domingo, 24 de mayo de 2020

En pocas manos




La nueva «Ley de Medios» favorece solo a las corporaciones empresariales
Por
Reactiva Contenidos -
21 mayo, 2020


El largo proceso de impulsar una Ley de Medios en Uruguay nace en 2005. En 2007 se concreta la ley de radiodifusión comunitaria que le otorgó frecuencias a un puñado de proyectos para posteriormente quedar prácticamente inactiva. En 2010 varios actores sociales retoman la discusión y concretan una Comisión, presidida por el grado 5 de la Facultad de Información y Comunicación (FIC) Gabriel Kaplún, donde redactan un borrador de la ley. Para sorpresa de muchos, el propio presidente de aquel entonces, José Mujica dijo que desconocía dicha tarea y que si le llegaba cualquier ley sobre el tema “la iba a tirar a la papelera”. Los comisionados no bajaron los brazos. Luego de seis meses de arduo trabajo y desplantes del Gobierno, lograron a último momento del mandato de Mujica que la ley se aprobara en el Parlamento.

En el Gobierno de Tabaré Vázquez, este se comprometió a respetarla y reglamentarla. Ante esta realidad los grandes medios de comunicación empresariales comenzaron un bombardeo de recursos ante la Suprema Corte de Justicia, pidiendo la inconstitucionalidad de la ley. La Corte sentenció que de los 200 artículos, solo 8 presentaban algunos aspectos inconstitucionales. Sin embargo, eso alcanzó para que quedara casi nula su aplicación en muchos aspectos.

El 24 de abril de este año el Poder Ejecutivo presentó un proyecto de ley que primero que nada anula la llamada Ley de Medios de 2014 y en segundo lugar legaliza prácticas corporativas y mercantiles en el área. En entrevista con Reactiva, precisamente Gabriel Kaplún, analiza las consecuencias que esto traerá sobre derechos que estaban consagrados en la ley y que no están contemplados en la nueva. Temas tales como los avances en materia de no discriminación, la protección de los niños ante el bombardeo publicitario o la posibilidad de la objeción de conciencia de un periodista, quedan desterrados en el nuevo proyecto de ley. También desaparece el fondo para producción audiovisual el cual se nutría de dineros que se le sacaban a los medios audiovisuales privados.

Otro aspecto que preocupa a Kaplún es el proceso de asignación de frecuencias. Antes de 2014 las asignaba el Poder Ejecutivo sin controles de ningún tipo. Por decreto desde 2008 y por ley desde 2014, las frecuencias las otorga un Consejo Asesor que habilita una audiencia pública donde los ciudadanos pueden participar. Kaplún cuenta ejemplos, sobre todo del interior, donde ciudadanos determinaron la decisión del Consejo Asesor, denunciando a empresarios que no pagaban salarios a sus trabajadores, por ejemplo.

La llamada concentración de medios siempre fue un problema. En el año 1978 un decreto de la dictadura pretendió evitarla o más bien controlarla pero los empresarios mediante testaferros, lograban evadir los controles. Atendiendo ese aspecto es que la ley de 2014 establece el concepto de “grupo económico” para incluir a empresarios que tienen medios de forma corporativa. En este nuevo proyecto de ley, Gabriel Kaplún señala que “vamos a algo peor que lo que existía incluso en la dictadura. Permite a una sola persona tener 8 medios, adaptando la ley a la situación de casos actuales” haciendo referencia a grupos tales como “Magnolio” integrado por El Espectador, FM Latina y FM Del Sol, entre otros.

Como conclusión política de todo este proceso, el integrante de la Coalición por una comunicación democrática, se preguntó sobre la dimensión de las empresas de comunicación en Uruguay “¿Esa fuerza que tan grande es?”. Para Kaplún estos medios “grandes para el país pero pequeños para el mundo” tuvieron de los gobiernos progresistas una protección. “Hay una suerte de cuidarlos, un pacto, una alianza para protegerlos de los afuera”. De alguna manera el progresismo a cambio les pide que no “le den tanto palo”. Pero es esta “¿una estrategia razonable?” se pregunta Kaplún.

 Parece ser más contundente la importancia de entender el papel de los medios “y no solo de los informativos, también de los espacios de entretenimiento”, donde se han reforzado comportamientos y culturas que se han subestimado por muchos actores políticos. En esas dos dimensiones queda claro que la electoralista nuevamente nos perjudica y que la “Cultura” dominante nos pasó por arriba.

>>> Hilo en Twitter
https://twitter.com/1967PurpleHaze/status/1264185471707631622

Están quienes tienen poder y luego quienes tienen más poder, en este caso el Grupo Magnolio. Cómo obtuvieron ese poder es difícil de determinar. (Cuando hablamos de poder nos referimos al económico y por transitiva al político con sus redes de contacto e influencias) Saber cuan

espurio o cristalino fue el camino de estos grupos empresariales para llegar a la cima requiere de algo más que un par de conjeturas que se puedan poner en un hilo. Lo que sí tenemos en claro es que Océano FM es la radio dirigida por Pablo Lecueder, hermano de Carlos Lecueder,

director del estudio Lecueder que administra la mayoría de los shopping del Uruguay además del WTC y otros proyectos en Argentina. Por su parte, el grupo Magnolio es financiado por Francisco de Posadas, hijo del exministro Ignacio de Posadas y hermando de Juancho. Las suspicacias

respecto al grupo Magnolio y de cómo en tan poco tiempo pudo casi que levantar un imperio multimedio vienen a cuenta de que el exministro es director del estudio jurídico Posadas Posadas y Vecino, estudio implicado en la trama del lava jato. De ahí que muchos vinculan la creación

de este multimedio como una pantalla para el blanqueo de dinero proveniente de las operaciones fraudulentas del estudio juridico. Si bien la teoría es más que tentadora, no hay nada a nivel judicial que vincule una cosa con la otra. Pero para que este grupo no solo se creara,

sino que además ingresara a los medios sin pedir permiso, le fue imprescindible contar con dos caballitos de batalla del dial: No Toquen Nada y Segunda Pelota. Y aquí es donde empieza otra historia. El vínculo inicial es entre Juancho de Posadas, el Piñe y Cotelo. Juancho

comenzó a hacerse habitué de SP, aparecía a saludar, salía al aire, participaba, etc. Pero mientras esto pasaba al aire en algún momento se empezó a gestar de forma secreta la idea de la "radio propia" que a la postre sería Del Sol FM

Juancho de Posadas es como ese amigo que va a tu casa, te abre la heladera, te toma la cerveza y además se acuesta con tu pareja if you know what I mean.

La noticia de la ida de NTN y SP se filtró a los medios en 2016, aparentemente Lecueder no estaba al tanto de las diferentes conversas y negociaciones y lo tomó como una traición. En el caso de SP la propuesta era más que tentadora, no solo trasladar el formato a otra radio con

plena libertad, sino que además Piñe y Cotelo formarían parte del Grupo, supongo que no como inversores, más sí como directores. Por su parte, NTN buscaba crecer económicamente para tener una plantilla de periodistas full time y Océano no le daba esa posibilidad. Posibilidad

que sí le daría Magnolio al formar una sociedad comercial con el periodístico y con el Portal 180, dejando atrás los años de mera relación de dependencia laboral de Océano y ganando inferencia en el plano comercial del peograma. Luego lo ya sabido: Del Sol arrancó en 2017 sumando

además a 13a0, formando así una grilla de programas indiscutidos en audiencia. El grupo además adquirió una radio en Colonia y otra en Maldonado dirigidas, en teoría, por el Piñe y por Cotelo, mientras que Del Sol sería dirigida por Iñaqui Abaddie. A este conglomerado, el mismo

año de arranque de Del Sol, se le sumó la adquisición de El Espectador que venía haciendo aguas. Esta adquisición despertó la alarma de varios entendidos en la Ley de Medios hasta ahora vigente, ya que la ley establece un máximo de 3 radiodifusoras por grupo, más allá de que

cada una estuviese a nombre de una persona física diferente como era el caso con Del Sol y las dos radios del interior. Con la suma de El Espectador claramente se pasaba ese límite. Pero hecha la ley, violín en bolsa. El Grupo Magnolio no solo compró la mítica 810 sino que

un año después le sumó Latina FM y finalmente Urbana FM. Mientras tanto, Lecueder sumó gente: Majo Borges, Andrés Reyes y la gente de De Arriba un Rayo son los más destacables, se quedó con una figura como Mariano López que vio una posibilidad de crecimiento profesional y con

Flor Infante. Además de dos instituciones radiales como Gustavo Rey, en el formato y horario que sea, y Justicia Infinita. Pero lo cierto es que los números no le empezaron a dar muy bien a Lecueder y por tanto implementó varios cambios de grilla, híbridos, movimiento de piezas,

etc., que muy a su pesar no dieron resultado, al menos el resultado por él esperado. Ahí fue que recurrió al viejo y pelado y queri...no, querido no, Pettinati. Claramente esto molestó a JI, principalmente a Camarotta, que vio casi que imposible la idea de compartir aire una

vez más con el amigo de Hércules. A esto hay que sumarle, mal que nos pese a aquellos seguidores de la primera hora de JI, que el programa en los últimos tiempos había experimentado una caída y además ¡competía con sus amigos de Del Sol! Elementos estos más que suficientes para

que se gestara una salida rápida del mítico JI. Finalmente las negociaciones entre Lecueder y Azul FM para adquirir esta radio y contar con Malos Pensamientos se cayeron y Lecueder se quedó sin el pan y sin la torta. Mientras que el Grupo Magnolio, ahora con un restaurante y con

una sala multifunción, crece y crece, Océano hace agua por todos lados. Claramente los números no son los deseados y el dinero y sus lógicas muchas veces insanas nada sabe de amores, fidelidad, trayectorias, etc. Lo cierto es que mucha gente muy valiosa, con talento y capacidad

perdió su fuente laboral gracias a esas lógicas. Nada nuevo bajo Del Sol.


Conclusiones: La ética del capitalismo queda bastante clara en esta lucha de gigantes. Por un lado Magnolio básicamente se dedicó a expoliar formatos exitosos de años, solo tuvo que poner su platita y poco le importó innovar en contenidos y/o darle lugar a nuevas generaciones de

comunicadores. Por su parte, Océano barajó sus fichas (las pocas que le quedaban) de acá para allá sin mirar trayectorias, grupos humanos y de trabajo ya confirmados, etc., intentó cambios con lógica empresarial sin tomar en cuenta clima de trabajo y aspectos de relacionamiento

entre pares y finalmente, cuando el agua le llegó al cuello (si es que eso es posible) decidió abaratar costos despidiendo a todos sus empleados (no caigamos en el eufemismo de la reestructuración).


Dudas que quedan pendientes: 1- Posibles vínculos entre el lavado de dinero del estudio PPV (comprobado por la Justicia) y el financiamiento del grupo Magnolio. 2- Alcance de la Ley de Medios sobre el grupo Magnolio.


EXTRA: el dato de color lo aporta el entrañable loco lindo de Pablito Aguirrezabal que se fue de Del Sol porque claramente no comulgaba con este conglomerado de radios y con la acumulación de tantos medios de comunicación en manos de unos pocos. ¿Habrá sido solo eso o tampoco

estaba a gusto con la procedencia de los capitales que financian al grupo? Más allá de elucubraciones, fue consecuente con sus ideales a costa de la pérdida de una buena fuente laboral y de ingresos y donde además se aparenta respirar un muy buen clima de trabajo y compañerismo.






3 comentarios:

  1. Que olla de grillos. El cartel de magnolio...

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  2. El Piñe y Cotelo la van de frentistas y amazan guita lavada de corrupcion y el Piñe papá tano que critica en la letra chica y su compañerito Gonzalez no lo saben esto

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    1. Shhhhhhhhhhhhhhhh,No Aviven Giles que se le vuelven Contras......

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