El gobierno decidió hacer desde el inicio de su mandato “recortes de dinero que se expresan en menos obras y en cosas puntuales como la falta de materiales para hacer las reparaciones que la gente legítimamente reclama, de las pérdidas en la calle” de agua potable, denunció el director de OSE en representación del Frente Amplio, Edgardo Ortuño, en INFO 24.

Ortuño señaló “una preocupación grande” porque “estamos en niveles muy pero muy críticos de reservas de agua” y explicó que “la situación límite en la que estamos, teniendo que mezclar, tomando mucha más agua del (río) Santa Lucía en contacto con el Río de la Plata, que es lo que tiene mayor cloruro y sodio y la da gusto salado al agua, (…) es consecuencia de la sequía pero también de decisiones políticas equivocadas del gobierno”.

A esas decisiones “tratamos de evitar desde la oposición; lamentablemente, cuando convocamos instancias de diálogo por la importancia del tema, para intentar evitar llegar a puntos críticos, no fuimos escuchados”, cuestionó.

“La primera mala decisión es no haber seguido el proyecto de Casupá, pensado para prevenir y encarar el fortalecimiento de las reservas de agua potable; el proyecto triplica la capacidad de almacenamiento de agua cuando hay, cuando se dan lluvias, para situaciones o bien de sequía, como ésta, o bien de déficit para la almacenamiento de la población como muchos técnicos pronostican que sucederá (…) en el 2045”, advirtió.

Refirió a esa “primera decisión equivocada, pero además hay un paquete de obras que nos estarían ayudando hoy y tiene que ver con el Solís Chico, desde donde podríamos abastecer a la Ciudad de la Costa, que es otro de los puntos -sacando Montevideo- donde más se concentra población, y en particular podríamos abastecer una parte de la Costa de Oro, concretamente lo que llamamos ´sistema Atlántida´ (…) entre Salinas y Parque del Plata”.

El jerarca frenteamplista describió los pormenores de esos errores del actual gobierno en la gestión del agua potable y posteriormente señaló “dos o tres vectores de línea de política que atravesaban la gestión de este gobierno, a todas las empresas públicas, y en particular afectaba a OSE”.

“Uno es el recorte presupuestal; cuando de unos 600 millones de dólares que estaba previsto hacer en obras para el quinquenio recortas 220, tienes que dejar de hacer obras, en todo el país, no solamente en el ´sistema Montevideo´; quedaron plantas de tratamiento de aguas residuales, obras de saneamiento prontas para hacer en muchos departamentos que no se hicieron; los costos de los recortes siempre son elevados para el país”.

 

Tenemos menos personal para atender una cuestión básica que hace al déficit de agua como las reparaciones y la sustitución de tuberías

 

Así, el gobierno hizo “recortes de dinero que se expresan en menos obras y en cosas puntuales como la falta de materiales para hacer las reparaciones que la gente legítimamente reclama, de las pérdidas en la calle”, alertó.

“En segundo lugar, recorte de funcionarios: nosotros teníamos 4.554 funcionarios cuando asumió esta administración, ya se han ido más de 1.030; se han perdido porque no hubo llamados para reponerlos, cumpliendo una orden del Poder Ejecutivo, que ordenó que de cada tres que se fueran sólo podíamos reponer uno”, rememoró el entrevistado.

Incluso así, “esta administración, entre problemas de gestión en recursos humanos, enlentecimiento y quizá cumplimiento estricto de esa orden, no repuso ni uno; hicimos tres por cero: de cada tres que se nos fueron yendo estos tres años, no entró nadie; entonces tenemos menos personal para atender una cuestión básica que hace también al déficit de agua disponible, que es menor atención de las reparaciones y de la sustitución de tuberías”.

“Entonces, recorte presupuestal, primera línea de gestión de la política de este gobierno, (y) recorte de los funcionarios públicos, que viene a sumarse al de los ´90 (…) porque los que se están jubilando, son los que más saben y que tienen el capital del conocimiento del saber hacer en OSE, nos dicen que no tienen a quién dejarle la posta porque una generación entera falta”.

Esto último remite a “la prohibición total de ingreso de los funcionarios públicos que nos dejó el primer gobierno de Lacalle, en éste caso de (Luis Alberto) Lacalle padre; y la tercera línea de acción del gobierno es la transferencia de competencias, o de proyectos y actividades esenciales de la empresa pública, en este caso de OSE, al sector privado”, criticó Ortuño.