miércoles, 2 de noviembre de 2016

La mala leche

Un desquicio y no se arregla con pastillas





Enviado por Irma Leites

El triste lugar común: el camino del pez muerto.

¿Dónde estaban los celulares cuando murieron los 34 presos en las cárceles uruguayas este año?
¿Estallan las redes cuando matan los  milicos en los barrios a los gurises y cuando se roban la plata para reconstruir Dolores? No me enteré.
¿Estallaron las redes para condenar al que lucra con la vida de jóvenes?
¿Donde están las imágenes de los cuatro jóvenes calcinados en el galpón de Camino del Andaluz? ¿Alguien sabe porque funcionaba sin autorización de bomberos y barrían la pólvora con escobas? ¿Alguien sabe porque el Ministerio de Trabajo e IMM no controlaron eso?  
¿Dónde van los celulares cuando un tipo se mete con una joven y la hostiga?
¿Dónde están los celulares para seguir que hace el tipo que golpea a un discapatacitado?
¿Dónde van los celulares cuando matan a las mujeres?
¿Dónde van los celulares cuando en pleno temporal los cientos que viven en la calle son arrastrados por el viento y comen restos de la basura?
Ah, pero los zombis que pululan cazando pokemones a veces reaccionan.  Las muletas de Jihad los despertaron y fuimos rodeados por algunos de ellos,  otros se escondían tras las góndolas.
La hipocresía llega a límites inauditos, Jihad levantó la huelga que llevó adelante durante 68 días el 22 de octubre.  Hoy sigue sufriendo las secuelas de Guantánamo las físicas y las sicológicas, las sociales y los calambres de una huelga prolongada. Pero la sensibilidad reaccionaria lo sigue condenado.
Espero que ante esta reacción social, tal vez algunas personas, dejen de creer entonces que “clandestinamente” Jihad cruzó todo Brasil sin que ningún celular, ninguna cámara de seguridad lo registrara. Porque seguro recuerdan que sostuvieron que era un peligro, que él era un terrorista suelto en Brasil en el marco de las Olimpiadas…
Las mentiras no tienen patas cortas cuando no se piensa.
¿Qué sea noticia salir de su casa a comprar para comer y porque nada impide que circule por el país y lo acechen los buitres para seguirlo despedazando, no es un injuria social inaceptable? Mi sentido gregario me dice que es un atropello a las más caras señales de solidaridad de este pueblo.
¿Después de la huelga de hambre tiene que seguir de huelga el “hombre libre”? ¿Creen que debe seguir la huelga? ¿No era que decían que era un suicida? ¿Ninguno que hizo huelga comió después? ¿Alguno de ustedes fue a preguntarle a Jihad que precisaba para recuperarse y poder seguir la búsqueda de un sitio por el mundo?
Las redes se parecen demasiado a las viejas que levantan la cortina y dicen:
-Mirá a la hora que vuelve la atorrante esa, anda a saber que estaba haciendo y con quien andaba así vestida…
La única libertad que hay es seguir las reglas si no lo haces te linchan
La falta grave fue: Rodeado de guardias de seguridad, compró verduras, fideos, condimentos, semillas y pescado para compartir. ¡Qué horror! colguémoslo en la picota pública. Me ando olvidando que a mí también me condenaron porque le ayudé, ya que como ustedes saben anda de muletas –por lo bien que lo trataron los yanquis.
Es decir, aparte de que es un blanco móvil, porque los yanquis dijeron que era terrorista tiene una discapacidad motriz y eso lo señala doblemente.
En la Tienda Inglesa uno de los que seguramente sacó su celular fue el señor Jorge Azar Gómez, ya que inició la campaña en su cuenta de internet.  Ah y  muchos pogres internautas sacan leña del palo ajeno. Siguen la corriente como peces inertes ya muertos.
Porque no hay vuelta: Si no se piensa críticamente se consume basura ideológica.
No importa tanto donde compres sino lo que compres y es el terreno de los principios  que no está en venta, señores, aunque me sigan quemando en la hoguera. Porque a los muchos que levantan su flash o escriben “Me gusta” no se los ve en el sitio de la solidaridad, allí donde se escriben páginas anónimas de humanidad.
Me invito e invito a tener un  poquito de memoria; con un poquito basta: Jorge Eduardo Azar Gómez, fue embajador de la dictadura cívico militar en las Naciones Unidas es el mismo que también injurió en Nueva York al “Toba” Gutiérrez Ruiz y a Zelmar Michelini y quien solicitó al secretario general de la ONU, Kurt Waldheim, la expulsión de Wilson Ferreira, Diego Achard, Julián Murguía, Fernando González, Juan Pedro Eyherachar y Juan Raúl Ferreira, como observadores de la Asamblea General en la década del ochenta. Este honorable heredero de la doctrina de la Seguridad Nacional clama por más represión y obvio su reducto lo tiene entre los militares.
¿Donde estaban cuando  Jihad fue secuestrado, torturado en Guantánamo y exiliado?
Hoy no salimos a protestar porque el boleto se bancariza y saldrá más para los pobres que no tienen para cargar en una tarjeta. Pero sí condenamos a porque Jihad compró en sujeto a una tarjeta compro en Tienda Inglesa.
La sociedad más consumista de la región sale a hablar en contra de un exiliado por comprar en una gran superficie de venta. Bien correcto.
Propongo:
1-    Invito a todos los que se sumaron a la campaña contra Jihad (y claro contra mí)  al Boicot a Tienda Inglesa y a las grandes superficies explotadoras. Es decir a una Huelga de consumos.
2-    Paralelo a este boicot tendríamos que cruzar por su apartamento y mirar alrededor haber si alguno de los casi 600 refugiados que hay en Uruguay vive en nuestro barrio por si precisan algo y compartir con ellos nuestro pan y sus angustias exiliadas.
3-    A su vez pensemos en comer menos porquerías y armar quintas comunitarias y rechazar que nos roben a diario cuando compramos un morrón o un atado de espinacas. Expropiemos las tierras que hoy son propiedad de capitales extranjeros y de las 500 familias ricas en este territorio. Ocupemos las miles de vivienda vacías. Todo eso apoyado en que la Constitución “garantiza” el derecho a la vida, el alimento y la salud. No paguemos más para que nos empastillen y enchalequen.  
4-     Propongo que a la  próxima movida de los trabajadores de los supermercados  (en particular de Tienda Inglesa)  vayamos todos los que alguna vez compramos allí a apoyar los justísimos reclamos de los trabajadores –que dicho sea de paso- ayer hablé con alguno de ellos para enterarme de las reivindicaciones y de cómo había estado la movida de paro del día anterior. Y según entendí no tuvieron mucho apoyo. Pero soy consciente,  de que los que nos sacaron fotos y grabaron no se interesaron por esto y no hay registros hoy en la prensa. Porque estaban muy ocupados en las muletas de Jihad.
5-    Para informarnos: Esta cadena  de supermercadismo invierte también en el país en soja transgénica, maíz y el 90% del capital es de origen estadounidense perteneciente al grupo  Albertsons y Safeway, que tienen más de dos mil locales en EEUU y resulta que son 4000 familias las que son afectadas por la explotación de esta cadena en Uruguay. Así que ¡arriba! a apoyar los reclamos a través de no comprar más y apoyar a las familias afectadas por estos pulpos capitalistas.  
6-    Sería más humano destruir  las mentiras acercándonos, no dejando de que los yanquis nos digan quien es terrorista o no.
7-    Preguntando, conociendo llegamos a la verdad. Dejando de discriminar porque de alguna manera si él no tuviera muletas y yo porte de cara nadie se hubiese enterado.  
8-    Como quiero seguir sin patrón y sin Estado y sin que me señalen que debo sentir, pensar y hacer  seguiré siendo políticamente incorrecta.
9-    La mejor estrategia para los que mandan es colonizando nuestro pensar, meterse en nuestras cabezas, es matar, es criminalizar, es estigmatizar y hacer que temamos ser solidarios. Que temamos reaccionar y acercarnos a conocer por nosotros mismos que hay detrás del antifaz.
Irma Leites.

Pd: Recuerdo las palabras de Maren y Marcelo Viñar  en Fracturas de la Memoria: ¿Cómo se puede medir, no digo un mes de tortura, tan sólo una hora del plantón, el insulto, el puñetazo, la picana? ¿Cómo resarcir años de cárcel? ¿Cómo se saldan doce años de exilio? ¿Se puede recuperar un hijo muerto? No. No se trata de eso porque no hay proporción entre el delito cometido y cualquier forma de sanción que se promulgue ya que no nos va a devolver los muertos, la vida consumida en la cárcel, ni va a hacer desaparecer el miedo que padecimos. Hay un alogón, como decían los griegos, algo fuera de la proporción, de la lógica, de la palabra. La verdad y la justicia eran el acto simbólico de rescate de una memoria imprescindible para la vida de los pueblos y la cultura. Pero el trabajo de la memoria es implacable y si no se recupera simbólicamente reaparece como síntoma en lo individual y en lo colectivo”


Diyab de compras




>>> Gracias, Mario, por seguir ayudándonos
A ser gente. Gracias

“El verdadero valiente no es el que siempre está lleno de coraje, sino el que se sobrepone a su legítimo miedo. Pero si el miedo es, por lo común, algo inevitable y espontáneo, un argumento más primitivo y por eso mismo más poderoso que todos los argumentos de la encumbrada, infalible razón, no pasa lo mismo con la cobardía. En tanto el miedo no pasa de ser un estado de ánimo, la cobardía en cambio es una actitud. En la cobardía, pues, el grado de responsabilidad es mucho mayor que en el miedo, ya que a su miedo el cobarde suma la grave decisión de no afrontar algo, de no dar la cara. El especial estado de ánimo que la jerga popular ha dado en llamar cola de paja, es precisamente una antesala de la cobardía”. (”El país de la cola de paja”, 1959).-

Sin ser psicólogo social ni cosa parecida, siendo nada más y nada menos que un periodista que honró su oficio y lo enriqueció convirtiéndolo en poético y portentoso arsenal de ideología decididamente transformadora de todo lo consagrado como “irreversible” e “insuperable” por el sistema capitalista primorosamente edulcorado por el batllismo tardío cuyo principal mentor murió hace unos días, Mario Benedetti se atrevió en 1959 a escribir un muy lúcido libro titulado “El país de la cola de paja”, vivisección audaz crítico-autocrítica de una sociedad que ya mostraba --junto con su inevitable descalabro económico-social-- algunos rasgos de una decadencia ético-filosófica que el escritor supo describir magistralmente como la prefiguración trágica del Uruguay que se venía necesariamente, y que se vino, nomás...

Casi 60 años después de la primera edición de este libro, el Uruguay de hoy parece parcialmente congelado en aquel tiempo que precedió al trance más turbulento y dramático de su historia, con el saldo despiadado que todos conocemos y del que todos sabemos quiénes son sus principales responsables. 

La diferencia --la enorme diferencia-- no es solamente que Benedetti ya no esté entre nosotros; la diferencia, la gran diferencia, es que unas cuantas “personalidades” actualmente muy influyentes que ayer fueran protagonistas activos y comprometidos de aquel trance histórico --en su inmensa mayoría notoriamente influenciados por cronistas de la realidad como Mario y como Eduardo Galeano con “Las venas abiertas de América Latina”--, son hoy ex luchadores sociales que ocupan los sillones que la burguesía por ahora les deja calentar y que, desde ellos, reproducen concientemente la mayor parte de aquellos rasgos negativos señalados por Benedetti no como parte de la “idiosincracia criolla”, sino como fortísima presencia en el “imaginario popular” de pautas ideológicas educadas por y para la clase dominante.

Estos párrafos no aspiran a ser un análisis, sino más bien una advertencia, una humilde pero necesaria y sincera advertencia, no para encumbrados y soberbios “protagonistas” del ayer y del hoy, sino para uno mismo (para el cada “uno mismo” que somos todas y todos los que lo único que tenemos para perder son las cadenas, o la dignidad, si nos dejamos enredar las patas, de nuevo, en un reciclado “país de la cola de paja”).

En los dos meses de huelga de hambre de Jihas Diyab empezada en Venezuela, la mitad de ese tiempo fue usado por oficialistas y por opositores, por “expertos” y por simples alcahuetes, y, también por ídolos con pies de barro propagandistas del derrotismo y la apostasía, para decirnos que el perseguido sirio-libanés es un temible terrorista, un mal agradecido, un mimoso lleno de antojos, un mentiroso, y, encima, un falsario que simulaba estar en huelga de hambre, sin estarlo (¡rostros de piedra, la verdad!).

Como esa sarta de calumnias miserables no era suficiente para los apetitos de quienes se desesperaban por cumplir las órdenes de la CIA y el Pentágono tratando de impedir que Jihad saliera del Uruguay, se le agregó frivolamente el condimento de que quienes rodearon al “refugiado” eran (son) una caterva de ultras casi casi que ganados por no se sabe qué fundamentalismo “antinacional” socavando los pilares de la democracia oriental y enchastrando al generoso gobierno “progresista” que le había brindado todo al exótico energúmeno que seguramente morfaba de querusa caca de palomas en el balcón de un confortable apartamento céntrico de esos que no pueden gozar nuestros congéneres que están más jodidos porque no son canjeables por naranjas enviadas al paraíso del norte.

Ahora, cuando ya Jihad se moviliza en las previas a una salida hacia “un lugar en el mundo” con prescindencia del Estado “uruguayo” y a pesar de los caprichitos de Obama, les irrita verlo desplazándose y no como esperaban, estirado en un cajón roñoso de alguna funeraria amiga. El tipo va a los supermercados acompañado por gente solidaria que no anda escondiéndose ni rescatando votos ni alguna prebenda politiquera de las que tal vez puedas ligar siendo obediente y cobarde.

Cuando yo lo vea haciendo sus mandados, antes de que se reencuentre con su familia 15 años después del secuestro guantanamero y las torturas de los Obama, los Trump, los Clinton y toda esa mafia imperial que le compra naranjas a Mujica si Mujica hace bien sus mandados; cuando me lo encuentre haciendo mandados, lo abrazaré fraternalmente, y aunque él no entienda mucho el español, le diré:
“Gracias, hermano, por permitirnos saber que no todas y todos seguimos viviendo en el país de la cola de paja. Te lo digo en nuestro nombre y en el de Mario Benedetti, que fue un señor periodista y no un chupamedias que repite reptilmente lo que el patroncito le manda decir”.

Lo abrazaré, así, sencillito, sin taparme la cara con un pañuelo, como a cualquier buen vecino, sin temor a que desde sus muletas de mutilado por el imperialismo se dispare un misil que extermine a pueblos enteros en nombre del excremento mercantilista y del dantesco “mundo libre” que hoy defienden los que ayer lo condenaron, justamente.

(Gracias, Mario, por seguir ayudándonos a ser gente. Gracias).

Gabriel -Saracho- Carbajales, Montevideo, 2 de noviembre de 2016.-




CURRICULO DEL QUE FOTOGRAFIO A DIYAB E IRMA EN TIENDA INGLESA: Jorge Eduardo Azar Gómez, fue embajador de la dictadura cívico militar en las Naciones Unidas es el mismo que también injurió en Nueva York al “Toba” Gutiérrez Ruiz y a Zelmar Michelini y quien solicitó al secretario general de la ONU, Kurt Waldheim, la expulsión de Wilson Ferreira, Diego Achard, Julián Murguía, Fernando González, Juan Pedro Eyherachar y Juan Raúl Ferreira, como observadores de la Asamblea General en la década del ochenta. Este honorable heredero de la doctrina de la Seguridad Nacional clama por más represión y obvio su reducto lo tiene entre los militares. TODOS LOS PROGRES QUE ESCUPIERON A DIYAB POR COMPRAR EN T.I. VAYAN SABIENDO QUIEN INVENTO LA CAMPAÑA Y QUIEN SACO LAS FOTOS, ESE ES VUESTRO AMIGOS HOY ?









1 comentario:

  1. LA IMPUNIDAD DE ESTOS INTEGRANTES DEL PLAN CONDOR, Y ESTAR EN LIBERTAD, LES DA OBLIGACION DE TENER QUE APORTAR DE ACUERDO CON LA DOCTRINA DE SEGURIDAD NACIONAL EN LA DICTADURA QUE MAMARON. LLEVAN EL GORILA EN LOS GENES, A ESTOS NO HAY CON QUE DARLES. JIHAD HIZO LA HUELGA DE HAMBRE, QUE SU CONCIENCIA LE DICTO, ESTUVO EN GUANTANAMO, SUFRIO TORTURAS EN LAS CLASES CLANDESTINAS, DE LA OTAN, INJUSTAMENTE PUES SINO ESTARIA PRESO TODAVIA, EL FARISEO LOS CAMBIO POR UN VIAJE DE CITRICOS. PERO JIHAD SIGUIO LUCHANDO, Y LEVANTO SU HUELGA DE HAMBRE CUANDO LO CREYO NECESARIO. LOS IDIOTAS URUGUAYOS, QUE LOS HAY Y BASTANTE, QUE LES GUSTA LUCHAR Y VOTAR POR LOS LADRONES Y CORRUPTOS, COMO LOS ARGENTINOS, COMO LOS BRASILEROS, COMO LOS VENEZOLANOS, COMO LOS ECUATORIANOS, COMO LOS CUBANOS, LARGAS CATARATAS DE IDIOTECES POR SUS BOCAS, Y A TRAVES DE LOS MEDIOS DE COMUNICACION, NO VAN A PASAR DE SER SOLO IMBECILES, JIHAY SI ESTOY SEGURO QUE SE VA A REENCONTRAR CON SU FAMILIA, PARA ESO LUCHA, Y AHORA QUE LEVANTO SU HUELGA DE HAMBRE, BUEN PROVECHO JIHAD, ADELANTE, ALA ES GRANDE.....

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