el mínimo indispensable, porque lo que busca es aumentar indefinidamente su ganancia. Esa es su naturaleza. Todos sabemos que así funciona.
Para combatir el desempleo y generar trabajo decoroso para todos, hay que agarrar el toro por las guampas. Y esto no es más ni menos que ir contra los privilegios y los privilegiados.
Porque hay una verdad que es clara:
Hay muchísimo trabajo necesario para mejorar nuestra sociedad que está esperando por falta de financiamiento. Y hay muchísimos laburantes esperando esos trabajos.
La principal lucha del momento tiene que ser por trabajo decente para todos. Y para eso no hay otra fórmula que poner el ojo sobre el 1% más rico…ese que concentra la misma cantidad de riquezas que el 40% más pobre.

https://ladiaria.com.uy/articulo/2017/1/en-uruguay-la-mitad-de-la-poblacion-no-posee-riqueza/



Una sociedad mas igualitaria no es compatible con una minoría tan privilegiada.














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