sábado, 4 de enero de 2014

Es medianoche y el cabaret despierta



por Hugo Bruschi                     
                   

" No está enojado conmigo Don Víctor? le habría preguntado Julio E. Suarez (Peloduro) a Don Eduardo Víctor Haedo, en el viejo JAUJA que solía congregar con su famoso Gin Fiz, a amigos y adversarios políticos. "Por favor Julito, que sería de nosotros los políticos, si no nos mencionaran aunque más no sea para criticarnos". El uno Presidente del Consejo Nacional de Gobierno -Colegiado para mayor precisión y el otro conocido periodista, famoso por sus caricaturas y comunista. Eran años del primer gobierno blanco, después de casi 90 de ejercicios Colorados en el poder.Forma de gobierno compuesta por 9 miembros, 6 del oficialismo y 3 de la oposición. De los primeros, 4 se alternaban en la presidencia. En su orden lo fueron entonces, Etchegoyen,, Nardone,Haedo y Harrison. Completaban la mayoría Alonso y Zabalza. Y eran tiempos en que la Revolución Cubana despertaba odios y simpatías, tiempos de OEA y lacayismo, de pantalones caídos y voces dignas. Ya Fidel Castro había sido recibido por Enrique Erro, Ministro de Industrias hasta el 8 de Enero de 1961, quien en un acto que habla de su apoyo a la Revolución Cubana, le cede el sillón ministerial a Fidel. Esa foto la tengo grabada en mi memoria.Luego - no por esta causa - fue destituido del Ministerio. No resultaba saludable para la corrupción y la entrega de la soberanía, tener a Erro sentado en el Ministerio de Industrias. La oligarquía ya pudo dormir tranquila....

En ese entonces llega el CHE a Punta del Este a la Conferencia de la OEA y es recibido por Eduardo V. Haedo en "La azotea" que así se llamaba su residencia y charlan tomando mate. Y esto fué demasiado para Domingo Bordaberry, Juan José Gari (dueño de Lanasur) y Benito Nardone. Ni que hablar de la Embajada. Y pronto organizaron un acto denominado de "desagravio al mate". Donde se vió que un barbudo cubano, ofendiera la pulcra bombilla oriental, pareciera decir el mensaje. Ignoraban o tal vez lo ocultaron, que el CHE era argentino y más que ello de Rosario, casi oriental como quien dice, dejando de lado el chauvinismo, claro está. 

Haedo era un hombre controversial, en aquél Uruguay que comenzaba a derrumbarse, a enajenar sus principios anti-imperialistas con el voto del embajador Clulow en la OEA contra Cuba, con las cartas de intención firmadas por Azzini con el FMI. Haedo había sido Ministro de Terra y como es sabido, las dictaduras y la cultura, nunca fueron buenas amigas. Sin embargo Haedo siempre fue puntual a la hora de los recursos para la cultura y de ello pueden dar testimonio los hombres vinculados a ella. En otra oportunidad y antes de ser investido Presidente, concurre a una sastrería a tomarse las medidas. Al preguntar por el precio, le responde el dueño: la casa invita don Eduardo.. y Haedo pícaro como ninguno y haciendo gala de su buen humor, le dice:" Entonces hacéme 2". Eran otros tiempos y otros hombres. Ni mejores ni peores que los que hoy nos gobiernan, pero qué diferencia con estas comparsas políticas que hoy adornan la escena nacional!!! Qué niveles a la hora de ser graves en la acusación o en su defensa, o a la hora de gastar alguna broma. Tan lejos de la vulgaridad que hoy se festeja y acarrea votos. Impensable que una mujer diputada, pudiera dirigirse en términos de " a ese viejo de mierda le vamos a romper el c...." y el "viejo que también es presidente, diciendo " se trata de una gorda macanuda que se toma unas copas y se le van las marcas". Y una barra atrás aplaudiendo estos espectáculos más propios de un burdel, que de una presidencia, mientras las ratas invaden un Centro de Tratamiento Intensivo Post Operatorio Pediátrico en el Hospital Pereira Rosell o los niños hurgan en la basura en busca de su almuerzo. Pero dejemos de lado por un instante, este presente de corrupción y fraudes, de mentiras y bajos niveles, para recordar una frase pronunciada por Haedo en alguna entrevista. "No quiero para mi país, un destino turístico". Se trataba de una seria advertencia, sobretodo cuando   Punta del Este se estaba convirtiendo en la Habana de los años 50. El turismo de ricos, exige  juego, prostitución, estupefacientes e impunidad para el transgresor. Y Haedo lo sabía.

Todos los países intentan de algún modo explotar sus bellezas territoriales y las oportunidades que la geografía les regaló. No somos tan ignorantes como para no entenderlo y creemos que pueda ser una buena fuente de ingresos y oportunidades de trabajo para mucha gente. PERO NO A CUALQUIER PRECIO! Pues el problema consiste en los controles y sobretodo a qué clientela le dirigimos la oferta. Y saber en que manos están esas inversiones y quien cuidará la imagen del país. Si seremos un lugar atractivo para las familias o nos convertiremos en un garito. Porque cuando uno  lee en la prensa - algo que ya no pudieron ocultar como acostumbran - que un dueño de un conocido restaurante está involucrado en delitos de explotación sexual de menores, debo ponerme en guardia.  Cuando leo que existen drogas especiales para atender la demanda turística, debo pensar que en el mundo progresista del todo vale, importan más los negocios que la moral de un país que mira para otro lado. "que vengan a dejar la guita aquí" exhortaba el presidente....Lo que no nos dijo este gran visionario, es que compraban con esa "guita", pues los gringos que cruzaban hasta La Habana en los años 50, también compraban e incluso "ayudaban" la economía del país, comprando niñas de 12 o 13 años a las familias pobres cubanas, para dar satisfacción a sus necesidades sexuales, sus bajos instintos y su perversidad. 
SI ESE ES EL PRECIO QUE DEBEREMOS PAGAR EN UN GOBIERNO PROGRESISTA, ME QUEDO CON EL MENSAJE QUE ME DEJO EL BURGUES EDUARDO VICTOR HAEDO.  
                 

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