En 15 años los trabajadores uruguayos volcaron a las Afap US$ 7.900 millones
Ya pasaron 15 años desde que se instauró el sistema previsional que estrenó el régimen de las Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional (Afap). Al día de hoy entre las cuatro empresas que operan en el sistema (República, Afinidad, Unión-Capital e Integración) superan 1.065.000 afiliados. El fondo administrado supera los US$ 7.900 millones, aproximadamente el 17% del PBI uruguayo y equivalente a un promedio de cuenta personal de US$ 7.417 en el periodo.
De esos fondos, unos US$ 465 millones se han invertido en el sector productivo uruguayo. La rentabilidad histórica anualizada ha sido de 8,04% medida en Unidades Reajustables y del 11,845 en dólares.
Eso, si, con la bendición del FMI y el Banco Mundial
19 de diciembre de 2011
Autor: William Yohai
Hemos comprobado, tal cual afirmamos en artículos anteriores sobre el tema, que la comisión que cobran las AFAP, el 1 y pico porciento AFAP REPÚBLICA y el doble las que pertenecen a la banca privada/extranjera, se aplican sobre LA TOTALIDAD DEL SUELDO DEL APORTANTE. Lo mismo sucede con la cifra, aún mayor, que detraen de los sueldos de los trabajadores por concepto de seguro, hasta donde yo se para cubrir el riesgo de que el aportante fallezca demasiado pronto.
Por supuesto la profusa campaña publicitaria que siguió a la publicación (casualmente o no, lo ignoro) de nuestros modestos artículos por esta vía, oculta lo esencial -cuando calcula el crecimiento de los fondos depositados se cuida muy bien de tomar en cuenta la detracción inicial de no menos de un 7% (para AFAP REPÚBLICA) y de un 15% (para las demás) por concepto de comisiones. Esto es, calculando las mismas sobre el dinero aportado al fondo. Y mucho menos toma en cuenta el seguro, también rigurosamente obligatorio que monta no menos de un 15% sobre los aportes parejo para todas.
Este absurdo sistema, cuyo único beneficiario son un grupo de bancos privados/extranjeros (en nuestro país TODA la banca privada es extranjera) y una burocracia dorada que parasita la AFAP de propiedad (pero no de gestión) estatal es, según afirma uno de sus fundadores, Rodolfo Saldain, recomendado por el FMI y el Banco Mundial.
El sistema sirve, además, para financiar emprendimientos, de tales como la reciente emisión de deuda de La Española, institución a todas luces deficitaria (la misma noticia tal afirmaba) y difícilmente viable si fuera librada a su propia suerte. Dicha emisión de obligaciones, cubiertas por un fideicomiso que grava las cobranzas de la institución de parte del FONASA, servía, decía la tal información, para refinanciar deudas contraídas con anterioridad por la deficitaria institución.
Otros emprendimientos de dudoso sentido financiero, como la construcción y mantenimiento de carreteras en un país con un tránsito acotado están en la mira de aplicación de los crecientes fondos administrados por las AFAP. Y permanentemente se habla de aumentar los porcentajes que se admitirá sean invertidos en el exterior, finalidad última del dominio financiero mundial que lucra, precisamente, con la circulación infinita en el casino especulativo de, precisamente, los dineros fruto del trabajo honrado de la mayoría de la población- los trabajadores asalariados. Se trata de extraer al limón hasta la última gota de jugo. Entonces, el perverso sistema financiero-jubilatorio que gobierna la gran mayoría de la previsión social del país financia el desastroso y no menos perverso sistema de salud privada que rige el destino sanitario de la gran mayoría de los uruguayos. La combinación perverso-perverso no puede augurar buenos resultados a futuro. Por ahora el sistema de ahorro previsional privado (impuesto a la fuerza a la gran mayoría de la población trabajadora) Estoy seguro de que si la gente supiera como son en realidad las cosas estaría dispuesta de inmediato a volver al sistema estatal de reparto vigente antes de esta maldita reforma. Pero claro, la maraña de intereses creados impide al pueblo conocer, vía las masivas campañas publicitarias el trasfondo del asunto.
El simple hecho de que la mitad de los aportantes estén en el sistema de la banca privada, que les quita un 7% MÁS DE AQUELLOS QUE AFAP REPÚBLICA habla con claridad de la absoluta falta de la más elemental transparencia vigente. Al preguntarle a diferentes personas a que AFAP están aportando uno verifica incluso, que la mayoría ni siquiera lo sabe. Y no hablamos de personas con bajo nivel educativo. Más abajo reproducimos un breve reportaje a Saldain. Con el conocimiento previo de cual es la realidad, todos los comentarios huelgan.
El País Domingo 18.12.2011
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"Hoy no se toleraría la idea de reestatizar las AFAP"
La curiosidad por el sistema jubilatorio le picó a Rodolfo Saldain desde muy joven.
"La culpa la tuvo Wilson Ferreira Aldunate", dice. "Él quería armar un grupo de gente joven para ubicar en algunas áreas durante el primer gobierno de Sanguinetti, y me ofreció ir a la Dirección General de la Seguridad Social. Yo tenía 27 años por aquella época. Más tarde, en el gobierno nacionalista, Lacalle me ofreció presidir el BPS".
-¿Fue en ese período cuando comenzó a gestarse el proyecto de las AFAP?
-En ese período hicimos un trabajo analizando cuatro alternativas de reforma (del sistema previsional). Una fue la actual: el sistema mixto. `Cuqui` nunca llegó a patrocinarlo; el que lo agarró fue Sanguinetti, porque Davrieux era muy partidario del sistema mixto. `Cuqui` se embaló con un sistema como es el sueco ahora, de capitalización virtual, que no tenía costo de transición.
-¿Por qué?
-Porque en ese sistema se van reconociendo deudas pero la plata real se sigue usando para pagarle a los jubilados. Ese fue el sistema que a `Cuqui` le entusiasmó..., pero acá nadie nos entendió. El año pasado, cuando Lucía Topolansky dijo que le gustaba el sistema sueco, yo pensé: "¡Pero qué cosa! ¡Ahora se dan cuenta!"
-¿La reforma sueca cuándo se había implementado?
-La reforma sueca fue posterior. Ahora hablamos del sueco; pero cuando lo pensamos con el Cuqui no existía el modelo. Nosotros creamos un sistema que después pusieron en práctica los suecos. Cuando le llevábamos la idea al Banco Mundial, les parecía todo raro lo que estábamos haciendo. El Banco Mundial tampoco quería el sistema mixto; ellos estaban enamorados del chileno, que acá no era viable.
-El sistema chileno ha tenido cambios.
-Tuvo un cambio muy grande durante el gobierno de Bachelet, y se aproximó mucho al sistema uruguayo. En Chile prácticamente no existía un organismo como el BPS. No había cobertura para el que no aportaba, y había quedado un pueblo por el camino. Hoy yo te diría que a nivel de los organismos multilaterales de crédito (Banco Mundial, Fondo Monetario), si te recomiendan un sistema, te recomiendan el uruguayo; y otros recomiendan el sueco. Quiere decir que hace 20 años, no estábamos tan mal rumbeados.
-¿Y acá existen riesgos de que el sistema mixto termine como en Argentina?
-¿Se refiere a que reestaticen los ahorros? No, yo creo que no. Me parece que los uruguayos no lo tolerarían.
"La culpa la tuvo Wilson Ferreira Aldunate", dice. "Él quería armar un grupo de gente joven para ubicar en algunas áreas durante el primer gobierno de Sanguinetti, y me ofreció ir a la Dirección General de la Seguridad Social. Yo tenía 27 años por aquella época. Más tarde, en el gobierno nacionalista, Lacalle me ofreció presidir el BPS".
-¿Fue en ese período cuando comenzó a gestarse el proyecto de las AFAP?
-En ese período hicimos un trabajo analizando cuatro alternativas de reforma (del sistema previsional). Una fue la actual: el sistema mixto. `Cuqui` nunca llegó a patrocinarlo; el que lo agarró fue Sanguinetti, porque Davrieux era muy partidario del sistema mixto. `Cuqui` se embaló con un sistema como es el sueco ahora, de capitalización virtual, que no tenía costo de transición.
-¿Por qué?
-Porque en ese sistema se van reconociendo deudas pero la plata real se sigue usando para pagarle a los jubilados. Ese fue el sistema que a `Cuqui` le entusiasmó..., pero acá nadie nos entendió. El año pasado, cuando Lucía Topolansky dijo que le gustaba el sistema sueco, yo pensé: "¡Pero qué cosa! ¡Ahora se dan cuenta!"
-¿La reforma sueca cuándo se había implementado?
-La reforma sueca fue posterior. Ahora hablamos del sueco; pero cuando lo pensamos con el Cuqui no existía el modelo. Nosotros creamos un sistema que después pusieron en práctica los suecos. Cuando le llevábamos la idea al Banco Mundial, les parecía todo raro lo que estábamos haciendo. El Banco Mundial tampoco quería el sistema mixto; ellos estaban enamorados del chileno, que acá no era viable.
-El sistema chileno ha tenido cambios.
-Tuvo un cambio muy grande durante el gobierno de Bachelet, y se aproximó mucho al sistema uruguayo. En Chile prácticamente no existía un organismo como el BPS. No había cobertura para el que no aportaba, y había quedado un pueblo por el camino. Hoy yo te diría que a nivel de los organismos multilaterales de crédito (Banco Mundial, Fondo Monetario), si te recomiendan un sistema, te recomiendan el uruguayo; y otros recomiendan el sueco. Quiere decir que hace 20 años, no estábamos tan mal rumbeados.
-¿Y acá existen riesgos de que el sistema mixto termine como en Argentina?
-¿Se refiere a que reestaticen los ahorros? No, yo creo que no. Me parece que los uruguayos no lo tolerarían.
El País Digital
Mas ganancia para los que madrugan
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