UN FANTASMA RECORRE EUROPA…Y EL
MUNDO
Autor: William
Yohai
28 de mayo de
2012
El término del título no lo inventamos
nosotros. De hecho lo recogimos y tradujimos de un trabajo de Forbes (1) sobre
el desastre financiero español. El título completo del mismo diría: “ la
hispangustia; el recientemente rescatado BANKIA solicita 24.000 millones de
dólares más; S&P rebaja la calificación de 5
bancos”
O sea, un banco que fue estatizado para
rescatarlo hace apenas unos pocos días sigue sufriendo una corrida (retiro de
depósitos) fenomenal, de tal magnitud que necesita dinero otra vez. Y hablamos
de una cifra que representa, para compararla con algo más real, cerca de la
mitad de todo el PBI de Uruguay de un año.
BANKIA no es el banco más grande de España,
pero ya se perfila como un barril del cual es difícil ver el
fondo.
Y, más abajo, FORBES amplía: “la agencia de
calificación de créditos Standard & Poor´s ha rebajado la calificación
crediticia a 5 bancos españoles, incluyendo BANKIA. La rebaja se basa en temores
acerca de falta de capital. S&P también ha colocado a seis bancos bajo
revisión negativa, incluyendo el Banco Santander y el BBVA, reflejando su visión
negativa acerca de España.”
El artículo de fondo comienza así: “El sector
financiero español se está desintegrando. Lo que comenzó como una
burbuja inmobiliaria en la nación Ibérica ahora amenaza la integridad de
la Eurozona en su conjunto. A pesar de que los mercado miopes se
han preocupado por Grecia últimamente, olvidando que este rompecabezas tiene más
piezas que la República
Helénica”
El lío es, sin embargo, aún mayor: “los problemas de España
se extienden desde su sector financiero al público. Cataluña, responsable por
aproximadamente el 20% del PBI del país está ahora solicitándole al gobierno más
dinero.
Mientras el Presidente regional Arturo Mas dijo que se
podrán pagar las cuentas en mayo, agregó con desesperación: “no nos importa como
(el gobierno) lo hace, pero tenemos que pagar nuestras facturas al final de cada
mes”. De acuerdo a “El País”. El gobierno federal, ahora dirigido por Mariano
Rajoy ha hecho frente a 683 mil millones de dólares hasta marzo para que
Cataluña pudiera hacer frente a sus pagos de deuda”
Hasta aquí textual lo que afirma FORBES. Aclaremos: pensamos
que la última cifra citada (683 mil millones de dólares) para que Cataluña
cumpla sus pagos de deuda es errónea, pero no tenemos en este momento forma de
averiguarlo.
De todas formas, la cosa no podría ser más
clara.
El sistema financiero español se está
derrumbando. Sabemos que en 2007, en América Latina Banco Santander vendió su
participación (muy lucrativa, por cierto) en los fondos de pensiones y
jubilaciones (AFAP´S en Uruguay) al holandés ING. Éste, a su vez hizo lo mismo
más recientemente pero a un grupo colombiano llamado
SURA.
Y se dice que BBVA analiza hacer lo propio con
su participación en dichos fondos.
Y es que estos gigantes que basaron su
crecimiento tanto en la participación en el mercado hipotecario español cuanto,
con fortuna para ellos, en la expansión hacia América Latina en los 90, se
encuentran en una profunda reestructura para aumentar su liquidez y hacer frente
a la caída de valor de sus activos en Europa.
El fondo del problema es que los activos de
estos bancos, todos los europeos probablemente sin excepción, han perdido valor
en forma sistemática desde el comienzo de la crisis en
2008.
Las deudas privadas, que en España en
particular alcanzaban más del 300% del PBI nacional, se han ido traspasando a
los sectores públicos en la medida en que los bancos debían hacer frente a sus
obligaciones o debían explicar en sus balances la caída de valor de aquellos
activos.
El aumento de los créditos con suspensión de
pagos hasta casi un 8% de los mismos que se acerca al máximo de 8,9% alcanzado
en 1993 se suma así al 24% de desempleo abierto en la población general
para configurar una situación de difícil salida.
Y es que la camisa de fuerza que representa el
Euro, una moneda que se mantiene sobrevaluada a pesar de su importante caída de
los últimos días, sumada a la catastrófica política de austeridad seguida por
los dos últimos gobiernos; el socialista y el de franca derecha de Rajoy ahora,
no hacen más que empeorar una situación ya de por sí
pésima.
Ni se habla de llevar adelante medidas
expansivas del gasto (imposibles por otra parte en el actual esquema económico y
legal de la Eurozona) y mucho menos de resolver el problema del
endeudamiento masivo de la única forma posible: reducir drásticamente los montos
debidos, especialmente por los deudores familiares hipotecarios y las deudas por
bienes de consumo de los mismos, limitando, también los pagos de estos al
sistema financiero. Claro, esto es inimaginable en el actual esquema porque
significaría ni más ni menos que la liquidación y estatización del sistema
financiero.
Así las cosas, Rajoy empieza a bajar el cogote de su reaccionaria
soberbia y le pide a los dos “grandes” de Europa, Alemania y Francia, agua por
señas.
El fantasma de una corrida bancaria masiva
empieza a embrujarlo todo. Porque en las actuales circunstancias el Estado
Español simplemente no tiene la plata para hacer frente a la misma y rescatar al
sistema financiero ante aquella.
Argentina, y el menos conocido Uruguay, con sus
respectivos corralitos aparecen dibujándose entre la
bruma.
Y POR CASA, ¿CÓMO
ANDAMOS?
Revisando la última información que publica el
BCU en sus informes mensuales sobre el sistema financiero que tiene fecha 30 de
abril, descubrimos que Banco Santander y Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA)
tienen casi 6.000 millones de dólares en depósitos. De ellos, 444 están
colocados (como activo líquido del banco) en el BCU (encajes) y en otras formas
de dinero líquido.
1280 millones se encuentran colocados en dos
rubros que comprenden, casa matriz y otras colocaciones en el
exterior.
El resto está, se supone, en diferentes
inversiones en plaza.
Hasta aquí las malas noticias, recordemos: el
PBI de Uruguay supera los 50 mil millones de dólares, por lo cual los depósitos
de estos bancos cuyas casas matrices están bajo una tensión tan grande
representan, nada más ni nada menos que más del 10% del
mismo.
Las buenas noticias: dichos depósitos, por
plazos, y de acuerdo a la información del BCU están mayormente a plazo fijo. La
parte a la vista de los mismos es insignificante. Y las colocaciones a menos de
un año suman aproximadamente el 60% del total.
Es, por lo tanto, imposible una corrida súbita
en el país sobre dichos bancos.
De todas formas la exposición del país a este
riesgo es, en nuestra opinión, absolutamente
inaceptable.
Un detalle a no olvidar: ambos bancos
analizados NO SON SUCURSALES de sus matrices españolas. Son sociedades anónimas
uruguayas, propiedad de las matrices, pero éstas no son, en principio
responsables por sus filiales locales. En suma: las casas matrices reciben de
las locales depósitos y utilidades, pero no son, al menos formalmente,
responsables por los depósitos en estas.
¿Cuáles son las probabilidades de que estos
gigantes financieros caigan?
Es imposible saberlo. Lo que si está claro es
que no son iguales a cero.
Demasiado ha sufrido el país en las últimas
décadas por los “impensables e imprevisibles” mal sucesos en su sistema
financiero.
Recordemos, a modo de simple ejemplo, el papel
determinante que tres gigantes de las finanzas mundiales tenían en el fallido
Banco Comercial. Y hoy todavía se arrastran los coletazos de aquel desastre: el
Estado Nacional puso recientemente más de 100 millones de dólares, encima de los
muchos cientos tirados en 2002 y antes en ese barril sin fondo. Es
imprescindible recordar también la calificación crediticia máxima obtenida por
el Banco Montevideo por parte de alguna de las archifamosas “calificadoras”
pocos días antes de su quiebra.
La situación del país hoy es completamente
distinta a la de 2002. Ahora la crisis anida en el “centro”. Ya no en la
“periferia”.
Pero, tratándose de esas entidades
incognoscibles que son los bancos privados, todo es absolutamente
posible.
El tema no merece de parte de autoridades y
prensa ni la más mínima atención. Y es que todo lo que refiere al sistema
financiero tiene una especie de condición sagrada. Hasta que las cosas
revientan…entonces el pueblo termina siempre pagando con hambre, miseria y
violencia, los platos rotos.
ver también:Bankia: No saben de que palo ahorcarse
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