miércoles, 11 de diciembre de 2019

Los cuentos de UPM




¿Cuánto ganan UPM y Montes del Plata y cuánto trabajo generan?
4 de diciembre de 2019·

El pasado martes 26 de Noviembre, investigadores de la casa Bertolt Brecht presentaron en Fray Bentos los resultados de su investigación sobre los impactos socioterritoriales de UPM y Montes del Plata. Aclarar en primer instancia, que se trata de una investigación independinte, realizada por la Casa Brecht y con financiación de la fundación Rosa Luxemburgo.
La investigación estudió diferentes dimensiones de los impactos que tuvieron estas empresas en el territorio nacional, y en este artículo hacemos un resumen sobre la primer parte de su exposición, que nos cuenta sobre el trabajo que generan las empresas.
¿Cuánto dinero ganan las empresas?
La empresa UPM maneja 258 mil hectáreas y gestiona 125 mil, a través de su empresa "Forestal Oriental", y Montes del Plata 251 mil 60 mil hectáreas a través de Eufores.
En 2018 la ganancia de UPM fue 387 millones de dólares, lo que equivale a 1 millón de dólares por día de ganancia neta. Y en el caso de montes del plata, la ganancia fue de 277 Millones.
Partiendo del hecho de que las empresas están en un régimen de zona franca (lo que implica que stán exoneradas de todos los impuestos nacionales) se calcula entonces que UPM, en 2018, fue exonerada de 96 millones de dólares, y Montes del Plata de 58 millones, solo de IRAE.
Lo que significa que las dos empresas fueron exoneradas (en 2018) de medio millón de dólares por día, solo de IRAE. Y a esto, habría que sumarle el impuesto al patrimonio, el IVA y todos los impuestos de los que están exoneradas por las empresas forestales.
¿Cuánto trabajo generan?
En 2003 Botnia declaraba que iba a generar en el total de la cadena 4.000 puestos de trabajo (entre directos, indirectos, sin contar los inducidos). Y en 2016,Montes del Plata tiene una declaración pública donde dice que generó 6.000 puestos de trabajo, contando los inducidos, y al día de hoy dice que tiene 4.000 (sin contar los inducidos).
Sin embargo, los datos muestran que no hubo un crecimiento significativo en los puestos de trabajo desde el 2007:
Segun el censo de zonas francas, UPM emplea a 513 personas, aunque la empresa en su página web, declara que son 800. En el caso de Montes del plata el MEF contabiliza a 696, mientras que la empresa dice que son 1100 personas. Respecto a la diferencia entre las cifras, se asume que tiene que ver con el sector logístico, es decir a los camioneros que trabajan para la zona franca.


Sin embargo, hay que tener en cuenta que los camioneros son trabajadores indirectos, a través de empresas tercerizadas.
Según los datos del BPS, pasamos de tener, en 2007, 15.301 trabajadores en toda la cadena forestal, a tener en 2006, 16.996 trabajadores. Es decir que estaríamos hablando de un aumento de 1.695 trabajadores en 11 años y luego de la instalación de 2 plantas de celulosa (sin tener en cuenta los de logística, que según CPA Ferrere genera un estimado de 3000 puestos de trabajo).
Respecto a la fase silvícola, según los mismos datos del BPS, tuvo un aumento de poco más de 100 trabajadores en 11 años (2017-2018). Aunque advierten los investigadores, que según un inofrme reciente de Cooperativa Comuna (Cooperativa de economístas que se basan en los datos de la ECH, intentano no sobre-estimar los trabajos zafrales, como lo haría el BPS) los puestos de trabajo en la fase silvícoila, habrían disminuido desde el 2006 al 2018, pasando de 11.000 puestos de trabajo a 7.200. Por lo que podríamos estar hablando de un desenso en el trabajo en este sector, aúnque la cadena en general, se mantenga estable.
Respecto a los trabajadores en pasta de celulosa, aumenta en 90 trabajadores.
Según la sociedad de productores forestales, el principal crecimiento en cantidad de puestos de trabajo en toda la cadena forestal se habría dado entre 1995 (5.949 trabajadores) y 2006 (20.966 trabajadores). Lo que da a entender que las plantas de celulosa, solo contribuyeron con el último eslabón de la indistria celulósica, pero que parecería no contribuyen en la generación de empleo.
Se destaca también, que no hay estudios que midan la pérdida de puestos de trabajo por el avance de la producción foresto-celulósica.
Lo que advierten los investigadores es que debemos diferenciar entre "cuánto trabajo generan las plantas de celulosa" y "cuánto trabajo emplea la cadena forestal", que son dos cosas totalmente diferentes. Pues en 11 años, y luego de 2 plantas de celulosa, los datos nos muestran que el aumento fue de un máximo de 1.695 trabajadores, más el aumento que pudo haber habido de los puestos de trabajo inducidos y descontando los impactos no medidos de la pérdida de puestos de trabajo que puede haber causado el avance del modelo agro-forestal celulósico.
A nivel local, en Fray Bentos, entre 2006 y 2018, la tasa de desempleo baja, pero acompaña la tendencia de la baja del desempleo en todo el país, y en el interior profundo. Por lo que no se nota un impacto significativo de UPM en el desempleo de la localidad. Tampoco se percibe un mayor empleo para jóvenes ni se achica la brecha entre el desempleo masculino y femenino.
A nivel general se ven mejoras mejoras en la cultura del trabajo y la seguridad, desde el 2006.
Aunque una preoucpación de referentes locales, traida por los investigadores, es las diferencias significativas que hay entre la calidad del empleo directo respecto del indirecto: diferencia en los sueldos, en la estabilidad del trabajo, en el nivel educativo requerido, y en el respeto de la normativa laboral (malas condiciones sanitarias en algunos casos).
También se mencionan denuncias de persecución sindical, y una falta de respaldo de la "cúpula del PIT-CNT" por parte de los trabajadores locales
Respecto a la masulinización del empleo generado, en el caso de UPM, emplea a un 14% de mujeres, y un 18% Montes del Plata, por lo que hablamos de un trabajo masculinizad, que también es una característica de toda la cadena forestal.


Por Leticia Pérez

Este viernes se presentarán los resultados de una investigación sobre el impacto socioterritorial de las plantas de pasta de celulosa en Fray Bentos (UPM) y Conchillas (Montes del Plata), la primera que no es contratada ni por el Estado ni por las empresas.
Montevideo Portal pudo acceder a algunos de los resultados más relevantes a partir del diálogo con el sociólogo Daniel Pena, uno de los autores de trabajo.
La investigación fue realizada por Daniel Pena y la educadora popular Soledad Recoba durante todo el 2019, bajo la coordinación del antropólogo Javier Taks, con fondos de la Fundación Rosa Luxemburgo y el apoyo de la Casa Bertolt Brecht.
Implicó la realización de 65 entrevistas a referentes de ambas localidades e informantes calificados, y revisiones bibliográficas y documentales que buscaron ordenar y contrastar información dispersa y en ciertos casos contradictoria, señalan los autores.
En algunas áreas, por ejemplo en salud, el dato más relevante es que a más de 10 años de la instalación de la primera planta no hay información de impacto, señaló Pena. "El manejo de los datos es parte, también, del problema que queremos señalar", dijo.
En primer lugar, eso ocurre en relación a la generación de fuentes de trabajo.
Según datos del BPS, consigna la investigación, la cadena forestal se mantuvo estable entre 2007 y 2018: hubo un aumento de 1.700 trabajadores para llegar a 17.000, principalmente en la industria mecánica, no en la pasta de celulosa ni en la silvicultura dedicada a la pasta de celulosa.
No se reflejan los 6.000 empleos -incluidos los inducidos- que en 2016 Montes del Plata declaraba haber generado. Tampoco los que prometía UPM en 2003 en un boletín que la finlandesa entregaba puerta por puerta a los vecinos de Fray Bentos. Allí señalaba que la planta industrial en sí emplearía a unos 300 trabajadores pero "el número de empleos nuevos creados en el sector forestal y otros que sean proveedores directos será cercano a 5.000".
Reafirmando esta idea, a partir de la ECH (Encuesta Continua de Hogares), se constató que en Fray Bentos -por el alcance de los datos no fue posible hacer el análisis para Conchillas- no hubo impacto en la tasa de desempleo, que incluso aumentó en la población joven.

El problema es discursivo, explicó el sociólogo: "Es legítimo cuando (la empresa) dice 'nuestra cadena emplea a tantas personas', lo que se pone en duda es cuando dice 'la planta de celulosa va a generar tantos puestos de trabajo'".
"La cadena forestal crece y se consolida entre 1995 y 2006. Lo que hacen las plantas de celulosa es poner el moño. Antes se exportaban rolos y se chipeaba, ahora se exportan rolos a las zonas francas de las empresas y estas producen la pasta de celulosa que venden a otros países donde se produce papel, cartón y otros derivados", agregó.

En tanto, análisis efectuados por Cooperativa Comuna -cooperativa de trabajo integrada por investigadores de las ciencias económicas- señalan que en la fase silvícola, la evolución de los puestos de trabajo viene, incluso, disminuyendo desde 2007.
La explicación está en la mecanización, afirmó Pena. "Lo que cambia a partir de la instalación de las plantas es que la ruralidad dispersa pierde acceso al mercado ya que las cuadrillas de trabajo quedan en manos de grandes empresas de capitales departamentales o de Montevideo. La contracara positiva es una mejora importante en las condiciones de trabajo de los monteadores".
Insumos para discutir
El investigador también señaló que las empresas nunca pararon de expandir el área forestal ni se sabe exactamente cuánto han plantado fuera de las áreas prioritarias (de productividad baja, según el índice Coneat).

Según datos de Presidencia, en total hay unas 238.0000 hectáreas forestadas en áreas no prioritarias, lo que representa casi un cuarto de la forestación. Varios gobiernos departamentales aprobaron reglamentaciones locales para limitar la actividad, lo que indica que hay preocupación, apuntó el sociólogo. "Por ejemplo en Cerro Largo no puede haber ninguna plantación fuera del área prioritaria. En Colonia se topeó la forestación a 100 hectáreas para cualquier tipo de suelo, si te pasás tenés que pedir excepcionalidad ante la Junta; Montes del Plata ya pidió dos".
Tampoco existe un cálculo sobre el saldo en puestos de trabajo que implica el avance de la forestación, que implica perdida en otros ámbitos, como la ganadería extensiva.
Por otra parte, uno de los aportes sustanciales del trabajo, en el caso de que haya interés en discutir sobre las zonas francas, es la ganancia neta de las empresas. Según información pública, en 2018, la ganancia neta para UPM fue de 388 millones de dólares y de 277 para Montes del Plata. Solo por exoneración del IRAE entre los dos emprendimientos el Estado resignó 155 millones, el equivalente a prácticamente el presupuesto del MEC, casi la mitad del del Mides y un tercio de la Udelar, indicó Pena.
La reestructura del MHN Casa Evans, uno de los aportes de Montes del Plata a la comunidad de Conchillas, costó casi la mitad de lo que la empresa debería haber tributado por IRAE por día, si no estuviera en Zona Franca. Con 15 días de tributo se hubieran cubierto los cuatro millones de dólares aportados por UPM a Utec para la construcción del Instituto Técnico Regional, en el predio del ex frigorífico Anglo, señaló.
Falta información
"A 12 años de instalada la primera planta no se cuenta con investigación pública sobre sus impactos en la salud humana. En Fray Bentos la percepción es que aumentaron los casos de cáncer en personas jóvenes, pero los referentes de salud plantean que no tienen registro de ese aumento en términos comparativos", señaló el sociólogo.
"Hubo solo una investigación que comparaba la incidencia de enfermedades respiratorias cuyos resultados preliminares eran positivos para Fray Bentos, pero no se finalizó. El MSP dice que no tiene recursos para investigar, que depende de que la Udelar genere investigación. Algunos académicos nos plantean que cuando han presentado proyectos que vinculan uso de agrotóxicos perciben ciertos bloqueos, no son financiados por la ANII (Agencia Nacional de Investigación e Innovación ni por la CSIC (Comisión Sectorial de Investigación Científica)", indicó.
Salud y algo más
Por otro lado, durante la fase de construcción, los referentes en Salud de ambas localidades confirmaron un aumento de las enfermedades de transmisión sexual, principalmente en Fray Bentos donde, a diferencia de lo que pasó en Conchillas, se alojó la mayor parte de la mano de obra.
También señalaron un crecimiento de la prostitución formal y una intensificación de la actividad de las redes de explotación y trata. En el caso de Conchillas, hay relatos que indican que la prostitución llegaba en remises a uno de los establecimientos habitacionales donde se alojaban los trabajadores. Se denunciaron casos de explotación de menores, y algunos no tuvieron las respuestas esperadas, indica el trabajo. "Es un tema tenso, costó mucho el relevamiento", señaló Pena.
Por otra parte "el Estado no exige planes de monitoreo a las plantaciones autorizadas antes de 2005, teniendo en cuenta que los primeros dos años las plantaciones forestales utilizan fertilizantes, herbicidas y hormiguicidas, muchos de ellos catalogados como potencialmente cancerígenos por agencias ambientales de EEUU y la UE", señalan los resultados de la pesquisa.
"En 2015 Montes del Plata fue multada por excederse en contaminantes del agua; desde ese año no se publicaron los informes de seguimiento, luego de la presentación de los resultados de la investigación en Conchillas la empresa publicó el documento de 2017. Pero no se publicaron los informes que corresponden a Dinama ni las actas de la comisión (...) En el caso de UPM, los informes de 2010 a 2017 registran excesos en algún parámetro de emisiones de agua o aire, algunos sancionados. Tampoco se publicaron resultados posteriores", concluyó.



Dime que planta de celulosa tienes y te diré quién eres



Esta semana, en Reactiva, recibimos al sociólogo Daniel Pena, que con un grupo de investigadores de la Casa Bertol Brecht (con el apoyo de la Fundación Rosa Luxemburgo) llevó a cabo un trabajo acerca de los “impactos socioterritoriales de las plantas de celulosa” en Conchillas y en Fray Bentos.
Daniel nos comentó que la principal motivación política y académica tiene que ver con que “es preocupante que estando a punto de instalar una tercera planta de celulosa en Uruguay se sepa muy poco acerca de los impactos” de las otras dos que ya están funcionando. En ese sentido, el sociólogo rescata la necesidad del conocimiento por fuera del que generan las “consultoras pagas por las empresas o el Estado”. Para ello, trabajaron en conjunto con organizaciones sociales, militantes y, sobre todo, de los implicados y las implicadas a nivel territorial por las plantas: “no había ningún estudio que rescatara las vivencias de los referentes locales”, aseguró Pena.
“Modelo forestocelulósico” es el término técnico que se utiliza para referirse al entramado económico y social de Botnia y UPM. Pena, junto con el resto de los investigadores de la Casa Bertol Brecht, afirman que los datos de las consultoras privadas, del Estado y del Instituto Cuesta Duarte difieren en varios aspectos, debido a métodos distintos, y no siempre claros. Se pone el claro ejemplo del número total de trabajadores y trabajadoras involucradas en la cadena productiva de las plantas, donde los privados hablan de 25.000, el BPS habla de 17.000 y el Cuesta Duarte de 15.000. Esto se da porque hay diferentes criterios para medir zafralidad, informalidad, entre otros aspectos.
En ese sentido, el sociólogo contó, en el estudio de Reactiva, que “poner una planta de celulosa nueva no implica crear nuevos puestos de trabajo por fuera, más allá de los empleos de la planta misma”. Esto se da porque la cadena productiva ya está armada, y simplemente se agrega un eslabón. A su vez, los puestos de trabajo “tienden a disminuir con los años”, según los datos de Botnia y UPM.
Desde el punto de vista recaudatorio, Pena enfatizó en la resignación fiscal que implica un acuerdo de exoneraciones para con la multinacional: “solo por concepto de IRAE, en el 2018 el Estado decidió no recaudar 155 millones de dólares, es la mitad del gasto anual del Mides, el total del gasto del MEC y un tercio del prespuesto de toda la Udelar”.
Acerca de lo sanitario y ambiental, el investigador de la Casa Bertol Brecht comentó que “no hay ninguna investigvación que diga si las plantas de celulosa impactan o no en la salud humana”. Al respecto, “el MSP comenzó un estudio y nunca se publicó, el Estado dice que es inocuo, pero en realidad no tenemos cómo saberlo”. Además, hay algunas señales de que los usos de agrotóxicos y el vertido de desechos redunda en perjuicios ambientales no menores.
Sobre el vínculo entre el territorio, la población y la empresa, la investigación revela algunos aspectos llamativos. Por ejemplo, en relación con las ciudades que ya tienen planta, Daniel afirma que “las oficinas de las multinacionales pasteras tienen más presencia que el Mides, los vecinos van a pedir cosas que precisan directamente a ahí”.
Además, el vínculo entre la clase trabajadora local y sus dirigentes sindicales, está inmerso en varias contradicciones. “Las cúpulas negocian y acuerdan directamente con las empresas, los trabajadores comentan eso porque lo ven”, comentó Pena, que agregó: “En el 2004, la intersindical de Río Negro logra que el Octavo Congreso del PIT-CNT se posicione en contra de la instalación de las plantas, una vez que gana el FA, en cuestión de semanas, aparecen dirigentes sindicales a replantear su posición, y tiempo después explicitaron su apoyo”.
Por último, el sociólogo Pena tocó un tema harto complejo: la prostitución y las redes de trata que arrastra la instalación de una planta celulósica. Respecto de los casos que estudiaron, asegura que “durante la instalación de la planta de Fray Bentos se quintuplicó el trabajo sexual formal, al tiempo que en Conchillas aumentó enormemente también el informal, con posibles casos de explotación sexual de menores”.
La investigación se publicará para todo público la semana que viene, luego de ser presentada, el viernes 13, a las 18:30 horas, en la Casa Bertol Brecht.












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