Tabaré Vázquez y Guido Manini Ríos.
Familiares de desaparecidos condenaron las declaraciones del comandante en jefe del Ejército
Miércoles 05 • jul. • 2017
La organización Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos
Desaparecidos emitió un comunicado en el que condena las declaraciones
del comandante en jefe del Ejército, Guido Manini Ríos, quien dijo que a
los inundados “les importa un comino lo que pasó hace 44 años”, en
referencia al golpe de Estado de 1973. El comunicado dice que las
declaraciones son parte de un “discurso peligroso y engañoso” y afirma
que con esta prédica se “continúa avalando [...] el golpe de Estado”,
tal como lo han hecho “sucesivos comandantes desde el año 85, sin
consecuencia alguna”.
“La falta de justicia, los años de impunidad de los crímenes cometidos por los civiles y militares golpistas, explican en parte este discurso agresivo”, dice el texto, y agrega que las Fuerzas Armadas “siguen siendo cómplices hoy, bajo la conducción de Manini Ríos”, de los delitos cometidos por la dictadura. Por último, la organización considera que es “realmente grave” que las declaraciones de Manini Ríos no hayan tenido una respuesta del sistema político, y reclama a los poderes del Estado y, en particular, al presidente Tabaré Vázquez que asuman “su responsabilidad” y no miren “para otro lado” a la hora de “tomar medidas” para que desde las filas militares “no se atente contra los valores democráticos”.
“La falta de justicia, los años de impunidad de los crímenes cometidos por los civiles y militares golpistas, explican en parte este discurso agresivo”, dice el texto, y agrega que las Fuerzas Armadas “siguen siendo cómplices hoy, bajo la conducción de Manini Ríos”, de los delitos cometidos por la dictadura. Por último, la organización considera que es “realmente grave” que las declaraciones de Manini Ríos no hayan tenido una respuesta del sistema político, y reclama a los poderes del Estado y, en particular, al presidente Tabaré Vázquez que asuman “su responsabilidad” y no miren “para otro lado” a la hora de “tomar medidas” para que desde las filas militares “no se atente contra los valores democráticos”.
El País mar jul 4 2017 14:13
La organización Madres y Familiares de
Uruguayos Detenidos Desaparecidos emitieron hoy un comunicado condenando
los recientes dichos del comandante en jefe del Ejército, Guido Manini
Ríos.
El 29 de junio,
dos días después de la conmemoración de los 44 años del golpe de
Estado, el militar dijo en entrevista con el programa Quién es quién de
Diamante FM que "a la gente de Bella Unión, de Salto, de Paysandú, en
estos días, les importa un comino lo que pasó hace 44 años, les importa
lo que están viviendo hoy, las necesidades que tienen hoy".
En el comunicado, Familiares afirmó que estas
declaraciones fueron lanzadas "como una pedrada en la cara de todos" y
alientan "un discurso peligroso y engañoso, a contrapelo de los muchos
esfuerzos que desde hace años se vienen haciendo por el fortalecimiento
de las instituciones democráticas".
La organización consideró que con esas declaraciones hizo una defensa de "el más aberrante de sus privilegios: la impunidad".
La organización consideró que con esas declaraciones hizo una defensa de "el más aberrante de sus privilegios: la impunidad".
Manini Ríos también dijo que en varias oportunidades
los jefes del Ejército han reconocido los errores cometidos en el pasado
y que "si hubiera alguien dispuesto a dar el perdón en serio, y con eso
damos vuelta la página, yo estoy dispuesto a recorrer cualquier
camino".
Desde Familiares criticaron estos dichos, ya que
entienden que "los sucesivos comandantes desde el año 1985" han avalado
el discurso del golpe de Estado y "nunca demostraron arrepentimiento por
el dolor que se causó a la población ni por los crímenes cometidos, y
menos aún asumieron la responsabilidad que les cabe".
"Manini Ríos sólo habla de condicionar 'su pedir perdón' a terminar con los reclamos por Verdad y Justicia, valores pilares en una democracia", cuestionaron.
"Manini Ríos sólo habla de condicionar 'su pedir perdón' a terminar con los reclamos por Verdad y Justicia, valores pilares en una democracia", cuestionaron.
La organización acusó al militar de no estar
"dispuesto a asumir la responsabilidad que reclamamos: colaborar con la
justicia, aislar a los criminales, modificar las fuerzas armadas".
Además "no está dispuesto a cambiar su forma de interpretar el pasado
reciente. Esto no nos extraña pues no ha habido fisuras desde la
recuperación institucional. No siente ni indignación ni repudio por la
tortura aplicada sistemáticamente; por los asesinatos y secuestros; por
la desaparición forzada y por las mil y una arbitrariedades e
injusticias, en suma por el Terrorismo de Estado aplicado contra todo el
pueblo uruguayo".
El comunicado completo.
A 44 años del golpe de estado cívico-militar,
mientras desde ámbitos políticos, sociales, académicos, se llama a la
reflexión de lo vivido para generar conciencia y garantías para que
estos hechos no se repitan, el comandante en jefe del Ejército, Guido
Manini Ríos, hace nuevas declaraciones.
Lanza, como una pedrada en la cara de todos, un discurso peligroso y engañoso, a contrapelo de los muchos esfuerzos que desde hace años se vienen haciendo por el fortalecimiento de las instituciones democráticas.
Hace pocos días defendió sus prebendas económicas; ahora, al más aberrante de sus privilegios: la impunidad.
Nos recuerda viejos tiempos y, lamentablemente, constata que aún no han sido superados.
La falta de justicia, los años de impunidad de los crímenes cometidos por los civiles y militares golpistas, explican en parte este discurso agresivo que pretende pasar el mensaje de que a la gente le “importa un comino” vivir en dictadura o en democracia. No nos extraña porque esa ha sido la continuidad de la institución que comanda.
Como brazo ejecutor de la política de Terrorismo de Estado, las FFAA encabezadas en esos años por el dictador Gregorio Goyo Álvarez, siguen siendo cómplices hoy, bajo la conducción de Manini Ríos, de los delitos cometidos contra nuestros familiares desaparecidos. Hoy los siguen desapareciendo.
El actual comandante del Ejército continúa avalando con este discurso el golpe de estado. Así lo han hecho los sucesivos comandantes desde el año 85 sin consecuencia alguna. Nunca demostraron arrepentimiento por el dolor que se causó a la población ni por los crímenes cometidos, y menos aún asumieron la responsabilidad que les cabe.
Manini Ríos sólo habla de condicionar “su pedir perdón” a terminar con los reclamos por Verdad y Justicia, valores pilares en una democracia.
No está dispuesto a asumir la responsabilidad que reclamamos: colaborar con la justicia, aislar a los criminales, modificar las fuerzas armadas. No está dispuesto a cambiar su forma de interpretar el pasado reciente. Esto no nos extraña pues no ha habido fisuras desde la recuperación institucional. No siente ni indignación ni repudio por la tortura aplicada sistemáticamente; por los asesinatos y secuestros; por la desaparición forzada y por las mil y una arbitrariedades e injusticias, en suma por el Terrorismo de Estado aplicado contra todo el pueblo uruguayo.
El Comandante Manini Ríos sólo quiere impunidad para los suyos, mantener sus privilegios.
Y obviamente no está solo. Muchos oficiales se niegan aún hoy, en 2017, a poner una simple placa, como sucedió en el cuartel de Durazno donde el jefe del Batallón se resistió a que fuera recordado el asesinato de Oscar Fernández Mendieta en ese lugar. O como recientemente, cuando en medio de una visita ocular decretada por la justicia en el Batallón de Ingenieros Nº 4, se realizó una “parada” militar intimidatoria.
Lo que sí nos extraña y lo consideramos realmente grave, es la falta de respuesta del sistema político. Del gobierno, de los parlamentarios, de los ministros, de la justicia, de los partidos. Es llamativo que nadie de los poderes del Estado salga al cruce de semejantes aseveraciones. En el pasado el justificar algunos actos y considerarlos como “sin mucha importancia”, fue abonando el camino del Golpe de Estado. No repitamos una historia que queremos evitar.
Los poderes del Estado democrático, y principalmente el presidente de la república como comandante en jefe de las FFAA, deben asumir su responsabilidad y de una vez por todas no mirar para otro lado, y tomar las medidas que correspondan para que desde filas de las instituciones militares no se atente contra los valores democráticos.
Esto es una cuestión del presente, esto es una preocupación permanente: velar por las libertades y la república.
Eso es lo que en definitiva reclamaban las decenas de miles de personas que el pasado 20 de mayo marcharon por todo el país tras la consigna: Impunidad: responsabilidad del Estado, ayer y hoy.
Lanza, como una pedrada en la cara de todos, un discurso peligroso y engañoso, a contrapelo de los muchos esfuerzos que desde hace años se vienen haciendo por el fortalecimiento de las instituciones democráticas.
Hace pocos días defendió sus prebendas económicas; ahora, al más aberrante de sus privilegios: la impunidad.
Nos recuerda viejos tiempos y, lamentablemente, constata que aún no han sido superados.
La falta de justicia, los años de impunidad de los crímenes cometidos por los civiles y militares golpistas, explican en parte este discurso agresivo que pretende pasar el mensaje de que a la gente le “importa un comino” vivir en dictadura o en democracia. No nos extraña porque esa ha sido la continuidad de la institución que comanda.
Como brazo ejecutor de la política de Terrorismo de Estado, las FFAA encabezadas en esos años por el dictador Gregorio Goyo Álvarez, siguen siendo cómplices hoy, bajo la conducción de Manini Ríos, de los delitos cometidos contra nuestros familiares desaparecidos. Hoy los siguen desapareciendo.
El actual comandante del Ejército continúa avalando con este discurso el golpe de estado. Así lo han hecho los sucesivos comandantes desde el año 85 sin consecuencia alguna. Nunca demostraron arrepentimiento por el dolor que se causó a la población ni por los crímenes cometidos, y menos aún asumieron la responsabilidad que les cabe.
Manini Ríos sólo habla de condicionar “su pedir perdón” a terminar con los reclamos por Verdad y Justicia, valores pilares en una democracia.
No está dispuesto a asumir la responsabilidad que reclamamos: colaborar con la justicia, aislar a los criminales, modificar las fuerzas armadas. No está dispuesto a cambiar su forma de interpretar el pasado reciente. Esto no nos extraña pues no ha habido fisuras desde la recuperación institucional. No siente ni indignación ni repudio por la tortura aplicada sistemáticamente; por los asesinatos y secuestros; por la desaparición forzada y por las mil y una arbitrariedades e injusticias, en suma por el Terrorismo de Estado aplicado contra todo el pueblo uruguayo.
El Comandante Manini Ríos sólo quiere impunidad para los suyos, mantener sus privilegios.
Y obviamente no está solo. Muchos oficiales se niegan aún hoy, en 2017, a poner una simple placa, como sucedió en el cuartel de Durazno donde el jefe del Batallón se resistió a que fuera recordado el asesinato de Oscar Fernández Mendieta en ese lugar. O como recientemente, cuando en medio de una visita ocular decretada por la justicia en el Batallón de Ingenieros Nº 4, se realizó una “parada” militar intimidatoria.
Lo que sí nos extraña y lo consideramos realmente grave, es la falta de respuesta del sistema político. Del gobierno, de los parlamentarios, de los ministros, de la justicia, de los partidos. Es llamativo que nadie de los poderes del Estado salga al cruce de semejantes aseveraciones. En el pasado el justificar algunos actos y considerarlos como “sin mucha importancia”, fue abonando el camino del Golpe de Estado. No repitamos una historia que queremos evitar.
Los poderes del Estado democrático, y principalmente el presidente de la república como comandante en jefe de las FFAA, deben asumir su responsabilidad y de una vez por todas no mirar para otro lado, y tomar las medidas que correspondan para que desde filas de las instituciones militares no se atente contra los valores democráticos.
Esto es una cuestión del presente, esto es una preocupación permanente: velar por las libertades y la república.
Eso es lo que en definitiva reclamaban las decenas de miles de personas que el pasado 20 de mayo marcharon por todo el país tras la consigna: Impunidad: responsabilidad del Estado, ayer y hoy.
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