1.- EN PRIMER TÉRMINO POR QUÉ "PRESENTATIVA"
¿Qué hacer frente a los representantes que violan el compromiso político asumido con los representados?
Si algo siente uno en los uruguayos en este tiempo último, es un sordo resentimiento contra la violación de los principios y compromisos contraídos.
Una izquierda que toda la vida habló y escribió y fatigó con razón, en forma permanente y rotunda las palabras y conceptos de reforma agraria, de antimperialismo y anticapitalismo, de justicia social, y de igualdad social, un buen día llega al Gobierno y tira todos los papeles y antecedentes y se dedica a la burocracia de gestión deshumanizada, al goce del sistema político y a los placeres del poder.
El ejemplo es un Presidente consentido y obedecido por los ex-revolucionarios; prácticamente exiliado, porque a la primera difícil se las toma, inventando que va a conseguir negocios - robándole las tareas a sus diplomáticos - con una buena dosificación oficial de fotografías de él y su abundante comitiva en ignotos países de las mil y una noches, mientras el casi millón de nuestros pobres lo mira en el cuadrado de la televisión.
Lo patético es que no consigue nada salvo pasteras, y gobernar se convierte en una agencia de viajes. El equipo que estaba preparado para conseguir los votos, que se hizo amigo íntimo del asesino de Irak, que se instaló en la ideología de Centro para reclutar la derecha, no es el hombre ni el equipo para gobernar la angustia de la falta de trabajo, enfrentar exilio como única alternativa y luchar los bienes difíciles para el pueblo, de salud, trabajo, salario y vivienda.
En definitiva gobernar es un problema de capacidad y voluntad auténtica de lucha por el cambio de la sociedad, que indudablemente no se percibe.
Recuerdan que se iba a conseguir un TLC, que justamente ha sido impugnado por un tema de salud que al parecer importa al Presidente, porque el TLC obliga a respetar los precios de los medicamentos de las supranacionales.- Se firmó el TIFA, hijo menor pero que ya tiene ese veneno sobre los medicamentos que al parecer tuvo la insensibilidad de todo el gobierno. Se dijo que se iban a conseguir la rebaja de los subsidios y nada pasó porque Estados Unidos respeta la ronda de Doha, que no la habilitó.
El gobierno no sabía que habíamos respaldado una denuncia de Canadá respecto de Estados Unidos por los subsidios al maíz; tal vez viajan tantos que no saben lo que pasa adentro (los ejemplos del algodón y el maíz están liquidando las economías débiles del subdesarrollo).
Allí están ahora como frutos de esta democracia "presentativa" que nada pregunta a sus representados. Las reformas en el horno en manos de todos ex marxistas, ex idealistas y ex revolucionarios. La de la OPP en estado secreto, la de la educación que tiró abajo en lo que dicen son borradores hasta los principios resueltos en el Congreso convocado por el Gobierno, hasta la de la gestión policial tendrá su Código (Cardozo y Trías, si vieran a su Ministra) permitiendo el allanamiento nocturno de los hogares.
También la reforma sindical eliminando de la ley de Consejos de salarios la elección directa de los representantes obreros, corrigiendo la ocupación pacífica de los lugares de trabajo que se hace depender del Ministerio, eliminando la responsabilidad solidaria de las tercerizadoras bajo presión patronal a la que se cedió con la tesis de colaboración de clases del Ministro de trabajo también ex revolucionario.
Por todo eso lo de democracia presentativa no es un error ortográfico en que representativa se escribió mal y perdió la RE- símbolo informático de la idea de respuesta-. Se perdió porque se abandonó la respuesta al pueblo que se había prometido.
Es presentativa porque con profusión y dogma cerrado se está usando la presentación pero no la representación. La representación es la clave de la política, es el vínculo entre los hombres elegidos y los representados titulares de la esperanza.
La sílaba que le falta "re" es deliberada. La experiencia indica que en países de América Latina, muchos de los que se les califica como democracias representativas parlamentarias, que los representantes políticos una vez ubicados en sus bancas dejan de lado todo compromiso, iluminados por la cuota de poder, fama, recursos, viajes, etc. que les ha llegado.
Por eso son democracias presentativas pero no representativas, porque se presentan como mandatarios, pero no representan al pueblo que los eligió ni se sienten obligados a cumplir promesas programas o bases ideológicas y muchas veces conductas éticas.
La ética no es sólo la manipulación de intereses monetarios sino someterse y obedecer para poder seguir estando en el ruido y muchas veces en el festín del poder.
Allí esta Chile que tuvo en su tiempo una fuerza de izquierda formidable; Brasil que destelló con su Partido Obrero y Uruguay que con su triunfo abrió esperanzas en toda América Latina.
Esperanzas de aquellas ideas acariciadas por generaciones que entregaron su vida, su tiempo y su serenidad para alcanzarlas.
Ésta es la realidad del Uruguay hoy.
La gente está desalentada, en crisis por no ver el cambio que esperaba. Los responsables no niegan que hayan violado su deber porque sería muy poco creíble. Lo que si ensayan es todo tipo de excusas y justificaciones.
No es por supuesto extraño lo que sucede con esta democracia representativa nuestra.
La democracia representativa fue creada por los comerciantes cuáqueros de Inglaterra llegados al nuevo mundo Y también en Francia la burguesía hizo la revolución. Entre todos inventaron un régimen de democracia representativa que les permitía entre elección y elección hacer sus negocios mandando a casa a los electores. Por algo la declaración de derechos del hombre y el ciudadano no incluyó los derechos humanos económicos y sociales de los trabajadores, porque no querían darle armas contra la burguesía triunfante.
La democracia representativa tuvo el mérito histórico de enfrentar y derrotar a la aristocracia, aún cuando al Río de la Plata todavía llegan supuestos reyes que mandan callar sin suerte a presidentes latinoamericanos, como el Rey de España.
Cuando me acuerdo de los amigos de mi padre y míos, republicanos a muerte, me invade una vergüenza retroactiva al pensar que los izquierdistas socialistas, comunistas necesitaron un rey y su "facilitador" para enfrentar sus problemas.- Como decía un reo de mi barrio, sin educación pero con cultura de la vida, "el único rey que reconozco es el de la baraja con colores y de cartón".
El capital pierde batallas pero no la guerra. Caída la aristocracia en manos de quienes eran sus prestamistas, siguieron cayendo parados y como los gatos con siete vidas. Su campo de estrategia fue el lobby en los parlamentos de la democracia representativa en donde no les fue nada mal para regular las tareas parlamentarias en su beneficio.
Es posible tomar un ejemplo de hoy. La patronal está en el pacto social que ahora lo quieren reeditar porque allí despliegan la fuerza de su lobby y se retiran discrepantes porque incluyeron el derecho a la ocupación pacífica de los lugares de trabajo como extensión del derecho de huelga en el proyecto de ley.
Pero atención, dejaron el huevo de la serpiente y ahora le están sacando a los públicos el derecho a la ocupación pacifica de los lugares de trabajo y a los privados ponen al Ministerio del Interior con la facultad de negar el derecho sosteniendo que está en juego el interés general, pudiendo en ese caso solicitar al Ministerio del Interior la expulsión por la fuerza a los trabajadores.
Las elites políticas y económicas conducen el País mientras los partidos de izquierda lo decoran de democracia supuestamente representativa.
2.- ¿POR QUÉ "CRACIA" Y NO DEMOCRACIA? LA ADICCIÓN AL PODER
En nuestro caso hablamos de "cracia" porque esta izquierda perdió el demos. "Demos" en griego, como es sabido, es pueblo.
Como en aquella historieta de Federico a casa el gobierno dijo "el demos a casa". Eligieron y ahora a casa, déjennos gobernar.
Dejaron deliberadamente cerrar los comités de base, los pocos que quedan con heroicos y nostálgicos frentistas sobreviven como espacios sociales o de encuentro totalmente ajenos a las definiciones políticas como organismos de base a lo que se programa y a lo que hizo y es criticable.
El camino autoritario al que es adicto el presidente y su séquito se encaminó hacia el pensamiento único, y cuando aparece la ética como problema mandan callar para cuidar la próxima elección en una clarísima adicción al poder peor que la pasta base.
En mis palabras en el acto de la Asamblea Popular del miércoles en la Plaza Huelga General decía yo que no había que temer la crítica ni ser terroristas con el crítico. Y yo decía que Marx expresaba que había que ser despiadado en la crítica del sistema, porque era preciso fundar el futuro en la corrección del presente.
Me resulta claro que es sobre las ruinas del presente injusto que debemos edificar el futuro venturoso de una sociedad nueva que se alejó en el horizonte pero que no desapareció, y la lucha es siempre nuestro capital indestructible.
Y en esa línea es que aparece como control ineludible hacia adelante la democracia directa. Hay que devolver a la cracia el demos, al gobierno el pueblo que aparece desterrado por una cúpula dominante que no tiene claro adónde va, salvo el usufructo del poder por el poder mismo.
El camino es el control de la democracia representativa por la democracia directa, instaurar el control de la democracia directa porque ya se ha visto se asalta el poder con la ayuda del pueblo y después se olvidan las promesas. Los electos tienen que ser controlados por el pueblo y también, ante su desvío, debidamente sustitutidos.
Y el camino es el control de la democracia representativa por lo que hay que aplicar la democracia directa de verdad. No los recursos trampeados que puso la burguesía en la Constitución como dulce democrático.
Veamos el ejemplo. Ruidos con la iniciativa popular pero se encargaron muy bien de impedir en el Art. 79 de la Constitución de iniciativa popular directa democracia directa en salarios, en impuestos y en los casos del Art. 86 de la Constitución en seguridad social causales cómputos o beneficios jubilatorios y retiros, creación de empleos, pensiones. Y además pusieron una altísima suma de votos populares que deben llegar al 25%.
De una vez, en lugar de seguir buscando o cambiando hombres providenciales que no existen, metamos mano en la Constitución para que el pueblo controle y gobierne.
Creer en los hombres providenciales de esta democracia representativa tiene la misma certeza que apostar a la lotería. Seguir votando a los hombres fabricados por el aparato del poder y dentro del sistema es imposible sin cambiar las bases del régimen.
Están pensando, a menos de tres años de ejercicio, antes que nada en la reelección y ya salieron la corte de Ministros en un malón televisivo a postular la reelección en que seguramente van incluidos.
Con cierta habilidad ya están aprontando la reelección incluyendo como necesidad el voto en el exterior para asegurarse ya ese caudal.
Vamos a oponerle una reforma de la Constitución social y popular.
3.- NO VA MÁS
Este juego mentiroso de la democracia representativa que es "cracia presentativa" no puede seguir más.
Hay que devolverle al pueblo el poder. No el pedazo de poder que la burguesía le dio con un sistema de dados cargados. Vea Ud. que hasta la democracia directa que le dio es desvirtuada.
El tema no se arregla con cambiar hombres y poner otros en el Parlamento porque ingresan a un sistema digitado y preparado para que gobiernen las elites económicas y las elites política asociadas o simplemente tolerantes, disfrutando de su cuotita de poder parlamentario.
La experiencia indica que sólo con apoyo campesino o con transformaciones de excepción, como en el caso de Venezuela, se rompe con el sistema. Diríamos se intenta romper, porque en el caso de Bolivia como en el de Ecuador la Constityente es el camino para cambiar el régimen oligárquico democrático que siempre funcionó en esos países.
Por eso los representantes y beneficiarios de la oligarquías, que siempre mandaron resisten. Tanto Correa como Evo entendieron que poner gente en el parlamento al servicio del sistema, si no se cambia, no es posible cumplir con los compromisos asumidos. Y aquí que no tenemos poder campesino, que no tenemos un proletariado industrial fuerte, es preciso rectificar esta democracia al servicio de las elites políticas y económicas dominantes. Para ello es esencial cambiar el sistema, devolverle al pueblo la gestión por democracia directa de las empresas del Estado que no deben estar dirigidas por quienes reciben como premio consuelo la designación a dedo por los dirigentes políticos de turno.
No queremos una cracia presentativa, queremos una democracia representativa de verdad en tanto controlada por el pueblo por la gestión de la gente de pueblo elegida por elección directa del pueblo, consagrando el derecho a revocar los mandatos por voluntad popular como ya se encuentra establecido en las Constituciones, de todos los electos o designados.
A ello deberá agregarse un proceso de educación política y ciudadana esencial para que el poder de información que hoy domina el capital tenga la contrapartida de la lucidez y el conocimiento popular.
Por otra parte nuevas construcciones de un pensamiento jurídico nuevo no enfeudado al capital entiende que las constituciones deben incluir en los derechos fundamentales de las personas la autoejecutabilidad, como lo sostiene en neoconstitucionalismo autoejecutable para no depender de legisladores sujetos a la presión de las fuerzas internas de sus partidos y sin duda de los sponsors electorales.
Como pensaba Raúl Sendic, incorporar a la Constitución una reforma agraria que sea autoejecutable, que no sea sólo una declaración programática que espera al legislador que nunca llega, para hacerla efectiva, sino que contenga todos los elementos para que pueda funcionar al margen de la reglamentación parlamentaria.
Entregar el poder político de verdad al pueblo de ese modo, gestión por elección directa del pueblo de las empresas públicas, referéndum revocatorio y revocación de mandatos y neoconstitucionalismo autoejecutable puede ser una transición hacia el socialismo abierto participativo y antiburocrático.
¿Qué hacer frente a los representantes que violan el compromiso político asumido con los representados?
Si algo siente uno en los uruguayos en este tiempo último, es un sordo resentimiento contra la violación de los principios y compromisos contraídos.
Una izquierda que toda la vida habló y escribió y fatigó con razón, en forma permanente y rotunda las palabras y conceptos de reforma agraria, de antimperialismo y anticapitalismo, de justicia social, y de igualdad social, un buen día llega al Gobierno y tira todos los papeles y antecedentes y se dedica a la burocracia de gestión deshumanizada, al goce del sistema político y a los placeres del poder.
El ejemplo es un Presidente consentido y obedecido por los ex-revolucionarios; prácticamente exiliado, porque a la primera difícil se las toma, inventando que va a conseguir negocios - robándole las tareas a sus diplomáticos - con una buena dosificación oficial de fotografías de él y su abundante comitiva en ignotos países de las mil y una noches, mientras el casi millón de nuestros pobres lo mira en el cuadrado de la televisión.
Lo patético es que no consigue nada salvo pasteras, y gobernar se convierte en una agencia de viajes. El equipo que estaba preparado para conseguir los votos, que se hizo amigo íntimo del asesino de Irak, que se instaló en la ideología de Centro para reclutar la derecha, no es el hombre ni el equipo para gobernar la angustia de la falta de trabajo, enfrentar exilio como única alternativa y luchar los bienes difíciles para el pueblo, de salud, trabajo, salario y vivienda.
En definitiva gobernar es un problema de capacidad y voluntad auténtica de lucha por el cambio de la sociedad, que indudablemente no se percibe.
Recuerdan que se iba a conseguir un TLC, que justamente ha sido impugnado por un tema de salud que al parecer importa al Presidente, porque el TLC obliga a respetar los precios de los medicamentos de las supranacionales.- Se firmó el TIFA, hijo menor pero que ya tiene ese veneno sobre los medicamentos que al parecer tuvo la insensibilidad de todo el gobierno. Se dijo que se iban a conseguir la rebaja de los subsidios y nada pasó porque Estados Unidos respeta la ronda de Doha, que no la habilitó.
El gobierno no sabía que habíamos respaldado una denuncia de Canadá respecto de Estados Unidos por los subsidios al maíz; tal vez viajan tantos que no saben lo que pasa adentro (los ejemplos del algodón y el maíz están liquidando las economías débiles del subdesarrollo).
Allí están ahora como frutos de esta democracia "presentativa" que nada pregunta a sus representados. Las reformas en el horno en manos de todos ex marxistas, ex idealistas y ex revolucionarios. La de la OPP en estado secreto, la de la educación que tiró abajo en lo que dicen son borradores hasta los principios resueltos en el Congreso convocado por el Gobierno, hasta la de la gestión policial tendrá su Código (Cardozo y Trías, si vieran a su Ministra) permitiendo el allanamiento nocturno de los hogares.
También la reforma sindical eliminando de la ley de Consejos de salarios la elección directa de los representantes obreros, corrigiendo la ocupación pacífica de los lugares de trabajo que se hace depender del Ministerio, eliminando la responsabilidad solidaria de las tercerizadoras bajo presión patronal a la que se cedió con la tesis de colaboración de clases del Ministro de trabajo también ex revolucionario.
Por todo eso lo de democracia presentativa no es un error ortográfico en que representativa se escribió mal y perdió la RE- símbolo informático de la idea de respuesta-. Se perdió porque se abandonó la respuesta al pueblo que se había prometido.
Es presentativa porque con profusión y dogma cerrado se está usando la presentación pero no la representación. La representación es la clave de la política, es el vínculo entre los hombres elegidos y los representados titulares de la esperanza.
La sílaba que le falta "re" es deliberada. La experiencia indica que en países de América Latina, muchos de los que se les califica como democracias representativas parlamentarias, que los representantes políticos una vez ubicados en sus bancas dejan de lado todo compromiso, iluminados por la cuota de poder, fama, recursos, viajes, etc. que les ha llegado.
Por eso son democracias presentativas pero no representativas, porque se presentan como mandatarios, pero no representan al pueblo que los eligió ni se sienten obligados a cumplir promesas programas o bases ideológicas y muchas veces conductas éticas.
La ética no es sólo la manipulación de intereses monetarios sino someterse y obedecer para poder seguir estando en el ruido y muchas veces en el festín del poder.
Allí esta Chile que tuvo en su tiempo una fuerza de izquierda formidable; Brasil que destelló con su Partido Obrero y Uruguay que con su triunfo abrió esperanzas en toda América Latina.
Esperanzas de aquellas ideas acariciadas por generaciones que entregaron su vida, su tiempo y su serenidad para alcanzarlas.
Ésta es la realidad del Uruguay hoy.
La gente está desalentada, en crisis por no ver el cambio que esperaba. Los responsables no niegan que hayan violado su deber porque sería muy poco creíble. Lo que si ensayan es todo tipo de excusas y justificaciones.
No es por supuesto extraño lo que sucede con esta democracia representativa nuestra.
La democracia representativa fue creada por los comerciantes cuáqueros de Inglaterra llegados al nuevo mundo Y también en Francia la burguesía hizo la revolución. Entre todos inventaron un régimen de democracia representativa que les permitía entre elección y elección hacer sus negocios mandando a casa a los electores. Por algo la declaración de derechos del hombre y el ciudadano no incluyó los derechos humanos económicos y sociales de los trabajadores, porque no querían darle armas contra la burguesía triunfante.
La democracia representativa tuvo el mérito histórico de enfrentar y derrotar a la aristocracia, aún cuando al Río de la Plata todavía llegan supuestos reyes que mandan callar sin suerte a presidentes latinoamericanos, como el Rey de España.
Cuando me acuerdo de los amigos de mi padre y míos, republicanos a muerte, me invade una vergüenza retroactiva al pensar que los izquierdistas socialistas, comunistas necesitaron un rey y su "facilitador" para enfrentar sus problemas.- Como decía un reo de mi barrio, sin educación pero con cultura de la vida, "el único rey que reconozco es el de la baraja con colores y de cartón".
El capital pierde batallas pero no la guerra. Caída la aristocracia en manos de quienes eran sus prestamistas, siguieron cayendo parados y como los gatos con siete vidas. Su campo de estrategia fue el lobby en los parlamentos de la democracia representativa en donde no les fue nada mal para regular las tareas parlamentarias en su beneficio.
Es posible tomar un ejemplo de hoy. La patronal está en el pacto social que ahora lo quieren reeditar porque allí despliegan la fuerza de su lobby y se retiran discrepantes porque incluyeron el derecho a la ocupación pacífica de los lugares de trabajo como extensión del derecho de huelga en el proyecto de ley.
Pero atención, dejaron el huevo de la serpiente y ahora le están sacando a los públicos el derecho a la ocupación pacifica de los lugares de trabajo y a los privados ponen al Ministerio del Interior con la facultad de negar el derecho sosteniendo que está en juego el interés general, pudiendo en ese caso solicitar al Ministerio del Interior la expulsión por la fuerza a los trabajadores.
Las elites políticas y económicas conducen el País mientras los partidos de izquierda lo decoran de democracia supuestamente representativa.
2.- ¿POR QUÉ "CRACIA" Y NO DEMOCRACIA? LA ADICCIÓN AL PODER
En nuestro caso hablamos de "cracia" porque esta izquierda perdió el demos. "Demos" en griego, como es sabido, es pueblo.
Como en aquella historieta de Federico a casa el gobierno dijo "el demos a casa". Eligieron y ahora a casa, déjennos gobernar.
Dejaron deliberadamente cerrar los comités de base, los pocos que quedan con heroicos y nostálgicos frentistas sobreviven como espacios sociales o de encuentro totalmente ajenos a las definiciones políticas como organismos de base a lo que se programa y a lo que hizo y es criticable.
El camino autoritario al que es adicto el presidente y su séquito se encaminó hacia el pensamiento único, y cuando aparece la ética como problema mandan callar para cuidar la próxima elección en una clarísima adicción al poder peor que la pasta base.
En mis palabras en el acto de la Asamblea Popular del miércoles en la Plaza Huelga General decía yo que no había que temer la crítica ni ser terroristas con el crítico. Y yo decía que Marx expresaba que había que ser despiadado en la crítica del sistema, porque era preciso fundar el futuro en la corrección del presente.
Me resulta claro que es sobre las ruinas del presente injusto que debemos edificar el futuro venturoso de una sociedad nueva que se alejó en el horizonte pero que no desapareció, y la lucha es siempre nuestro capital indestructible.
Y en esa línea es que aparece como control ineludible hacia adelante la democracia directa. Hay que devolver a la cracia el demos, al gobierno el pueblo que aparece desterrado por una cúpula dominante que no tiene claro adónde va, salvo el usufructo del poder por el poder mismo.
El camino es el control de la democracia representativa por la democracia directa, instaurar el control de la democracia directa porque ya se ha visto se asalta el poder con la ayuda del pueblo y después se olvidan las promesas. Los electos tienen que ser controlados por el pueblo y también, ante su desvío, debidamente sustitutidos.
Y el camino es el control de la democracia representativa por lo que hay que aplicar la democracia directa de verdad. No los recursos trampeados que puso la burguesía en la Constitución como dulce democrático.
Veamos el ejemplo. Ruidos con la iniciativa popular pero se encargaron muy bien de impedir en el Art. 79 de la Constitución de iniciativa popular directa democracia directa en salarios, en impuestos y en los casos del Art. 86 de la Constitución en seguridad social causales cómputos o beneficios jubilatorios y retiros, creación de empleos, pensiones. Y además pusieron una altísima suma de votos populares que deben llegar al 25%.
De una vez, en lugar de seguir buscando o cambiando hombres providenciales que no existen, metamos mano en la Constitución para que el pueblo controle y gobierne.
Creer en los hombres providenciales de esta democracia representativa tiene la misma certeza que apostar a la lotería. Seguir votando a los hombres fabricados por el aparato del poder y dentro del sistema es imposible sin cambiar las bases del régimen.
Están pensando, a menos de tres años de ejercicio, antes que nada en la reelección y ya salieron la corte de Ministros en un malón televisivo a postular la reelección en que seguramente van incluidos.
Con cierta habilidad ya están aprontando la reelección incluyendo como necesidad el voto en el exterior para asegurarse ya ese caudal.
Vamos a oponerle una reforma de la Constitución social y popular.
3.- NO VA MÁS
Este juego mentiroso de la democracia representativa que es "cracia presentativa" no puede seguir más.
Hay que devolverle al pueblo el poder. No el pedazo de poder que la burguesía le dio con un sistema de dados cargados. Vea Ud. que hasta la democracia directa que le dio es desvirtuada.
El tema no se arregla con cambiar hombres y poner otros en el Parlamento porque ingresan a un sistema digitado y preparado para que gobiernen las elites económicas y las elites política asociadas o simplemente tolerantes, disfrutando de su cuotita de poder parlamentario.
La experiencia indica que sólo con apoyo campesino o con transformaciones de excepción, como en el caso de Venezuela, se rompe con el sistema. Diríamos se intenta romper, porque en el caso de Bolivia como en el de Ecuador la Constityente es el camino para cambiar el régimen oligárquico democrático que siempre funcionó en esos países.
Por eso los representantes y beneficiarios de la oligarquías, que siempre mandaron resisten. Tanto Correa como Evo entendieron que poner gente en el parlamento al servicio del sistema, si no se cambia, no es posible cumplir con los compromisos asumidos. Y aquí que no tenemos poder campesino, que no tenemos un proletariado industrial fuerte, es preciso rectificar esta democracia al servicio de las elites políticas y económicas dominantes. Para ello es esencial cambiar el sistema, devolverle al pueblo la gestión por democracia directa de las empresas del Estado que no deben estar dirigidas por quienes reciben como premio consuelo la designación a dedo por los dirigentes políticos de turno.
No queremos una cracia presentativa, queremos una democracia representativa de verdad en tanto controlada por el pueblo por la gestión de la gente de pueblo elegida por elección directa del pueblo, consagrando el derecho a revocar los mandatos por voluntad popular como ya se encuentra establecido en las Constituciones, de todos los electos o designados.
A ello deberá agregarse un proceso de educación política y ciudadana esencial para que el poder de información que hoy domina el capital tenga la contrapartida de la lucidez y el conocimiento popular.
Por otra parte nuevas construcciones de un pensamiento jurídico nuevo no enfeudado al capital entiende que las constituciones deben incluir en los derechos fundamentales de las personas la autoejecutabilidad, como lo sostiene en neoconstitucionalismo autoejecutable para no depender de legisladores sujetos a la presión de las fuerzas internas de sus partidos y sin duda de los sponsors electorales.
Como pensaba Raúl Sendic, incorporar a la Constitución una reforma agraria que sea autoejecutable, que no sea sólo una declaración programática que espera al legislador que nunca llega, para hacerla efectiva, sino que contenga todos los elementos para que pueda funcionar al margen de la reglamentación parlamentaria.
Entregar el poder político de verdad al pueblo de ese modo, gestión por elección directa del pueblo de las empresas públicas, referéndum revocatorio y revocación de mandatos y neoconstitucionalismo autoejecutable puede ser una transición hacia el socialismo abierto participativo y antiburocrático.
HELIOS SARTHOU es catedrático de derecho y abogado laboralista. Fue uno de los fundadores del MPP (tupamaro), electo diputado por Montevideo en 1989. En 1994 ingresa al Senado y en 1997 forma la Corriente de Izquierda, sector considerado por Falsimedia como "radical" dentro del gobernante Frente Amplio. La CI forma junto al 26 de Marzo , el Partido Comunista Revolucionario e independientes, la "Asamblea Popular".
Yo no fui...dijo el Ñato
(violación de los principios y compromisos contraídos.)
Querido Tabaré...te votamos para cambiar!!
(violación de los principios y compromisos contraídos.)
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