PP Mujica elogió y defendíó al presidente derechista de Chile, Sebastián Piñera.
En pleno proceso para la redacción de una nueva constitución en Chile, el ex presidente de Uruguay, Pepe Mujica, desenmbarcó en ese país para mostrar públicamente su apoyo al presidente derechista Sebastián Piñera. Mujica se refirió a Piñera afirmando "él lo respeta mucho" y "cree que es un hombre valioso" (...)
12 julio 2021
El pasado 4 de julio se iniciaba en Chile el proceso mediante el cual la llamada Convención Constituyente redactará una nueva Constitución, que será votada luego, en el plazo de un año, por los 155 miembros de este organismo. Un proceso al que se llega tras las multitudinarias y sostenidas protestas populares iniciadas en el 2019, que vinieron a cuestionar el sistema político y el modelo económico de este país que, tras la dictadura de Augusto Pinochet, se encargó de perpetuar la denominada Concertación. El acuerdo entre todos los partidos institucionales, incluido el Partido Comunista que -a imagen y semejanza de lo sucedido en la Transición española- garantizó el mantenimiento del modelo neoliberal impuesto a sangre y fuego por Pinochet.
Aunque las masas populares han estado exigiendo en las calles desde el 2019 una Asamblea Constituyente, en la que todos los sectores pudieran estar representados en igualdad de condiciones, un posterior acercamiento entre el presidente derechista Sebastián Piñera y algunos partidos institucionales de la «izquierda», orientaron esa reclamación a una Convención Constituyente, que ofrecerá más posibilidades de actuación a los citados partidos. De esta forma, si por un lado las reclamaciones populares continúan estando muy presentes, por el otro, las fuerzas del establishment intentan reconducir nuevamente la indignación, para que los cambios legislativos no se traduzcan en cambios reales en la política económica.
SEBASTIÁN PIÑERA, DENUNCIADO POR VULNERACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS, DEFENDIDO POR PEPE MUJICA
Pero, con independencia de cuál sea el desenlace de esta confrontación social y política, lo cierto es que el duro cuestionamiento al modelo neoliberal que la derecha latinoamericana vendió durante décadas como el «milagro chileno» sólo ha sido posible gracias a las multitudinarias movilizaciones sociales, a las que el Estado chileno estuvo respondiendo con una inusitada brutalidad. En el curso de los meses más duros de la represión del Estado contra las multitudes insurrectas se produjeron un sin número de violaciones sistemáticas de los derechos humanos, que sido constatadas tanto por organismos nacionales como internacionales. Por todo ello, se ha puesto en marcha una querella judicial que busca llevar al presidente Sebastián Piñera, máximo responsable político de estas violaciones de los DD.HH., ante la Corte Penal Internacional.
Según el abogado querellante, Mauricio Daza, esta querella preocupa especialmente a Piñera, porque está «interesado en cuidar su imagen en el exterior, una ve que ya está totalmente destruida en Chile».
Justo en este conflictivo contexto se pronunciaba, la pasada semana, el expresidente de Uruguay, Pepe Mujica, para opinar sobre el proceso de redacción de la nueva Constitución chilena y elogiar, sin rubor alguno, a Sebastián Piñera.
En una entrevista concedida al diario La Segunda, Mujica se refirió a Piñera afirmando «él lo respeta mucho» y «cree que es un hombre valioso».
Claro -añadió – “que tiene su manera de pensar, y el defecto el defecto de ser demasiado rico y pertenecer a un mundo demasiado acomodado”, pero «cada cual nace donde le toca, y Piñera no ha sido un presidente reaccionario, que se lleve a la gente por delante”.
LLAMAMIENTO A LA MODERACIÓN DE LA «IZQUIERDA» Y VALIDACIÓN DEL MODELO NEOLIBERAL
No quedaron ahí las declaraciones del político uruguayo, quien expresó también su «preocupación» por la posibilidad de que la convención «se convierta en una bolsa de gatos, que quieran resolver todas las penurias del pueblo chileno con una Constitución”.
Según Mujica, los constituyentes que integran la convención chilena deberían llegar a «un acuerdo que permita atender las urgencias más fuertes, pero manteniendo la estabilidad de la economía». Según la propuesta de Mujica, lo fundamental no es reforzar la organización popular para orientar en su beneficio la nueva constitución sino, por el contrario, apelar a que “los sectores más poderosos económicamente de Chile entiendan que tienen una responsabilidad para con su pueblo”.
En esta misma línea, el expresidente uruguayo no escatimó consejos de «moderación» para los políticos de la izquierda chilena que -según él- «deben juntarse con el centro, como en todas partes, porque el centro es mayoría».
Finalmente, preguntado acerca de dónde estaría -en su opinión- el origen de las protestas multitudinarias que han conducido al actual proceso constituyente, Mujica asumió plenamente el discurso neoliberal, según el cual este modelo es el que permite crear más riqueza, que posteriormente acabaría alcanzando a todos los sectores sociales.
«Los números objetivos de Chile andaban fenómeno, en el contexto de América Latina… Yo creo –concluyó Mujica- que pagaron el precio de no haber repartido a tiempo”.
LA “CEGUERA” DE LA IZQUIERDA FAVORECE LA “LABOR DE ZAPA” DE UN NEFASTO PERSONAJE POLÍTICO
EPE MUJICA RECIBIENDO EN SU CASA AL REY EMÉRITO ESPAÑOL JUAN CARLOS DE BORBÓN
Según el articulista Christian Torres, que se hizo eco de las declaraciones de Mujica, éstas «han sorprendido y generado un gran revuelo en las fuerzas de izquierda de Chile».
Si ello fuera cierto habría que señalar, no obstante, que sería tan sólo como consecuencia de la misma ceguera política que durante años ha llevado una buena parte de la izquierda mundial a asumir, de manera totalmente acrítica y contra toda evidencia, la propaganda que presentó al ex presidente de Uruguay como a un gobernante modélico para su pueblo.
La realidad, como bien saben en su país, es que Mujica fue un fiel representante de los intereses del capitalismo foráneo y local, dedicado a “gestionar el sistema” mientras las necesidades nunca resueltas del pueblo uruguayo fueron quedando en el olvido.
El propio Mujica no ha tenido problemas a la hora de declarar que, en su opinión, “el capitalismo desató una cosa maravillosa, mejoró el mundo y aún no se ha inventado algo mejor para mover la economía”.
Pero la construcción de Mujica por parte de los mass media como un presunto modelo a seguir, no ha sido gratuita, ni fue pagada exclusivamente por el ex mandatario uruguayo con su efímero papel como gestor “progresista” del capitalismo en su país.
Desde hace años, el expresidente de Uruguay se ha venido pronunciado, cada vez que estos medios lo han requerido, contra los procesos que han puesto en cuestión los intereses del imperialismo en América Latina, coincidiendo de manera nada casual con momentos especialmente críticos.
En el año 2019, en plena ofensiva yanqui contra el gobierno de Nicolás Maduro, Pepe Mujica declaró oportunamente a los medios de comunicación que “Venezuela es una dictadura”.
En 2018, tras el atentado sufrido por Maduro, Mujica había manifestando que esperaba que el presidente de Venezuela “no desatase una caza de brujas”.
Antes, Pepe Mujica ya se había permitido afirmar también ante las televisiones de su país que “Maduro está loco como una cabra”, para defender al abyecto secretario general de la OEA Luis Almagro, al que propio Mujica había nombrado en su día ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay.
En relación a Cuba, Mujica tampoco ha tenido problema en mostrarse como un “amigo de la Revolución” cuando se le invita a visitar el país caribeño, para luego declarar, cuando está fuera del mismo, como hizo en una entrevista concedida al periodista Jordi Évole que “él no defiende esa dictadura del proletariado como camino, ya que de proletariado termina no teniendo nada y de dictadura tiene mucho”.
Y es que, según Mujica, para él “países como Suiza o Noruega se arrimaron mucho más al socialismo que los intentos fallidos que hemos tenido”, en referencia a todos los países donde realmente se intentado construir un sistema económico y social alternativo al capitalismo que – coincidiendo con Francis Fukuyama- “el Pepe” considera el último estadio al que puede aspirar la humanidad.
Un repaso más o menos exhaustivo a la trayectoria política de Mujica, de la que solamente hemos extraído aquí algunos significativos apuntes, obligaría convertir este breve artículo en un auténtico libro dedicado a la infamia política. Sin embargo, la evidencia expuesta basta para sostener, firmemente, que continuar presentando a Pepe Mujica como un “compañero de trinchera”, tal y como hace buena parte de la izquierda europea y latinoamericana, e incluso se continúan haciendo en países víctimas de su “trabajo” mediático, como Venezuela o Cuba, sólo puede contribuir a hacer más efectiva la labor de zapa a favor de los intereses imperialistas que, sin ningún género de dudas, se ha prestado a protagonizar este nefasto personaje político.
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Las palabras del ex presidente uruguayo sorprendieron y generaron revuelo en la fuerzas de izquierda
Por Cristián Torres
9 de Julio de 2021
desde Santiago, Chile
El expresidente de Uruguay, Pepe Mujica, reflexionó sobre la actualidad política y social chilena, específicamente sobre el papel del organismo de la Convención Constituyente (CC) y expresó sus temores sobre su funcionamiento.
El domingo pasado, la CC inició su proceso de redacción de la Nueva Constitución chilena, que deberá ser votada en un plazo de un año por los 155 constituyentes, entre los que son mayoría representantantes independientes sin trayectoria política, luego de que las dos coaliciones tradicionales chilenas tuvieran muy malos resultados en las elecciones.
Debido a lo anterior, es que el político uruguayo se refirió en entrevista al diario La Segunda sobre el presente y el futuro de convención chilena, en donde subrayó sus temores a que la Convención se convierta “una bolsa de gatos, que quieran resolver todas las penurias del pueblo chileno con una Constitución”.
Para Pepe Mujica, una Constitución “es un programa, de grandes líneas y objetivos”, y que el proceso constituyente chileno originado en noviembre del 2019 tras las masivas manifestaciones en Chile “fue una cosa civilizada e inteligente dar esa salida para el encauzamiento de la crisis” pero también advirtió los riesgos que esto puede conllevar.
“Una Constitución es un programa, de grandes líneas y de objetivos, ¡no le pidamos más a la Constitución! Pero fue una cosa civilizada e inteligente dar esa salida para el encauzamiento de la crisis. En otro lado se arma un lío que (…) No sé, por ejemplo, esa contradicción la tiene Perú hoy, ese Parlamento de Perú, el gobierno que venga no sé cómo hace para gobernar con ese Parlamento, ¿verdad?”, sostuvo el político uruguayo.
El expresidente uruguayo además indicó que los constituyentes que integran la convención chilena deben tener “un acuerdo mediatizado y se puedan mantener políticas sociales que atemperen las contradicciones”.
“Tiene sentido profundo que tengan una verdadera liberación de carácter social en el sentido de atender las urgencias más fuertes, pero manteniendo la estabilidad de la economía, y que los sectores más poderosos económicamente de Chile entiendan que tienen una responsabilidad para con su pueblo”, agregó Mujica.
Por otro lado, Pepe Mujica también tuvo palabras para el Presidente de Chile, Sebastián Piñera. “Yo lo respeto mucho, creo que es un hombre valioso, con su manera de pensar, tiene el defecto de ser demasiado rico y pertenecer a un mundo demasiado acomodado”, dijo Mujica.
Además, Mujica manifestó que Piñera “no ha sido un presidente reaccionario, que se lleve a la gente por delante” pero la historia “no la cambian los caciques, la historia la cambia la fila india”.
“Cada cual nace donde le toca. Pero no ha sido un presidente reaccionario, que se lleve a la gente por delante (…) Pero la historia no la cambian los caciques, la historia la cambia la fila india, los dirigentes sin fila india son como generales sin tropa, no pasa nada. La responsabilidad está en las organizaciones políticas”, manifestó Mujica sobre la figura de Piñera.
Protestas y figuras presidenciables de izquierda
Sobre el inicio de las protestas chilenas en octubre del 2019, Mujica destacó que no fue una sorpresa para él las masivas manifestaciones nacionales que conllevaron al inicio del proceso constituyente hace unos días atrás.
“Acá no había semana que no vinieran 3 o 4 chilenos, mucho universitario, hablándome pestes, por las dificultades para pagar su carrera, todo eso. Y me daba cuenta que por un lado los números objetivos de Chile andaban fenómeno, en el contexto de América Latina, pero que se estaban confundiendo los números con el sentir de la gente de abajo. Yo creo que pagó el precio de no haber repartido a tiempo”, señaló Mujica sobre las protestas chilenas.
Pepe Mujica además abordó la figura de los candidatos de izquierda a la presidencia chilena, Gabriel Boric y Daniel Jadue, quienes tendrán que competir en una primaria en julio, para que uno de ellos llegue a la elección presidencial de noviembre de este año.
“La izquierda se tiene que juntar con el centro en todas partes, porque el centro es mayoría. Y esta pelea se arregla en quién lleva el centro. Pero si soy mucho ‘bla bla’ y me creo el ombligo del mundo, me aparto del centro. El centro es vacilante y se inclina para un lado o para el otro. Y el problema eterno de la izquierda es la falta de unidad”, finalizó Mujica.
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