El "Goyo" Alvarez tampoco se acuerda

El dictador Gregorio Álvarez dijo que 'nunca' le informaron sobre la desaparición de personas. 'Me enteré por la prensa' y por lo que 'escribían en las paredes', declaró ante la Justicia

escribe Raúl Ronzoni
Fuente Busqueda 10.05.2007

"Durante mi Presidencia no ocurrieron esos hechos", afirmó con gesto adusto el ex dictador, teniente general retirado Gregorio Álvarez, al ser interrogado el jueves 3 por el juez Luis Charles y la fiscal Mirtha Guianze sobre si sabía que durante su mandato (1981-1985) existieron centros clandestinos de reclusión y desaparición de personas, según la información de Búsqueda. Álvarez también negó haberse enterado de esos hechos mientras ocupaba otros cargos y afirmó que se enteró de los centros de reclusión y las desapariciones por haber "leído y escuchado". El interrogatorio se cumplió durante la investigación judicial sobre el llamado "segundo vuelo", que según un informe de la Fuerza Aérea tuvo lugar el 5 de octubre de 1976. Tras ese vuelo desaparecieron entre 22 y 23 detenidos políticos que fueron trasladados a Uruguay desde Argentina. A la audiencia, que se desarrolló en el reducido despacho de Charles, asistieron los abogados Rosanna Gavazzo, Estela Arab, Germán Amondarain, Carlos Curbelo Tammaro y Pedro Montano. El testimonio judicial de Álvarez es el primero que brinda desde que dejó la Presidencia en febrero de 1985. Álvarez recordó al comenzar su declaración, que entre 1971 y 1974 se desempeñó, con el grado de general, al frente del Estado Mayor Conjunto (Esmaco) con la tarea "operativa" de fiscalizar, asesorar y realizar actos dispuestos por los comandantes en jefe. La siguiente es una síntesis de la reconstrucción realizada por Búsqueda del interrogatorio y de las respuestas del militar: -¿Con qué base asesoraba en el Esmaco? -Buscaba documentación, me informaba con la gente que sabía, civiles o militares y todo respaldado con una vida de conocimiento dentro de las Fuerzas Armadas. -¿Quiénes eran los civiles y militares que lo asesoraban? -Los militares eran los que integraban el Esmaco. Los civiles creo que están todos muertos: Federico García Capurro, Justo Alonso y no recuerdo a otros. Gregorio Álvarez -¿Realizaba usted tareas operativas en ese lapso? -No. -¿Cuál era su actividad y cuál era su relación con la Junta de Comandantes en Jefe? -Me desempeñaba en asesoramiento, trabajo de Estado Mayor, de oficina. Yo dependía directamente de la Junta de Comandantes en Jefe. -¿Y la relación del Esmaco con el SID (Servicio de Información de Defensa)? -No tenían relación. -¿Quién era el jefe del SID mientras usted estuvo en el Esmaco. -Fue el coronel Ramón Trabal -¿En esa época recibió denuncias por desapariciones de uruguayos en el país o en el exterior? -No recuerdo -¿La desaparición de personas fue un tema de análisis en el ESMACO? -No. -¿Cuándo pasó a desempeñarse al frente de la División de Ejército N° 4? -Fue el 1o de febrero de 1974. -¿Cuál es la vinculación entre sí de las divisiones del Ejército y otras divisiones? -Dependen del comandante en jefe, y con otras divisiones la vinculación no existía, salvo algún caso específico, como ejercicios de tiro, maniobras conjuntas y todas las que ordenara el comandante en jefe. -¿Las operaciones antisubversivas estaban dentro de estos últimos? -No, con la División de Ejército N° 4 no existieron. -¿Por qué? -No hubo necesidad. -¿Cómo era la coordinación entre las divisiones? -A través del jefe, por ejemplo yo se lo enviaba al comandante en jefe y éste lo distribuía. -¿Quién era el comandante en 1974? -Primero el general (Hugo) Chiape Pose y luego el general (Julio César) Vadora. -¿Cómo se vinculaba la división de Ejercito N° 4 con el SID? -No existía vinculación. -¿En la División de Ejército N° 4 operaron dependencias del SID mientras usted estuvo allí? -No lo sé. Con mi conocimiento, no, y para hacerlo requerían de mi conocimiento. -¿Qué hubiera hecho si usted hubiera constatado que personal del SID operaba en su jurisdicción sin su conocimiento? -Hubiera tomado medidas disciplinarias. -¿Usted estaba autorizado para tomar esas medidas? -No era necesario. Tomaba medidas y las remitía al Comando General del Ejército. -¿Sucedió en alguna ocasión? -No recuerdo que haya sucedido. -¿Qué función cumplía el OCOA (Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas) de su división? -Seguridad. Fundamentalmente en épocas de verano, desde el Chuy hasta Solís y hacia el interior. -¿De quién dependía y dónde tenía su asiento físico? -Dependía de mí como comandante de División. Con respecto a su asiento físico, cambiaba de lugar: estuvo en Piriápolis, en Punta del Este, en La Paloma. En el lugar en el que hubiera un edificio disponible. -¿Quién estaba a cargo del OCOA en su División? -No recuerdo, uno podría ser el coronel Pascual Cirillo. -¿Y otros oficiales? -No recuerdo. -¿Del Ejército? -De la División de Ejército N° 4. -¿Quién seleccionaba al personal de la OCOA y cómo se hacía esa selección? -Lo seleccionaba el jefe de la OCOA y supongo que pedía a cada unidad el personal a criterio de ésta. -¿Cómo le informaba a usted el OCOA su actividad? -No lo recuerdo con exactitud. Era el jefe, personalmente o por teléfono. -¿Verbal o por escrito? -No recuerdo. -¿Dónde se desempeñó después de la División de Ejército N° 4? -Entre el 1o de febrero de 1978 y el 1o de febrero de 1979 fui comandante en jefe del Ejército. -¿Cuándo dictó una orden para terminar con la compartimentación de la información dentro del Ejército y cómo funcionaba? -La orden fue del 3 de marzo de 1978. Hasta ese momento, cuando había una denuncia, se preguntaba y se respondía que era secreta. Los subalternos no daban información. -¿Qué objetivo tenía la compartimentación? -No sé. -¿Por qué se derogó? -Porque entendí que todos los niveles del Ejército debían estar enterados de lo que ocurría. -¿Se cumplió con esa orden? -Sí. A partir de ese momento no me volvieron a negar información. -¿Qué sabe de la desaparición de personas? -Cuando fui comandante no me enteré. Después, durante toda la época terrorista leí comentarios en la prensa y por lo que escribían en las paredes. -¿Con ese conocimiento hizo investigaciones sobre las desapariciones? -No me correspondía. Eso era competencia del SID, y además (las denuncias) eran anónimas. -¿Qué sabe de la participación de militares uruguayos en operativos antisubversivos en Argentina? -He leído y escuchado, pero desde los cargos que desempeñé oficialmente, no sé. -¿Cuál es el sentido de la orden 777 del 3 de julio de 1978 firmada por usted (en esa orden Álvarez manifestó que "este Comando no permitirá fijar forma de revisionismo de lo actuado por sus integrantes durante la guerra contra la subversión y si alguna actividad reñida con los derechos humanos se le adjudica, el suscrito se responsabiliza de haber dado la primera orden en ese sentido por su condición de jefe del Estado Mayor Conjunto de la época de referencia")? -Las Fuerzas Armadas estaban siendo acosadas por una serie de delitos que no se probaron. Para mí eso estaba dirigido a destruir la moral del Ejército y tenía como fin desprestigiar a los mandos. La orden 777 estableció que si alguna orden se dio, yo era el responsable por los mandos. -¿Cuál era su vinculación con el general Amaury Prandt? -Estuvimos juntos en la Escuela Militar. Luego, como éramos de diferentes armas, no volvimos a estar juntos. -¿El SID recibió dinero de operaciones de militares uruguayos en Argentina? -No lo sé. -¿Conoció denuncias contra el SID debido a personas desaparecidas? -No. -¿Sabe de la coordinación con autoridades argentinas por la desaparición de personas? -No. -¿Cuando fue comandante del Ejército y presidente supo de denuncias de desaparecidos? -Nunca recibí denuncias. Lo que me acuerdo es de una denuncia de Wil-son Ferreira Aldunate en Naciones Unidas. -¿Ordenó investigar? -No, porque eran trascendidos de prensa. -Cuando usted era presidente, ¿cómo se respondían las denuncias oficiales de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos? -Nunca se recibieron. -¿Trató la desaparición de personas con el Consejo de Ministros o con los ministros de Defensa o Interior (durante su presidencia)? -Nunca se trató. -¿Usted negó en radio Maldonado que el ex comandante en jefe del Ejército, teniente general Carlos Díaz, hubiera admitido que los traídos desde Argentina (en el llamado "segundo vuelo") hayan sido ejecutados? -Yo dije que en una reunión en el Centro Militar le pregunté a Díaz cómo era posible que hubiera hecho esa manifestación y él negó rotundamente haber dicho eso. -¿Díaz le dijo qué sabía sobre esos detenidos? -No, me dijo que lo desconocía y que cuando (el secretario de la Presidencia) Gonzalo Fernández dijo eso (en una comisión del Parlamento), él se encontraba en la China. -¿Por qué habló con Díaz sobre ese hecho? -Porque era un agravio a las Fuerzas Armadas. -¿Por qué habla de agravios? -Porque rechazo que en las Fuerzas Armadas haya asesinos. -El teniente general Enrique Bonelli admitió que esas personas fueron traídas desde Argentina, las dejaron en Carrasco, las entregaron al SID y están desaparecidas. -Yo me enteré por la prensa. -Las Fuerzas Armadas admitieron la existencia de cementerios clandestinos en dependencias del Ejército y la realización de una "Operación Zanahoria" mientras usted era presidente. ¿Cómo lo explica? -Que las Fuerzas Armadas lo hayan admitido me entero hoy, aunque la prensa lo haya divulgado. Sobre la segunda parte nunca me enteré de tal operación. -¿Vio el esqueleto de Fernando Miranda enterrado en el Batallón N° 13 y qué significado le atribuye? -Lo vi en la prensa. Eso apareció en la prensa y me llegaron hasta rumores de que esos huesos no pertenecían a Miranda. -¿Qué explicación le da a esos restos? -Que los buscaron y los encontraron. -Sobre el hallazgo de los restos de Ubagesner Chávez Sosa en una chacra de Pando, ¿qué opina? -No sé. -Diga qué supo durante su Presidencia entre 1981 y 1985, de la existencia de centros clandestinos y muertes de personas en dependencias militares. -Durante mi Presidencia no ocurrieron esos hechos.